Van der Poel honra al ciclismo y roza una gesta única camino de Chateauroux

Van der Poel honra al ciclismo y roza una gesta única camino de Chateauroux

Hay derrotas que engrandecen, gestas para las que no hace falta alzar los brazos. Mathieu Van der Poel es un auténtico verso libre, un fenómeno como quizás jamás presenció la historia del ciclismo. Es valiente, es osado, es un portento. Camino de Chateauroux puso su nombre a una etapa que no ganó, un 13 de julio que será una muesca más en su leyenda. Sólo pudieron con él cuando faltaban 800 metros. [Narración y clasificaciones]

Para saber más

En la ciudad donde Mark Cavendish ganó tres de sus etapas (entre ellas la primera de su carrera en el Tour), una de las pocas jornadas completamente planas de esta edición, 170 kilómetros destinados a poner en bandeja la victoria a uno de los sprinters, Van der Poel decidió que no iba a ser para él un día de bostezos. Así entiende el ciclismo el nieto de Poulidor, como una forma de diversión, como una aventura permanente.

Se confabuló con su compañero Jonas Rickaert y perpetraron un ataque a dúo desde el banderazo de salida en Chinon. Como dos lunáticos bajo la canícula. Cabalgaron 169 kilómetros a full, gozando de una ventaja de hasta 5:30 con un pelotón que tuvo que ponerse las pilas. A falta de 30 los tuvieron un suspiro, pero cuando el viento dio tregua, volvieron a estirar hasta el 1:20. Y soñaron.

Rickaert dejó ya sólo al rey de las clásicas, que exprimió su pulso con los lobos del pelotón hasta que restaban 800 metros. Había volado durante 169 kilómetros a casi 50 por hora. Una oda al ciclismo de ataque.

En la avenida Cavendish, con el pelotón cortado por el viento, el triunfo fue para Tim Merlier, un precioso sprint en el que sobrepasó a Jonathan Milan para sumar su segunda victoria en lo que va de Tour.

Merlier, por delante de Milan.

Merlier, por delante de Milan.Thibault CamusAP

La jornada, previa al día nacional francés que se celebrará con una preciosa etapa hasta Le Mont-Dore, ocho puertos (siete de segunda, lo nunca visto), en menos apenas 165 kilómetros, vino marcada por el adiós al Tour de Joao Almeida, un gregario que es un lujo. Y que ya no tendrá Tadej Pogacar a su lado, ese escudero destinado a lanzarle (o salvarle) en las etapas de alta montaña. El portugués, que consiguió resistir el sábado tras su caída del día anterior, en la que se fracturó una costilla (además de numerosas abrasiones, entre ellas en una mano), no pudo superar los dolores y el sufrimiento.

La generación perdida

La generación perdida

La final de Wimbledon, como la reciente de Roland Garros y las de todos los majors desde 2024, ha seguido profundizando en el cambio de relaciones de poder en el tenis. La semifinal entre Djokovic y Sinner fue algo más que un partido físicamente desigual, por no decir desequilibrado, entre los representantes de dos promociones dispares. Entre un jugador de 38 años y otro de 23. En la otra semifinal, Alcaraz se enfrentó a Taylor Fritz, de 27 años, cinco más que él y uno de los destinados a alfombrar su camino y el de Sinner. Igual, en principio, que Frances Tiafoe (27), De Miñaur (26), Jack Draper (23), Musetti (22), Rune (22), Ben Shelton (22), etc...

Djokovic ha alargado en el tiempo la presencia en las pistas de la sociedad conformada por él mismo, Rafael Nadal y Roger Federer. Una entidad disruptiva que era también, en su conjunta solidez, una entente igualitaria. Una terna de individualidades homogéneas. Tres superdotados que, en su reparto de los grandes, los medianos e incluso los pequeños torneos, establecieron una barrera, prácticamente un vacío, terra nullius, entre ellos y todos los demás. Una vez instituida, nunca fue amenazada, discutida, superada. Acaso Murray podría haber completado un trébol de cuatro hojas. Pero las lesiones le cortaron demasiado pronto las alas.

La tripartita superioridad de Roger, Rafa y Nole, nacidos entre 1981 y 1987, supuso una brusca toma del Palacio de Invierno. Una revolución más que una transición. Los que vinieron después, nacidos entre 1993 y 1998 (Thiem, Berrettini, Medvedev, Tsitsipas, Zverev, Rublev, Ruud...), no hicieron lo mismo. Les han faltado talento y suerte. El talento necesario para imponerlo sobre la mala suerte de haber coincidido con el trío. La suerte para compensar el insuficiente talento. Resignados, y ya que no podían conquistar el terreno, esperaron para ocuparlo a que sus propietarios lo abandonaran. Y puesto que eran incapaces de trepar al árbol para coger la fruta, se la comerían después de que cayera al suelo.

No lo han logrado. Cuando Federer y Nadal dejaron solo a un Djokovic declinante por la edad y desorientado por la falta de referencias, una especie de orfandad generacional de consecuencias también psicológicas, se las prometieron felices. Y entonces aparecieron de la nada, o desde un lejano e improbable parvulario, Alcaraz y Sinner, nacidos ya en el siglo XXI. No son tres, así que no ocupan tanto espacio. Pero, justamente por ser dos, podrán tocar a más en adelante.

En eso están. Hacia eso van. En eso andan, camino de certificar poco menos que definitivamente que todos aquellos inmediatos aspirantes a suceder a los tres grandes constituyen una generación perdida que ha dado paso a la gemela eclosión de Alcaraz y Sinner. Tendrán que conformarse de nuevo con las migajas del festín. Emparedados entre aquel triunvirato y este duopolio, se lamentan en bloque. Entre dos luces que los oscurecieron, entre dos aguas que los ahogaron, entre dos fuegos que los abrasaron, arrastran su frustración de rebeldes con causa y sin efectos. Quizás, en el futuro, muchos aficionados pensarán que no existieron.

Marc Márquez, sin rival en Sachsenring

Marc Márquez, sin rival en Sachsenring

Actualizado Domingo, 13 julio 2025 - 16:12

Marc Márquez dio otra exhibición de autoridad en Sachsenring. El de Cervera, en una carrera marcada también por una implacable primera curva que se llevó por delante a varios pilotos, celebró el Gran Premio número 200 de su carrera sumando su novena victoria en el circuito alemán de manera incontestable, con una ventaja sobre el a la postre segundo clasificado, un Álex Márquez que supo esperar perfectamente su oportunidad, que llegó a superar los siete segundos y con un Pecco Bagnaia que, pese a partir dese el undécimo puesto de la parrilla de salida, logró subirse de nuevo al tercer escalón del podio.

"Ha sido otro año superespecial para mí, me sentí bien desde el principio, con la confianza súper alta, venía de sumar tres victorias consecutivas y esta es la cuarta. Ahora, estamos en el medio, queda la segunda parte de la temporada y hay que mantener la concentración", señaló por su parte un Marc Márquez que, con 69 triunfos en MotoGP, está ahora a 20 de igualar los conseguidos por Valentino Rossi. "Gracias Sachsenring, te quiero", lanzó, en alemán, el de Cervera para cerrar su intervención ante las cámaras nada más terminar la carrera. A diferencia de lo vivido el sábado, no cometió error alguno tras su salida fulgurante y firmó un pilotaje que lo iba alejando cada vez más de unos competidores que se esforzaban al máximo para seguirle el ritmo. Tanto, que Fabio di Giannantonio y Marco Bezzecchi, quienes llegaron a ponerse segundos en la prueba, acabaron dando con sus huesos en el suelo en una primera curva que condenó también a Ai Ogura, Joan Mir y Lorenzo Salvadori a no poder acabar la carrera.

"Ha sido una carrera muy dura, con condiciones mucho mejores en comparación con el año pasado, pero la curva uno era muy difícil, cada vez que entrabas con un poquito de frenos resultaba complicadísima... Haga lo que haga en la parrilla, parece que siempre me quedo atascado en el tercer puesto", señaló el italiano nada más terminar la prueba. "He dado el 100% y también tuve un poco de suerte, porque se fueron al suelo dos pilotos que tenía delante, pero las carreras son así. Lo importante era sobrevivir y quiero darles las gracias al equipo y a todos los que me han ayudado a estar aquí, médicos, etc. Va para ellos y también para Borja", terció por su parte Álex Márquez, con hielo en su maltrecha mano izquierda, acordándose en este caso de Borja Gómez, el joven piloto murciano fallecido el pasado 3 de julio durante unos entrenamientos en el circuito de Magny Cours correspondientes al JuniorGP. La decisión de no suspender la carrera pese al terrible incidente ha sido ampliamente criticada en los últimos días por todo el mundo del motociclismo.

En cuanto al resto de pilotos españoles, Pedro Acosta, quien firmó unos primeros compases del Gran Premio de Alemania más que interesantes, no pudo terminar la carrera a causa de una caída, mientras que, Fermín Aldeguer, por su parte, fue quinto, Raúl Fernández, noveno y Álex Rins, finalmente, cerró la clasificación con su décimo puesto, dado que Miguel Oliveira y Johann Zarco también se vieron descalbagados de sus monturas durante una prueba que no perdonó error alguno a los pilotos.

Alcaraz y Sinner en la final de Wimbledon y el efecto de lo que ocurrió en Roland Garros: “Desde entonces he entrenado muy duro, más duro que nunca”

Actualizado Domingo, 13 julio 2025 - 01:31

En los pasillos del Aorangi Park, donde están las pistas de entrenamientos anexas a Wimbledon, Carlos Alcaraz y Jannik Sinner coincidieron este sábado al mediodía. Ambos habían reservado a las 12.30 horas, justo antes de comer. «Tutto bene?», preguntó Alcaraz en italiano, un idioma que chapurrea. «Bene», respondía Sinner. Y ya está. El español se fue a la pista 1 con todo su equipo, siete hombres, y el italiano se marchó a la pista 8 más solo que la una, después llegaron sus dos entrenadores. En cualquier otro momento la conversación entre los dos primeros del ranking ATP hubiera sido más larga, pero ayer era imposible. ¿Qué se podían decir?

En la previa de una final hay tensión, más en esta final. Apenas un mes después de la histórica remontada en el último Roland Garros, Alcaraz y Sinner se vuelven a enfrentar este domingo en disputa por el título de Wimbledon (17.00 horas, Movistar+). En sus mentes continúa fresco el recuerdo de lo ocurrido, pero hay algo más. Ni Alcaraz ni Sinner son los mismos y lo que ocurra en la pista central del All England Club puede confirmar el reparto de papeles de una rivalidad que hasta ahora está desequilibrada.

Un Alcaraz más maduro

Antes de lo ocurrido en París, Alcaraz ya había derrotado en Sinner todos sus duelos de 2024 y 2025 -ahora son cinco triunfos consecutivos-, pero sólo con la Copa de los Mosqueteros en las manos entendió su superioridad. Hasta que salvó aquellas tres bolas de partido, el español aún agrandaba sus defectos, incluso se infravaloraba -más sobre superficies duras-, pero ya no. Desde su primer partido posterior a Roland Garros, se ha visto un Alcaraz diferente, con más confianza que nunca, relajado en todas las situaciones, consciente de su preeminencia.

KIRILL KUDRYAVTSEVAFP

«Ya tocaba madurar», ha bromeado y la broma disfraza la verdad. Ya no es aquel artista que depende de su inspiración, busca diversión y celebra cada genialidad; ahora a veces se impone por oficio. Si él juega a lo suyo, únicamente un adversario puede inquietarle y ese es Sinner. «La final de Roland Garros me enseñó que un partido puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos y que debo dar el 100% en cada punto. Es lo que hay que hacer siempre», comentó tras derrotar a Taylor Fritz en semifinales y reconocer que no ha vuelto a ver en televisión su gesta ante Sinner en París, sólo «algunos clips». «Creo que mi victoria allí no va influir aquí. Hace años que Jannik aprende de las situaciones más difíciles y vendrá más fuerte. Vendrá con más hambre, pero lo bueno es que ya sé que será así», aseguró Alcaraz, que admitió que si pudiera quedar con un golpe de su rival se haría «con su revés, especialmente deslizando con la pierna izquierda».

En su entrenamiento de este sábado, Alcaraz hizo ejercicios de movilidad, golpeó de derecha con su hermano Álvaro como sparring, descansó un buen rato cobijado a la sombra, practicó saques y luego estuvo jugando con su equipo a una especie de petanca.

El trabajo de Sinner

Unos metros más allá, pum, pum, pum, pum. El método de uno y otro no tenía comparación. Durante una hora y media, Sinner estuvo pegando raquetazos a diestro y siniestro sin parar ni para beber agua. Cuando Alcaraz se marchó, ahí seguía el italiano.

Después de caer en París pasó 15 minutos llorando en el vestuario -lo explicó su fisioterapeuta y le costó el puesto-, pero luego se fue a la casa de sus padres en los Alpes para recobrar el ánimo. «Hicimos una bonita barbacoa, jugué al ping-pong con amigos... tuve dos o tres días de descanso. Cada tenista se toma las derrotas de una manera diferente. Desde Roland Garros he entrenado muy duro, más duro que nunca, para mejorar como jugador. Y ese es el motivo por el cual estoy en otra final», proclamó el italiano después de superar a Novak Djokovic en semifinales.

HENRY NICHOLLSAFP

Si no hubiera caído como cayó en el último Grand Slam, su trayectoria en Londres parecería impecable, pero ha habido indicios de que puede temblar ante Alcaraz. Como le pasó en Queen’s en su derrota en octavos ante Aleksandr Bublik, en octavos de Wimbledon se observó superado por Grigor Dimitrov. Estaba confuso, incluso decaído. Aquel encuentro encendió las alarmas alrededor de Sinner, aunque después de su triunfo en semifinales se reivindicó. «Si tuviera cosas en la cabeza no hubiera llegado a donde estoy. Estoy muy contento de volver a compartir pista con Carlos. Será difícil, ya lo sé, pero lo estoy esperando. No sé qué sentiré antes o durante el partido, te lo diré después. Pero ahora mismo estoy encantado de volver a luchar por un título», finalizó.

Alcaraz 'versus' Sinner: el valor de saber elegir el momento

Alcaraz ‘versus’ Sinner: el valor de saber elegir el momento

Actualizado Sábado, 12 julio 2025 - 21:07

No hace tanto, hace muy poco, veíamos a Rafael Nadal percutir con su golpe liftado de derecha sobre el revés a una mano de Roger Federer mientras el suizo trataba de encontrar soluciones para salir del rincón. Sucedía en cada uno de sus enfrentamientos, en un clásico que deleitó a los aficionados durante más de tres lustros. El clásico que ahora vivimos y disfrutamos es diferente. No hay lagunas ni en Carlos Alcaraz ni en Jannik Sinner, quienes, juntos, cada uno con sus virtudes, están escribiendo nuevos capítulos en la historia del tenis.

Sinner reparte muy bien todos sus golpes y Alcaraz se saca conejos de la chistera, pero ambos, perfectos conocedores del adversario, deciden con mimo, cada uno a su manera, cuándo y cómo hacer más daño a su oponente.

El ejemplo muy reciente de Roland Garros demostró que cualquier detalle puede llevarte al borde del abismo u ofrecerte la posibilidad de un aparentemente improbable regreso. La herencia de aquella apasionante final estará presente en la memoria de ambos. Sinner llevará París tatuado en alguna parte de su cabeza, pero tampoco Alcaraz habrá olvidado la exigencia a la que se vio sometido, las más de cinco horas que tuvo que sudar para salir victorioso.

Años atrás, sobre la hierba, cobraban una importancia capital el saque y la volea. Ahora, sin obviar la revalorización de ambos golpes en esta superficie, jugadores como ellos exhiben también sus capacidades en el resto y cuentan con un nivel técnico, táctico y mental que elude la simplificación de sus confrontaciones.

Alcaraz se presenta mejor en la final y ha atravesado un camino más difícil, desde que en la primera ronda se topó con el talento inclasificable del veterano Fabio Fognini. Sinner, con algún problema físico en aquel partido, vio cómo se le retiraba Grigor Dimitrov en octavos de final cuando le dominaba por dos sets a cero y se encontró con un Novak Djokovic muy desgastado en su encuentro de semifinales.

Si Carlos consigue manejar con criterio su inmensa variedad de golpes a lo largo de todo el partido cuenta con ventaja y obligará una vez más a su rival a estar en constante estado de alerta. Es ahora, en las rondas finales, cuando la exigencia es máxima, cuando el español saca mayor provecho de su creatividad. Cuenta con menos alternativas para cerrar las jugadas y menos posibilidades de confundirse. Entonces, con la recompensa a tiro, su tenis alcanza su máxima y más certera expresión.

Un mal final para Jon Rahm en el día de Talor Gooch

Un mal final para Jon Rahm en el día de Talor Gooch

Actualizado Sábado, 12 julio 2025 - 20:56

Jon Rahm (-1) no fue capaz de rematar una sólida actuación en la segunda jornada del LIV Series Andalucía que se ha celebrado este sábado en el Real Club de Golf de Valderrama, donde el jugador de Barrika concluyó con dos bogeys en sus últimos cuatro hoyos para terminar en la cuarta posición, aunque descolgado del liderato que ha alcanzado el norteamericano Talor Gooch (-7), protagonista de una auténtica exhibición de 66 golpes en uno de los campos más complejos de toda la temporada del circuito saudita.

Las condiciones meteorológicas mucho más benévolas y la preparación del campo, con unos greenes mucho más lentos y húmedos, provocaron mejores resultados, aunque Valderrama siempre será una de las pruebas más exigentes y como prueba solo seis jugadores están a estas alturas del torneo bajo el par del campo.

El golfista estadounidense ha encontrado la inspiración precisamente en el recorrido, donde logró la última victoria de su carrera en 2023. Su año mágico donde llegó a ganar tres torneos en el LIV Golf. Gooch ha firmado siete birdies y dos bogeys para cimentar su primera posición con cuatro golpes de ventaja sobre su compatriota Dustin Johnson (-3). DJ protagonizó la mejor tarjeta del día con un espectacular 64 (-7), libre de bogeys y repleta de birdies. Y también se reencontrará el domingo con la posibilidad de ganar de nuevo desde el LIV de Las Vegas en febrero de 2024. En la tercera posición, aparece el sudafricano Branden Grace (-2), mientras que Rahm comparte la cuarta con Patrick Reed (-1) y Jinichiro Kozuma (-1).

Con respecto al resto de jugadores españoles, Sergio García (PAR) logró darse una posibilidad remota de remontada (está a 7 golpes) tras rubricar una tarjeta de 69 golpes. García arrancó con tres birdies seguidos y apuntó por momentos a la vuelta de Dustin Johnson. En esta ocasión, el putter lo terminó desquiciando. Se le escaparon muchas opciones cercanas de birdie y algunas para salvar el par. En cualquier caso, hacía mucho tiempo que no estaba en el top 10 a falta de 18 hoyos y confirma su recuperación y su ilusión de ser una opción para Luke Donald en la próxima Ryder Cup. David Puig está con +2, con opciones aún de certificar una gran semana, mientras que Josele Ballester (+6) y Luis Masaveu (+10) se han quedado muy retrasados.

Vitinha y Enzo, los cerebros del PSG y el Chelsea en el Mundial y sueños prohibidos del Madrid

Vitinha y Enzo, los cerebros del PSG y el Chelsea en el Mundial y sueños prohibidos del Madrid

Vitinha y Enzo Fernández han vivido caminos paralelos hasta convertirse en dos de los mejores centrocampistas del planeta. Nacidos en el 2000 y 2001, el portugués, de 25 años, y el argentino, de 24, son los cerebros de PSG y Chelsea, que hoy se cruzan en la final del Mundial de clubes. Aterrizan en el MetLife Stadium de Nueva Jersey maduros a nivel futbolístico y mental, consagrados en la elite y con los ojos de todo el continente sobre sus pies, incluidos los del Real Madrid, en cuya lista de sueños casi prohibidos están los dos.

La vida de estos mediocentros cambió por completo en el verano de 2022. Vitinha, que había destacado durante unos meses en el Porto después de una cesión poco fructífera en el Wolverhampton, firmó con el PSG a cambio de 41 millones de euros. Enzo, por su parte, dejó River Plate y fichó por el Benfica en ese mismo momento. En su caso, 10 millones mas ocho en variables que se quedaron cortos cuando explotó con la selección argentina en el Mundial de Qatar.

Fernández se convirtió en el faro de la albiceleste desde su debut, disputó siete partidos y fue clave en la conquista del torneo. A partir de ahí, toda Europa fue a por él. La subasta, en la que también entró el Madrid, terminó cuando el Chelsea puso sobre la mesa los 121 millones de su cláusula de rescisión. Era enero de 2023, apenas seis meses después de su llegada al Benfica, y el club lisboeta se llenó los bolsillos con más de 100 millones de euros de beneficio por él. Una ganga.

Los 'blues' lo tuvieron claro desde el principio y a pesar de que el argentino veía con muy buenos ojos la opción del Madrid, la oferta económica de los británicos era demasiado superior. Además, en Stamford Bridge iba a ser capitán general y en el Santiago Bernabéu todavía estaban dando sus últimos pases Kroos y Modric, mientras la directiva blanca trazaba las últimas negociaciones por Jude Bellingham, elegido finalmente como el centrocampista en el que invertir esa temporada.

Ahora, con Kroos retirado y Modric fuera del club, el Madrid, y especialmente Xabi Alonso, insiste en la necesidad de encontrar un cerebro para su centro del campo. Confían en Tchouaméni, Camavinga y Fede Valverde, pero llevan semanas peinando el mercado para encontrar a un mediocentro de técnica y visión que lidere el juego del equipo.

Las opciones del Madrid

Sonó Stiller, del Stuttgart, pero en Chamartín saben que esa sería una apuesta de acompañamiento, no alguien indiscutible. Serviría, pero los blancos siempre van a por octas mayores. La caza mayor sería un perfil como el de Enzo o Vitinha, y de esos hay pocos en el mercado. Rodri en el City, Mac Allister en el Liverpool, Barella en el Inter... Los equipos dominadores de los últimos años tienen en sus filas mediocentros precisos. Eso busca el Madrid, asentado su éxito de la última década sobre los pies de Kroos y Modric. La idea sigue siendo la misma.

Pero en el mercado de hoy en día aspirar a arrebatarle un futbolista así a PSG, Chelsea, Liverpool o Manchester City es un sueño casi imposible. Enzo Fernández tiene contrato hasta 2032 y es el capitán de los 'blues' tras una temporada sensacional, en la que ha marcado siete goles y ha dado 13 asistencias.

Mientras, Vitinha ha dado un paso adelante desde la llegada de Luis Enrique al banquillo del PSG. En su primer año en París coincidió con Ramos, Messi, Neymar y Mbappé y fue creciendo poco a poco hasta asumir por completo el mando del centro del campo el curso pasado.

El hombre que perdió la final del Europeo sub'19 contra España y la final del Europeo sub'21 contra Alemania en 2019 y 2021, siendo en ambos estrella de la selección portuguesa y del torneo, es ahora, para muchos, el mejor mediocentro del mundo. El único que supera el 95% de acierto en pases verticales y aceleraciones entre líneas. Puede romper la presión rival con y sin balón, algo clave para Luis Enrique.

«No veo a un jugador mejor en su posición en ningún equipo del mundo. Es perfecto para mí. No pierde el balón, se mueve entre líneas, se desmarca... Es único. Fuerte físicamente y con una mentalidad impresionante», ha dicho el técnico estos días en Estados Unidos.

En el caso de Vitinha, representado por Jorge Mendes, su contrato está firmado hasta 2029 y al jugar en Francia no tiene cláusula de rescisión, así que es un sueño todavía más imposible que el de Enzo para el Madrid. Con Al Khelaifi al otro lado del teléfono, la operación ni se plantea en Chamartín a pesar de que se comparte el gusto por el futbolista portugués.

Bajo su mando, el PSG va camino de completar la mejor temporada de su historia. Ha ganado la Liga francesa, la Copa y la Champions, esta última venciendo por 5-0 al Inter de Milán en la final, y está a un paso de levantar el primer gran Mundial de clubes. Todo sobre los pies de Vitinha, candidato también al Balón de Oro de esta temporada al haber conseguido también la Liga de Naciones con Portugal. «Sin duda, es un jugador esencial para que el PSG lo haya ganado todo. El estilo y la efectividad de Vitinha merecen el Balón de Oro», dijo Roberto Martínez, seleccionador portugués. Esta tarde, lucha mundial en Nueva York.

Athenea saca su chispa: los ‘deberes’ de la psicóloga, el libro de liderazgo y deseo de conocer a Xabi Alonso

Actualizado Sábado, 12 julio 2025 - 20:27

"Estoy para aportar mi granito de arena". Athenea del Castillo vino a Suiza con una idea muy clara: estaba en una lista de privilegiadas, iba a competir y a aprovechar su momento, aunque Montse Tomé no le tenga reservado un papel de titularísima. Lo asume, lo digiere con naturalidad y lo aprovecha. Es una más de un bloque de 23 que la seleccionadora pretende que sea muy dinámico, y eso le da momentos para aprovechar su chispa. Ante Italia le tocó ser titular y estrenarse como goleadora en una fase final. No pudo marcar en el Mundial, tampoco en la final de la Nations League pero le llegó la ocasión ante Italia en su segunda Eurocopa y no la desaprovechó.

"He entrado en diagonal y he visto a Alexia. Se la he dado porque me esperaba que algo iba a hacer, porque Ale tiene magia", contaba mientras miraba en el móvil la jugada. "Ah, pues es más bonito ahora. No pensaba que la había ajustado tanto", explicaba entre risas con una naturalidad que nunca disfraza.

Hizo más de lo que le pidió Tomé: "Nos da amplitud, uno contra uno, es capaz de desbordar y tiene pegada metiéndose en el área, como ha hecho en el gol". Por si no fueran suficientes argumentos, de ella nació también el gol de Patri Guijarro.

Ese papel que destaca la seleccionadora lo lleva trabajando meses con una psicóloga que estaba con sus familiares en la grada en Berna a los que dedicó el gol. Las pautas que le marca las sigue a rajatabla... y las complementa. Athenea en sus ratos libres hace los "deberes" que le pone muy concentrada -"me gusta subrayar para enterarme muy bien de lo que leo", explica- y se ha traído a Lausana un libro de liderazgo al que dedica los ratos después de la comida. "Me habéis pillado porque no recuerdo el título", admitía en rueda de prensa entre risas. "Llevo 50 páginas. Es sobre el liderazgo y trabajo en equipo, que es algo superimportante de cara al año ilusionante que tenemos en el Real Madrid. Es importante encontrar el liderazgo que quiero tener en el club", explicaba.

Madridista confesa, ha estado pendiente del desempeño de su equipo en el Mundial de Clubes y de Xabi Alonso. "Tenía muchas ganas de ver cómo iba a jugar el equipo porque, como todos los madridistas, estoy muy ilusionada con su llegada. Tengo muchas ganas de conocerle", admitía la jugadora en entrevista a Efe hace unos días. Iba a "picar" a Olga Carmona, que acaba de cambiar el Real Madrid por el PSG, pero el tiro le salió por la culata.

Su gran apoyo en esta concentración está siendo María Méndez, la central con la que comparte club. "Somos Pili y Mili. En el bus las dos supimos que íbamos a ser titulares y ella me dijo que lo estaba haciendo muy bien y seguro que marcaba". No se equivocó.

Lo que peor lleva Athenea es que falta casi una semana para los cuartos de final ante Suiza, el próximo viernes de nuevo en Berna. "Como futbolista, te diría que quiero jugar mañana mismo, pero bueno, ahora tendremos momentos para desconectar y luego volver a prepararnos", comentó.

Montse Tomé fue más explícita: "Me han pedido libre, sí, pero ya lo teníamos previsto, por equilibrio mental", aseguró. Algo que ella no tendrá: "Hemos visto a Suiza, pero todavía no lo hemos analizado. Desde que está Pía como entrenadora, tienen una línea de cinco, como todas las estructuras que nos hemos encontrado en esta primera fase. Me espero un equipo arropado por su gente, que en los últimos minutos pasa a cuartos y tiene grandes jugadoras con buen rendimiento. Vamos a ver cómo podemos desajustarlas".

Pogacar o cómo ganar el Tour con un reloj de 350.000 euros en la muñeca

Pogacar o cómo ganar el Tour con un reloj de 350.000 euros en la muñeca

Alberto Contador suele contar que en su época profesional renunciaba hasta a pasear a su perro para limar cualquier desarrollo muscular en el tren superior. Es la era de la aerodinámica, de las ganancias marginales, de la relación vatio-kilo llevada al extremo. Por eso no deja de llamar la atención ver cómo Tadej Pogacar gana un Tour de Francia con un reloj de lujo en su muñeca izquierda. No es el único, también Van der Poel luce el mismo modelo. El patrocinio manda, aunque realmente sólo añaden 32 gramos, menos de lo que pesa alguno de los geles que ingieren los ciclistas durante cada etapa.

Para saber más

En Rouen y en el Muro de Bretaña, Pogi alzó los brazos; en el derecho lucía un flamante Richard Mille RM 67-02 Automatic Extra Flat, cuyo valor en el mercado supera los 350.000 euros. Cada imagen del genio esloveno se viraliza, por eso no se despega de la lujosa marca suiza, que también esponsoriza a todo el UAE Team Emirates. El año pasado reconquistó la Grande Boucle con él. Más impactante fue ver cómo duraste la última París-Roubaix, en la que quedó segundo por detrás de Van der Poel, su muñeca sangraba justo a la altura del reloj. Los numerosos impactos de los adoquines habían terminado por hacer una herida en el esloveno. Barro, sangre, sudor... y un reloj de lujo.

Que no tiene ningún aporte, a pesar de (dar la hora) y medir sus pulsaciones (aunque todos los ciclistas sin falta portan su pulsómetro en el pecho). Y que está hecho, eso sí, para resistir los embates de una etapa, con una correa especial sin costuras (el año pasado incluso Pogacar la llegó a lucir amarilla como su maillot), antideslizante y muy elástica, que se adapta por completo a la morfología de la muñeca del deportista. Es un reloj con una esfera de 40 milímetros de grosor, fabricado en titanio y fibra de cuarzo y diseñado, supuestamente, para soportar las rigurosas condiciones del ciclismo. En la web de la marca que Richard Mille fundó en 2001 se describen al detalle todas sus características.

Reloj Pogacar mano izquierda

El Richard Mille de Pogacar ya ha dado para un puñado de anécdotas. En marzo de 2023, los amigos de lo ajeno robaron un reloj de su habitación del hotel en Valbonne, durante la disputa de la última etapa de la París-Niza. Un mes después dos hombres fueron detenidos, aunque nunca apareció el objeto. Fueron multados con 50.000 euros y cuatro años de prisión por el tribunal judicial de Niza.

Este mismo año, Geraint Thomas desveló una conversación distendida con Tadej durante la Lieja-Bastoña-Lieja que acabaría ganando el esloveno. Tadej se acercó al galés al principio de la carrera y entabló una conversación informal con él, justo en una de las rampas más duras. «Entonces empieza a charlar conmigo, diciéndome que al día siguiente irá a Richard Mille a comprarse un reloj nuevo o algo así. No lo dije, pero pensé: 'Tío, ahora mismo estamos a 420 vatios, no quiero hablar, me siento bien, pero solo quiero concentrarme en mi respiración'. Está compitiendo a otro nivel», bromeaba el veterano corredor del Ineos durante un podcast.

Van der Poel y Pogacar, en la etapa con final en Boulogne-sur-Mer.

Van der Poel y Pogacar, en la etapa con final en Boulogne-sur-Mer.MARCO BERTORELLOAFP

Pogacar y Van der Poel no son los únicos ciclistas que lo llevan. Desde que Richard Mille patrocinara oficialmente al UAE (en sus maillots se puede ver el logotipo), alguno de los compañeros de Tadej, como el gigante Nils Politt, también lo lucen. El propio CEO de la marca suiza, Peter Harrison, presume del acuerdo con el mejor equipo del mundo: «El UAE Team Emirates ha demostrado una vez tras otra su alto grado de exigencia y una auténtica pasión por la excelencia. En Richard Mille compartimos la misma visión y ambiciones, así que para nosotros es un verdadero placer colaborar con Mauro Giannetti y su equipo. Además, esta colaboración simboliza un hito bastante significativo para nosotros, puesto que es un paso adelante en nuestro propósito de acercarnos a la comunidad deportiva de la zona de Oriente Medio».

En el pasado, Mark Cavendish o Julian Alaphilippe también lo llevaron, aunque el francés ahora corre en el Tudor, precisamente una marca de relojes suiza. Fuera del ciclismo, los relojes Richard Mille se han visto en las muñecas de los mejores pilotos de Fórmula 1, como Charles Leclerc, Lando Norris e incluso Michael Schumacher. El propio Rafael Nadal lo llevó. Bubba Watson en golf, Alexis Pinturault en esquí, el velocista sudafricano Wayde van Niekerk, el piloto Sebastian Ogier o el saltador de altura Mutaz Essa Barshim.

Swiatek, campeona de Wimbledon en una de las peores finales de la historia: doble 6-0 ante una Anisimova hundida

Actualizado Sábado, 12 julio 2025 - 18:23

Iga Swiatek es una campeona de Wimbledon imprevista. Lo suyo es el juego desde el fondo de la pista, por eso es cuatro veces ganadora de Roland Garros. Iga Swiatek es una campeona de Wimbledon polémica. El año pasado, cuando era número uno del ranking WTA, dio positivo por trimetazidina en un control antidopaje y recibió una sanción mínima, un mes fuera de la pista. Pero sobre todo Iga Swiatek es una campeona de Wimbledon demoledora. Nunca en la era moderna del tenis una jugadora ganó así una final, por 6-0 y 6-0, a Amanda Anisimova en sólo 57 minutos de juego.

Fue mérito suyo, por supuesto, siempre concentrada, consistente y acertada, capaz de acabar el encuentro con sólo 11 errores no forzados. Pero sobre todo fue demérito de Anisimova. Porque en realidad la polaca tan sólo necesitó 10 golpes ganadores para llevarse el encuentro.

En su primera final de Grand Slam, Anisimova apareció derrotada y derrotada se fue. No dio una. Apenas conectó primeros saques, acumuló dobles faltas y en los intercambios falló, falló y falló. La solidez de Swiatek jugaba en su contra, pero el problema era ella misma. Por sus gestos quedaba claro que no quería estar allí.

HENRY NICHOLLSAFP

Después de todo un camino para llegar a esta final, de una depresión que hace dos años le obligó a retirarse de la pista, de llorar la muerte temprana de su padre, de sufrir comentarios negativos por las redes sobre su físico, no estaba preparada para jugar en un escenario así. La grandeza de una final de Wimbledon, con la preciosa Challenge Cup en juego, la familia real británica en el palco, 14.000 personas observándola en la pista central y millones de espectadores viéndola desde casa, pudo con ella. Los nervios no la minaron, la agarraron, la maniataron y la destrozaron.

Después de irse a llorar a los vestuarios, en la ceremonia de entrega de trofeos aguantó el tipo, felicitó a Swiatek, agradeció su trabajo a su equipo y sólo se rompió cuando se refirió a su madre, que había luchado contra su fobia a volar para estar en su palco. "Se ha esforzado más que yo", comentó antes de pedir disculpas al público y marcharse para asimilar lo ocurrido. "Me he quedado sin gas, esperaba poder hacer una mejor actuación", se lamentó.