Real Madrid - Atlético y Benfica - Barcelona en los octavos de final de la Champions League

Real Madrid – Atlético y Benfica – Barcelona en los octavos de final de la Champions League

La UEFA celebró este viernes el último sorteo de esta edición de la Liga de Campeones. Una temporada en la que se ha estrenado formato, con liguilla, playoff y cruces con sólo dos posibilidades para cada club en octavos de final. Tras el paso por las urnas, la suerte ha deparado un derbi madrileño en octavos de final entre Real Madrid y Atlético de Madrid, con la ida en el Bernabéu y la vuelta en el Metropolitano. El Barça, por su parte, se medirá al Benfica, con la vuelta disputándose en Montjuic.

Ha sido un sorteo tan simple como complejo. Se ha sorteado todo el camino hacia la final del próximo 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich, pero con el condicionante de que cada equipo que había llegado desde el playoff tenía sólo dos rivales posibles, elegidos por su posición en la liguilla.

En el caso del Real Madrid, esas dos opciones eran el Atlético de Madrid y el Bayer Leverkusen, que también se podían enfrentar al Bayern de Múnich. Un 50% de probabilidades que finalmente se han decantado por dos derbis: uno español y otro alemán.

Real Madrid y Atlético viajan ahora por el lado izquierdo del cuadro y el ganador de la eliminatoria disputará los cuartos de final contra el vencedor del cruce entre el PSV y el Arsenal. La vuelta, eso sí, sería en el Bernabéu o en el Metropolitano.

Por su mismo lado del cuadro caminan el PSG y el Liverpool, que se medirán en octavos de final, y el Brujas y el Aston Villa, que completan ese cuadrante. Uno de esos cuatro equipos será semifinalista y se podría enfrentar a uno de los españoles en esa eliminatoria. Si llegan, Madrid o Atlético disputarían la vuelta de semifinales fuera de casa.

Por el otro lado del cuadro está el Barça, que ha tenido suerte en el sorteo. El cuadro de Hansi Flick se medirá en octavos al Benfica, con la vuelta en Montjuic, y en caso de superar el cruce disputaría los cuartos de final contra el Borussia Dortmund o el Lille, con la vuelta en territorio alemán o francés. Más adelante le esperaría uno entre Bayern-Leverkusen y Feyenoord-Inter, últimos enfrentamientos de octavos. Si llega a semifinales, el Barça jugaría la vuelta lejos de Montjuic.

Calendario

Los partidos de ida de los octavos de final se celebrarán el 4 y 5 de marzo, mientras que la vuelta será una semana más tarde, el 11 y 12. Los cuartos de final, por su parte, disputarán sus duelos de ida el 8 y 9 de abril y los de vuelta el 15 y 16 del mismo mes.

Las semifinales, plato fuerte, serán el 29 y 30 de abril y el 6 y 7 de mayo, dejando la final para el 31 de mayo.

El PSG aplasta al Brest y augura un duelo de titanes en octavos de Champions

El PSG aplasta al Brest y augura un duelo de titanes en octavos de Champions

Actualizado Jueves, 20 febrero 2025 - 12:58

El París Saint-Germain aplastó al Brest (7-0) este miércoles en la vuelta del play-off de Liga de Campeones en el Parque de los Príncipes, clasificándose a unos octavos de final que se anuncian titánicos contra Liverpool o FC Barcelona.

Los hombres de Luis Enrique finiquitaron el poco suspense que le quedaba a la eliminatoria con un gol de Bradley Barcola en el minuto 20, antes del diluvio goleador de la mano de Khvicha Kvaratskhelia (39), Vitinha (59), Désiré Doué (64), Nuno Mendes (69), Gonçalo Ramos (76) y Senny Mayulu (86).

Aunque el partido se presentaba casi como un mero formalismo para el conjunto parisino después del 3-0 cosechado en la ida, la victoria era importante para mantener la dinámica y para dar un golpe de la mesa que ponga sobre aviso a sus próximos rivales en la máxima competición europea.

"Es algo que comentamos al final del partido, siete jugadores diferentes han marcado, no había pasado antes en Liga de Campeones, eso demuestra la mentalidad de los jugadores", celebró Luis Enrique en conferencia de prensa.

Michel EulerAP

El final de la aventura europea deja un mal sabor de boca para el modesto Brest, que hubiera preferido despedirse ante un club contra el que no tuvieran que jugar en el campeonato doméstico. Pero al menos se van a casa con el recuerdo para la historia de sus enfrentamientos con gigantes como Real Madrid, FC Barcelona o Bayer Leverkusen.

El Barça figura entre los dos posibles rivales del PSG en octavos junto al Liverpool. O lo que es lo mismo, los dos mejores equipos en la fase regular de la nueva Champions. El PSG deberá pertrecharse con toda la confianza adquirida en las últimas semanas.

La Juventus, eliminada

Del resto de partidos, además de la clasificación del Borussia de Dortmund gracias a un empate insulso ante el Sporting de Lisboa (0-0), destacó la eliminación de la Juventus en la prórroga. El PSV Eindhoven levantó el 2-1 adverso de la ida en Turín y consumó el desastre italiano en el play-off después de las caídas de Milan y Atalanta.

En octavos, el PSV se verá las caras con el Arsenal o con el Inter de Milán, ese último el único equipo italiano todavía en pie en la máxima competición europea, de los cinco que la iniciaron.

Además de las tres víctimas italianas del play-off, el Bolonia había quedado apeado al término de la fase liga, al obtener apenas el 28º lugar entre los 36 participantes.

Sobre los hombros del Inter queda ahora todo el peso de la responsabilidad de un éxito del fútbol italiano, que no consigue la 'Orejona' desde 2010, precisamente con el equipo 'nerazzurro', cuando José Mourinho estaba a los mandos de la nave.

En el Philips Stadion, la Juventus cortocircuitó pese a llegar como favorita y con una corta ventaja cosechada en la ida. El veterano croata Ivan Perisic (minuto 53), encadenando control y tiro de manera magistral tras recibir de Noa Lang, puso con ventaja a los neerlandeses.

Peter DejongAP

El internacional estadounidense Timothy Weah volvía a colocar a la 'Juve' virtualmente clasificada al igualar en el 63, pero Ismael Saibari, asistido por Perisic, marcó el 2-1 en el 74 y envió el pulso a la prórroga.

Allí decidió un gol de Ryan Flamingo en el 98, para premiar las constantes acometidas de un PSV que creyó más en sus posibilidades y que permitirá al fútbol de Países Bajos tener dos equipos en octavos, después de que el Feyenoord derribara el martes a otro histórico italiano, el AC Milan.

Ancelotti encuentra su once ideal: la "emergencia" de Valverde, el "muy criticado" Tchouaméni, el "veterano" Asencio, el "infravalorado" Rodrygo...

Ancelotti encuentra su once ideal: la “emergencia” de Valverde, el “muy criticado” Tchouaméni, el “veterano” Asencio, el “infravalorado” Rodrygo…

Ha tardado siete meses, pero Carlo Ancelotti parece haber encontrado su alineación ideal. El técnico italiano estrenó en la vuelta contra el Manchester City un once inédito: Courtois, Valverde, Asencio, Rüdiger, Mendy, Tchouaméni, Ceballos, Bellingham, Rodrygo, Vinicius y Mbappé. Y le funcionó. Vaya si le funcionó. Su equipo cuajó el mejor partido de la temporada, pasó por encima del conjunto de Guardiola y se metió en los octavos de final de la Champions League.

La vuelta de Rüdiger tras sus problemas musculares sirvieron a Ancelotti para devolver a Tchouaméni al centro del campo. En Manchester ese puesto había sido para Camavinga, pero el entrenador transalpino todavía no se termina de fiar del todo de Eduardo. Prefiere la solidez, a veces más apática pero quizás más efectiva, de Aurelién, que está yendo a más con el paso de la temporada.

El público del Bernabéu pitó a Tchouaméni hace solo un mes, en la eliminatoria de Copa del Rey contra el Celta, culpándole, en parte, de la desastrosa derrota en la final de la Supercopa de España contra el Barça. Ancelotti le defendió, el galo aguantó el chaparrón, mantuvo su posición de central mientras Rüdiger y Alaba pasaban por la enfermería e hizo en Manchester el mejor partido de su curso a nivel personal haciendo pareja con Asencio.

"El muy criticado Tchouaméni ha estado muy bien", elogió, con una indirecta muy directa, Ancelotti en la sala de prensa del Etihad. Por eso, con la vuelta de Rüdiger era evidente que el italiano iba a elegir a Tchouaméni antes que a Camavinga en el centro del campo. ¿Por qué? En eso también tienen mucho que ver Asencio y Ceballos.

El central canterano se ha ganado un sitio en el once a base de garra y talento defensivo. Tiene ambas. Va al corte como si se jugara la vida y ha sido capaz de 'bailar' con Haaland en Manchester y con Marmoush, Savinho y Foden en la vuelta. El Bernabéu le adora y Ancelotti, al que le ha costado darle los minutos que parecía merecer después de sus buenos primeros partidos, ha caído rendido a él. Tanto que ya le ha deslizado a Luis de la Fuente que quizás deba ser seleccionado para el siguiente parón internacional.

"Debe seguir así, está aportando mucho. Parece un veterano y debe seguir. Si el seleccionador cree que es bueno para el equipo nacional, bien por él", valoró ante los medios. Una situación que comparte Ceballos, que podría tener alguna opción después de ganarse, como Asencio, en hueco privilegiado en la rotación.

La pareja del doble pivote

En el inicio de la temporada parecía imposible que el andaluz tuviera protagonismo en el 4-3-3 de Ancelotti, teniendo por delante a Tchouaméni, Camavinga, Valverde, Bellingham y Modric. Incluso Arda Güler parecía contar para el centro del campo. Era una misión casi imposible, pero Ceballos lo ha conseguido. Ha aprovechado las lesiones de sus compañeros y los minutos que le ha dado Ancelotti para convertirse en el nuevo Kroos del Madrid. Con distancia, pero es lo que es. Es el timón del equipo, ha mejorado su físico y su ritmo durante los partidos y la dirección del juego pasa por él. Su pareja con Tchouaméni mejora la que el galo hace con su compatriota Camavinga, especialmente en partidos en los que el Madrid necesite tener el balón.

"Tchouaméni es diferente a Ceballos y esa fusión viene bien al equipo. Tchouaméni es muy importante para nosotros, pero no puede ser Kroos o Modric, como Kroos no podía serTchouaméni. Lo importante es la fusión de todos", explicó Ancelotti.

Valverde, lateral

La nueva pareja del doble pivote es posible también por la lesión de Lucas Vázquez, que ha convertido a Valverde en el lateral "de emergencia". Ancelotti sigue insistiendo en esa "emergencia" y en que cuando el gallego vuelva es bastante probable que el uruguayo regrese al medio, pero la realidad es que Fede se ha mostrado como el mejor lateral disponible en la plantilla. Tiene fuerza, recorrido y colocación, y no ha sufrido ante jugadores habilidosos como Savinho, Bernardo, Grealish o Marmoush.

"Él está contento de jugar ahí, pero ha sido una emergencia. Cuando vuelva Lucas, tendremos ambas opciones. Y no debemos olvidar que siempre que ha jugado, ha cumplido", le elogió el técnico.

Con Courtois y Rüdiger fijos atrás, y Mendy rotando con Fran García en Liga, todo está claro, hasta el rol y espacios de las cuatro estrellas, ya asentadas tras la gran evolución de Rodrygo. "Está muy infravalorado, es el jugador con más talento técnico de la plantilla", dijo Bellingham sobre el brasileño. Ancelotti parece haber cuadrado el resto de las piezas para convertir a ese Madrid lleno de dudas en un candidato serio a ganar la Champions.

Mbappé ejecuta a Guardiola al alba y lleva al Madrid a octavos

Mbappé ejecuta a Guardiola al alba y lleva al Madrid a octavos

El Bernabéu ha conocido a pocos enemigos como Guardiola, que en otro tiempo era Atila sobre su hierba arrasada. Ahora es un general herido, descompuesto, que habla consigo mismo en la zona técnica del campo como lo hace un preso en su celda. Esa imagen no es ya la del Atila implacable, más cercana a la de Napoleón en Santa Elena, lejos de la gloria, lejos de un imperio perdido. En esa situación también sabe Guardiola que no hay peor enemigo que el Madrid, un equipo impío. Mbappé es su nueva arma, un futbolista de mirada y disparo en el mismo movimiento. Tres veces lo hizo, tres goles que resumen el catálogo de un prodigio.A la primera, el francés ejecutó al anticristo del Bernabéu, por el que el madridismo siente una extraña mezcla de odio y admiración. Guardiola cayó al alba para observar en su agonía la eternidad blanca personificada en un futbolista hecho a la medida de su historia. [3-1: Narración y estadísticas]

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El gol de desventaja con el que llegaba el City después de la ida era una ventaja con trampa para el Madrid cuando lo que se juega es un partido de la aristocracia, aunque sea en estos extraños playoffs de una extraña Champions. Ancelotti no se fiaba. Nadie. El fútbol de Guardiola es envolvente, por lo que el peligro crece con el pasar de los minutos que es el pasar de la pelota. Para eso hizo un equipo, con Nico titular, pero acompañado por Bernardo Silva y Gündogan, dos vacas sagradas en el ocaso. Pedirles presión es pedir lo imposible. Por ahí empieza la descomposición que esta temporada es como un desplome. Ningún gran imperio cae poco a poco. Se derrumban en proporción a lo que han sido.

El gran pase de Asencio

El Madrid lo sabía, sentía el rastro de la sangre con la que llegaba al Bernabéu, porque la había olido en Manchester, donde sólo el destino le privó de una goleada de escándalo. Partió, pues, a cumplirla ante su gente. A la primera, lo consiguió. Asencio lanzó un pase vertical que recordó el que le dio a Bellingham en su debut. El receptor fue Mbappé, que ganó la posición entre Ruben Días y Stones, y lanzó una vaselina sobre Ederson. La conexión del gol tiene una interesante lectura, pues enlaza al último de la cantera con el gran fichaje del año. Los Zidanes y Pavones son, hoy, Asencio y Mbappé.

El primer eslogan de Florentino Pérez parece superado, pero el anclaje del central canario es un mensaje al club y a Ancelotti. Con Rüdiger de vuelta, el italiano no lo sentó y pasó a Tchouaméni al centro del campo para dar su sitio al canterano. Asenció respondió en modo Sergio Ramos, inyectado, rápido en los cortes y preciso no sólo en el pase del primero gol, sino en los pases verticales para romper líneas.

Mbappé, ante Ederson.

Mbappé, ante Ederson.OSCAR DEL POZOAFP

Fred Astaire y John Wayne a la vez

La maniobra sentó, asimismo, mejor a Tchouaméni, junto a Ceballos, hiperactivo, y Bellingham en el centro del campo, a los que se unía Valverde desde el lateral. El uruguayo tiene físico para estar en todas partes. Rodrygo y Vinicius acompañaron a Mbappé, siempre en movimiento, en vertical o en horizontal. El francés es capaz de correr sin mirar el balón pero con el conocimiento de donde llegará, como si llevara un GPS. Lo hizo en el primer tanto al espacio abierto. Del mismo modo, puede dar pasos de claqué en espacios cortos sin pisar a nadie, sólo el balón, y encontrar la salida. Sucedió en el segundo de sus tantos, después de un recorrido coral que conectó a todos sus atacantes, como una ola de lado a lado del estadio hasta llegar a la orilla. Era la red de Ederson. Mbappé fue Fred Astaire y John Wayne en la misma acción: claqué y disparo. En el tercero, ya en el segundo tiempo, colocó el balón en la esquina de Ederson tras una bicicleta y cambio de ritmo sobre su defensor. Ooh la, la!!!

El partido de Mbappé es el partido que se espera de quien ha llegado al Bernabéu para ser el nuevo icono del fútbol, con permiso de Vinicius. Lejos queda aquel penalti errado, el colapso de Anfiled. El partido de Mbappé, con su hat-trick, fue, no obstante, el partido más redondo esta temporada del Madrid, el gran Madrid de la Champions, que ahora deberá verse en octavos ante el Atlético o el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. El viernes lo sabremos. Después de este acto, el Madrid cambia su paso tras una primera fase deficiente. Ningún equipo es capaz de pasar de cero a 100 como los blancos, reyes de la Champions y reyes de las emociones. Es el que da miedo al resto.

A 100 por hora siguió en un partido que el Bernabéu no quería que se acabara, como esas series que se siguen hasta la madrugada, aunque con Mbappé ya aplaudido y sustituido. Haaland, lesionado, lo observó todo desde el banquillo. Sólo el agonizante Guardiola quería darle al off, porque ni el gol de Nico evitaba lo que había empezado con el primer disparo al alba.

Lo del Madrid contra el City: un monumental 'fuck off'

Lo del Madrid contra el City: un monumental ‘fuck off’

Nadie más que el Real Madrid podría pasar la previa de la quinta pira pública de Pep Guardiola hablando de un tal José Luis Munuera Montero. Cuando el entrenador del City apareció en la previa chulesco, hablando incluso él del trencilla emprendedor, ya todo parecía un plan. El Madrid tenía a la chica guapa en el bote y a su alrededor los abejorros, propios y extraños, le mareaban para que se fuera a dormir. La histórica primera parte fue la respuesta: fuck off.

Para saber más

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Salieron ellos a morder arriba con la intención de amedrentar. El primer fuck off: Asencio condujo y regaló un balón a la espalda a Mbappé que demuestra por qué está hecho para triunfar en el Real Madrid: juega igual contra el Manchester City que contra el Osasuna. El segundo fuck off fue de Rodrygo, que en esos 45 minutos demostró un compromiso defensivo directo al mentón de todos los que dudamos de que los cuatro de arriba pudiesen jugar alguna vez juntos. Los siguientes fuck off los engatillaron Vinicius y Bellingham contra el joven uzbeko que Guardiola les puso delante. Se diría que lo vieron como una provocación. El pobre retrocedía en cada acometida y parecía que el puesto de lateral derecho lo hubiese conseguido a través de una oferta en LinkedIn de Talentus Sports Recruitment. Después llegó lo de Mbappé a Gvardiol, mímica incluida para explicar la genialidad en la celebración.

La segunda parte fue el gran homenaje, aunque incompleto, que al Madrid nunca le ha apetecido darse contra el Barcelona, para incomprensión de toda su masa social. Se lo dio contra Guardiola, que viene a ser lo mismo, mientras el entrenador impotente se empequeñecía en el banquillo y renunciaba siquiera a hacer cambios hasta que el partido ya era una burla. Todo pasaba mientras Ceballos lanzaba su particular fuck off a las viudas de Kroos, Tchouameni se lo decía de reojo a Ancelotti para que no le vuelva a poner de central, y a Valverde se le escapaba la risilla del que se acuerda de tantos laterales derechos de élite a los que no les saldrá en toda su carrera una eliminatoria como la suya en estos dieciseisavos (!) de final.

En el prescindible epílogo a todos les dio tiempo a pensar que hasta hace nada Nico era un cedido del Valencia, Savinho jugaba en el Girona y que el revulsivo de Guardiola fue un chico llamado McAtee, con el dorsal 87. A veces nuestros monstruos no son tan grandes como nos parecen, pero el Real Madrid siempre es tan grande como dice su historia. Pero arriba las espadas: nunca nada se puede celebrar del todo. Más preocupante que un cruce con el Atleti es saber que existe la opción de que usted vaya hoy a trabajar, tan feliz, y su jefe haya decidido a sus espaldas contratar una charla motivacional de Munuera Montero. Cuidado.

Sin Haaland y sin brío, el City de Guardiola se avejenta: “Hemos sido un equipo cojonudo, pero las cosas no son eternas”

Actualizado Miércoles, 19 febrero 2025 - 23:14

La temporada del Manchester City no le permite prescindir de jugadores que son la clave de bóveda del equipo de Pep Guardiola. Ya está siendo duro sobrevivir a la ausencia de Rodri como para tener que hacerlo también a la de Haaland... en el Santiago Bernabéu. Les tocó hacerlo, esforzarse en evitar ser sepultado por el maremoto desatado por el Real Madrid que quería enterrar una era y evidenciar que, ni con dinero, encuentra el City la medicina que le cure su envejecimiento.

Ni Guardiola lo oculta. "Hemos sido un equipo cojonudo, pero este año, por muchísimas razones, hemos perdido esa contundencia. Las cosas no son eternas", dijo el técnico antes de recordar los méritos de su equipo en los últimos años y de dejar claro que puede ser el fin de un ciclo, pero no del suyo en el banquillo. "Sí tengo fuerza para quedarme, sí tengo ganas de seguir, sí", confesó en declaraciones a Movistar.

La tarea titánica de la remontada "ante el mejor Real Madrid que me he encontrado en años", dijo el entrenador catalán, se le complicó al City desde antes de saltar al campo cuando se comprobó que el noruego no estaría en el once.

La estadística, en este caso, estaba reñida con el estado de ánimo. Marcaba que el City solo había perdido tres partidos cuando el gigantón no era titular y ninguno en la Champions. Pero era otro City, aquel poderoso que no tenía la mandíbula de cristal. El actual, donde a veces, solo a veces, brillan el noruego, Gvardiol y empieza a dar fogonazos Omar Marmoush, no puede permitirse el lujo de no amenazar con su mejor delantero.

Justificó Guardiola la suplencia de Haaland en que «se sentía mal», sin más detalles, pero es que ni siquiera tocó pelota en el rondo de suplentes del calentamiento. No pareció más que un susto el problema en la rodilla que sufrió en los minutos finales del duelo ante el Newcastle, pero puede andar entre algodones porque si la empresa en el Bernabéu era temible, el domingo en la Premier espera el Liverpool.

Lo cierto es que sin Haaland en el campo, el City no tiró entre los tres palos de Courtois en toda la primera parte y vio cómo Mbappé le hacía jirones para convertirse en jugador que más goles le ha marcado igualando a Messi (7) y superando a Benzema (6). Nunca ha tenido el noruego una noche dorada ante el Real Madrid y le tocó asistir como espectador a la coronación del francés.

Le costó cuatro minutos desnudar a los centrales, y a Ederson, para empinar a proeza. Y, para colmo, al City le llegó otro golpe en forma de lesión de Stone. Dos mensajes de desaliento antes de que se cumplieran diez minutos de un partido que se convertía en imposible. Como toda la temporada, desgraciada, aciaga. Esquivó de milagro la deshonrosa eliminación sobre la bocina de fase de liguilla, pero el cruce contra el Real Madrid aventuraba lo peor.

Erling Haaland, en el banquillo.

Erling Haaland, en el banquillo.kiko huescaefe

Si tras el primer gol nada hacía pensar que Guardiola pudiera evitar salir del Bernabéu con su tercera derrota europea, el segundo antes del descanso lo confirmó. Al técnico le tocó hacer un ejercicio de resignación viendo cómo su equipo hasta caía en fuera de juego en jugadas a balón parado. Era un City desconocido al que dos de sus archienemigos europeos, PSG y Real Madrid, lo convirtieron en vulgar endosándole goleadas vergonzosas.

Fue un títere en manos de los blancos toda la eliminatoria, aunque por momentos se sostuvieran en el Etihad. Pero el Bernabéu son palabras mayores. No pudo arrebatarle el control del balón a los blancos y tampoco asfixió para recuperarlo como solía hacer. A eso se suma que cuando lo tuvo, lo manejó al trantrán, muy lejos de las zonas de peligro y sin conseguir que llegara a las botas de Savinho, Foden o Marmoush. Los tres fueron fantasmas hasta el añadido, cuando el egipcio estrelló una falta que escupió el poste pero rebañó Nico para marcar un gol estéril.

Imposible focalizar de dónde nacía la mediocridad de los mancunianos. Falló la defensa, Nico González y Gündogan fueron incapaces de incomodar a Tchouaméni y Ceballos, y el Madrid tocaba arrebato con suma comodidad para encerrar a rival deseando que el colegiado rumano Kovacs acabara con el sufrimiento.

La reivindicación de Rodrygo tras el "no" a Guardiola y a Arabia: religión, "orden absoluto" y disciplina en el gimnasio

La reivindicación de Rodrygo tras el “no” a Guardiola y a Arabia: religión, “orden absoluto” y disciplina en el gimnasio

El verano pasado, el primer nombre en la lista de Pep Guardiola para reforzar el ataque del Manchester City era el de Rodrygo Goes (Sao Paulo, 2001). El brasileño venía de ganar la Liga y la Champions con el Real Madrid, había marcado en los dos partidos de la eliminatoria entre británicos y españoles y confirmaba una vez más que el City es uno de sus rivales preferidos: cuatro goles en los últimos seis enfrentamientos. Esta noche llegará el séptimo, con Guardiola todavía pendiente de él.

La sexta temporada de Rodrygo en el Santiago Bernabéu está siendo la de su confirmación definitiva justo en el momento en el que más dudas había sobre su posición en la rotación de Carlo Ancelotti. El italiano, enamorado del brasileño, le había dado todos los minutos posibles el año pasado, convirtiéndole en indiscutible tras la salida de Benzema. Los números de Rodrygo, sin embargo, se quedaron en 17 goles (10 en Champions, cinco en Liga y uno en la Supercopa y en la Copa) y ocho asistencias en total. Algo pobres para su lugar en el once. Se le exigía más, desde el banquillo y la grada.

"Sólo los tontos olvidan la 'R'"

Este año, la llegada de Mbappé amenazaba su puesto en el equipo. Ancelotti, acostumbrado a jugar con cuatro centrocampistas en las dos Champions conquistadas, podría haber mantenido el esquema, dando entrada al francés por el brasileño, pero no. El italiano ha cambiado el plan, ha transformado el 4-4-2 de estos años en un claro 4-3-3 y ha dejado la banda derecha para Rodrygo, que recibió la confianza como un empujón anímico mientras el foco mediático se centraba en Mbappé, Vinicius y Bellingham.

«Sólo los tontos olvidan la 'R'», contestaban en el vestuario ante los juegos de palabras que hacían los medios con la nueva delantera del conjunto blanco. Rodrygo, que al principio no entraba en la imagen mediática, se molestó primero, pero guardó silencio después. Se centró en su físico y lleva diez goles y seis asistencias desde el mes de diciembre, 13 y 8 en total. Números que van camino de superar todo lo que ha conseguido en el conjunto blanco y que le hacen competir de tú a tú con las estadísticas de sus compañeros de ataque. Mbappé suma 27 acciones de gol (24 goles y 3 asistencias), Vinicius 28 (16 y 12) y Bellingham 21 (11 y 10), como Goes.

Todo bajo la atenta mirada de Guardiola, pero también la de Ancelotti, Juni Calafat, José Ángel Sánchez y Florentino Pérez, sus grandes valedores, cada uno a su manera, en Chamartín. Rodrygo es uno de los grandes favoritos del cuerpo técnico, valoran su capacidad en el juego entre líneas, su regate y su solidaridad en el trabajo defensivo y en el juego de ataque. «No es egoísta ni juega para él. Y eso se nota», admiten desde Valdebebas.

En la dirección general del Madrid, los elogios son similares. Calafat fue el artífice del fichaje, avalado por José Ángel Sánchez, y desde su llegada se convirtió en uno de los preferidos de Florentino. Por eso todos los rumores, mensajes e incluso llamadas que se han producido para tantear su fichaje han sido desestimados. Ni siquiera tras la llegada de Mbappé, cuando en el club se decidió apostar por los tres atacantes y Bellingham, dejando dos puestos en el medio para Valverde, Camavinga, Tchouaméni, Ceballos y Modric.

Cláusula antijeques

El interés de Manchester no fue el único. Desde Arabia Saudí, que tantea todo lo que se puede tantear, también se han mostrado interesados en la contratación del brasileño, una moneda al aire que, como otras muchos, de momento ha salido cruz. Rodrygo renovó su contrato con el Madrid en 2023 hasta 2028 con una cláusula de 1.000 millones, antijeques, y aunque la firma de Mbappé ha llevado a varios futbolistas a preguntar por su situación salarial, no se ve en otro sitio que no sea el Madrid.

De profundas creencias religiosas, los que mejor le conocen bromean con que está «bendecido contra el City», el equipo que precisamente más se ha interesado en él. Sus dos goles en el descuento de las semifinales de Champions de 2022 todavía están en el recuerdo del Bernabéu, haciendo que en el club su apodo sea «Míster Champions». El éxito futbolístico no le ha alejado de la iglesia evangélica, a la que acude muchos domingos por la mañana en Madrid, ni de su familia, clave en su día a día. Vive con sus padres, con su hermana y con un grupo de amigos muy pequeño y extremadamente cerrado. «Es una casa en la que hay un orden absoluto», explican los que le conocen.

Su día a día

En ese orden, hay una persona clave: Marcel Duarte. Este preparador brasileño es el entrenador personal de Rodrygo, el que le organiza las sesiones de gimnasio en casa por las tardes y quien coordina el calendario de cada día, desde el tipo de comida a los descansos necesarios en cada jornada, siempre en contacto con Antonio Pintus y los preparadores del Madrid. «Lo lleva todo al milímetro», cuentan.

La evolución muscular del delantero es evidente desde ese delgado adolescente que llegó a Madrid con 18 años y sirve ahora para empujar al jugador en su mejor momento.

Theo Hernández regala los octavos al Feyenoord

Theo Hernández regala los octavos al Feyenoord

Actualizado Martes, 18 febrero 2025 - 23:03

Theo Hernández, con el partido totalmente controlado y con el Feyenoord sometido, cometió dos imprudencias que arrebataron los octavos de final de la Champions al Milan.

Una falta sin sentido y una simulación le valieron una expulsión decisiva que arruinó la temporada de los rossoneri y regaló el pase al equipo neerlandés (1-1), certificado gracias a un gol de Julián Carranza, en el minuto 73.

Cuando Santi Giménez apuntaba a ser el héroe de la remontada con un gol en el primer minuto de partido y una prestación a la altura de las expectativas, fue Carranza, con un remate de cabeza, el que le arrebató la gloria de un partido del que el más recordado será Hernández.

San Siro preparó una caldera, un ambiente inmejorable para llevar a su equipo en volandas en busca de la remontada. El efecto fue más que palpable. En la primera jugada, tras un lanzamiento largo a Walker, Giménez rascó un saque de esquina. Se acercó a la grada para encenderla más aún. Sacó en corto el Milan. Pulisic se acercó al pico del área y puso el balón en el segundo palo. Thiaw remató y dejó el balón en bandeja para el argentino, que se impuso a adversario, rematara a puerta vacía.

Todo iba como esperaba el equipo italiano hasta la concatenación de errores de Hernández y el gol postrero de Carranza.

Peleó el Milan en los minutos finales, pero el Feyenoord se protegió y no desaprovechó el regalo. Estará en el sorteo del viernes junto al Bayern, que sufrió ante el Celtic; al Benfica, que remontó al Mónaco; y al Brujas, que confirmó su sorpresa ante la Atalanta.

Pep Guardiola: "Nunca he llegado a entender el 'fuck off' o el 'fuck you'. Dejad a los árbitros en paz"

Pep Guardiola: “Nunca he llegado a entender el ‘fuck off’ o el ‘fuck you’. Dejad a los árbitros en paz”

Actualizado Martes, 18 febrero 2025 - 20:47

Pep Guardiola, técnico del Manchester City, no entró si la expresión inglesa 'fuck off' por la que Jude Bellingham fue expulsado en el partido del Real Madrid ante Osasuna el sábado pasado en LaLiga es una falta de respeto, y dejó un mensaje claro al fútbol español: "a los árbitros, dejadles en paz".

"Mi inglés es bueno, pero nunca he llegado a entender el 'fuck off' o el 'fuck you'. Déjame unos años más en Inglaterra", respondió con ironía Guardiola y con sonrisa en la sala de prensa del estadio Santiago Bernabéu la víspera del partido de vuelta de la eliminatoria de acceso a los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid.

"Ha habido insultos toda la vida y son decisiones que se toman. El problema no es la traducción, es la intención, y eso lo tiene que decir Jude, es lo que cuenta. Puedes insultar con una sonrisa y es hasta cariñoso. Sólo él y el árbitro, al que por cierto están investigando por posibles cosas, guau... Dejadles en paz, es lo mejor que podemos hacer todos", añadió.

Guardiola se mostró tranquilo con el arbitraje que tendrá su equipo ante el Real Madrid y aseguró que nunca habla a sus jugadores de este aspecto porque incluso, en ocasiones, desconoce quién es el colegiado.

"El árbitro lo hace lo mejor posible; está bajo el escrutinio de toda Europa y lo quiere hacer bien porque te está viendo todo el planeta. Buscan tomar las decisiones correctas. A veces se equivocan y otras no, pero no creo que sientan más presión", defendió.

"Intento que mis jugadores no se dirijan demasiado a los árbitros. Si hay algo imposible de olvidar, algo muy complicado, es lógico, pero la mayor parte de las veces ni siquiera sé quién va a ser el árbitro. Nunca hablo de esto con el equipo y no va a pasar mañana tampoco", sentenció.

Ancelotti: "Me siento más tranquilo con los arbitrajes europeos"

Ancelotti: “Me siento más tranquilo con los arbitrajes europeos”

Real Madrid y Manchester City se miden este miércoles en la vuelta del playoff de la Liga de Campeones, pero el protagonismo en la previa celebrada en Valdebebas fue para la polémica arbitral. Carlo Ancelotti, cuestionado por las últimas decisiones de los colegiados contra el conjunto blanco, admitió que se siente "más tranquilo con los arbitrajes europeos". "En Europa hay menos intervenciones del VAR, interviene solo cuando es necesario. En la Champions pitan los mejores árbitros de cada país y la calidad es muy alta", valoró el técnico, que añadió que llevan "tres partidos donde hemos sido perjudicados por decisiones que todavía no entiendo".

El entrenador también hizo una reflexión sobre la llegada del VAR al fútbol y cómo éste ha cambiado el deporte. "Creo que el VAR ha quitado responsabilidad al árbitro y en el momento en el que quitas responsabilidad se convierte en un sistema peligroso. El VAR había llegado para quitar errores flagrantes, pero no para intervenciones que son de fútbol", explicó Carletto, que prefiere la "naturalidad" del fútbol.

"Se analiza por una imagen quitando lo que es la naturalidad del fútbol. Veo penaltis, no solo contra nosotros, de muchos pisotones que son parte del fútbol. El penalti de Le Normand a Borja Iglesias es difícil de entender, el penalti de Tchouaméni, el de Camavinga... Hay que dar más responsabilidad a los árbitros, no entiendo que la decisión la tome el VAR", insistió.

Preguntado por las declaraciones de Guardiola en las que aseguraba tener "un 1% de posibilidades" de pasar la eliminatoria, Ancelotti soltó una carcajada. "Eso no lo piensa de verdad, se lo voy a preguntar antes del partido. Piensa que tiene más, y es lo normal. Nosotros no pensamos que tenemos el 99%.Tenemos una pequeña ventaja que hay que aprovechar".

Ancelotti espera a un City diferente al de la ida y planea "el mismo planteamiento" que el Madrid mostró en el duelo de Manchester. "Eso de que hay que plantear el partido como si fuese 0-0 es una tontería. El dato objetivo es que marcamos uno más. Puedes cambiar el planteamiento sin hacer cálculos, pero tenemos que salir igual que en la ida", dijo.

Unos minutos antes, Valverde reconoció que los árbitros "son humanos" y "se equivocan", "y nadie les halaga cuando lo hacen bien". No obstante, el uruguayo elogió a Bellingham después de su expulsión en Pamplona. "Jamás le diría a un jugador que no protestara. Los jugadores vivimos el partido, estamos a mil, con sangre caliente y hay jugadores que lo viven de una forma y otros diferente. Yo quiero jugadores que se dejen el alma, quiero a Jude siempre así, tiene carácter, quiere ganar, pelear... Le ha tocado que le sacaran roja, pero yo contento con que demuestre esa garra", dijo el centrocampista sobre su compañero.