Manolo González, de conductor de autobús a dirigir al Espanyol: "Entrenaba de tarde para hacer su turno de mañana"

Manolo González, de conductor de autobús a dirigir al Espanyol: “Entrenaba de tarde para hacer su turno de mañana”

Actualizado Viernes, 31 enero 2025 - 19:57

El de Manolo González (Folgoso de Caurel, Lugo, 1979) no es un caso habitual. En menos de un año, dio el salto desde la Segunda RFEF a la Segunda División para sellar finalmente el ascenso a Primera de un Espanyol que, por momentos, llegó a complicarse mucho la vida en su camino de retorno a la élite. Como ya le ocurrió a lo largo de su etapa en ese fútbol que menos llama la atención de los focos, está tratando de extraerle el máximo rendimiento a un presupuesto terriblemente limitado. Ahora, los blanquiazules son antepenúltimos en la tabla, pero no desfallecen. Sobre todo, con un entrenador que sabe sacar lo mejor de los suyos.

«En el campo, es capaz de sacarle al jugador el 150%», asegura Antonio Rodríguez, Rodri, responsable deportivo y toda una institución en un Badalona en el que el técnico blanquiazul dio sus primeros pasos en los banquillos después de que una lesión le obligara a colgar prematuramente las botas. Según recuerda, Manolo González llegó al club con 25 años, para hacerse cargo inicialmente del juvenil y del segundo equipo. En esa etapa, por ejemplo, descubrió a un Gerard Moreno capaz de firmar una trayectoria nada despreciable en Primera en la filas del Villarreal y el Espanyol y que llegó a disputar 18 partidos con la selección española.

Después de pasar por la Montañesa, al tener momentáneamente cortado el paso al primer equipo, regresaría para estar a su mando en una primera etapa de cuatro temporadas a la que le seguirían un par más tras un curso al mando del Ebro. «Estudiaba su presupuesto, qué podía traer, era un enfermo del fútbol. Estaba a su lado y era increíble, porque conocía a todos los jugadores. Le ayudaba en lo que podía, era una persona de club y conmigo, bueno, siempre tuvo confianza y ahora casi somos más que familia», destaca Rodri.

Cómo compaginar dos empleos

«Manolo es amigo de sus amigos, lo sé muy bien. Es de las personas más sanas que conozco. Le llamas y, si no lo coge, a los 30 segundos ya te ha devuelto la llamada. No es nada vanidoso, ni mucho menos, y se lo ha currado mucho. Si un día su camino y el del Espanyol acaban por separarse, va a tener muchos equipos detrás. Y el que confíe en él podrá estar muy tranquilo», añade un Rodri que sabe también, de primera mano, cómo combinaba su puesto como conductor de autobús municipal en Barcelona con el de técnico. Incluso, cuando dirigía ya al primer equipo del Badalona.

«En vez de entrenar por la mañana, pedía que fuera por la tarde. Se levantaba a las seis de la mañana, hacía su turno y, después, entrenaba. A veces incluso quedábamos para comer algún día a las tres y lo hacíamos al lado del campo, para ponerse a entrenar a las cuatro. Llegó un momento en que vio que no podía seguir haciéndolo, pero, incluso cuando se marchó al Ebro, de hecho, lo hizo pidiendo una excedencia», desvela su ex compañero.

Antes de incorporarse al Espanyol como técnico de su filial, también estuvo al mando de un equipo ibicenco de Segunda RFEF: la Peña Deportiva. Allí también dejó su impronta. «Era una persona cercana con todos los jugadores, con el grupo... Nos intentaba ayudar, en todo, tanto en lo personal como en lo futbolístico y era un entrenador con el que siempre podías hablar. Todos los que coincidimos con él le recordamos con mucho cariño», asegura Marc Fraile, centrocampista entonces del equipo balear. «Lo tenía todo muy trabajado, era muy meticuloso, tanto en los aspectos tácticos como a la hora de presionar al contrario. Siempre estudiaba mucho al rival y sabía cómo hacerle daño», destaca.

Un ascenso atípico

Sabe muy bien que el gran salto que ha dado Manolo González no es habitual, aunque sí lo considera más que merecido. «Es atípico, pero a la vez muy gratificante, ver que en estas categorías hay entrenadores muy válidos que pueden llegar a lo más alto. Se veía que tanto él como su cuerpo técnico tenían cosas que otros no tenían y ojalá pueda estar muchos años en esa categoría, que es la más difícil», insiste. También sabe, a ciencia cierta, que siempre tendrá los pies en el suelo. Al fin y al cabo es lo mismo que les inculcó a los jugadores de la Peña Deportiva.

«Siempre nos decía que le diéramos valor al fútbol, pero también a estudiar, trabajar y formarnos como personas», apunta un Marc Fraile que explica hasta qué punto marcó su carácter al vestuario. «Era un entrenador muy querido. Si hubiera continuado, hay muchos jugadores que se habrían quedado, por su manera de ser y su manera de entender el juego. Siempre buscaba tener la posesión y darle un buen trato al balón. Era muy carismático y dejó mucha huella en el grupo», sentencia el futbolista.

La gran noche de Fermín: "Venía de una época difícil..."

La gran noche de Fermín: “Venía de una época difícil…”

Actualizado Lunes, 27 enero 2025 - 08:34

El hecho de que el Barça anunciara muchas horas antes de que se jugara el partido ante el Valencia que Pedri iba a ser baja por una gastroenteritis tal vez provocó que a más de uno le bajara un sudor frío por la espalda. El joven centrocampista, en una temporada en el que al menos por el momento las lesiones le están respetando mucho, se había convertido en las últimas semanas en el gran argumento para que los azulgrana soñaran con olvidarse de una vez por todas de sus vaivenes en la Liga. Pero, al final, fue Fermín López quien hizo que no se echara finalmente al canario mucho de menos, si bien no ocupó exactamente su posición en el terreno de juego.

Para saber más

Con un estilo de juego muy diferente al de su compañero, Fermín vivió su primera gran noche como azulgrana. El onubense no solo marcó sus dos primeros goles en la Liga como azulgrana esta temporada, sino que también dio dos asistencias. La primera de ellas, a Raphinha, para que el brasileño marcara el momentáneo 3-0. La segunda, mientras, a Lewandowski, para que el polaco, que salía en esta ocasión desde el banquillo, pusiera fin a la mala racha anotadora que estaba atravesando en las últimas fechas en el torneo de la regularidad. «Creo que en Liga veníamos de una mala dinámica y necesitábamos esta victoria. Es muy importante y ahora hay que seguir luchando», arengó el propio centrocampista nada más acabar el encuentro en unas declaraciones recogidas por DAZN.

En su caso, además, anotar sus primeros goles en la Liga, después de que se hubiera estrenado como anotador en la Champions a domicilio frente al Estrella Roja el pasado 26 de noviembre, en un encuentro que acabó también con un contundente triunfo por parte de los azulgrana (2-5). «Necesitaba estos goles. Venía de una época difícil, he empezado el año con muchas lesiones... Estoy muy contento por la victoria también a nivel personal, para seguir cogiendo confianza y ayudar al equipo», aseguró. Una confianza en la que, según señaló, también tiene mucho que ver su técnico. «El míster nos transmite que todos somos importantes. Salga quien salga, damos el nivel y eso es lo que tiene ser un equipo. Jugando así, vamos a pelear la Liga», arengó un Fermín que, pese a la distancia de siete metros con el Real Madrid, cree que hay margen para darle la vuelta a la tabla. «Aún queda mucho y seguro que vamos a luchar hasta el final», sentenció.

Gayà

Las sensaciones por parte del Valencia, mientras, eran cómo no mucho más amargas. «Siento rabia y decepción. Por toda la gente que ha venido a vernos y por los que nos han visto desde casa. Quiero pedirles perdón, porque no hemos estado a la altura del partido ni a la altura de la camiseta que representamos. Veníamos en línea ascendente y hemos dado un paso enorme hacia atrás, esa es la realidad. Ahora, lo que hay que hacer es levantarnos para el próximo partido», apuntó Gayá también en DAZN tras el partido. La autocrítica, en este caso, fue la tónica en un conjunto valencianista que no quiso buscar excusas en las acciones del partido que pudieron provocar polémica: un posible penalti sobre Almeida y una pena máxima finalmente anulada por falta anterior sobre Koundé del propio Gayá.

«Cuando uno recibe un resultado como el que hemos tenido, es difícil valorar acciones o decisiones arbitrales. Los responsables del resultado somos nosotros. Ponerme a hablar del árbitro en lugar de hacer autocrítica sería como no respetar lo suficiente a la afición del Valencia. Son decisiones cuestionables, pero que tengo que dejar de lado porque no hemos competido como debíamos», se limitó a señalar a este respecto el entrenador valencianista, Carlos Corberán.

El salto exponencial de Raphinha: ninguneado por Xavi y hombre de confianza de Flick

El salto exponencial de Raphinha: ninguneado por Xavi y hombre de confianza de Flick

Actualizado Lunes, 13 enero 2025 - 18:29

Hasta qué punto puede ser clave un entrenador para cambiar la dinámica de un equipo o, incluso, de un futbolista tiene como claro ejemplo la metamorfosis que ha experimentado Raphinha en el Barcelona. A cuatro meses para acabar la temporada, el brasileño ya ha pulverizado todos sus récords goleadores. Ahora mismo, suma 19 tantos en todas las competiciones. Y, lo que es más importante, se ha convertido en una pieza clave en los esquemas de Hansi Flick gracias a su actitud incansable sobre el terreno de juego.

Una forma de entender el fútbol que hizo que este verano sus compañeros lo nombraran como uno de los capitanes y que el propio Flick, cuando Ter Stegen, el primer capitán, aún no se había lesionado, le designara como responsable de hablar con el árbitro, tal y como ocurre cuando quien lleva el brazalete es un portero. Ese empujón de confianza que le han dado tanto el técnico como sus compañeros de vestuario ha acabado por provocar que Raphinha haya explotado como jugador.

Tras una primera temporada en la que jugó 50 partidos como azulgrana, en los que anotó 10 goles y repartió 12 asistencias, Xavi pareció perder un poco la confianza en sus posibilidades. El curso pasado disputó de un total de 37 encuentros, en los que logró marcar también un total de 10 tantos y dio 13 asistencias. Unos números que llevaron a muchos a estar más que dispuestos a abrirle la puerta de salida de un club que le pagó 58 millones fijos al Leeds, a los que se sumarán hasta nueve más si se cumplen una serie de variables, para hacerse con sus servicios en verano de 2022.

Flirteos con Arabia Saudí

El ahora director deportivo, Deco, era en aquel entonces su agente. El ex centrocampista, no obstante, dejó de serlo a finales de junio de 2023, antes de asumir su actual puesto, y, ahora mismo, no está claro quién dirige sus destinos, si bien Jorge Mendes, aparentemente, movió su nombre entre algunos clubes de Arabia Saudí cuando las cosas no parecían pintar tan bien.

La llegada de Flick fue todo un bálsamo. Y Raphinha, muy apreciado por sus compañeros, ha sabido aprovecharla. «Mi cambio se debe un poco a lo mental y un poco a lo táctico, y también a la confianza que me ha dado el míster y que me dan mis compañeros. Siempre estoy dispuesto a aprender, pese a llevar tres años ya en el club, y la mentalidad con la que empecé esta temporada fue algo diferente a las anteriores», confesaba el brasileño.

Ejerciendo como capitán

El hecho de ver en las redes sociales una camiseta azulgrana con su dorsal y el nombre de Nico Williams, algo que calificó como «una broma de mal gusto», tal vez, le picó en su orgullo y le espoleó a vaciarse aún más en el campo.

Aún sin el brazalete, como ocurrió este domingo cuando Ronald Araujo reemplazó a Íñigo Martínez, ejerce como capitán. Así lo demuestran el gesto de llevarse el botiquín del Real Madrid a la banda para que Mbappé fuera atendido fuera del terreno de juego, como exige el reglamento, o las protestas por una fuerte entrada sobre uno de sus compañeros que le costaron la amarilla estando ya en el banquillo. Nadie, ahora mismo, está dispuesto a dejarlo marchar. La salida del uruguayo también ahora parece más difícil después de la lesión de Iñigo Martínez, baja durante al menos las cuatro próximas semanas.

No habrá clásico en los octavos de Copa del Rey: Real Madrid-Celta, Barcelona-Betis y Elche-Atlético

No habrá clásico en los octavos de Copa del Rey: Real Madrid-Celta, Barcelona-Betis y Elche-Atlético

Actualizado Miércoles, 8 enero 2025 - 14:44

No habrá duelo entre los equipos españoles de Champions en los octavos de final de la Copa del Rey, tal y como decidió el sorteo celebrado este miércoles en el salón Luis Aragonés de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Aunque ya no había restricciones, Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid se evitaron en la siguiente ronda de la competición, que todavía se disputará a partido único. El Real Madrid se enfrentará en casa al Celta, el Barcelona se medirá también como local al Betis y el Atlético visitará a uno de los dos equipos de Segunda aún en liza, el Elche.

Del resto del sorteo destacaron los emparejamientos del Pontevedra de Segunda RFEF con el Getafe y del Ourense de Primera RFEF con el Valencia, clasificado este martes después de ganar al Eldense. Real Sociedad-Rayo Vallecano, Athletic-Osasuna y Almería-Leganés fueron los duelos que cerraron la composición del cuadro. Todos los encuentros se disputarán la próxima semana, entre el martes y el jueves, con días y horarios aún por definir.

Atlético y Barcelona deberían jugar el miércoles 15 porque el martes siguiente tienen encuentro de Champions y, con esa obligación, muy posiblemente el Real Madrid pasará al jueves 16, aunque eso obligará a cambiar el horario del partido del Celta-Athletic de Liga -que iba a ser el sábado 18-. En todo caso el viernes 17 ya está programado el sorteo en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas que deberá determinar los cuartos de final, aunque todavía no se fijará el cuadro. En la última edición, que acabó con victoria del Athletic en la final ante el Mallorca, a esa ronda ya sólo llegaron equipos de Primera.

Sorloth asesinó al Barça

Sorloth asesinó al Barça

Actualizado Sábado, 21 diciembre 2024 - 23:46

El Atlético de Madrid por fin rompió el maleficio de no ganarle al Barcelona en la Ciudad Condal. Una vez más Sorloth apareció y asesinó a un Barça que se ha acostumbrado a perder en Montjuic.

Fríamente el equipo azulgrana mereció ganar, sin duda. Por culpa de un Simeone que volvió a las andadas con su 'catenaccio' característico. Pero el Barça estaba KO físicamente como se vio cuando De Paul finalizó con calidad el mejor contragolpe del Atlético

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El miedo de Mbappé en los 11 metros marca otra derrota del Madrid

El miedo de Mbappé en los 11 metros marca otra derrota del Madrid

Miedo en los 11 metros. Podría ser el titulo de un thriller, pero es el titular de una crónica de fútbol, el diagnóstico de un mal que atrapa al jugador que llegaba al Madrid para ser el mejor del mundo y, hoy, es el futbolista más débil del mundo. Mbappé no ha perdido ninguna de sus cualidades, como demostró en el disparo que dio origen al efímero empate blanco, gracias a Bellingham, pero ha perdido la fe cuando se sitúa en el lugar en el que se encuentra a solas con sus pensamientos. Dos penaltis fallados y uno rechazado en tres partidos lo demuestran. El Madrid tiene un problema que va más allá de una derrota ante un Athletic mejor en todo lo que puede serlo, la intensidad o la fe. Lo demás es cosa de Vinicius, ausente, y Mbappé, de alguna forma también ausente. [Directo y estadísticas]

Sin lo mejor de esos dos futbolistas y muchas bajas en defensa, Ancelotti recompuso el equipo con sentido de la precaución. El regreso de Tchouaméni no fue un regreso a la defensa. Era una buena noticia para Asencio, cuyo trabajo había dejado buen sabor para el chef Carlo. Poco se le podía reprochar de lo que sucedió en Anfield. En San Mamés, dura plaza, una mala lectura suya y de Rüdiger dejó en ventaja a Sancet y Berenguer en la acción del primer gol. En descargo del canterano hay que decir que estaba cojo por una acción precedente.

Luis TejidoEFE

Tchouaméni volvió a situarse en el pivote, acompañado de Ceballos. Es un rol donde no se ha encontrado ni el Madrid ha encontrado lo que quiere. La inserción del francés, además, condicionó la disposición del equipo, al restar una pieza al ataque y dificultar la transición ofensiva, con Mbappé y Rodrygo a demasiada distancia. Era un Madrid muy largo. Valverde, a su vez, estaba más preocupado de auxiliar a Lucas Vázquez que de las conducciones con las que abre en canal a los rivales. El gallego y Fran García, en los laterales, eran dos talones de Aquiles, no uno, para el Madrid frente a tipos como Nico Williams o Sancet.

La ausencia de Vinicius

La presión alta del Athletic, intensa y constante, tenía una parte de la responsabilidad, pero no toda, ya que el Madrid en ocasiones encontraba caminos para superarla. El problema era cómo enlazar con sus piezas ofensivas antes de que el Athletic replegara, con un Vivian omnipresente. No lo consiguió. Mbappé recibía al pie, no al espacio. En mitad del tráfico se movía mejor Rodrygo, aunque ninguno, con metros o sin ellos, se mueve como Vinicius. Su baja para el Madrid es como decirle a un púgil que en el ring no use el directo.

Rodrygo pudo ser objeto de un penalti por parte de Gorosabel, que puso la pierna con la que contactó el brasileño. De ese modo lo entendió Figueroa Vázquez en el VAR, pero no Sánchez Martínez al revisarlo en el monitor. No es lo habitual. La jugada había acabado con un remate a la red de Mbappé, en posición de fuera de juego. Fue lo más cerca que el Madrid estuvo del gol en el primer tiempo. Poco, muy poco y poquísimo del francés frente a una defensa en la que Ernesto Valverde realizó hasta tres cambios con respecto a la última victoria, en Vallecas. La dinámica del partido, volcado el juego sobre el área de Courtois, no ayudaba al francés, pero un jugador de su jerarquía está para cambiar dinámicas por sí mismo. No es uno más. Se supone.

La mirada al césped de Mbappé

Esa dinámica, pese a no haber disfrutado el Athletic más que de una ocasión de Gorosabel tras un taconazo de Iñaki Williams, le llevó finalmente al gol tras volver del descanso. El mayor de los Williams fue quien volvió a lanzar un balón al área cargado de veneno y, tras la pasividad de los defensas blancos, Berenguer no tuvo más que empujar el balón en la llegada conjunta con Sancet, ambos hasta la línea, superado ya Courtois.

LUIS TEJIDOEFE

El Madrid se estiró, pero fue un error de Aguirrezabala al medir mal la salida y golpear en la cabeza de Rüdiger, lo que ofreció la reválida a Mbappé. Lanzó como un niño, blando, blando. El portero del Athletic detuvo el lanzamiento. El francés volvió a mirar al césped.

El impacto del error lo sufrió todo el equipo, también Ancelotti, que agitó el banquillo en busca de soluciones. El disparo que propició el empate de Bellingham era una prueba de vida, algo a lo que aferrarse, pero es difícil hacerlo tras una derrota debido al error del Valverde en el tanto de Guruzeta. No todo es culpa de Mbappé, pero esta caída que frena al Madrid en la caza del Barça, lleva su nombre, su miedo.

Una cenicienta acecha al Barça: cuna de Ribéry, un entrenador 'retirado' que pasó por Vallecas y sólo 13 millones en fichajes

Una cenicienta acecha al Barça: cuna de Ribéry, un entrenador ‘retirado’ que pasó por Vallecas y sólo 13 millones en fichajes

Actualizado Lunes, 25 noviembre 2024 - 21:50

Si la historia del Girona, que logró clasificarse por primera vez en su historia para la Liga de Campeones tras firmar una brillante temporada 2023-24 fue sorprendente, la del Brest lo es mucho más. El Stade Brestois 29, tal y como se le conoce de manera oficial, nació en 1950, fruto de la fusión de varios equipos de esta localidad francesa, se estrenó en la primera división gala en el curso 1979/80 y logró permanecer allí hasta 1991, cuando fue descendido por motivos económicos.

En 2010, 19 años más tarde y después de que toda una figura como Franck Ribéry pasara brevemente por sus filas en la temporada 2003/04, consiguió volver por primera vez a la élite, aunque fuera solo por tres cursos. Ahora, tres firmar su último ascenso en 2019, encadena ya seis temporadas consecutivas en una Ligue1 donde es la auténtica cenicienta de la competición, con un presupuesto que ronda los 48 millones de euros. Algo que, a pesar de todo, no le impidió acabar la temporada pasada como tercer clasificado, por detrás solo del PSG y el Mónaco, y firmar así un sorprendente estreno en Europa por la puerta grande.

Por mucho que Denis Le Saint, su presidente desde 2016, y su hermano Gerard, copresidente y responsable de Marketing, Comunicación y Eventos, sean los dueños de una gran distribuidora de alimentos que abastece tanto supermercados como restaurantes, su gestión económica no se ha caracterizado precisamente por estirar más el brazo que la manga. Hasta tal punto, que el club apuntaló la plantilla el pasado verano gastándose 13 millones de euros después de cerrar ventas por valor de 18.

Una de sus incorporaciones destacadas es la del joven central franco maliense Soumaïla Coulibaly, formado en la cantera del PSG y que llegó al club en calidad de cedido por el Borussia Dortmund, después de que su nombre estuviera en la agenda del Betis como posible refuerzo. En el capítulo de bajas, mientras, la más sorprendente fue la marcha del joven delantero francés Jérémy Le Douaron, quien prefirió aparentemente recalar en el Palermo, ahora en la segunda división italiana, en lugar de tener la oportunidad de jugar en la Champions.

El principal artífice del gran hito histórico del Brest, en este caso, está en el banquillo. Éric Roy, cuya carrera como futbolista le llevó a pasar por las filas del Rayo Vallecano, entre otros equipos, se hizo cargo del equipo en enero de 2023 en principio para salvarlo del descenso.

Un técnico salvador

Su elección sorprendió a propios y extraños puesto que, aunque había estado ligado al mundo del fútbol hasta 2020, llevaba ya más de 11 años sin ejercer como entrenador. No solo consiguió el objetivo, sino que, además, lo hizo con cierta holgura, colocando al equipo en la decimocuarta plaza.

El curso siguiente desató el delirio, al lograr una más que merecida tercera plaza con 17 victorias, 10 empates y siete derrotas en 34 encuentros en los que los suyos marcaron 53 goles y encajaron 34. Ahora, aunque las cosas no le van tan bien en casa, se planta en el duelo frente al Barça como cuarto clasificado de la liguilla de la Champions, con tres victorias (frente al Sturm Graz, por 1-2, el Salzburgo, por 0-4 y el Sparta de Praga, por 1-2) y un empate (1-1) en su estadio frente al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, con la aspiración de hurgar en la herida de un conjunto azulgrana que suma una derrota y un empate en sus dos últimos partidos de Liga.

Éric Roy, técnico del Brest, en el entrenamiento de este lunes.

Éric Roy, técnico del Brest, en el entrenamiento de este lunes.JOSEP LAGOAFP

Tras el espectacular inicio en la competición doméstica, el Barcelona llega al encuentro tocado tras ver neutralizada en tres minutos la ventaja de dos goles que tenía ante el Celta en Balaídos. «Yo quiero ser positivo. En mi opinión, tenemos que aprender de lo que ha pasado. Tenemos mucha calidad y hay que demostrarla en el campo, pero el nuestro es un equipo joven y aún está en proceso. Lo que está claro es que no vamos a cambiar nuestra forma de hacer las cosas», señaló Hansi Flick en la rueda de prensa previa a un partido en el que no podrá contar ni con Lamine Yamal, que sigue de baja por sus molestias en el tobillo, ni con Alejandro Balde, aquejado de problemas musculares.

«Nuestro rival lo está haciendo muy bien. Han ganado muchos puntos y su evolución es positiva, son un buen equipo y tenemos que estar muy centrados para poder ganarles», recalcó el técnico, quien es muy consciente de la importancia de las victorias en este nuevo formato de la Champions.

«No sabemos qué pasará al final, por eso hay que ganar. Si lo conseguimos, estaremos en buena situación, aunque todavía faltarán algunos partidos más por jugar», señaló. «Lo importante es estar bien conectados, tanto en defensa como en ataque», sentenció.

El Barça metafórico

El Barça metafórico

Actualizado Domingo, 27 octubre 2024 - 16:53

El Barça, en concierto. El Madrid, en desconcierto. Volvió la música al Bernabéu. La de piano en la cancha y la de viento en la grada. Ancelotti no da en la pizarra con la tecla, ni nadie en el césped con la batuta. El partido se anunciaba como el pulso entre un Barça rodado y un Madrid en rodaje. En un sentido u otro, iba a emitir un veredicto. Y dictó una sentencia, aunque todavía provisional. El Barça aplastó a ese Madrid al que Joan Gaspart c

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Así son los impactantes veleros de la final de la Copa América que vuelan sobre el mar

Así son los impactantes veleros de la final de la Copa América que vuelan sobre el mar

Con dos foils por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela un velero de la Copa América, como diría José de Espronceda si estuviera hoy en el Puerto Olímpico de Barcelona, asombrándose con el espectáculo que ofrecen los barcos que compiten en la 37 edición de la Copa América de vela.

Hoy comienza la final que enfrentará al actual poseedor de la Copa, el defensor neozelandés Emirates Team New Zealand, contra el INEOS Britannia de Reino Unido, ganador de las regatas preliminares Louis Vuitton donde se enfrentaron cinco equipos aspirantes. Los veleros más modernos y rápidos jamás vistos en un campo de regatas se disputan la competición más antigua del mundo, navegando prácticamente la totalidad de la prueba por encima de la superficie del mar, casi sin tocarlo.

Estas invenciones voladoras son el resultado de la evolución tecnológica más puntera en el mundo de la vela de competición, similar al desarrollo continuo de la Fórmula 1. Los veleros reciben el nombre de AC75 por America's Cup 75, debido a los 75 pies de largo o eslora, y 4,8 metros de ancho o manga.

La Copa América de vela ha sido el escenario, a lo largo de sus 173 años, donde se han llevado al límite los avances de esta industria. En el año 1851, en su primera edición, disputada en la Isla de Wright, Reino Unido, la goleta norteamericana 'America' sorprendió por su tecnología a los demás regatistas. La novedad estaba en el diseño de sus velas, más planas, que facilitaban su navegación. Los norteamericanos ganaron la regata llevándose la Jarra de las Cien Guineas como trofeo y conservándola hasta 1980.

Hoy en Barcelona el AC75 representa claramente ese espíritu. Cada detalle de la estructura de su casco, de las velas o de su tripulación es el resultado de muchos años de investigación y desarrollo en ingeniería naval.

Los ocho tripulantes del AC75 se reparten simétricamente en cada banda, cuatro a babor y cuatro a estribor, y permanecen parcialmente ocultos en sus cabinas para reducir su huella aerodinámica. Todo a bordo del AC75 está cuidadosamente diseñado para volar sobre el agua y deben ser minimizados los elementos que ofrecen resistencia al viento. Cada barco cuenta con dos timoneles o pilotos que gobiernan el velero, con dos trimmers que se encargan de ajustar las velas y las hidroalas o foils y con cuatro cyclors, que se encargan de hacer funcionar las velas. Los timoneles o pilotos y los trimmers son expertos regatistas, reconocidos mundialmente y con experiencia en anteriores ediciones de Copa América, olimpiadas y mundiales de vela. Los cyclors, en cambio, tienen poca o nula experiencia en la competición de vela. El término cyclor ha sido acuñado tras unir las palabras inglesas cyclist y sailor, o sea, ciclista y marinero. Aparecieron por primera vez en la edición de 2017 en Islas Bermudas, pedaleando para mover las velas a bordo del catamarán neozelandés 'Aotearoa'. Ganaron y se llevaron la preciada Copa a las Antípodas, entonces en manos de los norteamericanos, defensores del trofeo en las dos ediciones anteriores. Los kiwis, apodo con el que se conoce a los habitantes de Nueva Zelanda, sorprendieron a sus oponentes, quienes hasta la fecha realizaban la extenuante labor de mover las velas con sus brazos mediante unos molinillos. Estos navegantes, conocidos como grinders, lo hacían así desde la primera regata en 1851. ¿Por qué ahora se pedalea y no se usa la fuerza de los brazos?

Con las piernas se consigue un 20% más de potencia. Más fuerza y menos marineros. Con el propósito de sumar a estas tripulaciones hombres que generen la potencia necesaria para mover las enormes velas del AC75, los equipos han reclutado a ciclistas y remeros de élite. Estos destacan sobre los demás miembros de la tripulación por su corpulencia, ya que son atletas de entre 90 y 100 kilos de peso. Los cyclors pedalean durante toda la regata llegando a generar en picos de esfuerzo 500 vatios de potencia. Pedalean entre 20 y 30 minutos para mantener la presión hidráulica en un circuito de aceite y bombas que, colocados bajo el casco, mueven las velas y giran el mástil. Sin esa presión el barco no navega. De la cubierta de la nave hacia arriba, es decir, las velas y el mástil, todo funciona mecánicamente gracias a ellos a través de la fuerza humana.

La excepción está bajo la cubierta: un sistema electrohidráulico mueve los brazos con los foils o hidro-alas gracias a una batería. Este sistema de hidroalas permite al barco volar y alcanzar velocidades de vértigo en condiciones de poco viento, al eliminar casi por completo el rozamiento con el agua y las olas. En las regatas previas las naves han alcanzado 50 nudos de velocidad, unos 90 km/h, con vientos de tan solo 17 nudos, unos 30 km/h. La velocidad que estas naves alcanzan ciñendo, navegando hacia la dirección de donde viene el viento en el menor ángulo posible, es uno de los mayores logros conseguidos con esta tecnología.

La organización tiene unas reglas y restricciones muy estrictas. A cada equipo le dan una serie de velas mayores, velas foques y el mástil, además del sistema electrohidráulico antes mencionado. Los equipos se encargan de desarrollar, siempre dentro de las medidas y restricciones de la organización, el resto del barco. De esta forma, aunque el casco de cada competidor tenga unas dimensiones comunes, la parte sumergida, denominada carena, tiene un diseño diferente en cada velero. Lo mismo ocurre con las hidroalas colocadas en el extremo de los brazos laterales del barco o con la posición que ocupan sus tripulantes. Cada equipo ha optado por variaciones sutiles en busca de arañar unos nudos de velocidad a sus contrincantes.

En cuanto a las velas, llama la atención la ausencia de la botavara, la barra que sujeta firmemente el perfil inferior (pujamen) de la vela mayor. Se ha sustituido por un carro donde se ajusta el puño de escota y que oculto bajo la cubierta del casco se desplaza de un lado a otro para dar forma a la vela. De esta manera la vela llega a tocar la cubierta eliminando por completo ese espacio bajo la botavara por el que se desaprovechaba el viento. Así, los trimmers dan mayor amplitud, redondez o aplanamiento a las velas, y se benefician de la más mínima brisa disponible en el campo de regatas.

Se ha conseguido una mayor eficiencia aerodinámica colocando dos velas mayores idénticas en paralelo e insertándolas en la parte posterior del mástil. Si cortásemos una sección de estos elementos, la forma que obtendríamos el perfil de un ala. Los trimmers pueden controlar la tensión y forma de cada una de las dos caras de la vela, además de la orientación del mástil, que se puede girar un máximo de 45 grados. Con una cara más plana y otra más curva, como las alas de los aviones, se produce una diferencia de presión en la vela mayor y con ello un empuje adicional, que incluso en condiciones de poco viento hace volar a estos navíos.

FUENTES: The Institute of Marine Engineering, Science and Technology, University of the West of England, Bristol, 37th Americas Cup, Yachting World Sailing World.

La asombrosa cifra goleadora de la segunda juventud de Lewandowski: "Siempre está preparado para marcar"

La asombrosa cifra goleadora de la segunda juventud de Lewandowski: “Siempre está preparado para marcar”

Actualizado Lunes, 7 octubre 2024 - 18:48

Robert Lewandowski está viviendo, a sus 36 años, una segunda juventud en el Barça. Su excelente relación con el gol, que empezó a hacerse evidente en las filas del Borussia Dortmund para convertirse después en estrechísima a partir de su desembarco en el Bayern de Múnich, vuelve a brillar con luz propia en este arranque de temporada del conjunto que entrena Hansi Flick. Por lo pronto, el polaco ya ha superado su mejor racha anotadora en un inicio de Liga como barcelonista. En la campaña 2022-23, la primera como azulgrana, marcó nueve goles en las primeras nueve jornadas, a pesar de no lograr anotar en el arranque y encadenar dos jornadas consecutivas sin ver portería. Ahora, lleva 10 el doble que el curso pasado.

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«Ya le conocía de la etapa en Múnich. Es increíble, el mejor delante de la portería, en el área. Es fantástico lo que hace, siempre está preparado para marcar. Estoy contento porque son tres puntos más y también por Lewandowski, pero me gustaría destacar también que todos lo han apoyado», aseguró Flick tras el triunfo por 0-3 ante el Alavés del pasado domingo. Forjado, en este caso, con un hat trick del polaco, el tercero que consigue como azulgrana y el segundo que tiene como escenario la Liga. El primero lo marcó en la liguilla de la Champions 2023-24, frente al Victoria Plzen. El segundo, mientras, lo consiguió el curso pasado, ante el Valencia, en un duelo que se puso cuesta arriba después de que los visitantes remontaran el 1-0 inicial de Fermín y en el que los de Xavi se impusieron finalmente por 4-2.

El arranque anotador de Lewandowski con el Barça es el mejor desde que Leo Messi consiguiera marcar 11 goles en las primeras nueve jornadas del campeonato 2017-18. El argentino, además, es el poseedor de la mejor marca, con 13 goles marcados en el principio de la Liga 2012-13, en un 2012 en el que batiría el récord de tantos conseguidos en un año natural, y logró sumar también 10, los mismos que lleva el polaco, en la temporada 2011-12.

La efectividad que está exhibiendo el ex delantero del Bayern es superior incluso a la de un Luis Suárez que, con seis temporadas como azulgrana, logró colocarse como el cuarto máximo anotador histórico del club. El uruguayo, tras una primera campaña lastrada por su sanción por aquel tristemente famoso mordisco a Chiellini en el Mundial 2014, nunca logró más de siete tantos en las nueve primeras jornadas del torneo de la regularidad.

CESAR MANSOAFP

El paso que está marcando Lewandowski ahora mismo como máximo referente en punta del Barça de Flick recuerda mucho a aquella versión tremendamente voraz que durante tanto tiempo pudieron disfrutar los aficionados del Bayern de Múnich. En su segundo año en el conjunto bávaro, sumó 12 goles en las primeras nueve jornadas, con un espectacular repóquer frente al Wolfsburgo justo después de perderse una de ellas por lesión. Su mejor marca, con todo, fueron los 13 tantos que encadenó en las nueve primeras jornadas del curso 2019-20, con una racha de 11 partidos consecutivos marcando que le permitiría plantarse en la jornada 11 con 16 muescas en su cinto. En la campaña 2020-21, mientras, volvió a sumar 12, también tras perderse un partido por problemas físicos, y acabaría la temporada con su mejor registro goleador en Alemania: 41 tantos. Finalmente, justo el año antes de fichar por el Barcelona, firmó también un arranque anotador notable, 10 goles en las primeras nueve jornadas, en una temporada que acabaría con 35 en su haber en el torneo de la regularidad.

Este año Lewandowski vuelve a apuntar muy alto en la lucha por la Bota de Oro, un galardón que ya consiguió sumar a su palmarés en las temporadas 2020-21 y 2021-22. Erling Haaland, quien se hizo con el trofeo en el curso 2022-23 y Harry Kane, a todas luces su relevo en las filas del Bayern, quien lo logró precisamente la temporada pasada, cómo no, se perfilan como dos grandes contendientes, por mucho que el ariete inglés tenga ahora por delante a Marmoush, Demirovic y Burkhardt.