Un salvador llamado Mbappé

Un salvador llamado Mbappé

Un partido caótico del Madrid de Ancelotti, que cada día es más patético, se salvó por un salvador llamado Mbappé, que quitó la soga de la horca, porque hasta un empate sería decirle al Barça que esto ya lo dejo.

Como siempre en la carrera del italiano, los grandes jugadores le taparon sus catástrofes tácticas. Porque no tiene un sistema de juego, porque con Modric y Camavinga, no recuperan una balón y lo peor es que la defensa es de risa.

Los dos laterales madridistas son una desgracia. En el primer gol del Leganés, que parecía drogado, Fran García cometió un error posicional, que terminó en gol, con la ayuda de una cesión ridícula de Lucas Vázquez.

El segundo fue aún más ridículo. ¿Dónde estaba Lucas Vázquez? Pues jugándo de extremo, que es lo que es. Mal rebote de Asencio y una vez más al Madrid le rematan en el área pequeña.

Todas esa chapuzas colocaron al equipo boca arriba, ciego y sin poder levantarse. ¿Quien lo salvó? Pues, como siempre, Mbappé, el salvador, el tan esperado, el profeta. Su segundo gol fue un ejemplo de precisión de inteligencia artificial.

Al final, como siempre, el miedoso Ancelotti, mandó a todo el equipo a defender, como si fuera una alma en pena. Es el miedo de Ancelotti. Hasta lo pasó mal, muy mal, con la idea de su catenaccio.

El Leganés jugó como un equipo milagroso, dada la plantilla y su dificultad para salir del descenso. Hizo un partido que gastó sangre, sudor y lágrimas: un esfuerzo descomunal. Su patetismo es que, como muchos otros equipos, solo juegan como posesos ante el Madrid. Luego, con los que tiene que ganar, pierde. Yo le veo como firme candidato a Segunda. Jugar contra la anarquía del juego del Madrid, al que se le hacen ocasiones como si la defensa fueran niños de colegio, hasta puede resultar fácil.

Como ocurre en demasiadas ocasiones, se salvó con el toque de corneta de jugadores decisivos. Aunque Vinicius ya no existe y Brahim regatea demasiado.

¿Es ésta la campeona de Europa?

¿Es ésta la campeona de Europa?

Con suspense, con suerte, en los penaltis... España llega a la fase final de la Nations League. No lo mereció, salvo en la épica. Más de tres partes del partido Países Bajos fue mejor. A veces, la selección, por su falta de ideas, me pareció que se parecía mucho a la de Luis Enrique. En muchos pasajes del encuentro me preguntaba sobre España: ¿Es ésta la campeona europea? No, no lo era. Los Países Bajos casi siempre jugaban a su son.

Veía a un centro del campo español lento, sin sentido. Pero, ¿a quién se le ocurre alinear a Olmo como centrocampista, cuando es un mediapunta? Y mantener a un Fabián mediocre, fuera de órbita y que estuvo casi todo el tiempo, cuando no tenía ningún poder, ni orden, ni ideas. Y peor es Zubimendi, que hace muchas faltas, y no tiene ningún poder creativo, acongojado como un quinto defensa.

El equipo de De la Fuente parecía un conjunto pequeño, al estilo defensivo de Simeone, con mucho miedo de la velocidad y la verticalidad neerlandesa. Sólo se defendió con el tempranero gol de penalti. Todos los holandeses, en cambio, parecían tanques ofensivos mientras que la selección sólo esperába que Yamal hiciera alguna magia. La hizo cuando llegó el minuto cien. Por fin algo vital. Menos mal.

El único héroe fue Nico, el elemento más peligroso. Fue decisivo cuando le dejó un pase de gol a Oyarzabal, que falló inicialmente y, tras una carambola, logró el tanto que ponía por delante a la selección impulsada or el generoso público de Mestalla.

Nadie pensaba que el equipo de Países Bajos se quedara sin empatar de nuevo y quizás algo más. Casi pudo ganar por méritos. Al final, apareció Unai Simón, y fue el milagroso amuleto para salvar definitivamente la eliminatoria.

La furia llegó en los primeros minutos de la prórroga, porque Pedri cambió la factura de ineficacia. Llegó el gol de Lamine y ya era como navegar en un océano pacifico. Pero ni eso. Otro estúpido error de un inútil Le Normand, con Asencio en el banquillo, concedió un penalti a Simons. Llegó el empate y una vez más, en la última jugada, salvó el cielo De la Fuente.

La preocupación es que nos encontramos con una selección que no se parece en nada a cómo jugaba tan sólo hace unos meses. Con una seleccionador que se cree infalible y que está endiosado, porque es intocable. No sé, ya veremos en junio, pero el futuro no es rojo pálido, por no decir otro color.

Merino, la campana de salvación

Merino, la campana de salvación

Un gol casi milagroso al final salvó a la selección cuando los Países Bajos jugaron un fútbol muy moderno bailado con sus zuecos tradicionales. Lo hicieron con tres jugadores prodigiosos, que danzaron a una áspera, lenta y tortuosa selección española.

La ley del fútbol es que que el estilo de De la Fuente ha quedado demodé en tan sólo en unos meses. El ínclito Koeman ha reunido a una selección neerlandesa casi diabólica, con una velocidad y una verticalidad pasmosas. También pesó que juegan los naranjas con tres flechas como el eléctrico Frimpong, que si no hubiera sido por Cucurella, era capaz de machacar por la banda a cualquier equipo.

El segundo es un excepcional media punta llamado Reijnders, con un disparo y una presencia omnipotente. El tercero es Gakpo, que hizo el primer gol holandés, porque Porro ni se le acercó y además se la comió Unai Simón, cuando el meta debería ser Raya.

¿Qué es lo que he notado en la selección? Que Luis de La Fuente se ha creído su papel de infalible hombre de éxito cuando no tiene carisma para eso. Debe ser más humilde, pero es el vértigo del éxito. Ni Unai Simón, ni el mediocre Porro, ni Le Normand, ni Cubarsí pueden tener un lugar en la gloria de España. Tampoco ese centro del campo de Zubimendi, Fabián ni Morata en la delantera que, francamente, parace un exjugador exiliado en Estambul.

Se notaba mucho el cansancio anímico y mental de Pedri y Lamine Yamal, que jugaron un partido pésimo. Cuando un centro del campo no presiona ni corre, por baja forma, es difícil mantener el nivel futbolístico. No fue un parapeto el gol del magnífico Nico, una vez más, lo mejor de la selección. Los holandeses empataron, se pusieron por delante y los españoles se paseaban como pollos sin cabeza. Y sólo una expulsión salvó a España antes de la campana.

No me podía creer que dejara fuera del equipo a Asencio. Es por la tirria que De la Fuente tiene al Madrid. Merino, en un estado de forma formidable en el Arsenal, Baena y Olmo deberían haber salido desde el comienzo. Pero una vez más, la soberbia de De la Fuente dejó al viento al equipo que fue campeón.

No creo que la selección tenga un camino feliz para alcanzar las semifinales. Con más metros por delante, con la velocidad y la ofensiva neerlandesas, puede ser un ejercicio espiritual en Mestalla.

¡Qué feliz es Mbappé sin Vinicius!

¡Qué feliz es Mbappé sin Vinicius!

Dos goles de ese soberbio fenómeno que es Mbappé fueron decisivos para que un Madrid extenuado no cayera en la ratonera de la Liga Profesional, cuando el presidente de la FIFA sabe muy bien como es Tebas.

El fútbol suele ser muy racional. Los títulos se ganan con una portero como Courtois y un espectacular jugador y goleador como Mbappé . Los demás son cuentos chinos.

Así ganó el Madrid en la emboscada que le había preparado Tebas y una Federación absolutamente corrompida, como un círculo vicioso en el que se salvan como intocables.

El Villarreal del Marcelino sólo fue arrollador en los comienzos de las dos partes. Absolutamente desquiciado con una presión agobiante. Aunque en el primer período estaba más fresco, lo cierto es que el gol de Foyth llegó en una carambola en el área chica del meta belga.

Cuando se cansó del insoportable agotamiento de sus 20 primeros minutos, el Madrid, que no se había enterado por la presión absolutista, se dio cuenta de que tiene grandes jugadores en ataque y una arma letal con el mejor jugador del mundo. Qué facilidad para hacer goles, como un liquidador espectacular.

Ante eso no hay presión ni puñetas que se puedan contar. Y es que cuando no juega Vinicius, Mbappé vive su paraíso particular de jugador imparable. La pena es que esta vez no le ayudó el indolente que esta en punto bajo de su sierra que retrata sus altibajos.

Otra vez el Villarreal apareció como imparable por su presión en el segundo tiempo. Y es verdad que muchos jugadores del Madrid ya estaban muy cansados y no podían seguir el ritmo del primer tiempo.

Ancelotti empezó a hacer cambios muy tempraneros. Y, ¿quién paga? El fantástico Asencio, que no entendía nada de su cambio. Es obvio que Ancelotti, por su torpeza y desidia con la cantera, jamás pensó que se podía fallar tanto como en el caso Asencio. Siempre tendrá una excusa: sacó a Rudiger para rechazar por alto algunos centros. Lo cual es mentira , porque Asencio va muy bien de cabeza. Son ganas de meterle el dedo en el ojo a un sensacional jugador de la cantera que se le había metido sin su permiso.

Al final, el Madrid sólo se defendió como pudo de su cansancio. Aunque la aparición de un Modric vital fue un acierto, a pesar de un tosco Vinicius y un lamentable Guller. Aún así fue suficiente para salvar la emboscada de Tebas, al que el mezquino Marcelino decía que no se quejara , cuando su temporada en el Villarreal es mediocre, a pesar de todo lo que le han fichado.

Las felonías de Tebas desde la Liga nunca se detendrán. Viven en paralelo a las sentencias de los "Negreira Boys". Es más que lamentable que mientras que Atlético y Barcelona jueguen el domingo, al Madrid, el que más dinero obtiene para Tebas, lo trate como un criado de la Liga. Es bochornoso e inmoral.

A pesar de que todos los clubs se forran con las taquillas que proporcionan los blancos, es el club más odiado. No me extrañaría que el Madrid jugase en la Liga portuguesa o en otras. El dispositivo está preparado. Quisiera ver la cara de Tebas , si ejecuta la idea el Madrid. La bancarrota para Tebas.

Los penaltis castigaron a Simeone

Los penaltis castigaron a Simeone

Un Madrid agobiado por la presión y el magnífico sistema defensivo de Simeone llegó a los cuartos de final gracias a los penaltis, como en aquella final de la Champions en Roma. El entrenador del Atletico se condenó así mismo por su cobardía táctica.

Gracias a un doble fallo de Asencio, el Atlético se encontró con un gol ridículo nada menos que a los 30 segundos de iniciarse el partido. Pero ahí se acabó la ambición de Simeone. Su propia mezquindad de la final de Lisboa o su complejo perdedor con el Real Madrid.

El Atlético del técnico argentino, con ese gol de ventaja, ya nunca jamás jugó a ganar la eliminatoria. Como si confiara su suerte a la prórroga y los penaltis, como si considerara un embajador profético de los rojiblancos.

Ancelotti también hizo lo suyo. La jugada clave fue la jugada que se inventó de fantasía Mbappé y provocó un penalti. Un penalti es un gol. Pero para el ínclito Ancelotti, ante el asombro general, decidió que lo ejecutara su jugador mimado: Vinicius. Todo para su ego.

Se lo robó a Mbappé, como cuando le roba el espacio por el lado izquierdo cuando es el lugar que debería atacar el superlativo y genial jugador francés. No tiene sentido, salvo que lo apoye en la circunstancia el presidente blanco. Luego lo sustituyó, pero no por castigo, sino para protegerlo de cara los decisivos penaltis. No quería que fallase otra vez.

Cada día creó más que Vini no tiene ni la cabeza en el Madrid , sino en su narcisismo, para ganar más dinero. El juego de conjunto no sabe ni lo que es. Hasta Belligham le reprochaba su individualismo. Si es verdad que los árabes ofrecen tantos petro-dólares, va al desierto en el camello de la avaricia. Ancelotti es capaz de jugar ofensivamente como un equipo mediocre, sin imaginación ofensiva, sin amparar a cuatro monstruos del fútbol mundial como Bellingham, Rodrygo, Mbappé y el indigente Vinicius. Parece como una locura en el manicomio del fútbol actual.

Pero esa es la verdad del actual entrenador madridista, que malvive gracias a sus jugadores, como el penalti que provocó Mbappé , que le debía sentar como un tiro al narcisismo del brasileño.

El partido sólo tuvo emocionalidad. Nunca existió calidad, porque un equipo, el Atlético, no quiso ganar la eliminatoria, sólo subsistir hasta la prórroga y los penaltis. Seguro que es lo que pensaba Simeone. Su miedo es una lacra para el Atleti y cuidado con lo que pasará con el Barcelona.

El Madrid no tiene un cuadro fácil para ganar la Champions, dado el maldito balance, el engendro que ha creado la UEFA, con este sistema absurdo, como que el Liverpool caiga eliminado y fue el primero. Es una desgracia para un torneo de tanto prestigio.

Lo que me parece perverso es que los fanáticos de Simeone gritaran de alegría , porque el Madrid no empataba el partido. Es algo sórdido y estupefaciente.

Ancelotti es una pesadilla

Ancelotti es una pesadilla

Espantoso, vergonzoso partido del Irreal Madrid, que no mereció ganar y fue un pelele frente a un gran Rayo. Una vez más, los grandes jugadores blancos le quitaron la soga de la horca al técnico italiano.

Y es que Ancelotti se convertido en una pesadilla para el Madrid. Su decadente sentido estratégico inclina a los blancos a ser un equipo menor, defensivo y ridículo. No se puede tener a una afición merengue con la angustia final por el resultado con un Rayo que no jugaba ni con su mejores jugadores. Era denigrante.

El Madrid del italiano no sabe presionar ni ofensiva ni defensivamente. Se deja dominar como un voyeur del fútbol actual. Mira como los rivales juegan en ataque. El repaso táctico que le dio Iñigo Pérez fue inmisericorde. No ganó, porque no tiene ni a Mbappé ni a Vinicius. Esa era la única razón.

Los dos únicos cambios que hizo es quitar a su mejor jugador Mbappé y cambiarlo por el muy mediocre, cada vez peor, Camavinga. Y lo mismo con Rodrygo. Dejó sólo a Vinicius, que es el más insoportable. Un dantesco egocéntrico que juega sólo para él, se olvida del equipo y sólo es una narcisista del regate. Que se vaya al desierto, por favor.

Por no hablar del insufrible Bellingham, que sacude constantemente una sombra mediocre, siempre jugando de espaldas. En los tiempos de Santiago Bernabéu, a los que les echaban del campo por torpezas, los multaban según los partidos que habían faltado.

Bellingham ha hecho un daño irreparable al club, por la derrota en Sevilla y por desaparecer en la Champions con el Atletico de Madrid. Es un pecado mortal sólo por irse de la lengua, porque nos cree tontos e insulta en inglés. Eso significaría una gran sanción en otros tiempos blancos más gloriosos. Hoy, se le disculpa.

Menos mal, que contra todo pronóstico, Alaba y Tchouamení jugaron con sentido catedralicio. Aún así, con un agotado Modric, un insufrible Vini y Mbappé en el banquillo, el Madrid ganó tres puntos pidiendo la hora en el Bernabeu. Cuanto menos resulta bochornoso y todas las acusaciones apuntan a Ancelotti, que no tiene juego, ni estilo, ni nada que se le parezca. Sólo le salvan los grandes jugadores, como siempre.

Encima, la pléyade de sus pelotas echarán la culpa a los futbolistas. Por eso, aún pienso, que con el sentir cobarde del juego del italiano, lo del Metropolitano será un suplicio y quizá todo acabe en tragedia blanca.

Una 'cholada' salvó al Atlético

Una ‘cholada’ salvó al Atlético

Un penalti que ni había intentado el Atlético aplacó la ira madridista. Gracias un sublime Oblak, impidió al Madrid de una victoria ante un equipo de Simeone cobarde, sin exponer ni jugar. Un regalo de Tchouaméni, como si hubiera sido una cholada, aplacó la tormenta blanca.

Simeone siempre trata de vivir un milagro final en los encuentros difíciles. No pudo esta vez hacer algo que le diera una victoria. Hace muchos años que Simeone nunca gana en el Bernabéu. El Atlético ha sido un equipo desafinado, esperando con paciencia para que el contrario cometa un error final y ganar como en Montjuïc, París y frente al Leverkussen. Esta vez, el Madrid le puso a Simeone en un ataque de nervios.

Hay que coger como un axioma del fútbol que Atleti está de los nervios. Creo que incluso se hace trampas al solitario. En ese estilo de pánico, poner una línea de casi nueve hombres, a la defensiva, me produce rubor.

Tan fantásticos Griezmann y Julián Álvarez, la Araña, se empequeñecieron como si estuvieran radicalmente apegados a un fútbol sin almas, sólo provocando a un mini defensa como Tchouaméni el error vital.

Faltó otro gol decisivo tras el de Mbappé. Quizá de Bellingham. El Real Madrid, en esta ocasión, mostró soberbia para ganar. Y el sistema de Ancelotti, sin hacer ningún tipo de presión ofensiva, desató que en 70 minutos, el Madrid sólo jugara al pie en ataque.

Y, francamente , en cada partido, Vinicius empaña con una venda a los sensacionales Rodrigo y Mbappé. Pero ,desde luego, Ancelotti no va a a tener arrestos para desplazar a Vini. Rodrigo en la izquierda y la disparatada imaginación de Mbappé, situarían a un Madrid elevado más allá de las nubes. Algo pasa conVinicius, que piensa más en los petrodólares y que no encuentra las vías de ataque de antes. Si es verdad que el Madrid le ha ofrecido una renovación al brasileño, que ha rechazado, es que piensa que es el mejor jugador. Hay una confrontación soterrada entre Vini y Mbappé. Tratan de disimularla con una concordia para la galería.

De momento , el Madrid sigue de líder y con suficiente vehemencia para empequeñecer a un miedoso Atlético, que es posible que aguante como segundo. Pero no tiene calidad para eso, salvó el hacedor de proezas llamado Simeone.

Ahora llega lo más difícil todavía en Manchester, donde Guardiola y el club árabe , no hacen más que triquiñuelas para fichar y gastarse 200 millones en un suspiro. Aunque lograr la conjunción de estrellas antes del divorcio parece excesivamente dudoso.

Gonzalo salvó el pellejo de Ancelotti

Gonzalo salvó el pellejo de Ancelotti

Gonzalo, un extraordinario delantero centro en el Castilla, que se había habituado a meter hasta tres o cuatro goles por partido, no había jugado apenas con el gran Ancelotti. Patético. Desnuda a un técnico que siempre ha despreciado a la cantera.

Qué pena que la cantera se empañara con el tembloroso debut de su "fenómeno" Jacobo, que decía el "sabio" italiano que iba a ser una estrella, mientras despreciaba a Asencio. Es un grito de la pérdida absoluta de su olfato.

Solari, Roberto Carlos, Raúl y todo el mundo alrededor del Castilla le gritaba a Ancelotti que le diera a Gonzalo oportunidades. Con su estúpida incredulidad por la cantera, sólo cuando esta noche se había quedado sin delanteros, le concedió la oportunidad. Ancelotti ha perdido absolutamente la inteligencia futbolística.

Sólo es un un inmovilista caduco que prefiere los veteranos de su vieja guardia con muchos años. Es patético. Y es que es tan absurdo que Rodrygo, la figura, la estrella del primer tiempo, lo sustituyera y dejara cojo el ataque para poner a un Vini, que obviamente sueña con las "mil y una noches" arábigas.

Luego del bochorno de prescindir de Rodrygo, comenzó el desfiles de errores de Jacobo y de Mendy. Fue el canterano el que cometió un penalti estúpido, porque llegó tarde a cubrir un disparo. El Leganés empezaba a respirar nuevamente.

Y naturalmente, con un equipo que no sabe a lo que juega, se dispuso en un "bloque bajo" más acusado y Jacobo falló otra, porque llegó tarde para repeler otro disparo, y apareció Mendy para metérselo en su propia meta. Es genial.

Congoja, mucho nerviosismo y todo con un Vini que no es el de antes. El Madrid se derrumbó, apresado por la angustia de caer eliminado. Hasta que cuando parecía que llegábamos a la prórroga, apareció ese "asesino" o depredador que es Gonzalo y salvó otro fracaso descomunal.

¿Qué quiere de Endrick y Arda Güler? ¿Que sean sobresalientes cuando no tienen ritmo de competición? ¿Cuando no juegan nunca? Y el caso de Güler es significativo porque lo ha hundido, lo ha llevado a "galeras" hasta convertirlo en un jugador "absolutamente melancólico". Igual que a Endrick por rajar de su divinidad.

Crece en el espíritu madridista que la famosa carta arbitral ha sido un negra cortina de humo para desviar la atención del pésimo estado del equipo, para tapar al mediocre Ancelotti, que se ha convertido en el enemigo número uno del Real Madrid.

Y también para esconder la tenebrosa actuación del club. Con tantos jugadores lesionados, con una defensa inexistente y un centro del campo tan veterano. No ha sabido planificar la plantilla. Ha despreciado los fichajes. Inaudito

Se dice que por simple soberbia, aunque hay presunción de que el Madrid se ha quedado con poco dinero, tras los dos mil millones extra que el club ha tenido que pagar para acabar su obra faraónica y el dinero de Mbappé. No hay dinero mi para el baloncesto, que es un ridículo constante.

El indignante Ancelotti de la Champions

El indignante Ancelotti de la Champions

Un soberbio Rodrygo maquilló otro partido estratégicamente vergonzoso del Madrid de Ancelotti. Sólo le salvan los grandes jugadores, como siempre. Y lo indignante es que no entrara ni entre los tres, ni lo cuatro, ni los cinco, ni los ocho primeros de la primera fase. Fue un ultraje para la historia del Real Madrid .

No estuvo Vinicius, no estuvo Mbappé, pero apareció un rutilante Rodrygo. El brasileño demostró que si jugara por el lado izquierdo desplegaría su enorme calidad, bastante más visible que la de Vinicius.

Es deplorable -y lo he escrito demasiadas veces, más de las que desearía- cómo no juega nada más que en el limbo. Siempre igual. No sabe hacer presión, ni ofensiva ni defensivamente.

¿Cómo quería ante el Brest crear juego con un Valverde que no sabe organizar? Tampoco lució un pobre Modric, con demasiado años para hilvanar juego y defender. Vaya usted a saber la razón por la que ha castigado a un Ceballos en estado de gracia.

Y peor todavía. Sigue castrando la cantera, castigando a un gran jugador como Nico Paz, vendido por un pobre puñado de euros. Una vez más se ha cebado con Asencio, que es como si le molestara. Ahora mismo es una joya de la cantera. No venderá camisetas, pero hasta cojo es mejor que Tchouaméni.

Ancelotti prefiere a jugadores en un asilo futbolístico con Alaba y Modric. Quebrantando las oportunidades a toda la magnifica cantera de Valdebebas. Es un disparate que continúe como entrenador mientras la cúpula madridista ya busca un motivo para prescindir de él. Un misterio.

El Brest, que francamente es un equipo mediocre, puso en graves dificultades a un Madrid que era un continuo desastre táctico. Pudo el Brest empatar por cuestiones de centímetros. Courtois volvió a ser ese dios enorme de la portería. Prueba es que cualquier rival mancha y ensucia a un club con un presupuesto disparatado.

Ya veremos a un Real Madrid convertido en un equipo menor en Europa, luchando para entrar en octavos. Es como si el actual Queen Mary fallase siempre la navegación hasta Nueva York, que es la Champions. En mi opinión esta vez, con un deplorable entrenador, parece imposible. Aunque surjan los ángeles del gol. Qué desperdicio de millones. Exasperante.

Goleada con música de Mozart

Goleada con música de Mozart

Sólo bastó el poker excepcional del Real Madrid, con los tres delanteros más Bellingham, para golear a un Salzburgo que acabó siendo un equipo inocente y en evolución. Demasiado tierno. ¿Que sería de la ostentosa decadencia de Ancelotti sin ese poder maravilloso? Sus estrellas son las que iluminan al Madrid, porque tácticamente y posicionalmente, por el sistema antediluviano, el técnico italiano estaría ya entrenando en Brasil.

Es pernicioso, est

Hazte Premium desde 1€ el primer mes

Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web

Si lo prefieres
<!--

¿Ya eres Premium? Inicia sesión

--> <!--

Cancela cuando quieras

-->