Joselu se da una alegría y cierra el pleno del Madrid en Berlín

Joselu se da una alegría y cierra el pleno del Madrid en Berlín

2-3 en el Olímpico

Actualizado

Un doblete del delantero, coronado con un gol postrero de Ceballos, resuelven el triunfo ante un voluntarioso Union Berlín (2-3).

Joselu festeja uno de sus goles ante el Union Berlín.EFE

Si la posesión no te lleva al gol, acaba por llevarte al absurdo. Hay que ver una primera parte como la disputada por el Madrid en el Olímpico de Berlín para entenderlo. Quedaba otra, suficiente para todo frente a un rival que ha jugado la Champions, pero no pertenece a su segmento, y a pedir de boca para que Joselu encontrara red, que también es el comienzo de la palabra redención, y Ceballos se diera una alegría que no viene mal cuando no se juega. Necesita más Joselu y necesita que sea en citas con todo en juego, más allá de los euros de la UEFA, al haber llegado el Madrid a Berlín ya como primero de grupo. [Narración y estadísticas (2-3)]

Casi un 80% de posesión de la pelota, el 76% para ser exactos, en el primer tiempo no sirvió siquiera como medida defensiva para un Madrid que saltó al césped a cumplir con la profesionalidad. La pasión estaba en la grada, a reventar por la gente del Union Berlín, que no disponen de semejante escenario habitualmente. Necesitaba el equipo a los suyos para ganar y jugar la Europa League. No pudo ser. Lo sabían pero bastaba con la motivación del rival y el escenario, el estadio levantado para los Juegos de Berlín, para exaltación del Führer, que en tiempos modernos ha albergado la final de un Mundial, en 2006, y alumbrará al campeón de la próxima Eurocopa.

Excitados estaban los asistentes y excitados empezaron cuando un balón mal administrado cayó en el área del Madrid, Rani Khedira, hermano de Sami, cedió hacia el centro y Behrens provocó una acrobática acción de Kepa. Excelente forma la del portero vasco de volver a la titularidad. No imaginaba cuando llegó que podría encontrarse con la alternancia en la portería, pero la buena estrella de Lunin la merece. Buena estrella por lo que ha hecho en la portería y porque la gente del Madrid le ha cogido cariño. Lo contrario sería ir contra el sentido de la justicia, y eso no va con Ancelotti, por pactista y cuidadoso con la jerarquía que sea. Demasiado en ocasiones como la de ayer, con canteranos que se quedaron en el banco, salvo por los minutitos de Nico Paz, el preferido.

Error de Modric

Kepa no vio llegar nada peligroso desde ese primer minuto hasta el último, ya en el tiempo añadido, del primer tiempo. Una reacción en cadena acabó por dejar a Volland en el mano a mano. Nada pudo hacer. La acción respondió a la teoría del caos. Empezó por un penalti fallado por Modric, siguió por el saque larguísimo de quien lo había detenido, Ronnow, y continuó con dos errores sucesivos de Nacho y Alaba, blandos. Un fallo anticipaba el siguiente, como en una reacción en cadena hasta el gol.

Entre esas dos acciones, dominio total de un Madrid que sesteó con la pelota, con posesiones de hasta dos minutos seguidos, y únicamente cambió el ritmo cerca del área, aunque sin frutos hasta después del descanso. El control estaba en Modric y la luz en Bellingham, un coloso que se mueve como si levitara y hace con pasmosa facilidad cosas que a los demás les cuestan un mundo o, sencillamente, no alcanzan. Probó a Ronnow, seguro siempre que tuvo opción.

Llegadas por banda

El penalti que cometió Diogo Leite lo sacó con los pies, aunque estuviera muy mal lanzado por Modric. Lo mejor de Bellingham, sin embargio, deparó también la acción más meritoria del portero del Union Berlín, mejor incluso que en el penalti. Midió el inglés un envío de terciopelo para la llegada al área de Rodrygo, que cabeceó a la distancia a la que se peina en el espejo. Ronnow sacó la mano imposible. Señal de que el arquero seguía en su lugar, pero algo había cambiado. El ritmo del Madrid era ya ganador.

La aceleración movió más la defensa y el Madrid buscó las llegadas por banda, aunque esta vez sin Carvajal ni Mendy. Era momento para su nueve, que ya en el primer tiempo había cabeceado al larguero. Es el mejor palo de Joselu. Primero cabeceó un centro de Rodrygo al que ya no podía llegar Ronnow; después puso la cabeza baja para rematar el envío de Fran García. Kral encontró el gol que merecía la lucha local, pero Ceballos volvió a rebatir al absurdo, como hizo la cabeza de Joselu.

kpd