Las claves del podio de Fernando Alonso: un error de un metro, 11 km/h menos de punta y una histórica ‘photo finish’

Las claves del podio de Fernando Alonso: un error de un metro, 11 km/h menos de punta y una histórica 'photo finish'

GP de Sao Paulo

Actualizado

El asturiano rechaza las comparaciones con Imola 2005 y elogia la deportividad de Pérez: “Fue una batalla muy agresiva, pero limpia”.

Alonso, con el champán, en el podio de Interlagos.ASTON MARTIN

El espectáculo resultó tan fascinante que incluso pudo acarrerar fatales consecuencias para Max Verstappen, que lo seguía de reojo en las pantallas gigantes de Interlagos. “Casi me voy largo en la curva 4”, confesó el tricampeón mundial sobre el duelo de la última vuelta entre Fernando Alonso y Sergio Pérez, resuelto en la photo finish por 53 milésimas, uno de los márgenes más estrechos de la historia. Según los datos oficiales, el líder de Aston Martin acabó el GP de Sao Paulo a una velocidad media de 156,347 km/h, mientras el mexicano debió conformarse con 156,346 km/h.

La minúscula diferencia trajo a la memoria de los aficionados algunas carreras de leyenda. Como el GP de Austria de 1982, en el circuito de Osterreichring, cuando Elio de Angelis, con un Lotus, batió a Keke Rosberg, al volante de un Williams, por 50 milésimas. O como aquel inolvidable GP de Italia de 1969, con Jean-Pierre Beltoise arrebatando el podio a Bruce McLaren por 20 milésimas. En cualquier caso, el récord absoluto sigue en poder de Peter Gethin, que conquistó el triunfo en el GP de Italia de 1971 con tan sólo 10 milésimas de ventaja sobre Ronnie Peterson.

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Asimismo, el pulso firme de Alonso, con un magistral pilotaje defensivo, hizo rememorar aquel GP de San Marino 2005, donde el ovetense supo contener durante las últimas vueltas a Michael Schumacher. A la pregunta de un periodista sobre el particular, Fernando replicó de modo concluyente: “En Imola fue más sencillo, porque entonces no teníamos DRS”.

Virutas tras cambiar la trazada

Y es que el sistema de ayuda para los adelantamientos ya había sido determinante en favor de Pérez durante la penúltima vuelta, cuando completó su maniobra en la curva 1. Hasta entonces, Alonso sólo había podido sujetar al Red Bull gracias a su perfecto manejo del Sistema de Recuperación de Energía (ERS), con el que supo recargar la batería en el momento adecuado para abrir gas a fondo al comienzo de las dos rectas principales.

En realidad, Checo contaba con una abrumadora ventaja al atravesar los tramos más rápidos, gracias a la potencia de su motor, muy superior en velocidad punta al AMR-23. Según los datos de la F1, el piloto de Jalisco llegó a alcanzar los 339 km/h de máxima, sólo superado por Valtteri Bottas (340 km/h), mientras Alonso debió conformarse con 328 km/h (decimotercero de la parrilla).

No obstante, Pérez cometió un pequeño desliz en la última vuelta que resultó fatal para sus aspiraciones. El error hubo de cifrarse en apenas un metro, según explicó, con todo lujo de detalles, el propio Alonso. “Pensé que mis opciones ya se habían evaporado en la curva 6, porque me fui por el exterior para cambiar de trazada y atravesé una zona de muchas virutas que me ensuciaron los neumáticos. Ahí pensé: ‘El podio se ha esfumado’. Pero fui a por todas tanto en la curva 1 como en la 4 con el DRS, frenando muy agresivo. Checo ya se había dado cuenta, así que apuró mucho en la 1, se saltó el vértice por un metro y eso me dio la oportunidad de pasarle en la 4″, analizó Alonso, calificando su resultado final como “inesperado”.

La ‘photo finish’ de Alonso y Pérez en Interlagos.F1

El sincero abrazo en la zona mixta, a iniciativa de Pérez, puso el broche a un apasionante domingo en Interlagos. Y el español no escatimó elogios hacia su adversario. “Fue una batalla muy agresiva, pero limpia. En ese sentido, Checo tiene un muy buen historial, porque siempre pelea duro, pero manteniendo los dos coches en pista”, comentó en los micrófonos de Sky.

Tras dos pésimos fines de semana en Austin y México, las buenas noticias se acumularon para Alonso, otra vez cuarto en el Mundial, con tres puntos de ventaja sobre Lando Norris y seis sobre Carlos Sainz. Aunque por encima de este dato conviene subrayar la asombrosa recuperación de Aston Martin. El quinto puesto del inspiradísimo Lance Stroll elevó la cuenta del equipo a 25 puntos, su mejor botín desde el GP de Australia (27).

Las prestaciones del AMR-23 se asemejaron a las del primer tercio de la temporada. De hecho, el monoplaza diseñado en Silverstone fue el tercero más rápido de la parrilla, con un ritmo promedio de 1:15.759, a 45 centésimas de Red Bull y a 37 de McLaren. Mientras, Mercedes se despeñaba hasta la séptima posición, a 83 centésimas de la cabeza.

No conviene olvidar que Interlagos, un trazado con tres zonas de aceleración máxima y un perímetro muy reducido (4,3 km) presentaba muchas similitudes con Zandvoort, la última pista donde Alonso había podido batallar con los mejores. Igual que en el circuito neerlandés, Alpine mejoró su rendimiento, mientras Ferrari volvió a pasar demasiadas dificultades.

A falta de las dos últimas rondas, Mike Krack y sus ingenieros cuentan con argumentos de peso para volver a sonreír. “Este resultado supone una gran recompensa a la labor de los últimos meses. El mérito es de todos, tanto en la pista como en la fábrica, por agachar la cabeza y trabajar duro. Ya vemos lo que es posible con un gran trabajo en equipo”, comentó el team principal de Aston Martin. Pese a descartar más actualizaciones aerodinámicas en Las Vegas y Abu Dhabi, Krack quiso destacar una idea por encima del resto: “Esta carrera ha demostrado lo que es posible si damos a nuestros pilotos un coche rápido: tienen un rendimiento excepcional”.

kpd