Durante la séptima etapa de la Vuelta al Mundo por equipos, los animales chocaron y empujaron al Team JAJO y el Mirpuri Trifok Racing.
Unas orcas atacan un velero de la Ocean Race en el estrecho de Gibraltar
Un grupo de orcas ha ‘atacado’ a dos embarcaciones de la flota de The Ocean Race -Vuelta al Mundo por Equipos- durante la séptima etapa que se disputa entre La Haya y Génova, aunque no hubo heridos ni daños materiales.
Dos de los VO65, el Team JAJO y el Mirpuri Trifok Racing, informaron, según la organización, de que las orcas se les acercaron en el Océano Atlántico al oeste de Gibraltar e incluso llegaron a chocar contra las embarcaciones y empujaron o mordieron los timones.
“Hace 20 minutos nos golpearon unas orcas”, anunció el patrón del Team JAJO, Jelmer van Beek, después del incidente.
“Tres orcas vinieron directamente hacia nosotros y comenzaron a golpear los timones. Es impresionante ver a las orcas, unos animales muy hermosos, pero también ha sido un momento peligroso para nosotros como equipo. Quitamos las velas y redujimos la velocidad del barco lo más rápido posible y, afortunadamente, después de algunos ataques, se fueron… Fue un momento aterrador“, admitió Van Beek..
“Afortunadamente para los barcos de The Ocean Race, los encuentros con orcas han sido breves y relativamente benignos, aunque sin duda aterradores”, añadió la organización.
Dani Olmo tiene cara de alemán. Hubiera pasado perfectamente desapercibido el viernes por la tarde en el aeropuerto de Stuttgart, donde cientos de chavales y chavalas de su edad, con una lata (grande) de cerveza en la mano esperaban la salida de sus vuelos hacia Palma de Mallorca. Dani Olmo tiene cara de alemán, de guiri, del mismo modo que Nico Williams y Lamine Yamal, de esto ya hemos hablado, podrían estar en cualquier parque de España charlando con los colegas después del instituto. Dani Olmo tiene cara de alemán, del mismo modo que nueve futbolistas juegan en equipos vascos y presumen de ello, y de jugar con España, con mayor o menor entusiasmo, pero sin complejos.
Dani Olmo tiene cara de alemán, del mismo modo que Laporte o Le Normand tienen cara de franceses, pero son españoles adoptados. Dani Olmo tiene cara de alemán, del mismo modo que De la Fuente tiene cara de que le gustan los toros y rezar. Dani Olmo tiene cara de alemán, del mismo modo que Carvajal, Nacho y Joselu representan al club más competitivo del mundo, el más representativo de lo español. Dani Olmo, en fin, tiene cara de alemán, pero es español, del mismo modo que lo son, cada uno a su manera, los otros 25. Y de esta mezcla confusa ha surgido una familia con mayúsculas que esta noche, en Berlín, podría devolver a España al trono europeo 12 años después, convertirla, en solitario, en la selección que más Eurocopas tiene en toda la historia.
Para saber más
"Más allá de cualquier ideología que pueda tener cada uno, lo que hay en el País Vasco es una pasión por el fútbol. Me parece lo normal. Estamos nueve jugadores vascos en la selección". Dani Vivian, futbolista del Athletic nacido en Vitoria, respondía así a la pregunta de por qué los partidos de España tienen más de un 62% de cuota de pantalla en el País Vasco. Ocurre que lo del País Vasco no es una excepción. Las audiencias, brutales, de los partidos de España en esta Eurocopa, la instalación de cientos de pantallas en todo el país esta noche (también en San Sebastián, que pondrá una pegada a Anoeta, con Dj y todo) y el consumo masivo de información de la selección en redes sociales, especialmente en Instagram y Tik-Tok, hacen de este equipo un fenómeno tan potente como inesperado.
Inesperado porque, hace apenas un mes, cuando jugó su primer partido contra Croacia en el mismo escenario de la final de esta noche, un gesto pasó desapercibido. En el tercer gol, el centro fue de Lamine y el remate de Carvajal. El madridista, y madrileño, de 32 años, se fue con una sonrisa de oreja a oreja hacia el del Barça, catalán de origen marroquí, 16 años (la mitad) y en el abrazo, Dani le dio un beso al chaval. Era el primer síntoma visible de que Luis de la Fuente se había salido con la suya y había creado una familia entre las grandes y lujosas paredes del hotel Der Öschberghof, de donde el equipo no se movió hasta ayer mismo. Han seguido la misma rutina en el partido contra Albania, donde no había nada en juego, que en la preparación para el partido definitivo de hoy. La convivencia ha sido la mejor desde hace décadas, mejor incluso que las de los títulos de 2010 y 2012, a juzgar por los testimonios, fuera de los focos, de quienes estaban en aquellos tiempos.
Lamine bromea con Nico.AFP
La selección, tan heterodoxa, tan mestiza, ha pasado por todos los estados en esta Eurocopa. Comenzó convenciendo, incluso con un punto de suerte, ante Croacia, y luego desarboló a Italia, a la que ganó, sin embargo, con un gol en propia puerta, se sobrepuso al gol de Georgia en octavos tras pasar su peor rato aquí, enfrió una prórroga que se preveía caliente ante la anfitriona, a la que le hizo un gol en el último suspiro, y en su casa, y después también se levantó del gol de Francia para después, simplemente, controlar el partido. "No tenemos que hacer nada diferente a lo que hemos hecho hasta ahora", recuerda Dani Olmo, el que tiene cara de alemán, pero que no lo es. Es uno de los tímidos de un grupo donde los capitanes dieron voz ayer a Navas a modo de homenaje, pues hoy será su último partido.
La selección, tan heterodoxa, tan mestiza, tiene delante a Inglaterra, un equipo, parecía, con más talento individual, o con jugadores más caros, quién sabe. Un equipo que ha ido salvándose de situaciones dificilísimas (empató, en octavos contra Eslovaquia, a falta de 30 segundos) y que afronta su segunda final consecutiva de Eurocopa. La primera la perdió, en su santuario de Wembley, ante Italia en 2021. Un equipo que ha jugado, atendiendo a su once tipo, muchos más minutos que el once tipo de España, la selección que mejor fútbol ha hecho, sí, pero que mejores piernas ha demostrado, también. Y eso, las piernas, en una cita como la de esta noche, van a ser fundamentales.
Toda la plantilla, tras el entrenamiento.PABLO GARCÍARFEF
Si atendemos a eso de la experiencia, España juega su quinta final (tres victorias y una derrota) e Inglaterra apenas su segunda (esa derrota en 2021). Nacho, Joselu y Carvajal por España, Bellingham por Inglaterra, aspiran a sumar Champions y Eurocopa el mismo año. Se han enfrentado los equipos 27 veces (10 para España, 13 para Inglaterra, 4 empates), y así un montón de estadísticas que esta noche importarán nada. Es una final de Eurocopa. Y España, esta España de todos los diferentes, busca coronarse y unirse al mito en que se convirtió, con razón, el periodo 2008-2012.
El subcampeón de Copa, el equipo que perdió por penaltis ante el Athletic en la final de la pasada edición del torneo, sucumbió en dieciseisavos contra el líder del Grupo I de Segunda Federación. El Pontevedra venció al Mallorca en Pasarón con goles de Dalisson, Yelko Pino y Rufo. [Narración y estadísticas (3-0)]
Decepcionante actuación del conjunto que dirige Jagoba Arrasate, que el jueves disputará ante el Real Madrid las semifinales de la Supercopa de España. "Nadie pensaba en la Supercopa. Cuando pierdes 3-0 contra un rival de inferior categoría puede parecer que estás pensando en otra cosa, pero no es así. Es una dura derrota, hay que aceptarla y que nos duele porque estábamos centrados en este partido. Teníamos mucha ilusión puesta en la Copa, pero el Pontevedra ha sido mejor", subrayó el técnico visitante.
El equipo gallego jugó al ritmo que marcó el hispano-brasileño Dalisson, también destacado en la anterior eliminatoria, frente al Villarreal. Su disparo desde 25 metros supuso el primer tanto de la noche, a los 22 minutos. Fue el premio al esfuerzo de un Pontevedra valiente.
El repertorio de Dalisson
Antes, Chiqui ya había asustado con un disparo que se le marchó fuera por poco. Pero incluso con 1-0, el Pontevedra siguió atacando, como si fuese el equipo de Primera. Dalisson se tomó el partido como un escaparate para mostrar todo su repertorio. De sus botas nacieron casi todas las jugadas de ataque.
A la media hora, un pase suyo al espacio dejó solo a Xabi Domínguez ante el central, al que no consiguió driblar. Y acto seguido, el Mallorca dispuso de su única oportunidad del primer tiempo, clarísima. La defensa del Pontevedra reclamó fuera de juego, pero Hernández Hernández no señaló nada. Abdón Prats se quedó solo ante Manu Vizoso, aunque su remate se fue lamiendo el poste izquierdo.
El Mallorca mejoró con el paso de los minutos, pero el Pontevedra, que había perdido por lesión a Chiqui, golpeó nada más arrancar el segundo acto con otro golazo de Yelko Pino, una promesa de la cantera del Celta que no logró asentarse en el fútbol profesional.
Otra ocasión para Abdón Prats
En el minuto 55, antes de que Arrasate diese aire a su ataque con Muriqui, Dani Rodríguez y Larin, Abdón Prats desperdició una gran ocasión para el 2-1 con un remate que se le escapó por centímetros.
Entre el minuto 60 y el 67, el Pontevedra tuvo la sentencia. Con un sutil taconazo, Dalisson dejó solo a Álex González ante Leo Román, pero el capitán granate eligió la peor opción al buscar a Iago Novo en vez de rematar.
Y minutos después, Leo Román evitó el 3-0 con una gran mano al disparo desde la frontal de Dalisson y una espectacular estirada minutos después al potente tiro de Garay. El Mallorca respiró, pero no demasiado. Un monumental error de Copete al ceder el balón a su portero dejó solo al veterano Rufo, que no falló ante Leo Román.