Real Madrid – Atlético (18:30 h.)
Una vez olvidado el vodevil del inicio de temporada y con el perdón de su afición, el francés vive uno de sus mejores momentos. “Peso como en 2016, estoy muy fino”, explica.
La última vez que el Atlético de Madrid ganó en el Santiago Bernabéu, en 2016, fue con gol de Antoine Griezmann (0-1). La última vez que el Atlético no perdió en el Bernabéu en Liga, hace ya un lustro, también fue gracias a un tanto de Griezmann (1-1). Pero el francés no es sólo el sostén de las esperanzas rojiblancas en pretérito. En su visita de hoy, el equipo de Simeone se agarra a su talento, a su estado de forma y a su promesa: “Hay que romper la mala racha que tenemos aquí”.
Tras el Mundial, el Atlético es otro. Especialmente en cuanto a resultados. Y eso que tuvo que desprenderse de varias piezas: Joao Félix, Cunha y Felipe. Los rojiblancos han disputado 13 partidos y han ganado 10, aunque fue precisamente en el Bernabéu donde se dejaron la única opción de título que le restaba ya, en los cuartos coperos, tras otra infausta prórroga ante el eterno rival. En cinco de los últimos siete encuentros, ha dejado su puerta a cero. En Liga, sólo el Barça fue capaz de derrotarle en este tramo, en el que, al menos, ha recuperado su puesto Champions, objetivo de mínimos, algo que “se subestima”, según reivindicaba en la previa el técnico argentino.
Pero el lastre del comienzo de curso sigue siendo enorme. La segunda plaza que ocupa el Real Madrid todavía está a 10 puntos y la tercera de una Real Sociedad que no flaquea tampoco parece sencilla de remontar. De aquel Atlético, en el que Griezmann no podía disputar más de 45 minutos hasta que se solucionó su contrato con el Barça por el pago de 20 millones de euros, a este en el que es el principio y fin de todo lo que ocurre en el campo, hay un abismo evidente. Aquel extraño vodevil iba a acabar marcando los restos de la 11ª temporada de Simeone.
Encontrar su lugar
“Es determinante para nosotros, cuando está bien el equipo juega en otro nivel, tiene una circulación ofensiva para atacar que es de lo mejor. Nos permite tener más opciones”, admitió el Cholo tras el triunfo ante el Athletic. Esa tarde en el Metropolitano fue el culmen del momento Griezmann, de la dimensión que ha adquirido en un equipo en el que es principio y final. Además de la confianza, el francés, que en unas semanas cumple 32 años, parece haber encontrado al fin su lugar perfecto en el campo, aparentemente en punta junto a un delantero, pero implicado en la creación e incluso en la defensa: además del gol, ese día acabó recuperando nueve balones.
Con el pelo rosa y con chispa. “Estoy con el mismo peso que en 2016, muy fino”, cuenta en una entrevista con la Gazzetta, en la que recuerda su verano familiar en Ibiza como clave del momento actual: “A las 7 de la mañana estaba entrenando”.
Griezmann sonríe, desafía récords históricos del club con el que tiene contrato hasta 2026 y ya no hay rastro de rencor en las tribunas del Metropolitano hacia él. La afrenta de su salida al Barça ha quedado suficientemente saldada a base de esfuerzo, implicación y mucho fútbol. Esta temporada acumula siete asistencias y siete goles, aunque eso, el mordisco en la portería contraria, es lo que más persigue: “Me falta el gol que necesita el equipo. Siempre digo que es como una lata, hay que abrirla y luego ya viene solo”.
24 derbis a la espalda
Porque, después de su brillante Mundial, parece todavía más pleno: es el futbolista de Primera con más remates (30). Al Madrid le ha hecho ocho tantos en su carrera, siete de ellos en Liga. Como rojiblanco, se ha enfrentado al eterno rival en 24 ocasiones y ha ganado más que perdido.
En la visita al Real Madrid, donde el Atlético acumula seis años consecutivos sin conocer la victoria en ningún torneo -los dos últimos derbis ligueros en el Bernabéu se cerraron con un 2-0- Memphis Depay es duda y Rodrigo de Paul y Kondogbia son baja segura. Simeone, que se volverá a entregar a su líder, al tipo que más goles ha marcado en su era, podría plantar un tridente de canteranos en el medio: Koke, Saúl y Barrios.