La Policía ha anunciado la detención de cuatro sospechosos de orquestar una campaña de odio en las redes sociales contra el jugador del Real Madrid Vinicius. Los cuerpos de seguridad han informado en un comunicado que la investigación se inició a raíz de tres denuncias interpuestas por parte de LaLiga.
Según los agentes, los detenidos son aficionados del Atlético de Madrid de entre 24 y 26 años que no pertenecían al Frente Atlético. Estos sujetos incitaban a los aficionados a través de las redes para que asistiesen al estadio a proferir insultos con connotaciones racistas contra el jugador del Real Madrid. La campaña pedía que la gente fuera con mascarilla para no poder ser identificada al insultar a Vinicius. Uno de los detenidos era socio abonado y otro socio.
A los arrestados se les imputa un presunto delito de incitación al odio y no se descartan más detenciones, según informa este jueves la Jefatura Superior de Policía de Madrid en una nota.
LaLiga denunció antes del partido entre el Real Madrid y el Atlético esta campaña y pidió la detención de “los instigadores de una campaña de odio que busca promover actos racistas y vejatorios” contra Vinicius.
El encuentro, que terminó con empate a uno, será recordado por la suspensión temporal del partido en la segunda parte por el lanzamiento de mecheros de aficionados ultras del Frente Atlético hacia el portero del Real Madrid Thibaut Courtois, lo que supuso a la postre el cierre de esa grada durante un partido y una multa económica de 3.000 euros.
INVESTIGACIÓN
Por otra parte, la Fiscalía de Madrid ha anunciado este jueves la apertura de una investigación penal por el lanzamiento de objetos a Courtois durante el derbi del pasado 29 de septiembre. “Como primera medida, la Fiscalía ha requerido a la Brigada Provincial de Información para que elabore un informe sobre los hechos ocurridos durante el derbi y que, además, realice un análisis de las imágenes donde se aparezcan las personas que pudieron lanzar objetos al terreno de juego para proceder a su identificación. Se está a la espera de dichos informes”, ha informado la propia institución.
Siempre juntas, Ana y Fátima; siempre juntas, Peleteiro y Diamé. Compañeras de habitación en todas las concentraciones de la selección, compañeras de entrenamientos durante años a las órdenes de Iván Pedroso, ahora ya vuelven a ser compañeras en el podio. Como ya pasó el año pasado en Glasgow, en el presente Mundial ‘indoor’ de Nanjing las dos ya tienen un bronce. Si Peleteiro fue tercera el sábado en el triple salto, Diamé repitió su posición este domingo en el salto de longitud. Habrá celebración conjunta, de eso no hay duda.
Porque Peleteiro era favorita a la medalla, pero Diamé llegaba con muchas dudas. Una lesión en la pierna derecha le había obligado a un cambio de técnica exprés y, por sus marcas durante este invierno, se le suponía lejos de las mejores. No fue así. En su primer salto de la final, Diamé pegó un brinco que la llevó hasta los 6,72 metros y la colocó en el podio. Varias de sus rivales podían superarla -no era una marca imposible-, pero también podía ocurrir lo contrario.
RFEA / Sportmedia
La estadounidense Claire Bryant, universitaria hasta el año pasado, sorprendió con un salto de 6,96 metros que le llevó al oro y en el último intento la suiza Annik Kalin se hizo con la plata con una marca de 6,83 metros. Faltaban algunas referentes de la disciplina como Tara Davis-Woodhall, Malaika Mihambo o Larissa Iapichino, pero el bronce brilla igual.
"Estoy muy contenta. Como dije en el Europeo ha sido una pista cubierta muy dura porque he tenido que cambiar mi técnica debido a una lesión en la pierna derecha. No he tenido mucho tiempo para hacer los ajustes necesarios, pero me he sentido segura y estoy contenta de repetir medalla de bronce en el Mundial en pista cubierta. Siento que se acerca una buena temporada al aire libre", explicaba Diamé, que añadía: "Pensaba que podía llegar a 6,85 metros, pero es una medalla, no me voy a quejar. 6,72 metros es una marca que pueden saltar todas, así que yo no estaba para tranquila hasta al final, pero no he soltado el bronce".
El Athletic ha sido castigado por la UEFA con una sanción de 30.000 euros por los incidentes protagonizados por algunos de sus seguidores en el Olímpico de Roma. Asimismo, el Comité de Apelación del máximo organismo del fútbol europeo impone al club bilbaíno la prohibición de venta de entradas para el siguiente partido como visitante, aunque deja suspendida esta medida durante un periodo de prueba de dos años.
De este modo, la afición del Athletic podrá viajar a Bulgaria, donde su equipo se medirá el 7 de noviembre al Ludogorets en la cuarta jornada de la Europa League.
El club bilbaíno ha adelantado que, una vez disponga de toda la información pertinente, "hará públicas las medidas que se adoptarán contra las personas identificadas en los citados disturbios" y además "ejercerá las acciones legales que correspondan para repercutir el importe de la sanción" a los responsables.
La mitad que al Anderlecht
El castigo económico al Athletic representa la mitad de los 60.000 euros impuestos por la UEFA al Anderlecht, cuyos ultras protagonizaron el pasado 3 de octubre unos incidentes similares durante el duelo ante la Real Sociedad.
El pasado 26 de septiembre, un reducido grupo de aficionados rojiblancos prendió bengalas en Roma y lanzó alguna de ellas a la grada local, "contraviniendo las normas de seguridad y ensuciando la imagen de nuestra afición", según explicó el club. En dicho comunicado, mostraba su "más firme condena" ante los "inaceptables actos" de esos hinchas.
Tras el partido, Iñaki Williams y el capitán Óscar de Marcos ya hicieron saber a esa minoría que su actitud era "inadmisible". Durante la rueda de prensa, Ernesto Valverde se sumó a la condena de sus futbolistas: "Para todos nosotros el fútbol es una fiesta. Y esto no es fútbol, no nos gusta".
Más de una hora después de los graves incidentes que obligaron a suspender provisionalmente el derbi en el Metropolitano, el capitán del Atlético de Madrid, Koke, aparecía en sala de prensa. Tras valorar lo ocurrido llegaba la pregunta de este periódico acerca de si el club debía echar a sus radicales: "¿El Frente Atlético? [gesto de sorpresa]. El club tendrá que hacer lo que deba con sus aficionados, yo no soy quién para decir si tiene que echar a alguien o no de un estadio de fútbol".
En el club, directamente, dicen no reconocer al Frente Atlético. No reconocen al grupo como tal, y por eso, argumentan fuentes rojiblancas, no pueden actuar contra sus integrantes. ¿Por qué? Según estas mismas fuentes, el Frente Atlético "no es una peña del club". Es así porque, en diciembre de 2014, le fue retirada su condición de peña oficial. Entonces, el Atlético de Madrid lo hizo obligado por las circunstancias de que en el seno del Frente había ocho socios relacionados con el fallecimiento del seguidor del Deportivo de la Coruña, Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy. Era la segunda muerte achacable a este grupo de radicales tras la del seguidor de la Real Sociedad Aitor Zabaleta en 1998.
Simeone pide calma a la grada durante el derbi.
Sin embargo, la realidad choca contra este argumento puramente técnico. La realidad es que los jugadores siguen dotando al Frente de un tratamiento privilegiado respecto al resto de la afición, como lo demuestra el agradecimiento que les brindan tras cada partido, incluso tras el derbi del domingo. O diferentes gestos, algunos de ellos muy recientes, como la entrega de una camiseta al terminar el duelo con el Leipzig que les hizo Giménez en persona. Echando la vista atrás, también se puede ver recordar la mítica foto de Koke celebrando un título con la bufanda del Frente en la cabeza.
La realidad también demuestra, con un simple vistazo a las redes sociales del grupo radical, que son ellos quienes ocupan el Fondo Sur del Metropolitano. Cuelgan vídeos de sus cánticos, de sus homenajes a personas de tradición atlética que han fallecido o, simplemente, recuerdos de sus desplazamientos, como el del primer partido de la Liga de este año en Getafe. Pruebas más que evidentes de que el Frente Atlético sí existe y ocupa la grada del Fondo Sur del estadio del Atlético de Madrid. Sin embargo, al no formar parte del listado de peñas, argumentan en el club, no se puede hacer nada.
Los incidentes que rodean a este grupo se han sucedido en los últimos años y siempre tienen tintes delictivos. Desde las dracas, o quedadas para pegarse con aficiones rivales o entre ellos mismos, hasta incidentes racistas como cuando colgaron un muñeco de Vinicius de un puente en enero de 2023 bajo el lema "Madrid odia al Real". Algo que volvieron a demostrar el domingo.
Tan pronto el primer mechero cayó en el estadio Cívitas Metropolitano hacia la figura del portero del Real Madrid, Thibaut Courtois, en torno al minuto 65 del derbi, los servicios de Seguridad del Atlético de Madrid y la Policía sabían que su labor era identificar al agresor de esa acción y a los responsables de las posteriores.
Un miembro de seguridad del club retiene a un seguidor del Frente.
En total se contabilizaron seis mecheros, según fuentes del club, aunque, en estos momentos, solo hay una persona identificada a la que se le aplicará la ley y el reglamento del Atlético de Madrid. Este código, en su artículo 37, apartado d, califica de falta muy grave el "lanzamiento de objetos contundentes entre aficionados o al terreno de juego que puedan causar daños" y cita a jugadores entre las potenciales víctimas así como el agravio de que pueda provocar una sanción al club.
Según ha podido saber EL MUNDO la acción de este socio la califica la entidad como muy grave y la sanción que le espera, también recogida en el artículo 38, apartado C, del mismo código interno es la "pérdida de la condición de socio y prohibición de acceso a sus instalaciones de forma definitiva". La entidad, además, se reserva la posibilidad de interponer acciones legales, así como la reclamación de los daños y perjuicios sufridos. Por este tipo de hechos, la Ley Antiviolencia contempla sanciones de entre 3.000 y 6.000 euros.
Posible sanción al club
Este lanzamiento de objetos fue recogido tanto en el acta, como en el informe del delegado arbitral así como en el que elabora LaLiga. Estas pruebas documentales, así como las imágenes de los incidentes, serán analizadas el próximo miércoles por el Comité de Competición lo que, con toda seguridad, acarreará una sanción al club que podría ser tanto económica como de cierre parcial de la grada desde donde se produjeron los lanzamientos.
Sería la segunda sanción a la que se expone el Atlético de Madrid en menos de un año por culpa del fondo sur del estadio donde se ubica el Frente Atlético. La anterior fue por los insultos racistas a Nico Williams en la visita del Athletic de Bilbao en abril de la temporada pasada. Finalmente, el Comité de Apelación revocó la multa económica y el cierre parcial del Metropolitano porque el club actuó con la "máxima diligencia posible". ¿Está haciendo lo propio con el Frente?