Real Madrid – Celtic Glasgow (X/18:45 h.)
La francesa, protagonista del polémico Inglaterra-España de la última Eurocopa femenina, ha sido elegida mejor árbitra del mundo los tres últimos años.
Stéphanie Frappart será la primera mujer que arbitre un partido oficial del Real Madrid. Del equipo masculino, porque la temporada pasada también ella dirigió en el Camp Nou ante más de 90.000 personas la vuelta de los cuartos de la Champions femenina contra el Barça. Los focos de esta tarde (18:45 horas) serán los del Santiago Bernabéu, donde los blancos deben sellar la primera plaza del grupo contra el Celtic de Glasgow. La francesa ha sido elegida mejor árbitra del mundo tres años seguidos por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS), aunque no trae buen recuerdo para la afición española.
Frappart (Val-d’Oise, Francia, 1983) fue la encargada de dirigir el Inglaterra-España de cuartos de la última Eurocopa femenina, donde las anfitrionas empataron en el minuto 84 con un tanto en el que hubo una más que posible falta de Alessia Russo sobre Irene Paredes. “No les da la gana revisarlo porque estamos en Inglaterra”, dijo entonces la capitana de la selección, que recibió un codazo en el cuello de la delantera local. También arbitró el encuentro contra Alemania en la primera fase, aunque aquel sin más incidente que la derrota.
La carrera de Frappart es un cúmulo de primeras veces en el fútbol masculino. Fue la primera mujer que: arbitró un partido de la Liga francesa (2019); la Supercopa de Europa (Chelsea-Liverpool en 2019); un partido oficial de selecciones (Malta-Letonia, 2020); de la Champions (Juventus-Dinamo de Kiev en 2020); o la final de la Copa de Francia (2022). En 2018 dirigió la final del último Mundial femeninio y en Qatar será una de las tres primeras mujeres que arbitren en un Mundial masculino, junto con Salima Mukansanga (Ruanda) y Yoshimi Yamashita (Japón).
El problema, en la grada
Frappart empezó a interesarse por el arbitraje a los 13 años, más como una manera de conocer mejor las reglas que por ningún sueño de ser colegiada. Hasta que al empezar la carrera de Educación Física le tocó elegir entre las botas y el silbato. Se quedó con el silbato. Un gusto raro, reconoce ella misma. “Hace falta tener pasión para seguir en esto cuando te insultan cada fin de semana. Pero era un poco cabezota, y siempre había estado en un mundo de hombres”, explicó en una entrevista en Le Monde en 2019.
Asegura que de haber problemas por su condición de mujer es más en la grada que en el césped, donde el trato de jugadores y entrenadores es bastante correcto. Salvo por un incidente en 2015 en la segunda división francesa, cuando el entonces entrenador del Valenciennes, David Le Frapper, cargó contra ella por no haber señalado un penalti. “Es complicado para una mujer arbitrar en un deporte de hombres”, dijo. Un comentario machista que recibió una condena unánime.
De hecho, Frappart defiende que las mujeres deben someterse a las mismas pruebas físicas que los hombres para ser colegiadas. “Seguir a Kylian Mbappé a 37 kilómetros por hora no es fácil”, bromeó en Le Monde. “Los futbolistas no van a correr más despacio porque el árbitro sea una mujer”, añadió.
La del Bernabéu será para Frappart una más en la larga lista de primeras veces.