El “guerrero” Rondón, entre el boxeo y la UFC, vuelve al camino del Madrid: “Me entrego en cuerpo y alma por un Mundial con Venezuela”

Actualizado Sábado, 21 junio 2025 - 23:29

Salomón Rondón vuelve a ponerse en el camino del Real Madrid, como en la final de la última Copa Intercontinental celebrada en Doha, un cómodo triunfo de la galaxia blanca ante un Pachuca en dificultades. Ahora el momento se traslada a Charlotte en un Mundial de clubes al que 'Salo', a sus 35 años y después de una carrera que pasó por Las Palmas, Málaga o Newcastle, llega en el mejor momento de su vida. "Jugamos cada partido como si fuera una final y así será de nuevo ante el Madrid. No queda otra. Y pienso que esta vez será diferente a cómo fue la final de la Intercontinental. Estamos disfrutando y logrando objetivos con Pachuca, y eso me enorgullece", asegura en una charla con EL MUNDO.

El venezolano vive en México una segunda juventud: Viene de marcar más goles que nunca en año natural (36 en sus dos años en Pachuca), ha sido Pichichi, MVP de la liga mexicana y de la Champions de la Concacaf, donde se llevaron el título, galardones que le han valido una nominación al The Best como mejor delantero. "Hemos ganado títulos importantes, en especial la ConcaChampions y los dos trofeos que nos permitieron jugar la final de la Intercontinental contra el Madrid y esta experiencia en Estados Unidos", valora.

Rondón es un trotamundos. Ha jugado en LaLiga (Las Palmas y Málaga), Premier League (West Bromwich Albion, Newcastle y Everton), Rusia (Rubin Kazan, Zenit y CSKA de Moscú), China (Dalian Pro), Argentina (River Plate) y México con Pachuca. "Hace ya un tiempo que me toca ser uno de los jugadores con más experiencia y con más años. Debuté muy jovencito y ahora estoy en una etapa muy linda en la que debo disfrutar del tiempo que me queda. La responsabilidad es muy grande y no me quiero desenfocar del objetivo, que es ir al Mundial con Venezuela. Por eso me entrego en cuerpo y alma en cada partido, es lo que me motiva cada día a seguir", admite emocionado.

El secreto de esta juventud de Rondón, quizás el último tramo de su carrera, es el boxeo, un deporte que lleva años practicando y por el que adora a Muhammad Ali. Es clave en su entrenamiento diario y en su mentalidad, "un guerrero", cuentan en el Pachuca sobre él. Aunque en los últimos meses el deporte que le ha enganchado es la UFC.

Lleva el dorsal 23 en honor a Michael Jordan y tiene entre ceja y ceja llevar a su país al primer Mundial de su historia. "Siempre he dicho que sería la guinda a mi carrera, lo tengo muy claro. Sería algo para recordar, histórico y único. Ahora toca disfrutar de la experiencia del Mundial de clubes, pero ojalá podamos llevar a Venezuela al Mundial", añade.

Una hazaña impensable para un país que tiene en el béisbol a su primer deporte. También era así en la casa de Rondón, pero él siempre prefirió el balón: "Siempre me gustó el fútbol, es mi pasión. A los cuatro años empecé a tener un balón en los pies, y así sigo hoy. Nunca me llamó el béisbol, que como saben es un deporte muy seguido en mi país. Aunque no suelo seguirlo, estoy al tanto de todo, ya que en mi casa, mi hermano jugó a béisbol y mi padre a sóftbol".

Rondón será el capitán del Pachuca este domingo en el mediodía de Charlotte, nueve de la noche en horario español. Los mexicanos cayeron en su primer partido ante el Salzburgo pero mantienen sus opciones vivas gracias al empate entre el Madrid y el Al Hilal.

Gonzalo puede ser Joselu: la recomendación de Arbeloa, la necesidad de Xabi y el “no” temporal a varias ofertas

Actualizado Sábado, 21 junio 2025 - 23:25

Sin Kylian Mbappé ni Endrick, Xabi Alonso olvidó las supuestas jerarquías del vestuario y no dudó. Podría haber situado a Bellingham, Rodrygo o Vinicius en la posición de falso nueve, pero el tolosarra apostó por Gonzalo García, el único delantero centro disponible para el encuentro en Miami. Y el canterano, tras 25 goles con el Castilla y casi ningún hueco con Ancelotti, no decepcionó. Al contrario: marcó un gol, disparó más que nadie a puerta (cuatro lanzamientos) y terminó siendo elegido el MVP del partido. Ese gol y la valentía de Alonso al elegirle le dan muchas opciones para esta temporada. El Madrid sabe que necesita un perfil como el de Joselu y el joven atacante encaja a la perfección.

El año de Gonzalo ha sido extraordinario. A sus 21 años, fue Pichichi de Primera RFEF y anotó el gol que salvó al Madrid en Leganés en los cuartos de final de la Copa del Rey. Un cabezazo heroico que no tuvo ninguna incidencia en su tiempo de juego con el primer equipo. Fue el 5 de febrero, Carlo Ancelotti se lo llevó convocado a varios partidos y calentó en alguno, pero no volvió a tener minutos hasta el 14 de mayo ante el Mallorca (56 en las últimas tres jornadas), ya con todos los títulos del año decididos. «A Gonzalo le falta experiencia, pero lo está haciendo bien», aseguraba Ancelotti.

Tres meses de sequía inexplicable mientras seguía marcando goles a las órdenes de Raúl, consciente de que la llegada de Xabi Alonso al banquillo le abría muchas puertas en el primer equipo.

Porque en Valdebebas sus actuaciones no pasaban desapercibidas, especialmente para Álvaro Arbeloa, en constante contacto con Alonso. El ahora técnico del Castilla tuvo a sus órdenes al delantero en el Juvenil A, con el que logró el triplete y marcó 35 goles antes de liderar a la selección sub19 en el Europeo de 2023, y ha recomendado al futbolista desde entonces.

Por eso no es de extrañar que a la mínima necesidad, Xabi haya apostado por él. «Ya está hecho físicamente para el primer equipo. Es un animal», apuntan fuentes cercanas al vestuario. El calor y la humedad de Miami le dieron igual, al futbolista y a Alonso, y jugó los 90 minutos del encuentro.

Miembro de la Quinta de Nico Paz, Gonzalo observó cómo su compañero daba el paso de salir del club para tener su primera experiencia profesional en el Como italiano, pero no se desesperó. Sabía que su obligación era destacar en el Castilla, aprovechar sus escasos minutos en el primer equipo y analizar si podía tener alguna posibilidad en las primeras ligas de Europa una vez terminada la temporada.

Pero la llegada de Xabi, la disputa del Mundial de clubes, la lesión de Endrick y este último problema de Mbappé le han empujado al foco mediático. Las operaciones con él están totalmente paradas. Había levantado el interés de algún equipo de la Premier y de la Bundesliga, pero en Valdebebas se ve necesario su perfil rematador, con buen juego de espaldas y desmarque. Un estilo de colmillo. Mbappé es la estrella, Endrick el joven al que hay que moldear y Gonzalo aparece ahora como el rematador de área, con altura y buen juego aéreo, que el Madrid no tenía desde la marcha de Joselu.

«No da un balón por perdido, va a presionar y eso da muchos puntos. Creo que marcará muchos goles en el Madrid», decía el propio Joselu tras el encuentro ante el Al Hilal. El ex atacante del conjunto blanco le saca 10 centímetros a Gonzalo (192 contra 182), pero la voracidad del joven iguala el poderío de Joselu. Tiene potencia y salto. Y eso da mucho juego en un equipo como el Madrid, que suele embotellar a sus rivales en el área y que el año pasado, sin Joselu, sufrió para anotar en el tramo final de los partidos, cuando más encerrado está el equipo contrario en su área.

Estudiante de un doble grado en ADE y Business Analytics especializado en Big Data, prefiere quedarse como tercer delantero en el Madrid que salir cedido. Sabe que es un perfil diferente y que a Alonso no le tiembla la mano a la hora de dar oportunidades. No en vano, en la lista de convocados a Miami Xabi incluyó a diez futbolistas del Castilla y ante el Al Hilal terminó el duelo sustituyendo a Vinicius por el joven Víctor Muñoz y manteniendo a Gonzalo en la punta del ataque.

España se queda sin venganza y se despide en cuartos de final

España se queda sin venganza y se despide en cuartos de final

A veces los ánimos de revancha pueden pesar en la cabeza y en el corazón. No es bueno guardar el rencor dentro porque se enquista y puede nublar las intenciones. La ventaja es que no queda nadie de aquella final perdida en Georgia hace dos años frente a Inglaterra. Son las vicisitudes de la sub'21, vive en permanente y dinámica rotación. Queda el seleccionador, Santi Denia, que no lo ha olvidado y guardaba, como gran reto, conseguir el sexto europeo para nuestro país y desempatar con Italia en la cumbre. Ya no podrá ser. [Narración y estadísticas, 1-3]

España comenzó con un ciclón. No se habían cumplido 100 segundos y ya acumulaban tres disparos a puerta. El último, un golpeo de Diego López que impactó en el brazo de Cresswell, penalti de campo, anulado por el VAR. Absolutamente impredecible esto de las manos y más cuando el chut del asturiano iba destino portería. Pero ese empuje fue un espejismo fugaz, enseguida Inglaterra tomó el mando.

Denia salió con su plan A. Los once futbolistas fijos salvo el cambio obligado de Bueno por la lesión de Martín, ya en la primera jornada, y el de Moleiro por Torre, valorando el crecimiento del canario en el torneo. Jugadores que tenían ante sí el reto de volver a remontar, como hicieran ante Rumanía, ya que perdían por dos goles antes del minuto 15. El primero lo embocó McAtee a la salida de un córner tras varios rebotes. Y el segundo lo hizo Elliot aprovechando el rechace de Iturbe a un disparo de Quansah desde la frontal después de que Pubill se durmiera y habilitara a la estrella británica.

Los goles no generaron rabia en España sino que dieron más alas a los ingleses que salían sin dificultad de la tímida presión española y amenazaban la portería de Iturbe con un equipo, el de Denia, que parecía en shock. Dos faltas seguidas de Tárrega parecieron despertar un poco a los españoles. Mostraron al resto que hacía falta colmillo si no se querían ir a las primeras de cambio.

Los españoles encerraron a los británicos y en una gran combinación de Moleiro, Guerra y Joseph, el balón terminó en los pies del canario que regateó en una baldosa y forzó el penalti del futbolista del Liverpool. Anotó el valencianista y casi repite un minuto después con un disparo desde fuera del área. Ya llovía menos y las dinámicas, eso que tanto le gusta repetir a los entrenadores, habían cambiado.

El descanso sentó bien a los ingleses queamenazaron en dos córners y comenzaron a salir con más peligro. España estuvo dormida hasta la salida de Jauregizar y Moro, especialmente el segundo, un gran animador de encuentros, aunque estaba algo tocado de un muslo. El jugador del Valladolid brindó el empate a Guerra tras una pared con Moleiro. Pero el valencianista estrelló su doble remate en las manos de Beadle.

España volcó su juego descaradamente a la banda derecha porque Moro se iba todas las veces de su par, pero le empezó a faltar algo de continuidad y eso daba aire a los ingleses. En ese periodo de zozobra, a punto estuvo Inglaterra de alejar definitivamente las semis tras un saque de esquina, pero el remate de Hinshelwood se fue alto.

Faltó juego

Salió Jesús Rodríguez para equilibrar el ataque español y reactivar a los de Denia. Necesitaban más vértigo en los minutos finales y, sobre todo, más presencia en campo rival. Pero la continuidad no llegaba y las opciones pasaban por centros laterales muy complicados para Roberto, que había salido por Joseph, ante los corpulentos centrales británicos.

España se volcó buscando el empate que forzara la prórroga, pero la defensa inglesa era un muro y sus contras, muy amenazadoras. El acoso se quedó sin premio y la Rojita sin venganza. Un penalti en el descuento fue la puntilla. Lo anotó Anderson. Denia, que fue amonestado en el descuento, no podrá cumplir su sueño de lograr el sexto europeo y desempatar ante Italia en la cumbre de la sub'21. Una lástima, pero le faltó juego a esta Rojita.

Lamine Yamal juega al fútbol con unos niños en la mayor favela de Brasil

Lamine Yamal juega al fútbol con unos niños en la mayor favela de Brasil

Actualizado Sábado, 21 junio 2025 - 19:47

El delantero de 17 años del FC Barcelona, Lamine Yamal, jugó al fútbol con niños en una cancha de fútbol dentro de la Rocinha, considerada la mayor favela de Brasil, durante sus vacaciones por el país sudamericano, según informó el medio deportivo brasileño 'Ge'.

En el video divulgado se lo ve a Yamal descalzo, vistiendo la camiseta de la selección brasileña e intercambiando unos pases con algunos niños y adultos sobre una cancha de fútbol.

La favela, con una población de más de 72.000 personas, era uno de los planes que tenía en mente el joven al visitar el país durante el descanso del club catalán hasta el inicio de la próxima temporada.

Yamal, que viajó a Brasil con el objetivo de conocer a Neymar, cumplió su sueño y se reunió con el crack brasileño al que ha denominado su mayor referente en varias oportunidades. El jueves se mostraron jugando al futvóley y al basquet, e incluso paseando en carrito de golf por la mansión que tiene el astro brasileño en Mangaratiba, en el litoral de Río de Janeiro.

Yamal llegó inicialmente a São Paulo, donde aprovechó para conocer algunos puntos turísticos y degustar la gastronomía local.

El miércoles por la noche fue visto probando un helado en el famoso 'Beco do Batman', un callejón donde abundan murales de arte urbano y grafitis de artistas brasileños e internacionales, según medios locales.

Consolidado como una de las principales promesas del fútbol mundial, Lamine Yamal tuvo una destacada temporada con el Barcelona: marcó 18 goles y dio 21 asistencias en 55 partidos. También sumó tres goles y una asistencia en siete encuentros con la selección española.

Un 'herbívoro' Alcaraz se exhibe ante Bautista y jugará contra Lehecka en Queen's su quinta final consecutiva

Un ‘herbívoro’ Alcaraz se exhibe ante Bautista y jugará contra Lehecka en Queen’s su quinta final consecutiva

Carlos Alcaraz perdió su último partido ante Holger Rune el pasado 20 de abril, en la final del Conde de Godó. Desde entonces, suma 17 victorias consecutivas, las que corresponden a su primer título en el Masters 1000 de Roma, donde venció en la final a Jannik Sinner, a la revalidación de su corona en Roland Garros, donde volvió a derrotar al italiano en la final de las finales, y a sus cuatro triunfos hasta plantarse también en la final del ATP 500 de Queen's, donde este domingo (15.00 h., Movistar) buscará ante Jiri Lehecka su segundo título, tras imponerse en semifinales a Roberto Bautista por 6-4 y 6-4, en una hora y 29 minutos.

En 2023, en su debut en el torneo londinense, estuvo a punto de irse a la calle de entrada ante Arthur Rinderknech, el mismo a quien derrotó cómodamente en cuartos en esta edición. Entonces, algún consumado especialista televisivo comentó que le costaría años aprender a desenvolverse con éxito sobre hierba. Pocos días después de llevarse el trofeo en Queen's, derribó el imperio de Novak Djokovic y ganó el primero de sus dos títulos de Wimbledon. El 30 de junio abrirá el torneo en la Central del All England Club en busca del tercero. Nadie es más favorito que él para alzar la copa.

Una rotura en el tercer juego fue suficiente renta para que el murciano se llevara el primer set ante Bautista en un partido que gobernó desde el inicio, apoyado en la eficacia de su servicio (15 saques directos), en el resto y en su destreza en la red (12 de 15 en sus aproximaciones). El lenguaje de Alcaraz es universal. Una de sus recetas clásicas, ya exhibida de nuevo en Roland Garros, va aún más cargada de pimienta en la hierba. Se trata del servicio angulado que le permite abrir pista después con su derecha o, si fuera preciso, como lo fue en la última pelota del parcial, sellar con una volea baja cruzada de revés sin nada que envidiar al mejor de los especialistas.

Un adversario ejemplar

A sus 37 años, Bautista ha perdido jerarquía, pero no pasión. Pocos jugadores en los últimos tiempos han demostrado semejante cariño y dedicación por lo que hacen. En primera ronda salvó un punto de partido ante Nuno Borges y ha transitado por el torneo superando complicaciones. Siempre fue un tenista contracultural en el modelo español, alguien más capaz en superficies veloces que sobre arcilla. Semifinalista de Wimbledon en 2019, ganó en la hierba de Hertogenbosch en 2014 y disputó la final en Mallorca en 2022, también sobre pasto. Cuenta con 12 títulos ATP, el más reciente en Amberes, bajo techo, dos años atrás.

Los tres lustros de diferencia entre ambos y el mayor castigo con el que llegó Bautista, tras un duro partido frente a Rune, influyeron en el desarrollo de su tercer duelo, que tuvo el mismo vencedor que los dos precedentes. Alcaraz caminó con más holgura que la que dictaba el marcador. El break en el quinto juego del segundo set, tras encadenar una secuencia diabólica de derechas, le proyectó definitivamente hacia el partido definitivo, aunque hubo de salvar una bola de rotura en el octavo juego.

Campeón también en Rotterdam y Montecarlo, buscará su quinto título de 2025, vigésimoprimero de su carrera, ante Lehecka, 30º, que sorprendió a Jack Draper, segundo favorito, por 6-4, 4-6 y 7-5, para desconsuelo de la afición británica. Están 1-1 en el cara a cara, con triunfo del checo en el cruce más reciente, este año, en cuartos de Doha.

Márquez no da tregua y se impone en la 'sprint' de Mugello tras una gran remontada

Márquez no da tregua y se impone en la ‘sprint’ de Mugello tras una gran remontada

Actualizado Sábado, 21 junio 2025 - 16:10

Marc Márquez escribió una página más de lo que, por ahora, parece estar destinado a ser poco menos que un paseo triunfal hacia su noveno campeonato del mundo, el que sería el séptimo en MotoGP. En la sprint race del Gran Premio de Italia sumó un nuevo triunfo, aunque, por esta vez, dándole algo más de emoción de lo que parecía inicialmente. Un problema en la salida le llevó a caer desde la pole hasta, momentáneamente, la séptima posición, pero no tardó en ponerse las pilas y, con su estilo característico, acabó por encaramarse otra vez hasta la primera plaza en el arranque de la cuarta vuelta. Y, a partir de allí, solo su hermano Álex, a la postre segundo, como de costumbre, fue capaz de seguirlo de cerca mientras Pecco Bagnaia se veía condenado a conformarse de nuevo con el tercer escalón del podio.

«La verdad es que, en primer lugar, no sé exactamente qué pasó en la salida... Bueno, tal vez sí lo sé un poco... Lo cierto es que perdí posiciones, pero, en cualquier caso, dimos un buen espectáculo y pudimos ganar la carrera. Espero que toda la afición italiana haya disfrutado, porque la remontada ha sido muy chula», destacó el vigente líder del Mundial al término de la prueba.

«Lo he intentado al principio, vi que tenía algo más de velocidad e incluso en las primeras vueltas hubo una primera curva muy bonita, con los tres en paralelo. Quizás me pasé un poco con estas temperaturas, pero lo he intentado y me quedo con eso. El domingo, desde luego, volveremos a intentarlo», aseguró por su parte un Álex Márquez quien se encuentra ahora mismo a 35 puntos de su hermano en la clasificación. Una distancia que, en el caso del tercero en discordia, Pecco Bagnaia, asciende ya hasta los 98 puntos.

«Me siento un poco decepcionado, porque me gustaría haber brindado un mejor espectáculo a esta afición, pero esta temporada no me está saliendo todo aquello que sé que soy capaz de hacer, y es una pena. Trataré de recabar información para poder dar más en la carrera del domingo», señaló por su parte el italiano, cuyo nombre fue coreado con fuerza por el público que se dio cita en Mugello, buscando, quizás, la manera tanto de espolearle un poco más como de agradecerle su esfuerzo.

No en vano, en los compases iniciales de la prueba, Bagnaia fue capaz de ponerse en cabeza, aprovechando el fallo en la salida de su compañero en el equipo oficial de Ducati. En el arranque de la tercera vuelta, tras ese mano a mano entre los tres al que se refirió Álex Márquez al término de la sprint race, con todo, se vio superado por ambos hermanos y, poco a poco, fue quedándose cada vez a más distancia de ellos. Por un instante, pareció incluso que Maverick Viñales iba a poder aprovechar tal circunstancia para descabalgarlo del podio, pero el piloto de KTM, a la postre, tuvo que conformarse con el cuarto puesto.

En cuanto al resto de pilotos españoles, Raúl Fernández fue finalmente el octavo clasificado, Fermín Aldeguer cerró la zona de los puntos con la novena plaza, Joan Mir fue decimocuarto, Alex Rins, decimoctavo y Pedro Acosta, mientras, no pudo acabar la carrera a causa de una caída, tal y como les sucedió también a Johann Zarco y Brad Binder nada más empezar la prueba.

Olise apaga el sueño de la Bombonera de Miami y Boca Juniors necesitará un milagro en la última jornada

Actualizado Sábado, 21 junio 2025 - 05:12

El Bayern Múnich, y en concreto Michael Olise, apagó el sueño de la Bombonera de Miami, nombre con el que se conoce estos días al Hard Rock Stadium de los Dolphins de la NFL, inundado una noche más por decenas de miles de aficionados de Boca Juniors. Una fiesta xeneize al grito de "Dale Boca" que contra el Benfica empujó al equipo al empate y que ante los alemanes aguantó hasta el minuto 84, momento en el que el delantero galo anotó el definitivo 2-1. Boca necesitará un milagro en la última jornada: golear al Auckland City por más de seis goles y esperar un triunfo alemán ante Benfica.

Boca gritó, lo hizo su gente, sin parar durante los 90 minutos, en la previa y en el post, pero en el verde, donde se decide el fútbol, el Bayern fue superior durante gran parte del duelo. Después del 10-0 al Auckland City, los alemanes no bajaron el ritmo, asentaron su juego sobre el regate y la velocidad de Coman y Olise, siempre al son de Kimmich, y vio por fin cómo Harry Kane se estrenaba como goleador en el torneo.

La primera parte se disputó en el campo de Boca, especialmente cerca de la meta de Marchesín. Olise anotó un gol olímpico al poco de empezar el partido, pero el colegiado lo anuló, tras revisión de VAR, por falta al portero.

Antes del minuto 20, Harry Kane encontraba un rechace en el área tras un centro y definía de zurda, forzado pero efectivo, al palo izquierdo de Marchesín. El tanto fue un golpe a Boca, que no pudo reaccionar.

Los de Russo apenas pasaron del círculo central en los primeros 45 minutos y Coman casi puso el segundo un minuto más tarde. Olise no dejaba de hacer daño a la espalda de la defensa, siempre en un uno contra uno contra su par. Demasiado fácil para el francés, talentoso y técnico.

El galo tuvo la más clara de la primera parte cuando se plantó solo ante Marchesín tras un buen pase en largo. Trato de regatear al guardameta, pero el portero estuvo ágil para agarrar el balón.

Reaccionó Boca por un instante, con una ocasión de Zenon que despejó Neuer. Un espejismo en los 45 primeros minutos. Al descanso se llegó tras dos intentos de falta de Olise y Kane y con la misma superioridad germana.

El intermedio encontró a Boca en plena reflexión. El Benfica venía de ganar 6-0, por lo que más allá de los puntos eran importantes los goles. En la última jornada los lusos se miden al Bayern y los argentinos al débil Auckland City, por lo que cada gol era importante en el desenlace del grupo.

Despertó Boca, empujado por su gente, y Merentiel se inventó el golazo de la noche en el 66. El delantero recibió un pase al espacio, dobló con un autopase a Tah y definió con clase ante Neuer para hacer estallar al Hard Rock Stadium.

El empate no detuvo a Boca, que se vio superior por momentos a un Bayern tocado. Kompany metió a Musiala en el campo, pero el mediapunta alemán se volvió a lesionar. Y cuando parecía que Boca llegaba al Dorado del empate, Olise culminó una buena jugada colectiva, aprovechó un balón muerto en el área y de zurda completó un extraordinario partido.

Las cuentas de Boca son tan simples como difíciles en la última jornada: debe esperar un triunfo del Bayern contra el Benfica (los alemanes tienen los octavos asegurados pero necesitan una victoria o un empate para ser líderes de grupo) y golear al Auckland City para recuperar la diferencia de goles con los lusos. Ahora mismo Benfica tiene +6 y Boca -1. Si Benfica pierde por un gol, por ejemplo, Boca necesitaría ganar por siete, porque en el empate a diferencia de goles, las tarjetas amarillas perjudican a los xeneizes.

El clima pone en jaque al Mundial de clubes: quejas por el calor, suspensiones por tormentas y partidos con 3.000 aficionados

Actualizado Viernes, 20 junio 2025 - 23:42

Una señora se abanica en la grada y suspira que ya no puede más. El calor es sofocante. En el césped, Xabi Alonso usa el agua que sale de la manguera que riega la hierba para refrescarse la cara, y Vinicius y Jude Bellingham cogen dos de las toallas húmedas que habían dejado los asistentes del Real Madrid en una nevera para enfriarse la nuca. La temperatura alcanza los 35 grados en el Hard Rock Stadium de Miami, 40 de sensación térmica y 78% de humedad. «Ha hecho mucho calor», admite el técnico. A cientos de kilómetros de distancia, en Cincinnati, el Pachuca - Salzburgo se suspende temporalmente por la amenaza extrema de tormenta y los 5.282 espectadores que hay en el partido, segunda cifra más baja del torneo, deben abandonar el estadio. El clima ha puesto en jaque un Mundial de clubes de contrastes.

Hay dos Mundiales este mes de junio en Estados Unidos. El que se vive en California, Miami o Nueva Jersey y el que sucede en otras ciudades como Atlanta, Seattle, Orlando o Cincinnati. Uno con mucha afición, muchísima, con estadios llenos, fiesta en las calles y en las gradas y un ambiente digno del torneo que se imaginó Gianni Infantino. 80.619 personas llenaron el Rose Bowl de Pasadena para el PSG - Atlético y 62.415 vieron el Real Madrid - Al Hilal en Miami, 2.000 más que en el Al Ahly - Inter Miami que abrió el torneo en el sur de Florida. Y hay otro Mundial en la sombra, con las 3.412 personas que acudieron al Exploria Stadium de Orlando para ver el Ulsan Hyundai - Mamelodi Sundowns, con capacidad para 25.000 espectadores, los 5.282 aficionados del Pachuca - Salzburgo en Cincinnati, un campo de 26.000 fans, o los 11.974 del River Plate - Urawa en el Lumen Field de Seattle, un campo gigante para 68.000. Caso similar a los 22.137 que se dieron cita en Atlanta, con hueco para 71.000.

58% del aforo total

El contraste de ambiente y espectadores «extraña» a los equipos, como comentó Enzo Maresca, técnico de los blues: «Fue un ambiente extraño. Estaba casi vacío». La FIFA, sin embargo, saca pecho de la asistencia acumulada a los campos, que supera ya el medio millón en la primera semana de torneo: 556.369 espectadores y una media de 34.773, cifra con cierta trampa porque supone el 58% del aforo total de los estadios. Según datos de la organización, los estadounidenses son los que más entradas compran, junto a brasileños, argentinos y mexicanos. Los europeos, lejos.

La distancia con el viejo continente, las dudas iniciales por la competitividad en el torneo, el miedo por los posibles controles del gobierno antes y después de los partidos buscando a aficionados sin papeles han podido influir. Y también el calor, clave en todo esto. No todos los estadios tienen techo y para potenciar las audiencias de televisión la FIFA ha encajado los partidos en 'horario europeo'. Es decir, PSG, Atlético, Madrid, City o Juventus han jugado a mediodía en condiciones casi extremas.

«Me dolían los dedos de los pies», admitió Llorente. «Es imposible mantener un nivel alto los 90 minutos así. Es una buena hora para el aficionado europeo, pero se sufre», declaró Luis Enrique. «Es la primera vez en mi vida que siento un calor así», reconoció Anatoli Trubin, portero del Benfica. «Xabi nos dijo que con este calor tuviéramos más control del juego porque sino íbamos a perseguir sombras», comentó Trent Alexander-Arnold.

Cuatro suspensiones

El momento de más calor del año ha coincidido también con la época de tormentas eléctricas en Estados Unidos, cuya mayor probabilidad de aparición es entre las cuatro y las ocho de la tarde. Si la FIFA no tenía suficiente con algunos estadios vacíos y las quejas por los horarios y el calor, la organización ya ha tenido que suspender temporalmente cuatro encuentros por amenaza extrema, el último ayer, el Benfica - Auckland City en Orlando.

Según el Instituto Nacional de Seguridad contra Rayos (NLSI), el metal y los materiales conductores de los estadios los convierten en destino habitual de los rayos, y en concreto en Estados Unidos el peligro es real: durante 2024 se registraron 12 muertes por esa causa, cinco en Florida.

El Mundial de los 1.000 millones es también el del calor y los rayos.

El famoso gol de Atilano en otra lucha por el ascenso entre Oviedo y Mirandés: "Lo nuestro fue sólo un equipo asturiano que fastidió a Miranda"

El famoso gol de Atilano en otra lucha por el ascenso entre Oviedo y Mirandés: “Lo nuestro fue sólo un equipo asturiano que fastidió a Miranda”

Atilano Agüería (Muncó, Siero, 1953) podría ser un abuelo cualquiera que va a recoger a sus nietos al colegio para llevarlos a las instalaciones del Astur, donde entrenan ambos al fútbol. A sus 71 años ya se ha jubilado tras más de 40 trabajando en el ayuntamiento de la localidad asturiana de Pola de Siero, una población que dista casi lo mismo de Gijón que de Oviedo. Pero no son los gijoneses los que le tienen en su memoria pese a que "él es un poco más del Sporting", según revela a EL MUNDO, sino los carbayones por una hazaña que protagonizó hace justo 46 años.

A él siempre le gustó el fútbol y, tras comenzar en el club de su localidad, fichó por el Langreo de Segunda B donde el destino le tenía reservado un momento histórico un 17 de junio de 1979. Los langreanos ya habían conseguido la salvación ese año y en la última jornada iban a ser jueces del equipo que ascendiera a Segunda División. Los contendientes, les sonarán, eran el Oviedo y el Mirandés.

Los burgaleses tenían la sartén por el mango puesto que con un empate en esa última fecha les valía para alcanzar por primera vez en su historia el fútbol profesional. Los azulones, por contra, debían ganar al Pegaso y esperar que el Mirandés no puntuase contra, precisamente, el Langreo de Atilano. "Todavía me acuerdo de todo, son partidos especiales", rememora a este periódico.

"delantero reconvertido en lateral"

El primer detalle que le viene a Atilano sobre ese día es cuando paseaba por el campo de Anduva junto a un compañero y se encontraron a un señor con un bidón gigante con botellas de sidra y champán dentro. "No eches mucho hielo a ver si se te va a derretir", le gritó en broma su colega. Un grito que se convertiría en una premonición algunas horas después.

La última jornada de 2ªB comenzó unificada para que no tuviera ventaja ninguno de los aspirantes. "Nosotros íbamos allí a ganar y encima podíamos beneficiar a un equipo asturiano, me daba igual que fuera el Oviedo", cuenta Atilano. Transcurridos los primeros 45 minutos, la cosa pintaba mal para los carbayones, ganaba el Mirandés y ellos no habían conseguido marcar ante el Pegaso. Entonces anotó Herbera para los azulones en el 70 y 10 minutos después hacía lo propio Manzano para el Langreo. Pese a la unificación horaria, los ovetenses se iban a la caseta con el partido empatado en Miranda en su recta final. "El Oviedo tardó en meter su gol y nunca imaginó que íbamos a marcar, pero esperaban todos en el vestuario", explica el ex futbolista.

Así que llegó ese momento clave en la vida de un jugador y que comenzó con Atilano, un "delantero reconvertido en lateral derecho", haciendo una diagonal hacia el centro donde llegó al pase atrás de Mortera y empaló a gol desde la frontal. "Cuando metí el tanto pensé: 'Ay vamos a tener lío para salir'. Pero a nosotros nada, ni un mal silbido. La afición la tomó con el Mirandés'", describe.

Héroes o villanos

El Tartiere se desbordó de alegría y los jugadores retornaron al césped para festejar con los aficionados que esperaron confiando en el milagro y los que retornaron al campo tras iniciar la vuelta a sus hogares. "Me llamaron muchísimos amigos de la Pola después del partido para felicitarme", apunta un ex futbolista que volvería al campo del Oviedo unos días después para jugar un amistoso contra el club azulón. "Fue un agradecimiento por haber conseguido el ascenso y luego nos invitaron a cenar en un llagar de Colloto", revela Atilano sobre la 'supuesta' prima que recibieron por derrotar al equipo burgalés.

Casi medio siglo después no habrá intermediarios para dilucidar el equipo que ascienda no al fútbol profesional sino a Primera División, categoría que el Mirandés no ha pisado en toda su historia. "Con la ventaja del campo, yo creo que el Oviedo lo tiene en su mano y va a conseguir el ascenso", predice el ex jugador, pero no se quiere mojar en quién será el héroe que logre obrar ese "nuevo milagro". "Que fuera Santi Cazorla sería el colofón porque el hombre dio y da todo lo que tiene", desea.

Este 21 de junio, es el partido de vuelta en el Tartiere entre Oviedo y Mirandés con ligera ventaja para los visitantes que ganaron 1-0 en Anduva. Pero, como dice el ex futbolista y ex entrenador del Siero, Navia, Tuilla y Sariego, entre otros: "Lo nuestro fue sólo un equipo asturiano que fastidió a Miranda". De hecho, el equipo burgalés volvió a Tercera años después mientras que el Oviedo alcanzó la Primera División. El sábado será una moneda al aire. Si cae cara, ambas hazañas serán recordadas por Atilano y sus compañeros de la selección asturiana, en la que jugó con 16 años, y con los que se sigue juntando, "menos tres que ya no están", en cualquier llagar de la zona, quizás el de Colloto. Si cae cruz, el Mirandés habrá podido consumar la venganza del gol de Atilano.

Andrés Feliz es el líder: una exhibición defensiva del Real Madrid anula al Valencia en el primer round

Andrés Feliz es el líder: una exhibición defensiva del Real Madrid anula al Valencia en el primer round

El dominicano determinante en el primer round de la final ACB fue Andrés Feliz y no Jean Montero. El base del Real Madrid, tan de menos a más en su primera temporada en el Madrid, de pie anoche las mismas tribunas que hace no tanto sospechaban de él y de su fichaje, lideró a un equipo determinado y sin fisuras, capaz de anular al ataque más asombroso que comprobó la liga en los últimos años y de poner el 1-0 que es el mejor de los augurios. [89-75: Narración y estadísticas]

No lo fue para el Madrid hace ocho años, cuando los taronjas, también de Pedro Martínez, se recompusieron para ganar su primera ACB con tres triunfos de carrerilla en cinco días. Radicalmente tendrá que cambiar el Valencia Basket esta vez, tan irreconocible como su líder, un Jean Montero que fue paradigma del desacierto y la espesura. Se quedó en tres puntos, un acierto de nueve intentos, tan seco como sus compañeros, que acabaron arrojando la toalla tras el demarraje local al comienzo del último acto.

En ese acelerón brutal del Madrid, con Feliz tocando a rebato, sin respuesta alguna de los visitantes, se zanjó el primer asalto de una final que prometía más igualdad y espectáculo. El Valencia se encontró enfrente a un Madrid sin fuegos artificiales, pero serio y seguro de sí mismo. Tanto tiene que ver en estos inicios la experiencia, quien tantas veces estuvo en semejante escenario y quien no lo hizo jamás: ningún jugador de Pedro Martínez había disputado nunca una final.

La primera parte fue por momentos un desvarío. Se sucedían los tiros absurdos y precipitados, tan rápidos como desviados; a veces el baloncesto ofensivo, mal concebido, puede resultar aterrador. El Madrid, aplicado en defensa como en sus mejores tardes, había conseguido desarbolar a un Valencia que amaneció con dos triples en un minuto, pero luego lanzó y lanzó sin sentido. Pero los blancos tampoco andaban como para florituras. Tras el inicio asestaron un parcial de 11-0, luego Llull hizo seis puntos seguidos pero tampoco consiguió abrir demasiada brecha.

Fue Tavares el que pronto hizo mella, demasiado en la pintura para los pívots taronjas. Y eso que una de sus primeras acciones fue un fallo tonto seguido de una falta igual de tonta. Pero el gigante es capaz de rehacerse, de olvidar el error y continuar con su labor de zapa. Se fue con 10 puntos y sin ningún rebote al descanso, ahí donde el Valencia al que le viene costando bien poco pasar de 100 se había quedado en 32 puntos sólo tres de ellos de Montero.

Algo tenía que cambiar Pedro Martínez, el último entrenador que ganó en el Palacio al Madrid en ACB (hace 29 partidos, aún dirigía al Manresa). Y su Valencia pareció otro a la vuelta, más veloz todavía, para no dejar a la defensa del Madrid aplicarse. Apareció rotundo Brancou Badio (15 puntos en ese tercer acto), el senegalés que ya destrozó al Tenerife en el tercer partido de semifinales. Un parcial de 4-16 para ponerse por delante.

Y para encender también los motores del rival. Porque, ahora sí, el duelo devino en la batalla ofensiva que prometía. Tavares seguía a lo suyo y a Badio le contestó un gran Andrés Feliz, quien con dos triples seguidos devolvió la ventaja al Madrid (62-55).

Iba a ser el principio del fin del Valencia, el acelerón que le iba a dejar grogui. Más de Feliz, Bruno Fernando, Musa... Y un Llull tan breve como certero. Cuando se quiso dar cuenta, el Valencia estaba 18 abajo. El domingo, segundo episodio, otra vez en el Palacio.