Mohammed Ben Sulayem, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), ha decidido recrudecer su lucha contra el lenguaje grosero en la Fórmula 1. A dos meses del inicio del Mundial 2025, la FIA ha actualizado su Código Deportivo Internacional, que sancionará con mano dura la mala conducta de los pilotos y sus palabras malsonantes, tanto en el coche como en las ruedas de prensa.
Las directrices del nuevo apéndice prevén fuertes sanciones económicas, la retirada de puntos o incluso la suspensión en caso de reincidencia. En el caso de la Fórmula 1, las multas oscilan desde los 40.000 euros por una primera infracción hasta la deducción de una cantidad no especificada de puntos en el Mundial.
Los comisarios serán los encargados de decidir las sanciones por “conducta inapropiada”, definida en el artículo 20 del Código Deportivo de la FIA, como “el uso general de un lenguaje ofensivo, insultante, grosero, descortés o abusivo” y los actos de “agresión” e “incitación”.
La guerra con Verstappen
También se multarán “las declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales que violen de forma notable el principio general de neutralidad promovido por la FIA”, con el añadido de que el infractor tendrá que ofrecer una “disculpa pública y repudie dichos comentarios”.
Estas medidas pueden agravar más el conflicto abierto entre Ben Sulayem y los pilotos del Gran Circo, con Max Verstappen al frente. El pasado diciembre, el tetracampeón mundial tuvo que cumplir unas horas de servicio comunitario en Ruanda tras calificar como “jodida” la situación de su coche tras el pasado GP de Azerbaiyán.
A sólo unos meses de concluir su mandato, el dirigente emiratí ha optado por más medidas severas, como la vigilancia en las protestas a los comisarios. Según el artículo 13.7 del nuevo código de la FIA, no se aceptarán bajo ningún concepto y se considerarán “inadmisibles” las quejas a las decisiones de los jueces en el ejercicio de sus funciones.