En cualquier otra circunstancia, la convocatoria de Lamine Yamal, 16 años, del Barça, hubiese sido la noticia del día. Pero claro, la confirmación de la llamada vino después de la rueda de prensa sobre los aplausos a Rubiales, así que ha quedado un poco tapada. Pero, más allá de esa circunstancia, la llamada es noticia, y de las importantes. Porque, si debuta, que lo hará, será el más joven de la historia, superando por mucho a Gavi.
El extremo del Barça podía jugar con Marruecos, país de origen de su familia, y Marruecos lo intentó, pero el chico, que ha jugado con España en todas las categorías inferiores, dio el sí a Francis Hernández y a Vicente Blanco, responsables de las categorías inferiores, que fueron a verle hace unas semanas a Barcelona. “Está tocado por la varita de Dios”, “es genial”, le definió el seleccionador, ya más relajado después del trago de la primera rueda de prensa.
Otro nombre propio, aunque no estaba, fue el de Borja Iglesias, que anunció que no jugaría más con España mientras las cosas no cambiaran en la Federación: “Borja no viene por motivos exclusivamente futbolísticos, aunque por supuesto, respeto mucho su opinión, como no puede ser de otra manera”.
El tema es que España se juega mucho en estos dos partidos ante Georgia (viernes 8) y Chipre en Granada (martes 12), porque después de perder en Glasgow contra Escocia, el grupo de clasificación se ha complicado.
Convocatoria
Porteros: Unai Simón (Athletic Club), Kepa Arrizabalaga (Real Madrid), David Raya (Arsenal/ING)
Defensas: Dani Carvajal (Real Madrid), César Azpilicueta (Atlético de Madrid), Robin Le Normand (Real Sociedad), David García (Osasuna), Pau Torres (Aston Villa/ING), Aymeric Laporte (Al-Nassr/KSA), Alejandro Balde (Barcelona), José Luis Gayá (Valencia)
Vasyl Ivanchuk es un ídolo para los aficionados al ajedrez. Llamado a ser el sucesor de Karpov y Kasparov, en 2016 se proclamó campeón mundial de ajedrez rápido. Fue la venganza de un 'viejo' superando en velocidad mental a los jóvenes. Había sido número 2 varias veces, entre 1991 y 2007, pero siempre le faltó un peldaño para ganar la corona del ajedrez clásico.
Con 55 años, ya no sueña con volar tan alto, pero mantiene una aspiración sorprendente, regresar a la élite: "Tengo que cambiar algo en mi preparación, probablemente también en mi vida, si quiero superar de nuevo los 2700 puntos Elo". Al límite de la falta de respeto, se hace necesario repreguntar; es una meta increíble para un jugador tan veterano: ¿Aspira a superar los 2700 de nuevo?. "Sí", responde con firmeza.
Ivanchuk cuenta esto durante el Sunway Festival de Formentera, donde jugó después de participar en otro torneo abierto en San Vicente del Raspeig. Quizá porque nunca llegó a reinar, el viejo león sigue en activo y participa en torneos abiertos, donde se mezcla con los aficionados. Vive en Ucrania, pero siempre que puede viene a nuestro país y habla un español correcto. Los 'open' no son el mejor modo de regresar al Olimpo y ahora está más cerca de los 2600 puntos que del listón elegido, que antes saltaba con soltura. Su récord personal, 2791, supera el de Karpov.
Vasyl es un genio y un soñador. Nacido en la pequeña ciudad de Berezhani en 1969, es uno de los pocos jugadores que entiende el ajedrez tan bien como Magnus Carlsen y sus predecesores, pero al contrario que ellos, además de admiración suscita ternura. Es quizá el amante más fiel que ha tenido el juego de las 64 casillas en las últimas décadas. "Amo el ajedrez. Es apasionante. Siempre puedo descubrir algo nuevo, encontrar nuevas ideas. Hay una lucha en cada partida, con cada oponente. Es bastante estresante como deporte, pero es un proceso muy atractivo". "El dinero también es importante, pero sobre todo es mi pasión. Es muy difícil imaginar mi vida sin ajedrez", remata.
"No hay ninguna zona tranquila"
En San Vicente y Formentera era imposible no reparar en su figura. Suele pasear en solitario, perdido en sus pensamientos, a menudo con su chaqueta de chándal del Real Madrid, costumbre que inició en Linares más por superstición que por verdadera afición.
Durante las partidas, su sufrimiento es a veces evidente. La guerra lo atormenta y sobre algunos asuntos pasa de puntillas: "Vivo en Ucrania y allí ahora no hay ninguna zona que sea totalmente tranquila. No puedes entrenar normal. Hay mucho estrés. También se pasa algo de miedo, no demasiado quizás, pero hay miedo".
Vasyl Ivanchuk, en el Gran SuizoMaria EmelianovaFIDE
¿Con los años se deja de sufrir un poco, al menos en el tablero?
Con algunas derrotas sufres más y con otras menos, pero en general no es fácil.
Seguramente entiende mejor el ajedrez que cuando tenía 20 años, pero es inevitable que los resultados sean peores.
El ajedrez ha cambiado mucho con los ordenadores. Ahora se hace otro tipo de preparación y no tengo tanta energía. Claro que entiendo bien el ajedrez, pero puede ser insuficiente.
¿Hay algún secreto para retrasar el declive?
No lo sé. He comprobado que baja mi Elo, así que, por supuesto, tengo que cambiar algo. Son tiempos diferentes y yo también soy diferente. Hay cosas que debo mejorar, no solo en ajedrez, también en mi vida. Es urgente.
¿Son cosas que dependen de usted o de otros?
Algunas dependen de mí y otras de otras personas, lo que puede ser más complicado.
Siempre se dijo que tenía una memoria prodigiosa. Si fuera joven, ahora sería una gran ventaja. En el ajedrez actual hay que retener muchísima información.
Nunca me he quejado de mi memoria, pero ahora hay variantes de computadora casi imposibles de recordar. Mi memoria me ayuda mucho si las jugadas son lógicas, no tanto si son variantes de módulo, extrañas para la lógica humana.
¿Los ordenadores han demostrado que no sabemos tanto?
Podemos descubrir otras posibilidades, pero también es muy importante no arruinar tu estilo, tu visión del ajedrez. Usar el ordenador demasiado no es útil en la práctica.
¿Cree que los jugadores jóvenes que sólo han conocido los ordenadores tienen alguna carencia?
Depende de cada persona. Por supuesto, es muy malo si el jugador no quiere pensar con su cabeza y tiene la costumbre de verlo todo con el ordenador, pero si tiene un buen control puede descubrir algo sin arruinar su estilo.
¿Usted se maneja bien con los ordenadores?
No.
Pero a pesar de todo es imprescindible utilizarlos.
Estoy probando, pero no soy ningún especialista. Para mí es un problema.
Vasyl, durante el Sunway Chess de FormenteraFederico Marín Bellón
Cuando lo ven paseando, los aficionados se preguntan si piensa en ajedrez todo el tiempo.
Por supuesto, no puedo todo el tiempo, pero sí bastante, porque es mi trabajo y mi pasión.
¿Reflexiona sobre algo concreto?
Cosas diferentes, pero lo más frecuente es que sea alguna posición concreta para analizar y encontrar nuevas ideas. No todas son correctas, pero es un proceso creativo.
Cuando se enfrenta a un aficionado en un abierto, ¿estudia antes sus partidas?
Me gusta verlas, sí, entender su estilo, su repertorio y otras cosas. Después decido qué jugar.
Vasyl Ivanchuk habla de aspectos técnicos en los que el ajedrez ha cambiado y apunta algunos nombres de jóvenes brillantes, como el indio Gukesh, próximo aspirante al título mundial, y su compatriota Praggnanandhaa. "Están también Keymer y Firouzja, pero ahora no me parece que esté jugando tan bien", añade sobre el francés. "No lo conozco tan bien para darle consejos y tener conclusiones definitivas, pero su nivel actual no me parece el de un campeón del mundo. Puedo equivocarme, por supuesto".
Sobre sí mismo, Ivanchuk insiste en hablar del presente y no tanto de su pasado: "Es difícil psicológicamente. Es normal jugar peor que antes, pero no me siento a gusto con los resultados, las malas jugadas y otras cosas, como algunas tablas muy cortas. Tengo que hacer algo con esto".
Ivanchuk, durante el Sunway Chess de FormenteraFederico Marín Bellón
De alguna manera, también volvemos a la guerra, imposible de olvidar incluso en el tablero. Ivanchuk recuerda un suceso reciente: "Cuando estaba en Alicante, mis amigos de Odessa me pidieron que diera una clase para niños ucranianos. Los organizadores y los padres me pidieron que la diera en ruso. Luego apareció un artículo muy negativo sobre mí. No es agradable. Solo hice lo que me pidieron, porque en Odessa generalmente entienden mejor el ruso. ¿Qué podía hacer?".
¿Tiene problemas personales con algún jugador ruso?
Si es un jugador como yo, no tengo problemas en mis relaciones.
¿Les prohibiría jugar el torneo de Candidatos?
No es mi responsabilidad, pero respeto claramente a Nepo, a Grischuk y a otros que han cambiado de federación o de país. Miro a las personas, más que su nacionalidad.
Los ajedrecistas viven anticipando jugadas, pero Ivanchuk admite la paradoja de no saber cuáles serán sus siguientes pasos. "No sé qué voy a hacer en un futuro cercano", asegura. "Cuando era un niño tampoco pensaba en si sería profesional. Solo jugaba. Todavía juego, sin planificar".
¿Se ve como entrenador? "Me gusta explicar cosas. Todavía no lo he hecho mucho, pero por problemas de organización. Si alguien me ayuda, podría hacerlo más regularmente. Tengo una escuela en Ucrania, pero no es fácil desarrollarla". En España también ha dado algún paso en este camino, pero no quiere adelantar demasiado.
¿Sería capaz de empezar a entrenar a un chico joven y subir su nivel muchísimo? "Podría ser. Es un reto". Surge el nombre de Faustino Oro, un niño argentino de 10 años que ahora vive en España y aspira a convertirse en el gran maestro más joven de la historia. "Podría probar con él o con otros", dice Ivanchuk. "Sería interesante para mí también".
La charla sigue sobre mil asuntos de actualidad, pero regresa de forma inexorable a la búsqueda interior del propio Ivanchuk: "Para mí es muy importante entender quién soy yo ahora. No soy el mismo que antes, claramente, soy peor. Por eso saberlo es tan importante para mí".
Pecco Bagnaia se resiste a tirar la toalla. El italiano sabe muy bien que sumar por tercera vez consecutiva el campeonato del mundo de MotoGP es una misión dificilísima, pero esta dispuesto a pelear por ello hasta el final. Por lo pronto, con su triunfo en la sprint race del último gran premio de la temporada, que se celebra en Montmeló a causa de los estragos causados por la DANA en Valencia, ha logrado provocar que todo se decida finalmente este mismo domingo.
Jorge Martín, con su tercer puesto, lo tiene todo a favor para ver finalmente cumplido su gran sueño. Incluso en el caso de que Bagnaia logre imponerse en el último domingo de carrera, únicamente necesita sumar siete puntos más para ver cumplido su sueño. Un noveno puesto, en este caso, sería más que suficiente. Algo que, visto su rendimiento a lo largo del presente campeonato, se antoja como algo mucho más que factible.
A pesar de su ventaja, Martín firmó un arranque de carrera cargado de energía, en el que incluso le discutió el primer puesto brevemente a un Bagnaia que salió con el cuchillo entre los dientes. Viendo el fuerte ritmo que imponía su gran rival, el de San Sebastián de los Reyes volvió a hacer gala de esa actitud más cerebral que ha exhibido en las últimas pruebas de este campeonato y se dedicó a mantener las distancias.
Con el vigente campeón cada vez más lejos, su pulso particular fue con un Enea Bastianini más que dispuesto a cumplir con el guión para que su compañero de equipo pudiera seguir acariciando la opción de sumar su tercer título consecutivo en MotoGP. El madrileño, en este caso, peleó inicialmente a brazo partido con él y logró rodar segundo durante gran parte de la prueba, pero, tras un arreón final del transalpino, apostó por una mentalidad más conservadora que, a la postre, le permitió subirse al tercer escalón del podio.
"He competido, me ha fallado la elección del neumático delantero, pero lo del domingo ya es otra historia. El objetivo será algo similar: iré a por todas. Estamos en una buena línea de trabajo e intentaremos cerrar el título", aseguró Martín al término de la sprint race.
"La salida ha sido increíble y después todo me ha resultado más sencillo. Iba detrás de Jorge, traté de acortar las distancias y, al final, le adelanté en la última vuelta. Ha sido un podio inesperado, después del fin de semana que estamos llevando, pero estoy muy contento", terció por su parte Bastianini.
"El trabajo que se tenía que hacer está hecho, pero habrá que repetirlo. Ya veremos qué nos depara la carrera, pero ahora mismo estoy muy contento", sentenció por su parte un Bagnaia que se mostró del todo intratable durante gran parte de la prueba.