El análisis sobre el arbitraje español obliga a mirar más allá de las fronteras de LaLiga, donde los datos arrojan una visión de respeto, aunque no exenta de polémica. Los colegiados y colegiadas son designados por FIFA y UEFA de manera habitual para dirigir partidos de sus competiciones internacionales de clubes y selecciones y tienen un especial reconocimiento en labores de Videoarbitraje (VAR), pero también son reclamados para dirigir los comités técnicos de otras federaciones o impulsar el arbitraje en ligas emergentes como la saudí.
España es el país europeo con más árbitros, principales, asistentes y de VAR, reconocidos con la escarapela FIFA, un total de 51 entre hombres y mujeres en este 2025. Esa cifra solo la supera Argentina y Brasil. El máximo organismo internacional eligió solo al trío de Mateu Lahoz como árbitro de campo en su última gran competición, el Mundial de Qatar, por detrás de los dos de Brasil, Francia o Inglaterra. El valenciano dirigió tres partidos pero quedó marcado por los cuartos de final entre Países Bajos y Argentina, un duelo muy tenso que provocó críticas de los dos equipos más por la gestión (mostró 16 amarillas) que porque hubiera cometido errores groseros.
Esa representación se vio, sin embargo, incrementada en el VAR. El Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la RFEF fue el único que estuvo representado por tres colegiados: Martínez Munuera, De Burgos Bengoetxea y Hernández Hernández. A la FIFA le agrada el desempeño de los españoles con esta herramienta puesto que en la primera final de sus competiciones con VAR, el Mundial Femenino en 2019, puso acento español con Sánchez Martínez y Del Cerro Grande. En la final del Mundial de Clubes de ese mismo año, el videoarbitraje estuvo controlado por Martínez Munuera, al que cogería el relevo el canario Hernández Hernández en el 2023.
En el ámbito UEFA, España tiene presencia en el Comité de Árbitros de UEFA, presidido por el italiano Roberto Rosetti al que acompañan la checa Dagmar Damková, el esloveno Vladimir Sajn, el neerlandés Björn Kuipers y el español Carlos Velasco Carballo. Además, tiene cinco colegiados en el llamado grupo Élite, como Italia e Inglaterra, que son los encargados de pitar en Champions y las finales continentales. En ese grupo, que se revisa cada seis meses, estarán al menos hasta junio tres hombres, Gil Manzano, Sánchez Martínez y Hernández Hernández, y dos mujeres, Marta Huerta de Haza y Olatz Rivera Olmedo.
De hecho, los datos UEFA son muy ilustrativos. En las últimas 10 temporadas, hablando de los torneos europeos de clubes y de las rondas finales (de octavos hacia adelante) los colegiados españoles han arbitrado una media de 25,7 partidos sobre un total de 174 (87 de Champions y 87 de Europa League). Es decir, casi el 15% de los partidos, una cifra nada despreciable, teniendo en cuenta además que han sido años en los que el Madrid ha ganado seis Champions, el Atlético ha jugado dos finales, el Barça ha ganado otra y el Sevilla ha levantado cinco Europa League.
Munuera Montero, tras expulsar a Bellingham.AFP
En la temporada en curso, los españoles han arbitrado en la máxima competición europea masculina 11 partidos, cinco de ellos Sánchez Martínez. En la campaña 22/23, fueron los colegiados más designados en los torneos europeos, con 16 partidos en Champions. Eso sí, en la siguiente campaña, la pasada, la cifra cayó a siete. Las últimas finales las dirigieron sobre el césped Mateu Lahoz (Champions 2021), y Del Cerro Grande (Conference League 2023) y auxiliando desde el VAR estuvieron en la final femenina de 2020 Sánchez Martínez y De Burgos Bengoetxea. La razón de la ausencia de colegiados en estas fases finales es, en parte, por la continua presencia de equipos españoles, pero hay quien señala también el efecto mediático del caso Negreira, que los puso en el foco de las críticas en España.
Estos cinco colegiados Élite acuden semestralmente a seminarios organizados por el Comité de Árbitros de la UEFA en los que evalúan sus actuaciones y se establece este ranking. La polémica que persigue al arbitraje en LaLiga tuvo reflejo en que la UEFA sólo se designada a un árbitro de campo para la pasada Eurocopa, que fue Gil Manzano. El extremeño fue de los primeros en hacer las maletas tras pitar sólo el Austria-Francia, donde erró al no conceder un clarísimo saque de esquina a los austriacos y que, del saque de puerta, naciera el gol de la victoria de Francia. En el VAR, esta vez tampoco hubo mayoría: Alemania tuvo tres representantes frente a los dos españoles, Hernández Hernández y Martínez Munuera.
Otras Ligas
Ahora bien, pese al fallo de Gil Manzano, la UEFA envió al español como representante del arbitraje europeo a la Copa América en cumplimiento de la alianza que cerró con la Conmebol y que trajo al argentino Facundo Tello a la Eurocopa.
Al margen de los organismos internacionales, los colegiados españoles son reclamados por otras competiciones. En los últimos tres años han sido llamados en Turquía, Chipre, Egipto, Grecia o Arabia. De hecho, la Saudí Pro League tentó a Mateu Lahoz y tiene al frente de los asistentes a Roberto Díaz Pérez. En abril del pasado año, un equipo arbitral acudió a videoarbitrar las últimas, y tensas, jornadas en Turquía reclamados por aquella Federación. No es la única que ha mirado a España: la Federación búlgara tuvo al frente de sus árbitros al andaluz Fernández Borbalán, a quien Louzán considera como posible sustituto de Medina Cantalejo al frente del CTA.
«Los árbitros españoles tienen personalidad, tienen talento. Los que critican se olvidan de que ellos también fallan». Son palabras de Massimo Busacca, el jefe de arbitraje de la FIFA, que precisamente ayer dio una charla a los árbitros españoles, a los que elogió de ese modo.