El español, muy motivado para cerrar la herida de la humillante derrota de Europa en la última edición
Jon Rahm abrirá hoy la Ryder Cup con intención de venganza tras la derrota europea en la última edición. El español formará pareja con el inglés Tyrrel Hatton en el primer partido de foursome (golpes alternos) a las 7.35 de la mañana en el impresionante primer tee de salida del Marco Simone, que recrea el Coliseo de Roma. Unas 5.000 personas estarán en el graderío desde primera hora. Los europeos se medirán a la pareja Scottie Scheffler–Sam Burns. Scheffler (número uno del mundo) ya ganó a Rahm en el único partido en el que el español perdió en la última edición de la Ryder Cup, en el formato de individuales.
En el segundo partido del día, los americanos Max Homa y Brian Harman se medirán a una de las parejas escondidas por Luke Donald: el noruego Viktor Hovalnd (en la sesión de prácticas de ayer hizo un albatros, hoyo en uno en un par 4) y el sueco Ludving Aberg, el primer golfista en la historia que juega una Ryder si haber disputado un major. El tercer partido enfrentará a Ricky Fowler y Colin Morikawa contra Sepp Straka y Shane Lowry. Los foursomes los cerrarán la pareja clásica americana, integrada por Xander Schauffele y Patrick Cantley, que se medirá a Rory Mcllroy y Tommy Fleetwood.
Antes del debut, el equipo europeo hacía piña. «Deberíais poder ver el vestuario», recalcaba Jon Rahm. Y es que el team room europeo sobrecoge. En una de las paredes aparecen los polos azules de los jugadores con sus nombres. También han recuperado el polo blanco que Severiano Ballesteros lució la última vez que jugó la Ryder Cup. «Seve es parte de la esencia de la Ryder Cup», señala el español.
¿Qué tendrá la Ryder Cup para que Jon Rahm diga que pagaría por jugarla, o que Novak Djokovic esté con la ilusión de un niño por presenciar los partidos en directo? «La Ryder Cup ha sido mi mejor experiencia deportiva», dijo Pep Guardiola tras asistir a la edición de 2012, en Medinah.
Desde el año 1979, Europa ha ganado 10 Ryders. Los americanos, nueve. El dominio continental se extiende a nueve en las últimas 11 competiciones, pero escuece la última derrota, en Whistling Straits, en 2021, donde EEUU apabulló 19 a 9. Esa fue la mayor paliza de la era moderna de la competición. «La revancha es lo primero que está en mente de todos, una cosa es perder y otra hacerlo como lo hicimos», comenta Jon Rahm.
Europa notará las bajas de Ian Poulter y Sergio García. Sin embargo Rory Mcllroy resta relevancia: «Ellos son los que realmente van a echar de menos a la Ryder». El único jugador del LIV será el norteamericano Brooks Koepka, ausente en los partidos iniciales.
Un asunto que ha sorprendido a a todos ha sido la alta temperatura. Está previsto que se alcancen los 30º grados y eso podría ser determinante en el juego si tenemos en cuenta las dureza de las cuestas del campo, sobre todo en los segundos nueve hoyos. La Ryder es muy exigente, ya que se juegan 36 hoyos diarios. Desde el bando norteamericano están preocupados porque no han traído ningún caddie suplemente. En Europa hay hasta cuatro reservas, por lo que pudiera suceder durante el intenso fin de semana.
