Premier League
El técnico incorpora a una labrador para ayudar mentalmente al equipo, pero los expertos del sector recelan: “Es un problema si no hay un profesional al cargo”.
“¡Es preciosa!”, “¡Oh! Ahora mismo me hago del Arsenal”, “los perros son realmente increíbles” y así un millón de comentarios y de emoticonos cariñosos. Hace unas semanas, en ‘X’, la casa del odio, el Arsenal publicó la foto oficial del equipo de esta temporada y todo fue amor. ¿Por qué? Porque delante de los jugadores y del entrenador, el español Mikel Arteta, estaba ‘Win’, la labrador retriever que desde la pasada primavera acompaña al conjunto.
A petición del propio Arteta, ‘Win’ vive en la ciudad deportiva de London Colney, al norte de Londres, para que jugadores como Martin Odegaard, Aaron Ramsdale o Bukayo Saka puedan “desarrollar entre ellos un ambiente familiar” y “reducir su nivel de estrés”, según el técnico. La idea parece brillante. Un estudio reciente de la Universidad de Lincoln, precisamente en Reino Unido, demostró que los niveles de cortisol -la hormona del estrés- bajaban considerablemente en adolescentes que asistían a terapias con perros incluso cuando sólo habían completado una o dos sesiones. Pero hay un pero. O unos cuantos.
“La relación con los perros está muy romantizada. La simple presencia de un perro no crea un efecto. Parece fácil, ‘meto un perro en un vestuario y el ambiente se relaja’, pero no funciona así. El perro es una herramienta para trabajar objetivos de manera diferente, debe haber un profesional detrás, se deben evaluar los resultados y hay que pensar en la salud del animal”, expone Mireia Bosch, psicóloga, directora de Entrelazadogs y coordinadora del máster en Terapia asistida con animales del Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) de Barcelona. Aunque las terapias más conocidas con animales son los acompañamientos con caballos o perros a personas de avanzada edad o a menores con autismo, desde hace años también se utilizan para ‘coaching empresarial’ y gestión de grupos, la rama que ahora descubre el Arsenal.
Según expone Bosch, en estos casos, “se busca romper con las jerarquías y destensar el ambiente. A los ojos de un perro no hay entrenador, ni capitanes, no hay rangos y además un jugador no debe mostrarse siempre fuerte, puedo ser como es. Eso es muy útil en un vestuario”. “El problema es que en el caso del Arsenal no parece que haya un profesional que conduzca estas sesiones”, apunta Bosch y tiene razón.
Por la información que ha proporcionado el Arsenal, Arteta escogió a la propia ‘Win’ como mascota del conjunto y ésta “vive con un miembro del personal de London Colney”. De hecho, desde el adiós de David Priestley, que estuvo en el club desde 2014 hasta la llegada del entrenador español, el equipo oficial no ha hecho público si trabaja o no con un terapeuta. “Siempre hablamos de ser una familia y de estar unidos. Realmente siento que somos una familia y necesitábamos una mascota que representara eso. A Win la elegí cuidadosamente y, en mi opinión, es la perfecta representante de lo que somos ahora. Su nombre es Win y necesita mucho amor: para ganar siempre necesitas mucho amor”, comentaba Arteta en mayo a la web ‘gunner’.
“Es un problema si realmente no hay un profesional al cargo. Para reducir el estrés en un grupo hay que organizar sesiones continuadas en las que el perro sea protagonista, aunque no tenga un papel activo. No debe ser un circo, un entretenimiento, hay que saber qué exige cada momento”, analiza Bosch con una preocupación final: ¿Quién cuida de Win?
“Win debe de tener sus descansos”
“Posiblemente sea el asunto más delicado. Una labrador seguramente sea muy tranquila, pero necesitará igualmente un guía que la ayude. Debe de tener sus descansos, sus paseos de descarga, un protocolo para desestresarse… en un post-partido, por ejemplo, se viven cosas realmente potentes y cualquier perro es un canalizador de emociones. He visto animales con ataques epilépticos por trabajar muchas horas con mucha gente, animales con diarreas tras una discusión o un episodio de tensión… La iniciativa de incorporar un perro a un vestuario deportivo es superinteresante, se están haciendo programas muy chulos en muchos ámbitos, pero hay que hacerlo bien”, finaliza Bosch, que reclama un ejercicio de responsabilidad
“¡Es preciosa!”, “¡Oh! Ahora mismo me hago del Arsenal”, “los perros son realmente increíbles”, se leía en ‘X’ bajo la foto oficial del Arsenal esta temporada con Win al frente y todo fue amor, pero hay unos cuantos peros.