Una tensa discusión con Monchi por su bajo rendimiento y el intento de ‘borrarse’ de la previa de Copa en noviembre acaban con una relación que ha durado 19 partidos
Cuatro meses y medio. 135 días y con parón mundialista mediante ha durado la relación entre Isco Alarcón y el Sevilla FC. Resultado de diferencias irreconciliables, como se suele decir en estos casos, entre el centrocampista y el director deportivo, Monchi, mientras el mundo miraba a Qatar.
Isco había firmado por dos temporadas el pasado 7 de agosto. Pero el fichaje más ilusionante de un Sevilla desilusionante ya está en el mercado de invierno. Lopetegui había convencido a Monchi de que podía recuperar la mejor versión de un jugador al que tuvo el Real Madrid y en la Selección española, pero resulta que ambos dieron la peor versión posible.
Lopetegui ya está fuera y hace dos semanas a Monchi se le ocurrió dar una charla a la plantilla para quejarse del bajo rendimiento de algunos jugadores, quienes tendrían que buscarse equipo en enero. Isco se dio por aludido, y según informó Onda Cero, hubo más que palabras entre el director deportivo y el centrocampista.
El de Arroyo de la Miel pone así fin a una etapa de su carrera en la que ha jugado 19 partidos: 12 de Liga, los seis de Champions y la ronda previa de la Copa del Rey; y ha marcado un único gol, en Champions, y no uno cualquiera, sino un golazo con el que rescató al Sevilla frente al Copenhague para clasificarse para la Europa League. Ahora abandona al equipo en puestos de descenso, pero le deja con posibilidades de fichar. Es cierto que el jugador apenas libera masa salarial. Su sueldo estaba por debajo del millón de euros pero podía haber llegado a cinco con variables. Muy lejos de los ocho que cobraba en el Real Madrid.
Isco llevaba una semana entrenando en solitario por problemas en su tobillo izquierdo, y pensando a sus 30 años en su próximo destino, que podría ser Wolverhampton al que acaba de fichar Lopetegui, con ganas de refrescar la plantilla. Aunque según The Sun también abrían preguntado por él el Arsenal de Arteta y el Tottenham de Conte. Desde mayo su representante es Jorge Mendes, por el que firmó a cambio de un buen sueldo y jugar en competición europea.
Sampaoli no contaba con él pero además no le veía implicado. En la primera ronda de Copa del Rey ante el Velarde FC en Cantabria, a mediados de noviembre, se filtró que habría tratado de borrarse en el calentamiento, alegando unas molestias, y que se le obligó a jugar. Ahora ha pasado a la historia como su último partido con la camiseta del Sevilla. En la previa de mañana del partido de Copa de mañana ante el Juventud de Torremolinos, Sampaoli ya no quiso saber nada de Isco: “Es una situación que no me involucra demasiado a mí. Mi función como entrenador es ver lo que tengo disponible (…) tiene una gran capacidad que ha marcado durante su carrera (…) la decisión sobre quién llega y quién se va no es del entrenador sino del club”.