Sólo Chelsea y United han gastado más desde la llegada del catalán a la Premier en 2016. Los jeques anhelan la Champions, pero el entorno del club no presiona: “Mira de dónde venimos”
«No more years of hurt (No más años de dolor)». En las catacumbas del Etihad Stadium no se olvida el pasado. Las frases que ensalzan los títulos de la era dorada del Manchester City bajo el mandato de Abu Dhabi y la dirección de Pep Guardiola recuerdan también unas décadas terribles en las que el club no era más que una sombra lejana del United, apartado al Este de una ciudad que sólo vivía y sentía el rojo de Old Trafford. El destino no era citizen y la afición se acostumbró a ello. Por eso ahora que navega en el éxito, los eslóganes que llenan las paredes de su estadio son de alivio y no de ambición. Y por eso, a unas horas de jugarse la Champions contra el Madrid, en el City, un club que antes del dinero árabe era parte de la zona media de la Premier y ahora acumula más de mil millones gastados en fichajes en las últimas 7 temporadas, se habla de «sueño» y no de «presión». «No nos conformamos, pero es que mira de dónde venimos», comentaba una fuente a este periódico.
«La mentalidad ha sido lo más difícil de cambiar», insisten. Y se entiende observando al hombre que lo ha cambiado casi todo. Las palabras y las decisiones de Guardiola, que ya acumula más años en el banquillo de Manchester que en el de Barcelona, son el libro de estilo de un club plegado a sus deseos. Y Pep, consciente de todo, es uno ante la prensa y otro en los despachos. Y por eso su afición no le termina de exigir lo que él, su directiva y su plantilla sí tienen entre ceja y ceja: la Champions.
Ayer, sentado en la rueda de prensa de otra semifinal continental, Guardiola volvió a mantener el perfil bajo. «Es un sueño estar aquí», «mi legado ya es excepcional, aquí se lo han pasado de puta madre con nosotros», «no hay que ponerse tanta presión»… Pero antes, Kyle Walker le contradijo inconscientemente: «La inversión de los dueños ha sido muy alta. Les debemos la Champions». Sobre esa contradicción baila desde 2010 Guardiola, uno de los mejores entrenadores de la historia, clave para entender el fútbol del siglo XXI… Y uno de los técnicos cuyos equipos más han gastado en la última década.
“Cantera contra cartera”, el inicio
Recordarán los años del «cantera contra cartera». El fútbol español se dividía, como siempre, entre el Barcelona y el Madrid y la realidad futbolística proclamaba un eslogan que se quedó grabado en toda una generación. El Barça de Guardiola, Messi y la mejor quinta de la historia de La Masía gobernaba Europa mientras al otro lado del puente aéreo, Florentino se dejaba más de 200 millones en un sólo verano entre Cristiano, Kaká, Benzema y Xabi Alonso para reconstruir un Madrid herido. La frase tenía sentido en ese momento, pero el tiempo y sus protagonistas la han adulterado hasta casi perjudicarse a sí mismos, incluido el propio Guardiola, que una década y 1.000 millones después de abandonar el Camp Nou vuelve a cruzarse con el Madrid.
«A ceros no le podemos ganar al Madrid, pero trataremos de ganar en entusiasmo», dijo el de Santpedor en plena batalla mediática con Mourinho. Guardiola se fue del Barça después de ganar 14 títulos, entre ellos 2 Champions y 3 Ligas. Un dominio extraordinario que el Barça no ha vuelto a rozar. El técnico cambió Barcelona por Múnich y Manchester, donde está a punto de levantar su 5ª Premier, otro éxito nacional. Sin embargo, y aunque no lo promulgue, la construcción de la dinastía citizen desde 2016 ha sido muy diferente al planteamiento que defendía en el Camp Nou.
Un balance negativo: 666 millones
La realidad y la necesidad de títulos de los jeques, que han visto al City caer en Champions ante Mónaco (octavos 2017), Liverpool (cuartos), Tottenham (cuartos), Lyon (cuartos), Chelsea (final) y Madrid (semis), han empujado a Guardiola a siete años de gasto sideral, pero el de Santpedor no se ha alejado de su discurso. «No podemos permitirnos gastar como hacen otros», dijo en 2018. «Con estos precios, no podemos pagar un delantero», insistió en 2021. «Hay muchos clubes que se han vuelto locos invirtiendo y haciendo cosas sólo por la Champions», repitió la semana pasada.
Guardiola ha mantenido de su lado el argumento de una supuesta debilidad económica, pero los datos ofrecen una versión totalmente diferente. Desde la llegada del técnico a Manchester en 2016, el City es el cuarto club que más ha gastado en fichajes, 1.240 millones de euros, y acumula un balance negativo entre ingresos y gastos de 666 millones, el tercero del mundo por detrás del Manchester United (-901) y el Chelsea (-805).
El once del Madrid costó menos de la mitad
Enfrente, en ese periodo el Madrid es el 13º del planeta en gastos (706 millones) y el 146º si tenemos en cuenta el balance acumulado con los ingresos. Mientras los grandes del fútbol inglés rozan los mil millones de saldo negativo desde 2016, el conjunto blanco está en positivo, con un beneficio de 10 millones en estos años.
Guardiola ha firmado a Stones por 55 millones, a Walker por 52, a Rodri por 70, a Grealish por 118, a Haaland por 60… Su once inicial ha costado 687 millones, por los 278, menos de la mitad, que ha gastado el Madrid en su alineación de gala, con los 50 millones de Militao como mayor cifra de traspaso.