“El Gobierno debe decidir si potencia o se carga un modelo que mantiene 185.000 empleos”

"El Gobierno debe decidir si potencia o se carga un modelo que mantiene 185.000 empleos"

Actualizado

El plazo para admitir enmiendas al Proyecto de la nueva Ley del Deporte termina el martes y después quedaría a expensas del trámite en el Senado.

Vinicius y Ter Stegen, tras el gol de Fede Valverde en el clásico del Bernabéu.AFP

Los plazos para el trámite parlamentario del Proyecto de la nueva Ley del Deporte se agotan y tienen en vilo a los clubes de fútbol profesionales, que mantienen su intención de recurrir a medidas de fuerza si el Gobierno y los partidos políticos no atienden sus peticiones. Si las enmiendas que pretenden 39 de los 42 clubes que forman la Primera y Segunda División, todos con excepción de Real Madrid, Barcelona y Athletic de Bilbao, no son admitidas mañana en el Parlamento, quedarán a expensas del trámite en el Senado, más protocolario. Quico Catalán, presidente del Levante y miembro de la Comisión Delegada de LaLiga, alerta de que «está en juego un modelo que crea mucha riqueza», y Ángel Haro, presidente del Betis, incide: «Es un modelo que ha puesto a España en la vanguardia del sector. Cualquier escenario que debilite nuestra posición no es admisible».

Las tres enmiendas principales, en torno a las que está la polémica, se refieren, en primer lugar, a la voluntad de LaLiga de que el Proyecto de Ley del Deporte reconozca explícitamente la potestad de las ligas profesionales para «comercializar» sus activos, algo que ahora no hace, lo que genera situaciones de «inseguridad jurídica». Además, insisten en que el derecho de las federaciones a cambiar sus estatutos debe ir acompañado de la petición de un informe preceptivo de las ligas profesionales afectadas. Por último, esos 39 clubes quieren que exista un artículo que diga que la expedición de la licencia, facultad de las federaciones, para competir en ligas profesionales conllevaría la prohibición de hacerlo en otras competiciones paralelas. Por ejemplo, la Superliga.

Esta última enmienda es la que encuentra la oposición del Real Madrid, cuyo presidente, Florentino Pérez, es el principal promotor de la Superliga. Del mismo modo, el club blanco se opone a que se reconozca en la Ley el derecho a la «comercialización» de las ligas profesionales, porque, según su criterio, podría afectar en el futuro a activos propios de los clubes. Ello ha originado mucha litigiosidad entre el Madrid y LaLiga, algo que no se puede abstraer del posicionamiento de Florentino frente a Javier Tebas en la guerra del fútbol que enfrenta al presidente de LaLiga con el de la Federación.

«Comercializar con garantías»

Los presidentes quieren disociar estas reclamaciones de la polarización del fútbol español y de ese modo lo manifestaron en su encuentro con el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. «Creo que hasta ese día el Gobierno no sabía que esto no es un problema Tebas-Rubiales-Florentino, sino que es un problema de los clubes», insiste el dirigente del Levante, uno de los interlocutores en esa reunión. «La relación que tengan los presidentes de LaLiga y la Federación no debe influir ni es relevante a los efectos de hacer una ley», añade su homólogo en el Betis.

«Queremos poder comercializar con garantías aquello que es nuestro. Pero sólo los activos comunes, no los particulares», prosigue Catalán, frente a los argumentos del Madrid. «El Gobierno tiene que decidir si se carga este modelo de éxito, que mantiene alrededor de 185.000 empleos, crea mucha riqueza, el 1,4% del PIB, y aporta 50 millones al resto de los deportes», explica el dirigente. LaLiga tiene convocada una Asamblea extraordinaria el próximo jueves para decidir cuál es el posicionamiento de la patronal si no han sido atendidas sus enmiendas en el Parlamento. El parón está sobre la mesa.

«CvC podría activar cláusulas de salida»

El llamamiento de los clubes se produce después de que la presentación de las enmiendas, acordadas con el PP y el PSOE, aunque era el primero quien debía presentarlas, se abortara por decisión del PP. «Fueron eliminadas de forma sorpresiva», insiste Haro. Por ese hecho, los clubes no sólo pidieron el encuentro con el Gobierno, sino también con Alberto Núñez-Feijóo. Creen que el cambio de posición del PP fue producto de la influencia de los poderosos, sobre todo del Madrid.

El Barcelona se ha alineado junto al club blanco en la Superliga y, además, en el «no» al acuerdo con CvC, posición a la que también se adhirió el Athletic. Suscrito por el resto de clubes, ese acuerdo con CvC a cuenta de un porcentaje de la venta de derechos futuros es lo que podría peligrar, en opinión de Haro, al proseguir en una situación de «inseguridad jurídica». «CvC podría activar cláusulas contractuales de salida. Peligraría un plan que es clave para la reconstrucción tras la nefasta pandemia», añade. «A nadie se le escapa -concluye- que si hubiera Superliga, la cantidad económica que se le pagaría por derechos de televisión iría en detrimento de LaLiga. Hemos crecido mucho y bien en los últimos años y la Superliga supondría frenarlo, al mermar nuestros ingresos».

kpd