Tras otra compleja operación financiera, el club azulgrana incorpora a los portugueses, prestados por el Atlético y el City.
La cuenta atrás del cierre del mercado reunió ayer las intrigas de Jorge Mendes, agente de Joao Félix y Joao Cancelo, y las cábalas de Joan Laporta, enredado en su enésima trama financiera para reflotar la economía del Barça. Este frenesí de las últimas horas -con los aterrizajes de los portugueses en la Ciudad Condal, las negociaciones contra el reloj y las llegadas de los ansiados avales- devolvió algo de pulso a una depauperada Liga, sin respuestas de peso ante el músculo de la Premier League.
El rutilante desfile organizado por Mendes recordó aquellos tiempos, a mediados de los 90, en los que el Camp Nou vibraba con Luis Figo, Vitor Baia o Fernando Couto. El primero en aparecer por el aeropuerto, a primera hora de la tarde, fue Félix, mientras en las oficinas del club se pulían los detalles de su cesión, sin opción de compra al Atlético de Madrid. Un par de horas más tarde se dejó ver Cancelo, que llevaba una semana esperando en su país el acuerdo, también en forma de préstamo, entre el Manchester City y el club azulgrana.
Para asumir los salarios de sus fichajes y poder inscribirlos en LaLiga, Laporta tuvo que depositar un aval de casi 12 millones de euros, así como unos pagarés sobre los ingresos futuros del fondo alemán Libero por Barça Studios. Una intrincadísima operación, similar a la que el verano pasado le permitió contratar a Robert Lewandowski, Raphinha o Jules Koundé.
La mitad de sueldo
A primera hora de la noche, Mendes citó a sus futbolistas en la Ciudad Deportiva Joan Gamper para concretar, al fin, este verano de palabrería más o menos hueca. “Siempre fue mi sueño desde niño. Si sucede, será un sueño hecho realidad”, deslizó Félix hace seis semanas, antes de reencontrarse con el gesto pétreo de Diego Simeone. Ayer, el mediapunta alegó “motivos personales” para ausentarse de su último entrenamiento en Majadahonda con el Atlético.
Hasta ahora, su ficha anual en el Metropolitano ascendía a los seis millones de euros netos, aunque según adelantó EL MUNDO, el jugador decidió ayer mismo rebajarse el sueldo a la mitad para facilitar el éxito de la operación.
Eric García, al Girona
Cancelo, cedido por el City el pasado enero al Bayern de Múnich, ha optado por una mayor prudencia durante las vacaciones. Bastante tuvo con el cruce de declaraciones entre Xavi Hernández y Pep Guardiola en plena pretemporada. Sin embargo, su futuro rol como lateral derecho se antoja absolutamente diferencial para el técnico azulgrana, que en las tres primeras jornadas de Liga debió alternar en este puesto a Ronald Araujo, Sergi Roberto y Jules Koundé.
Xavi ya había perdido la confianza en Clement Lenglet, cuya cesión al Aston Villa se cerró en la tarde de ayer, y Eric García, que también jugará el próximo curso a préstamo en el Girona. La postrera operación por el internacional español insufló oxígeno extra en el Barça, cuya delicadísima condición financiera le sigue impidiendo abordar compras de verdadera enjundia. Para no dejar lugar a la duda, baste subrayar que Félix y Cancelo sólo pueden llegar en condición de cedidos porque en caso contrario, el Barcelona quebraría las normas del Fair Play Financiero.