El club azulgrana habla de “filtración interesada” de informaciones que “formarían parte de un procedimiento judicial”.
El FC Barcelona ha mostrado su “indignación” ante las informaciones publicadas ayer por EL MUNDO, en las que se desvelaban las draconianas exigencias de Leo Messi para su renovación. El club azulgrana, a través de un comunicado oficial, habla de “filtración interesada” de informaciones que “formarían parte de un procedimiento judicial”.
El Barça no desmiente en ningún momento lo publicado por este periódico y lamenta que estas filtraciones no afecten al ‘Barçagate’, que provocó la detención del ex presidente Josep Maria Bartomeu.
“El artículo en cuestión hace públicos documentos que nada tienen que ver con la instrucción del caso y su uso atenta contra la reputación y la confidencialidad del Club”, asegura la entidad presidida por Joan Laporta. El Barça subraya que “estas informaciones y documentación” todavía no han sido compartidas con las partes.
“Con el objetivo de proteger los derechos del FC Barcelona, los servicios jurídicos del Club ya están estudiando las medidas oportunas a emprender”, finaliza el escrito.
Hay que recordar que en el ‘Barçagate’ las autoridades judiciales investigan a una empresa contratada por el club que habría liderado una campaña de desprestigio en redes sociales contra individuos y entidades no afines a Bartomeu.
Eso que se suele decir de que el tiempo se detiene, es algo literal en el Masters de Augusta. Ya son 88 ediciones y todos los rectores del campo de golf más exclusivo siguen teniendo una máxima: En su torneo no entra un teléfono móvil.
Ya sea Tiger Woods, el presidente de la cadena CBS o un jardinero, ningún móvil es bienvenido en Augusta National en pleno siglo XXI. Época en la que no existe un solo espectáculo deportivo de masas en el mundo que siga este modelo de austeridad tecnológica.
Para muchos esto es un sinsentido y más, si se tiene en cuenta que la empresa de telefonía AT&T, líder en Estados Unidos, es uno de los patrocinadores del torneo. Las cabinas de teléfono, esas que están en extinción en todo el mundo civilizado, se prodigan en Augusta entre azaleas y magnolios. Alrededor de una treintena se pueden encontrar repartidas en diferentes puntos estratégicos del campo de golf.
WYDHAM CLARK Y JON RAHM
En el Masters se puede pasar la tarde enganchado a una conferencia con Tegucigalpa desde el mismísimo Amen Corner y todo, con cortesía de los socios de chaqueta verde.
El ganador del US Open, Wydham Clark respeta las reglas del Masters pero no entiende muy bien la medida en los tiempos actuales: "A mí me parece muy positivo el uso del teléfono, sobre todo cuando la gente los utiliza como cámaras. De esta forma pueden captar la esencia del torneo y llevarse el recuerdo para siempre. No es lo mismo tener una imagen recogida por tu propia mano que verlo por televisión. Hoy en día estos apartados son más que un teléfono, son un recurso muy bueno para que la gente disfrute de nuestro deporte".
Para otros, como Jon Rahm, es justo lo contrario: "Creo que debería haber más torneos que deberían hacer lo mismo", ha afirmado el vigente campeón sobre esta restricción. "Creo que si el ambiente aquí es tan especial es precisamente por eso. No tienes distracciones, es puro amor al deporte. Ojalá hubiera más torneos así".
Rahm también reconoce que, en los últimos años, se ha flexibilizado un poco la norma con los jugadores y que Augusta hace 'la vista gorda' en días de prácticas y sobre todo en los pares tres: "Saben que los jugadores llevamos el teléfono, pero ni lo sacamos. Quizás con alguna foto o un vídeo corto, pero apenas nada y solo hoy", ha señalado el de Barrika tras el concurso de pares tres.
LA CLAVE ES SER DISCRETO
Todos coinciden que la política del campo con los participantes es mucho más laxa. No hay nada oficial, pero se consienten determinados usos siempre fuera de la rondas oficiales del torneo. La clave para el norteamericano, Billy Horchel es "ser discreto y no hace alarde de su uso".
Estas restricciones pueden ocasionar algún contratiempo para algunos jugadores que han adaptado la nueva tecnología como parte de su trabajo diario. Un ejemplo es grabarse el swing en el campo de prácticas: "Con el tiempo aprendí que no puedo esconder el teléfono en algunos sitios. Estoy acostumbrado a golpear algunas bolas y luego mirarlo", ha apuntado Colin Morikawa.
Para el ganador del Open Championship, Brian Harman el teléfono no tiene tanta importancia en la semana: "No te sirve de nada tener uno porque cualquiera con quien necesite hablar, como mi entrenador, mi manager o mi esposa, ya está en el campo y no tienen sus móviles".
"Tratamos de ser fieles a nuestra misión, a quienes somos y a lo que Bobby Jones y Clifford Roberts tenían mente cuando crearon el club", ha comentado Fred Riley, CEO del Augusta National, quien también ha recordado que, en sus planes, no está la idea de cambiar sus políticas con la telefonía.
CUALQUIERA SE EXPONE A NO VOLVER
Al Master le da absolutamente igual las redes sociales y el espectador, periodista o jugador que desafíe sus normas, se expone a no volver nunca.
Para el público o los patronos, así se denominan, tener un teléfono es materialmente imposible ya que los férreos controles de acceso se aseguran que no haya elemento tecnológico alguno. Muchos que lo saben, lo dejan en casa, otros pícaros y despistados, lo intentan, pero sus terminales quedan requisados en consigna.
Los periodistas, que pueden acceder al club con ellos, sólo pueden usarlos en el espectacular centro de prensa, que ya quisiera para sí unos Juegos Olímpicos o un Mundial de Fútbol. Al principio, no disponer de un teléfono a mano y tener que coordinar cierres, envío de material o mil gestiones varias que requiere la vida de un enviado especial, parece un disparate, pero se terminan adaptando.
Eso sí, la acreditación que permanentemente tienen que llevar, y que incluye un microchip, permite a Augusta controlar donde están en cada momento de la semana. A pesar de ello, pueden escribir reportajes desde el ordenador portátil, aunque Augusta bien podría obligarles a teclear una Olivetti, tal y como a Bobby Jones le hubiera gustado.
Cuarenta años y seis finales después, el Athletic busca de nuevo la Copa del Rey, un torneo al que ha intentado poner cerco en las últimas temporadas sin lograr el éxito que se le niega desde el 5 de mayo de 1984, cuando el equipo de Zubizarreta, Goikoetxea,Dani y compañía, dirigido por Javier Clemente, figura medular en los primeros ochenta, se impuso al Barcelona de Maradona y Schuster para lograr la vigesimotercera.
Tampoco en esta ocasión lo tendrá fácil. Detrás del decimoquinto clasificado de la Liga, sólo seis puntos por encima de los puestos de descenso, se esconde un Mallorca de lija, capaz de dejar atrás al Girona, la gran sensación del curso, y a la Real Sociedad, ganador del torneo en la edición de 2020. Con todo, en esta ocasión el conjunto que entrena Ernesto Valverde parece tener el título más a tiro que en las recientes balas perdidas. De las seis finales que se le escaparon, cuatro las disputó frente al Barcelona, una ante la Real y otra, ya muy lejana, en 1985, contra el Atlético de Madrid.
En su segunda temporada en esta tercera etapa al frente del equipo vizcaíno, Valverde dirige un grupo en continuo crecimiento, en el que, como ha comentado en más de una ocasión, muchos jugadores han dado un paso adelante. Como sucediera en 2022, cuando dejó en el camino al Real Madrid y al Barcelona antes de varar en semifinales con el Valencia, el Athletic se deshizo de nuevo de los azulgrana para liquidar después, ya a doble partido, al Atlético de Madrid, con quien litiga por una plaza en la próxima edición de la Liga de Campeones.
Avalancha de aficionados
El Athletic rock and roll prometido por Jon Uriarte cuando tomó la presidencia ha tardado una temporada en llegar, tras un curso de discreta transición, pero aquí está, acompañado por cerca de 70.000 seguidores, 30.000 de los cuales habrán de conformarse con seguir el encuentro desde la fan zone habilitada fuera de La Cartuja. En Sevilla sólo se ven banderas rojiblancas y seguidores bilbaínos ataviados con toda la parafernalia propia de estas ocasiones. Resulta difícil dar con algún hincha mallorquín, cuya representación se estima más de tres veces inferior.
Javier Aguirre se siente cómodo en el papel que le corresponde a su equipo, sin renunciar al que podría ser el mayor triunfo de su dilatada carrera en los banquillos. «Del Athletic me preocupa su velocidad; al espacio son letales. Te equivocas en una salida de balón y te matan. Son muy dinámicos y cualquiera te la puede liar. Es el equipo de primera división que más balones roba y que más daño hace cuando lo consigue», comenta. «No basta con la ilusión. Hay que hacer un partido casi perfecto».
Con la única probable baja de Yeray, lesionado en el último encuentro de Liga, en el Bernabéu, el Athletic tratará de marcar pronto para obligar a su adversario a ser más propositivo de lo que acostumbra. La victoria del Athletic por 4-0 en el último partido de Liga entre ambos equipos resulta excepcional en una secuencia reciente que arroja tres empates, dos de ellos a cero. Con el vértigo de los Williams y la inteligencia de Guruzeta, que suma 15 goles esta temporada, el Ahtletic, que destaca por el equilibrio en todas sus líneas, tratará de buscarle la vuelta al Mallorca. Ahora bien, deberá gestionar la ansiedad, el ferviente deseo de volver a surcar la gabarra después de cuatro décadas
En el plano institucional, será una final marcada por las turbulencias en la Federación Española de Fútbol. Tras la dimisión de Pedro Rocha y la convocatoria de elecciones para el 6 de mayo será Rafael del Amo, presidente de la junta gestora, quien se siente en el palco. Ahí estará Rafael Nadal, dos días después de anunciar que tampoco estará listo para reaparecer en el Masters 1000 de Montecarlo.
El Sevilla llevaba todo este siglo quedando en el top10 de LaLiga. Hubo años, incluso, en que llegó a coquetear con el campeonato en las últimas jornadas. Sin embargo, en las tres últimas temporadas, su guerra es otra y su status tanto deportivo como económico, también. El club hispalense salvó la temporada 2022/23 con una Europa League tan impactante, era la séptima, como inesperada. Eso le permitió mantener un límite salarial acorde a la historia y entidad del club. Finalizado el último mercado de invierno, el Límite del Coste de Plantilla Deportiva (LCPD) del equipo hispalense ascendía a 152 millones, el cuarto de LaLiga EA Sports.
En este primer control del organismo que rige los clubes, la situación del equipo que preside Jose María del Nido Carrasco es muy diferente. En el acto de presentación de los costes de la plantilla en la sede de LaLiga Business tanto Javier Gómez, director general, como Javier Tebas, presidente de LaLiga, destacaron la delicada situación de la institución. Según cifras proporcionadas por el organismo, el LCPD del Sevilla es de 2,499 millones de euros. Resulta el coste más bajo de los 42 clubes profesionales. De hecho, solo la Sociedad Deportiva Huesca , que disputa LaLiga Hypermotion, se acerca a esa cifra y la supera por apenas 30.000 euros.
El presidente de LaLiga quiso puntualizar que Europa es clave en la confección de los presupuestos de los grandes clubes. "No entrar en Champions supone 70 millones de euros", aducía Javier Tebas. A nivel doméstico, además, el Sevilla finalizó undécimo la temporada 2021/22 y décimo tercero la 23/24. En la primera estuvo cinco jornadas en los puestos de descenso y en la segunda, tres.
El Sevilla es uno de los nueve clubes que está excedido en su límite salarial entre las dos categorías profesionales del fútbol español. El Espanyol, el segundo equipo con menor límite de LaLiga EA Sports con apenas 8 millones y el FC Barcelona son otros que también lo están junto con Getafe, Levante, Almería, Granada, Oviedo y Huesca. Estar excedido significa que sólo se puede reinvertir un 50% de los ingresos o ahorros que consiga el club en nuevas incorporaciones o un 60% si el coste del jugador no excede del 5% de la plantilla del equipo.
No obstante, como explicaron desde LaLiga, hay excepciones que permiten inscribir jugadores pese a no cumplir esa regla como es el artículo 77 del reglamento de control financiero de LaLiga y a la que se ha acogido el FC Barcelona para inscribir a Dani Olmo como es la baja de larga duración de un jugador, en ese caso de Christensen.
LaLiga no exige que la reducción del límite sea inmediato pese a que el Barça, por ejemplo, haya conseguido quedarse cerca del 1/1 (un balance de gastos e ingresos equilibrado) en apenas siete meses. De 204 millones en invierno de 2024, a los 426 actuales tras las ventas de Dembelé, Kessié y Araujo, entre otros. El Sevilla, por su parte, se ha desprendido de En Nesyri, Ocampos y Acuña por casi 28 millones de euros. Se habla de que el exceso de la entidad sevillista podría rondar los 100 millones de euros. La salvación de entrar en Champions, a día de hoy, es una utopía para un club que va penúltimo en liga.
Los equipos top
En la otra cara de la moneda se sitúa un Real Madrid que domina con puño de hierro desde hace unos años la tabla de límite de gasto. Los blancos han conseguido aumentar en 27 millones su tope, de 727 a 754 tras este mercado en el que han conseguido firmar, por fin, al ansiado Kylian Mbappé, al que acompaña Endrick en la lista de altas.
Otro equipo que ha conseguido mejorar su LCPD ha sido el Atlético de Madrid. Los colchoneros han sido el club español que mayor gasto ha hecho en fichajes con 185 millones de inversión. Pese a este gasto y a que sólo han podido vender por 94 millones de euros, el club ha conseguido aumentar su coste máximo en plantilla a 310 millones de euros. La Real Sociedad se afianza en el cuarto puesto con 159 millones y el Villarreal con 135, cerrando el top 5.
Respecto a LaLiga Hypermotion cabe destacar más que el liderato del Cádiz, un recién descendido, con un límite de 18,8 millones de euros, el tercer puesto del Deportivo de la Coruña. Los gallegos, recién ascendidos de Primera RFEF, con 13,4 millones sólo se ven superados por el Elche con 14,9. El límite total de LaLiga Hypermotion se eleva hasta los 193 millones de euros, 14 más que la temporada pasad y en LaLiga EASports es de 2.608, 44 más que en la 2022/23.