El Athletic descabalga al Girona del liderato

El Athletic descabalga al Girona del liderato

1-1 en Montilivi

Actualizado

Un partido plagado de ritmo, alternativas y ocasiones se resuelve en tablas tras los goles de Iñaki Williams y Tsygankov (1-1).

Unai Simón despeja un cabezazo de Stuani en Montilivi.AFP

El primer empate liguero en Montilivi se llevó por delante el liderato del Girona, demasiado permisivo ante el Athletic. En un partido repleto de alternativas, con excesivas imprecisiones, el equipo de Michel vio truncada su racha de cinco victorias consecutivas. No bastó esta con la bota derecha de Aleix García, que coloca el balón donde le viene en gana, ni con la velocidad de Savinho, que repite mil veces la misma jugada y nadie le echa el alto. El Athletic, con sus amplios recursos, bien mereció el empate. Incluso puede que algo más. [Narración y estadísticas (1-1)]

Hubo casi de todo para poner al borde de un ataque de nervios a los entrenadores. Porque había que ver a Ernesto Valverde rezongando por tantas opciones perdidas antes del descanso. Inútil enumerar con detalle el sinfín de acciones en las que rondaría el gol en las dos áreas.

Clamó al cielo, la primera, en el minuto 5, errrada incomprensiblemente por Gorka Guruzeta tras un balón medido de Mikel Vesga; cautivó a los fotógrafos el vuelo de Unai Simón, desviando el cabezazo de Christian Stuani, tras un centro de Yangel Herrera; pifió Óscar de Marcos con la escoba, tras un barullo en el área chica; alzó la bandera el juez de línea, invalidando la aceleración de Savinho para el 1-0; voló Paulo Gazzaniga para sacar por encima del larguero un zurdazo de Vesga… Vamos, que antes del descanso, nadie en Montilivi daba crédito al 0-0, con 20 acciones del Athletic en el área rival, incluidos nueve remates.

Apuros para De Marcos

El Girona, que ya tuvo que remontar ante Villarreal, Almería o Mallorca, no se daba por aludido. Aunque le incomodase la presión alta, aunque a Aleix García tardara en acomodarse en la cabina de mando, aunque la lentitud de Daley Blind y Eric García llamase a escándalo, el equipo seguía confiando en su descomunal caudal ofensivo.

Fue duro el lunes para un veterano como De Marcos, expuesto a las diabluras de Savinho.Y no menos propicio para Iñigo Lekue, en el lateral opuesto, nada fino en el gol de Viktor Tsygankov. Aun en los partidos que no controla, ni impone su creatividad, el Girona prevalece por pura inercia. La que inclina el campo rival con un fútbol vertiginoso.

El Athletic también cuenta con jugadores de esa estirpe, como los hermanos Williams. Desde la izquierda, Nico fue un suplicio para Arnau, mientras Iñaki se las terminó ingeniando ante los centrales. Fue insensato permitir una transición tan sencilla como la de Iñaki y Ohian Sancet en el 1-1. Con un descaro inaudito, el Athletic se iba adueñando, otra vez, de la situación. Pudieron definir el 2-1, entre Savinho y Pablo Torre. No hubiese sido justo, en definitiva, porque el Girona, que habitualmente sabe lo que hace, no tuvo esta vez su noche.

kpd