España cantó bajo la lluvia

España cantó bajo la lluvia

En un partido raro, imprevisible, la selección española goleó a los "bollos suizos". Más imprevisible fue que tuvo que jugar más de 65 minutos a la defensiva, sin poder presumir de su supremacía continental.

Le Normand, un jugador de discutible calidad, fue el gran culpable de que España tuviera que jugar anormalmente en un estilo que detesta. Le Normand no sabe ni adelantarse para abandonar al enemigo en fuera de juego.

Además, el primer gol anula

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España, sobresaliente en supervivencia: aprieta los dientes con diez y golea a la respondona Suiza

Actualizado Domingo, 8 septiembre 2024 - 23:10

España vivía inmersa en el hábito de gobernar el juego, de ganar con una lucidez asombrosa que ensombreció Serbia y que puso a prueba Suiza. Pocos contratiempos habían lastrado las botas de la selección de Luis De la Fuente pero, cuando aparecieron, se volvió camaleónica... y ganadora. Lo hizo tímidamente en Alemania y, sobre todo, ante una Suiza respondona a que acabó sujetando con diez jugadores durante 70 minutos y goleando.

A España le tocó aprender a ser varios equipos en un mismo partido, un examen que acabó con sobresaliente. Necesitaron buscar un plan diferente al dibujado de inicio para sobrevivir durante demasiados minutos en un duelo que comenzó descosieron Lamine Yamal en dos tijeretazos. Ni la lluvia ni el enfermo césped frenaron el ímpetu del adolescente del Barça jaleado por todo el estadio, suizos incluidos, como si fuera una estrella del rock. No les defraudó, aunque sólo fuera durante 45 minutos.

La selección cortó la respiración de Suiza desde el arranque cuando Pedri le tiró una pared a Nico para, de tacón, dejársela a Joselu y que probara a Kobel. Esa la paró el meta del Dortmund, pero la siguiente la sacó de dentro de su portería. Lamine agitó su varita, quebró a los defensas y apuró para colarse pegado a la línea de fondo y regalarle el gol al '9'. Enseñaban el colmillo los muchachos de De la Fuente y olían la sangre, pero Suiza no perdió su neutralidad. Encajó y respondió.

De forma inmediata, Aebischer lanzó una contra, se asoció con Embolo, que empezaba a carburar, para que apareciera Omeragic a batir a Raya. La revisión hizo que apareciera una mano al inicio de la jugada que invalidó el empate. No se inquietó Murat Yakin en el banquillo, como si supiera que la ocasión iba a llegar. Antes se vería con otro gol en contra. Primero probó Grimaldo con zurdazo desde la frontal pero fue otra vez Lamine Yamal quien lanzó a Nico. Quebró el navarro a su par pero se topó con el despeje de Kobel que rebañó Fabián para engordar el marcador. La visión de un partido cómodo fue un espejismo.

Cuando parecía que España tomaba el gobierno del juego para inclinar el duelo, Le Normand agarró a Embolo cuando encaraba el área y tuvo que enfilar el vestuario. Era el minuto 20 y la superioridad numérica inflamó a Suiza. Esa falta la estrelló Amdouni en el larguero y sirvió de aviso. España tenía que recomponerse y De la Fuente sacrificó a Pedri por Vivian. Había que cementar al equipo por encima de todo por los problemas que empezaba a crear Rubén Vargas. La confianza seguía estando en el miedo que Lamine Yamal creaba en los rivales. Con la pelota cosida al pie, dejaba sin respiración a la afición helvética y a Gregor Kobel también, porque su rechazo a otro zurdazo cruzado a punto estuvo de cazarlo Joselu.

Lejos de arrugarse Suiza, se creció a base de arreones de autoestima mientras que a España se le cerraron los espacios y se esfumó la capacidad de dormir la pelota. Embolo se convirtió en un quebradero de cabeza, incluso con Vivian como sombra, y Vargas en un puñal. La selección se tenía que conformar con contras como la que Nico Williams comandó junto a Lamine, aunque se entretuviera demasiado y apareciera Ricardo Rodríguez para evitarse otro problema con la joven estrella. Más que atacar se volvió imprescindible aguantar un resultado que, sin ser brillante, servía.

Empeñado en evitarlo estuvo Vargas que, en el minuto 40, forzó a Raya a conceder un córner de que nació su gol. Embolo peinó en el primer palo y apareció Amdouni para empujar a placer. España pedía el descanso a gritos, aunque Lamine, en su último servicio, forzara a Akanji a exhibir su punta de velocidad.

Reseteó De la Fuente el equipo en el vestuario y echó mano del pulmón de Zubimendi para no agotar a Rodrigo y de las piernas de Ferran y Yeremy Pino ante el esfuerzo que ya pesaba en Nico y Lamine. España mutó su piel y se volvió muy práctica. Había que sujetar a Suiza, que se volcó en el área, y buscar transiciones rápidas que les penalizaran el ímpetu.

Así fue como Raya lanzó a Ferran para que le ganara el duelo al lateral helvético y sirviera a Fabián su segundo gol. Después fue el valenciano quien encontraría su premio, su vigesimoprimer gol como internacional. Fue Joselu quien le entregó la pelota para, en una carrera infinita, encarar a Kobel y cruzarle el balón donde era imposible que alcanzara. España, con otra piel, volvió a demostrar su capacidad de deslumbrar.

Joselu, alma de killer y nueve de España

Joselu, alma de killer y nueve de España

España tardó 20 minutos en hacer dos disparos ante Serbia, Joselu se demoró cuatro ante Suiza, el segundo, además, fue el primer gol de la selección de Luis De la Fuente. A veces el fútbol es un deporte muy sencillo cuando se ponen jugadores en su lugar y se cuenta con extremos como Nico Williams y, sobre todo, Lamine Yamal.

El gallego ha sido el típico delantero tanque de toda la vida. Mucha presencia en el área, juego de espaldas y una auténtica amenaza en los balones aéreos. La diferencia en esta etapa final de su carrera es que, tras bregar en equipos de media tabla para abajo, la última temporada la disfrutó en conjuntos de élite. Esto se tradujo en más y mejores ocasiones que el delantero no ha desaprovechado tanto con el Real Madrid como con España.

En el primer partido de esta Nations League, torneo que estrenó el palmarés de De la Fuente en 2023, España realizó 43 centros. Pases que no encontraron rematador al marco serbio. El diagnóstico ante Suiza, con Morata y Oyarzábal ausentes por lesión, era poner a un jugador que aprovechara las llegadas de, ahora mismo, dos de los mejores extremos en el fútbol de selecciones.

Así, el 9 de España realizó la labor que se esperaba de él. Tocó casi todos los balones que sobrevolaron el área de Kobel, poniendo uno en la red, ayudó en la salida de balón que, con la expulsión de Le Normand, mediada la primera parte, resultó crucial especialmente en un campo que no se encontraba en las mejores condiciones y, además, fue el primer elemento de presión de la selección de De la Fuente.

Lógicamente, la primera de sus funciones es más sencilla si cuentas con Nico Williams y Lamine Yamal como asistentes de lujo. El centro del extremo culé para el primer gol de España fue una maravilla que entró con el suspense de los goles fantasma que el videoarbitraje se encargó de confirmar.

El delantero terminó el choque con tres disparos a puerta, un gol, una asistencia, ocho duelos aéreos ganados y un córner forzado. Buenos números teniendo en cuenta que el juego de la selección fue con 10 durante 70 largos minutos en los que la lluvia y el videoarbitraje se aliaron con los nuestros.

Tuvo trabajo el VAR en Ginebra, hubo de revisar el tanto español y anuló dos goles al conjunto helvético, uno por una mano en el inicio de una jugada que terminó en gol y otro porque el balón en el centro de un córner salió por la línea de fondo antes de volver al terreno de juego. Más acción en 50 minutos de Ginebra que en los 95 de Belgrado.

Estrella silenciosa

La estrella silenciosa, como en Alemania, volvió a ser Fabián. En los últimos nueve partidos con España, el andaluz ha hecho casi los mismos goles, cinco, que en 74 choques con su club, el Paris Saint Germain. "Son datos que son buenos para mí, pero sobre todo para el equipo", ha explicado el protagonista tras el partido. En este partido se destapó con dos tantos. Especialmente importante el segundo, tercero de la selección, que ponía la tranquilidad en un choque que se había complicado con la expulsión del central txuriurdin.

Era importante ganar en Ginebra para intentar aspirar a repetir éxito en este torneo ideado por la UEFA para intentar levantar el interés de los partidos amistosos. Dinamarca, principal rival en este grupo 4 de LaLiga A, ha conseguido la victoria en los dos primeros choques de este torneo.

Los españoles hacían una piña al final del choque con un especial abrazo entre Ferran y Joselu, goleador y asistente del último tanto del partido. También se abrazó el delantero al seleccionador tras su tanto: "Es sinónimo de agradecimiento, ha confiado en mi y nos hemos abrazado por la amistad que tenemos", ha explicado. Es importante jugar con un nueve en esta selección de transiciones rápidas y extremos habilidosos. La época del tiquitaca y del falso nueve ya pasó.

El año sobrenatural del Lamine Yamal: “Está tocado por la varita de Dios”

Actualizado Domingo, 8 septiembre 2024 - 01:43

Hay dos indicadores que reflejan cuándo un futbolista transita la senda que conduce a convertirse en mito. El primero es salir aplaudido de los estadios rivales; el segundo, ver los aledaños de esos campos repletos de camisetas con su dorsal y su nombre, reconocible incluso para quien ni siquiera cumple la condición de aficionado. Ambas se cumplen en el caso de Lamine Yamal (Esplugas de Llobregat, 2007), que lo ha logrado con una velocidad pasmosa y con una singularidad: arrastrado por España antes que por su club.

Hoy, cuando pise el estadio de Ginebra para enfrentarse a Suiza, recordará lo que ocurrió hace sólo un año. El 8 de septiembre de 2023, ante Georgia en Tiflis, Luis de la Fuente mandaba al campo al adolescente de 16 años y 57 días que había convocado para sorpresa de muchos cuando su hábitat natural era la Sub-17 que preparaba el Mundial de Indonesia. Sin embargo, la RFEF sabía que era un diamante que se podía escapar. Pese a haber jugado con España desde los 14 años, Marruecos, país de su familia paterna, ya le había tentado. Por eso Francis Pérez, entonces coordinador de las categorías inferiores, y Tito Blanco viajaron a Barcelona a convencer a la familia. De él ya se hablaban maravillas entre los técnicos de La Masía porque incluso aguantaba las comparaciones con el crecimiento que le vieron a Leo Messi.

Sin embargo, en el primer equipo no apareció hasta unas semanas antes de la llamada de España. En la temporada 22/23, con el Barça camino de ser campeón de Liga, Xavi Hernández sólo le llamó para cuatro partidos ante Atlético, Rayo, Betis y Osasuna y lo hizo debutar ante el conjunto andaluz para jugar siete minutos. Lamine tenía 15 años, 9 meses y 16 días y rompió su primer récord al convertirse en el jugador del Barça más joven de la Liga. Pero desapareció de nuevo hasta el Trofeo Gamper de la pretemporada siguiente, la 23/24 destinada a impulsar su historia. Brilló ante el Tottenham apareciendo en las jugadas de tres de los cuatro goles (4-2) que le endosaron a los ingleses y haciendo olvidar a Dembélé. Xavi ya no prescindió de él en Liga y, antes de la llamada de España, jugó cuatro partidos en los que siguió fulminaba registros: el futbolista más joven del siglo XXI en ser titular en Liga y en dar una asistencia.

En medio de la vorágine del 'caso Rubiales' y, pese a estar en el foco, el seleccionador no se movió de su objetivo. «Es un futbolista con un potencial excepcional. En los partidos que ha participado se le ha visto que tiene ese toque de estar tocado con esa varita de Dios. No hay máximos ni mínimos de edad. Yo mido la capacidad, la categoría y el nivel. Está preparado para competir al máximo en la selección», justificó De la Fuente, que no tardó en ver cómo el niño le dejaba en buen lugar.

En el estadio Boris Paichadze, en el minuto 44, justo antes del descanso, el seleccionador miró al banquillo por la lesión de Dani Olmo y mandó al campo al debutante más joven de la historia de la selección, que además, redondearía una victoria 1-7 para convertirse también con 16 años y 57 días en el goleador más precoz.

Una "pieza clave"

Su elección de vestir la Roja ya no tenía vuelta atrás. «Lo he tenido claro siempre, que quería jugar con España, ganar una Eurocopa, un Mundial y todo lo que se pueda», confesaba Lamine justo cuando comenzó a fraguarse el fenómeno que ha pulverizado todo tipo de datos -más joven en debutar y marcar en la Euro, en estar nominado al Balón de Oro o en jugar un Clásico- y que le ha convertido en el jugador de España de mayor incidencia en el ataque, con tres goles, siete asistencias y un penalti provocado. Es «una pieza clave», admiten en el vestuario.

Suiza le temen. «Me alegro de no ser yo quien se enfrente a él», bromeaba el seleccionador suizo Murat Yakin, antiguo central. «Hace cosas increíbles con la pelota. Hay que tener mucho cuidado con sus jugadores de banda, no dejar que el balón le llegue y pararlo», advirtió.

La Eurocopa ha sido un escaparate mayúsculo, con el gol ante Francia y otras cuatro asistencias, donde ha mostrado una «madurez» que destaca continuamente De la Fuente. Es líder sobre el césped, pero su impacto va mucho más allá.

El jugador es imagen de Adidas desde febrero, comparte modelo de botas con Messi y su cotización entre las marcas se multiplica. Durante la Eurocopa, su naturalidad y su complicidad con Nico incrementaron la audiencia entre la Generación Z, que ahora espera su visita a El Hormiguero en próximo jueves. Esta popularidad no parece ser una carga que afecte a su fútbol, ni siquiera en momentos complicados como la agresión a su padre. La maneja con naturalidad y eso también genera impacto. Sus redes sociales tuvieron en junio un incremento del 52%, según Result Sport, y alcanzaron los 25 millones de seguidores. España ha creado un mito.

El peligro de césped, la baja de Olmo y el aviso de De la Fuente sobre el riesgo de lesiones: “Hay mucha hipocresía en los clubes”

Actualizado Sábado, 7 septiembre 2024 - 19:58

Luis de la Fuente sabe que el once que alineará mañana ante Suiza será escrutado no sólo por el rendimiento que dé sino también por el reparto de esfuerzos y el estado físico de sus jugadores. La lesión de Oyarzabal, los minutos de Lamine Yamal, que jugó todo el partido ante Serbia, o la presencia de Rodri, que aún no ha debutado esta temporada con el Manchester City serán motivo de controversia. Además, el propio seleccionador desveló Dani Olmo sufre un golpe que le impidió entrenarse y probablemente tener minutos. El debate está vivo, más aún cuando el césped del estadio de Ginebra está en tan malas condiciones que durante el último entrenamiento un área estaba acordonada.

Quiso transmitir el seleccionador, muy serio, que su once no estará condicionado por las voces que claman desde los clubes por la protección de sus futbolistas, empezando por Lamine Yamal. "Diría que es una suerte que tengan un jugador de ese nivel y que juegue tantos partidos con esa edad en la selección", sentenció el riojano. Tajante fue también con la posible alineación del capitán Rodri. "Siempre priorizamos la salud del futbolista, pero Rodri está perfectamente entrenado y algún día tendrá que empezar a jugar sea aquí o con su club", advirtió.

El seleccionador aseguró que no siente presión para proteger a determinados jugadores. "Todos son muy importantes para nosotros, no sólo los de determinados clubes. No siento presión y pensamos lo primero en los futbolistas, pero es que con la selección tienen que jugar. Este calendario lo establecen y lo acuerdan todos, también los clubes. Nosotros sólo cumplimos con lo que nos dicen y somos también víctimas del calendario", explicó.

"Hay hipocresía en los clubes, que transmiten unas cosas y nos dicen otras a nosotros. Todos los jugadores quieren venir a la selección y todos los clubes quieren que sus jugadores vengan. Este debate es más antiguo que andar p'alante", insistió antes de reivindicar la importancia de la selección. "Si no se puede jugar 180 minutos en septiembre, apaga y vámonos. Nosotros representamos al país, ponemos los mejores jugadores para defender un gran prestigio. Yo sólo sé hacerlo poniendo a los mejores. Si sólo protegiera a unos futbolistas y no a otros sería muy injusto y trato de no hacerlo", quiso dejar claro.

De la Fuente lanzó un aviso sobre Suiza -"un rival durísimo que hizo, junto a nosotros, el mejor fútbol de la Eurocopa", reconoció- y otro sobre el césped: "El partido puede estar condicionado por el estado del terreno de juego, que afecta más a nuestro estilo. No pretendo poner parches ni vendas antes de la herida, pero así de lo he transmitido a los jugadores".

Por eso Olmo no estará en el once y Rodri será duda. De hecho al seleccionador se le escapó ante la pregunta de las bajas de Suiza que era Murat Yakin quien debía estar "contento de que no tengamos a Rodrigo, Álvaro y compañía". Luego puntualizó: "No quería decir Rodri sino Oyarzabal".

Laporte y el bote del balón

Sus jugadores están advertidos de ese factor que puede resultar decisivo. Así lo reconoció Laporte. "Tendremos que estar atentos a los botes del balón y a no resbalarnos. Son factores peligrosos a la hora de defender y nos puede perjudicar", reconoció el central, que dijo no haber tenido contactos para cambiar Arabia por el Real Madrid y que podría plantearse en un futuro el regreso a la Liga.

Laporte, que admitió que ganar la Eurocopa le ha venido bien para reivindicarse y ser "una pieza importante", no renunciaría a ser seleccionado para tener descanso porque se considera ambicioso. "Nosotros nos exigimos mucho. Un empate es como una derrota. Tanto en clubes como selecciones quieres competir, estar en la lista y jugar. 30 o 90 partidos durante el año", sentenció.

La vida de España buscando un ‘9’: cinco jugadores de más de 30 años y el 30% de los goles

Actualizado Viernes, 6 septiembre 2024 - 21:47

España tiene un lunar en su exitoso proceso de rejuvenecimiento con la mirada puesta en la Nations League y Mundial de 2026: el delantero centro. El duelo ante Serbia evidenció que, sin el capitán Álvaro Morata, Luis de la Fuente tiene muchas dudas de a quién darle la responsabilidad del goleador clásico. Desde que llegó al banquillo en enero de 2023, España sólo se había quedado sin marcar en un partido oficial: la final de la Nations League ante Croacia que acabó ganando en la tanda de penaltis. Ha esculpido el riojano un equipo goleador que suma 33 tantos, pero donde no aparece en el horizonte la figura del '9' que sea capaz de llegar a la Copa del Mundo de Estados Unidos, México y Canadá en plenitud, como sí ha ocurrido en otras posiciones, incluidas las de ataque. No hay un Nico Williams ni un Lamine Yamal y el quebradero de cabeza es encontrar quién haga ese papel en el futuro.

De la Fuente no ha dejado de buscarlo, pero se ha encontrado con limitaciones. Hasta seis delanteros con ese marcado perfil ha ido convocando con Morata y Joselu a la cabeza. El capitán es un futbolista irrenunciable para el seleccionador, tanto por los cinco goles que ha marcado en los partidos oficiales que ha dirigido De la Fuente como por su aportación al juego de ataque. La lesión que ha impedido estar ante Serbia y Suiza ha provocado que su sombra aún sea más alargada. Sí está Joselu, que pese a sumar los mismos goles en este periodo, no acaba de encajar en el once titular aunque es un fijo en la citaciones, incluso ahora que ha cambiado LaLiga por Qatar. Eso diez goles que han marcado entre los dos suponen el 30% de los marcados por el equipo nacional en este periodo.

Por las listas han sido pasando otros delanteros como Ayoze, que apareció por sorpresa para la Eurocopa y se lesionó pero que parece asentado al menos para esta fase de clasificación de la Nations League. Ante Serbia se estrenó como hombre en punta y sigue sin abrir su cuenta goleadora en partido oficial. El canario es ahora la alternativa que antes fueron Borja Iglesias o incluso Rodrigo Moreno. De todos ellos ninguno marcó y no pueden encarnar el futuro porque todos superan los 30 años.

El '9' más joven de los convocados fue otro hombre de la confianza de Luis De la Fuente. Se trata de Abel Ruiz, que a sus 24 años ha sido fijo en las inferiores. Apareció para los partidos de la clasificación de la Eurocopa ante Chipre y Georgia, pero no ha vuelto. Su llegada al Girona puede que le haga más visible. En esa horquilla de edad se mueven Sergio Camello, también campeón olímpico, o dos de los jugadores que monitoriza la Federación: Hugo Duro y ahora Toni Martínez, ex del Oporto ahora en el Alavés.

Si de los 33 goles en partidos oficiales de la era de la Fuente, sólo diez los han marcado Morata y Joselu, el ataque se ha sostenido de otra manera. Ahí donde aparecen los falsos delanteros o los segundos puntas. En esa figura es Dani Olmo el protagonista. El jugador del Barça es uno de los futbolistas preferidos del seleccionador que ha dado un salto a goleador justo en el momento en que España más lo necesitaba. Mientras Morata sólo marcó un gol en la Eurocopa, ante Croacia, el catalán hizo tres y se coló en la Bota de Oro del torneo. Antes ya había marcado ante Noruega y en la goleada de hace un año a Georgia. Si bien ante Serbia no tuvo tanto protagonismo, en Ginebra puede sea la apuesta en la punta de ataque.

Compite con Ayoze, que apenas tuvo una ocasión en Belgrado, y Joselu, a quien el seleccionador ve más como un recurso que como hombre titular. De hecho, en los 12 partidos oficiales que ha jugado el gallego desde que el riojano le hizo debutar, sólo ante Escocia, Chipre y Albania ha sido titular. Ese dato refuerza su efectividad porque en esos 389 minutos ha marcado cinco goles.

De elección del sustituto de Morata para el segundo duelo de la Nations League se cae Oyarzabal, otro futbolista fetiche del técnico que ayer volvió a San Sebastián tras sufrir un «esguince de alto grado en el tobillo izquierdo» en el duelo ante Serbia. La aportación del vasco al balance goleador de la era De la Fuente en partidos oficiales fue de un gol ante Chipre y el segundo ante Inglaterra en la final de Berlín.

El doble de goles lleva Ferran Torres, que si bien con Luis Enrique alguna vez jugó en el corazón del área, el riojano lo ve más por banda a pesar de los cuatro tantos que suma (dos ante Chipre, uno con Georgia y otro más ante Albania). Su rendimiento global con la selección es notable, puesto que en 47 partidos ha marcado 20 goles e igualado la cifra de Telmo Zarra.

Junto a la irrupción de Dani Olmo, la razón por la que España sobrevive sin '9' en esta última etapa que arrancó tras el Mundial de Qatar tienen nombre propio: Nico Williams y Lamine Yamal. Lo han hecho con asistencias y pero también con goles. El extremo del Athletic, que debutó antes, suma tres entre la clasificación de la Eurocopa (Georgia) y el torneo, uno de ellos en la final. Le sirven para aparecer en la tabla por detrás del triple empate a cinco de Morata, Joselu y Olmo.

Pelea por darle alcance su amigo Lamine Yamal con otros tres. Avisó de que podía colarse en este ranking el mismo día de su debut, hace un año ante Georgia, con un zurdazo que cerró la goleada (1-7) en Tiflis y lo ratificó asombrando a Europa ante Francia en semifinales. Así es como se le alivia de 'De la Fuente' del quebradero de cabeza, haciendo de la necesidad, virtud.

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Mikel Oyarzabal abandona la concentración de España por un esguince en su tobillo izquierdo

Mikel Oyarzabal abandona la concentración de España por un esguince en su tobillo izquierdo

Actualizado Viernes, 6 septiembre 2024 - 15:55

La Federación Española de Fútbol ha comunicado esta tarde que Mikel Oyarzabal, que entró ayer en el tramo final del partido para buscar el gol de triunfo ante Serbia, abandona la concentración de la selección española en Belgrado tras confirmarse un "esguince de alto grado en su tobillo izquierdo".

El jugador de la Real Sociedad, protagonista en la final de la Eurocopa, tuvo que salir ayer el terreno de juego con ayuda de las asistencias médicas después de dañarse el tobillo en una acción fortuita con el portero Predag Rajkovic.

Tras someterse a pruebas médicas, el parte médico difundido por la selección este mismo viernes ha confirmado las peores noticias para el delantero vasco, que regresará a San Sebastián, acompañado por un médico de la Federación, para ser evaluado por la Real Sociedad e iniciar el tratamiento de recuperación.

El seleccionador Luis de la Fuente, que se mostró preocupado en la rueda de prensa por la situación del jugador, ha decidido no reemplazarle y no llamar a ningún otro jugador para afrontar el siguiente partido de España en la Nations League que le enfrentará a Suiza el próximo domingo en Ginebra.

El empate ante Serbia ha dejado provisionalmente a España tercero en el cuarto grupo de la Liga A de la competición después de que Dinamarca venciera a los helvéticos por dos goles a cero.

Preocupación por el esguince de tobillo de Oyarzabal pero no por el empate ante Serbia: “Era un partido de pretemporada”

Actualizado Viernes, 6 septiembre 2024 - 00:07

La única preocupación en el vestuario de España era por el tobillo izquierdo de Mikel Oyarzabal. Para el empate a cero ante Serbia en el estreno oficial de la campeona de Europa hay solución, pero no para la lesión que obligó al futbolista a salir del campo en camilla y del estadio en muletas, lo que le privará de jugar el domingo en Ginebra ante Suiza.

De la Fuente confirmó que el delantero sufre "un fuerte esguince de tobillo, que espero que se quede ahí", deseó, y que se someterá a pruebas en las próximas horas para determinar el alcance de la "mala pinta" que le vieron Zubimendi y Grimaldo en el vestuario. El choque con Rajkovic en los instantes finales del partido en los que el seleccionador buscaba "refrescar el ataque y mover un poco el avispero" le deja con Ayoze y Joselu como únicas opciones en la punta de ataque.

No quiso transmitir el técnico español ninguna preocupación por un empate ante una selección ordenada que le creó algún problema. "Es un partido de pretemporada", resumió De la Fuente. "Estamos en fase de preparación. Todos nos exigimos muchísimo, pero esto es un proceso y el camino es muy largo. No hay que darle más importancia", reflexionó.

"En el primer tiempo nos ha faltado frescura en la finalización, llegábamos al área pero no concretábamos ese último pase. En el segundo, nos faltó acierto rematador. Hacía calor, el campo estaba seco y lento... Hay que seguir trabajando y mejorando. El domingo estaremos mucho mejor, seguro, y los jugadores irán cogiendo ritmo de competición y mejorando", añadió e técnico con la voz cascada por las protestas que le costaron la amarilla al protestar por un agarrón a Joselu en el área. "Sólo quería lo que mirara el VAR, porque me ha parecido clarísimo y a Joselu, también. Era una jugada que hubiera cambiado el resultado", advirtió con la misma sinceridad que reconoció que, ante un equipo encerrado como el serbio, haber marcado antes les abría impulsado. "Aun dominando hemos sufrido contras que nos han generado problemas. En el segundo tiempo hemos vivido en el área de serbia, pero sin acierto y ante un gran portero. Con un gol les hubiéramos obligados a salir y todo se les hubiera complicado", analizó.

Insistió De la Fuente en la complicación de este primer partido del curso. "En octubre hablaremos de otra cosa, pero en septiembre, no es que los jugadores estén fatigados, pero tienen falta de ritmo. Les falta carga de trabajo y de partidos. Ha sido un partido muy replegado y muy difícil de abrir en el que nos ha faltado finura, condición física y energía", insistió.

Lo intentó con Fabián, que se retiró enfadado por la clara ocasión desperdiciada, -"ha hecho un partido muy bueno, pero buscábamos el último pase con Pedri", le consoló- y con la apuesta de Ayoze. "Buscábamos profundidad, juego entre líneas y remate. En la primera parte no se lo hemos facilitado porque no le hemos abastecido de balones. Con Mikel queríamos refrescar el ataque y mover un poco el avispero", admitió De la Fuente, que en Ginebra se queda con el canario y Joselu como únicas opciones en el área.

Un campeón alelado

Un campeón alelado

Pobrísimo empate en Belgrado de un campeón que se durmió en los primeros minutos y se encontró con una Serbia granítica, recia, rápida y que sabía como desactivarlo. Desde el primer minuto, el campeón de Europa adoptó el papel de soberbio, único y maravilloso equipo. España se creyó más que invencible.

Sin embargo, el conjunto de Luis de la Fuente fue repelido por un equipo serbio, duro y pegajoso. La selección, con su pose divina, jugaba sin velo

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España puede ser gris a pesar del ahínco de Lamine Yamal

Actualizado Jueves, 5 septiembre 2024 - 23:09

A los campeones se les exige siempre un ejercicio de solvencia. No hay excusas ni paños calientes, es el precio del éxito. En el Pequeño Maracaná de Belgrado, menos caldera de lo que se esperaba, España se dio cuenta del peso de los títulos. Mutó a gris pese a los esfuerzo de Lamine Yamal por evitarlo. No fue el equipo efervescente que encandiló a Europa ante una Serbia que, sólo con orden, lo atolondró.

Se habían disfrazado los balcánicos de víctimas en lo que llegó a parecer un parapeto de su cuestionado técnico Dragan Stojkovic, silbado por su grada, ante un posible arreón de España que no llegó a producirse. De la Fuente veía cómo su cerebro, Zubimendi, si encontraba a Fabián y a Dani Olmo, nunca era en ventaja porque los serbios perseguían hasta su sombra. El balón iba a los costados con una lentitud que complicaba la sorpresa a Nico Williams, con poca chispa, y a Lamine Yamal, capaz de provocar asustar pero que no sembró el pánico hasta que los serbios se agotaron.

La selección española no estaba inspirada y caía en la telaraña que tejieron los balcánicos. Llegaban al área trastabillados y, además, sin el compromiso de correr a su espalda. Esto abrió un agujero en las bandas, sobre todo de Carvajal, que los serbios aprovecharon para acercarse al área con remates de Zivkovic y Samardzic a la grada y los intentos de Jovic. Si no golpearon más fue por sus propias limitaciones, que en ataque fueron muchas.

Con España cortocircuitada en la zona de control, el partido iba de área a área mientras De la Fuente cabeceaba en el área. Si el requiebro de Lamine sirvió a Zubimendi un remate manso a las manos de Rajkovic, Nedeljkovic se multiplicaba para evitar que Nico y Cucurella conectaran. Con eso, les bastaba.

Fabián comenzó a emerger mediada la primera parte para correr una contra con Lamine que tardó demasiado en armar un remate y apareció Pavlovic para repelerlo. El central de Milan aun crecería más, casi como Serbia, que encadenó ocasiones en las botas de Jovic. El atacante del Milan, renqueante aún tras una lesión, desesperó a todo el estadio al desperdiciar las mejores oportunidades. A punto estuvo de aprovechar un exceso de confianza de Le Normand y las dudas de Raya y falló clamorosamente una asistencia de Ivan Ilic que le dejó solo ante el meta español.

Respondió España con la más clara, siempre comandada por la irreverencia de Lamine Yamal, que se apoyó en un gris Olmo. Su equivocado intento de control acabó convertido en remate a la media vuelta de Ayoze para el único paradón de Rajkovic en la primera mitad.

Si España no se desperezaba, Serbia tenía muy claro cuál era su plan: sostener el dominio de los campeones de Europa y correr a su espalda. Así nació el disparo de Birmancevic al que la selección respondió con remate ajustado al palo de Fabián para cerrar un primer tiempo de colapso español.

Mucho tenía que cambiar tras el paso por el vestuario y fue Lamine Yamal quien más rápido lo intentó. El jugador del Barça se volvió imparable para una defensa cada vez con menos fuelle y que acabó convertida en un frontón pese a los cambios de Stojkovic buscando oxígeno. De la Fuente leyó el partido y buscó el pie de Grimaldo y la picardía de Oyarzabal, primero, y después el control de Pedri, el remate de Joselu y la velocidad de Ferran. Las piernas serbias iban a flaquear.

Antes probó Carvajal rematando una falta servida por Lamine y después Fabián en un córner antes de irse al vestuario, pero Pavlovic desnudó otra vez a España lanzándose a la portería sin que su apoyo en Ivan Ilic acabara poniendo en problemas al guardameta español. Desde ese momento, los serbios apretaron los dientes dispuestos a resistir como si fueran un frontón el asedio que se avecinaba.

Apareció Rajkovic para salvar un zurdazo a balón parado de Grimaldo y Yamal, el mejor argumento de España y casi el único en muchos momentos. Tuvo que sacar de nuevo una mano el ex cancerbero del Mallorca para salvar el gol de la joven estrella, que fabricó para Fabián la mejor ocasión sin que el sevillano , suelto en el punto de penalti, fuera capaz de aprovecharla. Tampoco el colegiado quiso ver un penalti por agarrón a Joselu para desesperación de De la Fuente ante tanto desacierto y una posible lesión de Oyarzabal. Serbia enturbió el camino en la Nations League, que empieza sin ningún brillo.