Amorim: "Si la directiva y los aficionados creen que no soy el hombre adecuado, me iré sin discutir y sin compensación"

Amorim: “Si la directiva y los aficionados creen que no soy el hombre adecuado, me iré sin discutir y sin compensación”

Actualizado Jueves, 22 mayo 2025 - 13:01

Rúben Amorim, técnico del Manchester United, se ofreció a irse del club sin finiquito si así lo quiere la directiva y la afición.

"Si la directiva y los aficionados creen que no soy el hombre adecuado, me iré sin discutir y sin compensación", dijo Amorim después del encuentro. "Pero no voy a dimitir. Confío en mi trabajo", continuó.

El entrenador portugués perdió este miércoles la final de la Europa League contra el Tottenham Hotspur y ha firmado unos meses terribles con el United, que es decimosexto en la Premier League y no jugará en Europa el año que viene.

"No estoy aquí para defenderme en este momento. No es mi estilo. No tengo nada que darle a los fans, pero lo que pido es un poco de fe", apuntó.

Amorim, que llegó en sustitución de Erik Ten Hag, solo ha conseguido nueve puntos en Premier League desde noviembre, perdió tanto la FA Cup y la Copa de la Liga y se jugaba muchísimo en esta Europa League perdida contra el Tottenham.

La ausencia del United en la Champions League de la temporada que viene ni en ninguna competición europea tendrá un impacto de, como mínimo, 100 millones de libras en sus ya resentidas cuentas financieras.

Han acumulado pérdidas en los últimos cinco años y, según el club, de no haber llevado a cabo una política de recortes en el último año, habría entrado en bancarrota al final de este 2025.

GARNACHO, DUDA LA PRÓXIMA TEMPORADA

Alejandro Garnacho, atacante del equipo, dejó abierta la puerta a una posible salida este verano después de perder la Europa League.

"Obviamente esto es muy duro para todos", dijo el argentino en la zona mixta posterior al partido en San Mamés. "Nuestra temporada ha sido una mierda. No ganamos a nadie en la liga. Nos han faltado muchas cosas", agregó para definir la terrorífica temporada que llevan, perdiendo todos los títulos y sin la presencia en Europa la temporada que viene.

En lo individual, Garnacho no quedó nada contento con su participación en la final, en la que comenzó en el banquillo en favor de Mason Mount y no entró hasta la recta final de encuentro.

"Hasta que llegamos a la final, jugué en todas las rondas. Y hoy he jugado veinte minutos. No sé, voy a disfrutar del verano y ya veremoslo que pasa después", sentenció.

Garnacho tiene contrato con el United hasta 2028, pero ya estuvo en la rampa de salida el pasado invierno, cuando su club no veía con malos ojos dejarle salir ya que pretende ingresar entre 50 y 60 millones de libras por él y, al contabilizar como canterano de cara al 'fair play' financiero, sería un respiro importante para las cuentas del equipo.

El Tottenham gana ante el Manchester United su cuarto título continental en una final decepcionante

El Tottenham gana ante el Manchester United su cuarto título continental en una final decepcionante

La Liga Europa acudió al rescate del Tottenham, hundido en la Premier pero capaz de ganar ante el Manchester United su cuarto título continental en una noche donde se echó de menos el fútbol en San Mamés. Los londinenses volverán la próxima temporada a la Liga de Campeones, cuya final perdieron con el Liverpool hace un lustro. Esta vez no se les escapó la victoria, al derribar nuevamente a un rival al que han superado en sus cuatro partidos en el curso que concluye.

Se desangra el United, que llegaba invicto en el torneo al partido donde esperaba enmendar del mejor modo posible otra temporada nefasta. Una más desde que entró en esta profunda crisis en la que sigue sin ver la luz.

Un afilado centro al área de Sarr desde la izquierda lo peleó Johnson y acabó a la espalda de Onana con la colaboración de su compañero Shaw, casi en la frontera del descanso. Ese tanto terminó por decidir una final carente de atractivos.

Las dudas defensivas del Manchester United habían generaron dos situaciones de inquietud en el comienzo. Primero fue Onana quien se mostró falto de autoridad en una salida y poco después Maguire se metió en un lío por no conceder fuera de banda. Pero sería Diallo a la salida de un córner quien más cerca estaría del gol con su disparo cruzado.

Decidió Ruben Amorim prescindir de Ugarte y dejar a Casemiro como único medio centro defensivo. Buscaba más creatividad y dinamismo, no sólo de la mano de Bruno Fernandes sino también de Mount. Fue solo una pretensión. Más que reivindicar su buen papel en el torneo, tanto Tottenham como Manchester United encarnaban el más que deprimente devenir en su liga.

Era una final singular por la deriva de ambos equipos a lo largo de la temporada. Es harto infrecuente que la disputa de un título continental tenga como protagonistas a dos supervivientes en la Premier League, lastrados por un casi infame número de derrotas, incapaces también de asomar la cabeza en cualquier otro torneo doméstico.

Una sangría incesante

Ahí estaba el United, con una historia que admite escasas comparaciones en el fútbol mundial, sometido desde la marcha de Alex Ferguson a una incesante suma de contratiempos en todos los frentes, perdido el sitio en las islas y en Europa. Similares urgencias afrontaba el Tottenham, sin el halo legendario de su rival, pero también con honores dentro y fuera de Gran Bretaña y recursos para ocupar un espacio menos sombrío del que le había tocado.

Tardó Amorim en mover el banquillo y buscar soluciones a un marcador que el Tottenham interpretó como una buena excusa para acomodarse en su propio terreno, sin el carácter reactivo que manifestó con la igualada a cero. Una pelota frontal que no supo despejar Vicario la sacó sobre la línea en un soberbio escorzo Van de Ven cuando casi se celebraba el remate de Hojlund entre los seguidores del United.

Entraron Garnacho y Zirkzee a falta de 20 minutos para la conclusión. El técnico portugués no alteraba el sistema, sólo cambiaba hombre por hombre a un delantero y a un media punta. A una situación mucho más difícil había hceho frente el United en su partido de cuartos contra el Olympique de Lyon, cuando remontó dos goles en contra en la prórroga ante el Lyon estando con un hombre menos.

Con poco, el Tottenham se aproximaba a su primer título europeo desde que en 1984 ganó por segunda vez la Copa de la UEFA. Cuenta también con la Recopa ganada en 1963. Corto de imaginación, diluido Bruno Fernandes, su principal fuente de talento, el United se dedicaba a poner centros sobre el área ante un rival cada vez más convencido de hacer buena su propuesta. Sólo la entrada de Son, ausente del equipo inicial por sus problemas físicos, ponía algo de chispa en el atrincherado grupo de Postecoglou.

Resistió el Tottenham hasta el cabezazo de Shaw que despejó Vicario, ya en los estertores de la prolongación. Aún habría para un remate de Casemiro, pero la victoria se la llevó el Tottenham, resarcido de sus penurias ante un United que se sume en las tinieblas.

Manchester United y Tottenham buscan la redención en Bilbao, una ciudad tomada por más de 50.000 hinchas

Manchester United y Tottenham buscan la redención en Bilbao, una ciudad tomada por más de 50.000 hinchas

No estará el Athletic, ya clasificado para la próxima Liga Campeones tras una brillante temporada. Aún hay un llanto contenido en Bilbao por la ausencia de su equipo en una fecha para la que había trabajado desde que se conoció que San Mamés sería la sede de la final de la Liga Europa. El título se lo disputarán este miércoles (21.00 h., Movistar) dos grandes del fútbol británico venidos muy a menos. El Manchester United, que aniquiló al conjunto de Ernesto Valverde en semifinales, y el Tottenham Hotspur, que, al igual que su adversario de esta noche, busca fuera de las islas la redención en un curso nefasto.

El glorioso United tricampeón de Europa, colosal protagonista de páginas heroicas, como las que nos hablan de su renacimiento tras el desastre aéreo de Múnich, en 1958, que acabó con buena parte de una generación llamada a todo, es hoy décimosexto en la Premier League, después de sufrir el pasado fin de semana ante el Chelsea su decimoctava derrota. Justo detrás en la clasificación aparece el Tottenham, que viene de perder contra el Aston Villa su vigesimoprimer encuentro en el campeonato.

Sólo la tradición que llevan detrás unos y otros, mucho mayor la del equipo que ahora entrena Ruben Amorin, permite sostener un cartel seriamente devaluado por sus prestaciones no ya en este ejercicio, sino a lo largo ya de unas cuantas temporadas. Cierto es que en el torneo que nos ocupa se han defendido con dignidad. El United, cuyo último éxito europeo se produjo en esta competición, en 2017, con José Mourinho, aparecerá en San Mamés invicto en la presente edición, con nueve victorias y cinco empates. El Tottenham, que cuenta con una Recopa y dos Copas de la UEFA y perdió ante el Liverpool la final de la Liga de Campeones de 2019, aparece con sólo dos derrotas y cuatro triunfos en los últimos cinco partidos.

Es evidente que por su peso histórico llama mucho más la atención la hasta la fecha incontenible hemorragia del Manchester United desde la jubilación de Alex Ferguson tras 26 temporadas en las que ganó 38 títulos. Ni la Copa de la Liga de 2023 ni la FA Cup ganada hace dos cursos al Manchester City colman los anhelos de un club opacado desde hace tiempo por el Liverpool y por sus vecinos de Maine Road, hasta la implosión de la formidable obra de Pep Guardiola.

Crisis en todos los frentes

Desde que a finales de 2023 la familia Glazer vendió el 25% de las acciones a Jim Ratcliffe, el presidente de la petroquímica Ineos ha tratado de atenuar la crisis económica del club, aplicando 450 despidos y con medidas como el fin de la pensión de 2,16 millones de libras anuales que recibía Ferguson como embajador. Pero la distancia entre la masa social y la clase dirigente desde que los magnates estadounidenses compraron el Manchester United en 2005 no deja de crecer, agudizada por la deriva deportiva y la crisis institucional.

Un equipo cuyo jugador más relevante en los últimos partidos ha sido, a sus 33 años, el ex madridista Casemiro, autor de dos tantos en las semifinales y con opciones para volver a la selección brasileña con la llegada de Carlo Ancelotti, busca ganar por primera vez en cuatro encuentos al Tottenham esta temporada, levantar la copa y hacerse con una plaza en la próxima Liga de Campeones.

«La gente verá a nuestro equipo de otra manera si gana la Europa League, ya que hacerse con un título europeo es importante», dijo este martes Amorim en conferencia de prensa. «Nada va a cambiar nuestra temporada, pero ganar hoy puede ayudarnos a tener esa sensación para construir un futuro».

Al otro lado, los Spurs del técnico griego Ange Postecoglou. «Siempre gano cosas en mi segunda temporada. Nada ha cambiado. No digo las cosas salvo que crea en ellas», comentó en conferencia de prensa el hombre que se hizo cargo del equipo en 2023. «Es un momento histórico. Llevo diez años en el Tottenham y quiero ganar este título. Va a ser un día muy importante y estoy convencido de que lo vamos a lograr», manifestó su capitán, el delantero coreano Son Heung-min.

Así se prepara Bilbao para recibir a 55.000 ingleses: 170 vuelos chárter en 4 aeropuertos, 1.500 ertzainas y las últimas habitaciones a 1.200 euros

Así se prepara Bilbao para recibir a 55.000 ingleses: 170 vuelos chárter en 4 aeropuertos, 1.500 ertzainas y las últimas habitaciones a 1.200 euros

Manchester United y Tottenham Hosptur disputarán el miércoles (San Mamés, 21.00 horas) la final Europa League en 'casa'. Poco importa que Bilbao -la ciudad española más british- esté a 1.200 kilómetros de Gran Bretaña. Más de 55.000 seguidores de los dos equipos británicos vuelan ya hacia Euskadi y Cantabria en vuelos chárter pero también hacia Madrid, Barcelona y Palma en enlaces de vuelos regulares para empujar a los suyos en las gradas de San Mamés. Una avalancha de aficionados dispuesta a conquistar la capital vizcaína lo que ha obligado a blindar desde ayer los espacios reservados a los aficionados y desde hoy martes casi la mitad de la ciudad en un amplísimo perímetro alrededor del estadio. Bilbao, fiel a su tradición, garantizará txirimiri en las horas previas al duelo europeo.

Nunca Bilbao ha estado tan unido al Reino Unido pese a que la seducción británica nació a finales del siglo XIX. Con el carbón inglés llegó el fútbol y en la 'campa de los ingleses' en la orilla del Nervión junto a la Universidad de Deusto nació el fútbol vasco. Casi 150 años después, 30.000 'diablos rojos' del United y otros 25.000 spurs (espuelas, en inglés) ya se desplazan para calentar un partido que no está declarado de alto riesgo por la UEFA pero que ha exigido un extraordinario dispositivo de logístico, de seguridad y hostelero.

Por primera vez en la historia, los aeropuertos de Loiu (Vizcaya), Foronda (Álava), Fuenterrabia (Guipúzcoa) y Santander (Cantabria) operarán como un 'hub' para recibir a más de 170 vuelos chárter procedentes de media docena de aeropuertos británicos. Loiu -que cuenta con unas 140 operaciones diarias- tiene previsto acoger en tres días 80 aterrizajes y despegues de aeronaves con seguidores. Santander con 39, Vitoria con 36 y Fuenterrabia con 13 completarán el 'puente aéreo' entre el norte de España y las Islas Británicas. Los aeródromos de Vitoria y de Santander serán los encargados de asegurar el retorno durante la madrugada del jueves a los aficionados del Tottenham y del Manchester United que han sido separados en sus vuelos a la final europea.

Alrededor de 700 autobuses conforman el dispositivo de traslado desde los aeropuertos a Bilbao más cientos de taxis de toda Vizcaya que de forma excepcional podrán operar en el aeropuerto de Loiu.

La capital vizcaína, además, comenzará a blindarse a partir de las 12 de la noche del martes en todo el perímetro de San Mamés y la calle Sabino Arana -uno de los accesos al centro de la ciudad- pero ya desde la mañana del viernes la mitad de Bilbao se cerrará al tráfico. «Pedimos a bilbaínos y visitantes que eviten el uso del vehículo privado y se priorice el uso del transporte público, especialmente metro, tren y tranvía, cuyos servicios se verán reforzados para facilitar la movilidad durante estos días», subrayaba a EL MUNDO la concejal de Movilidad Nora Abete.

Los cortes de tráfico forman parte de un operativo de seguridad en el que han colaborado la Ertzaintza, Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local de Bilbao. 1.500 policías vascos constituyen el grueso de los efectivos que acompañarán a red devils y spurs. La Facultad de Ingeniería -pegada al estadio- con 4.750 alumnos permanecerá cerrada por seguridad y se han aplazado una veintena de exámenes previstos.

Además de la Ertzaintza, también Policía Nacional -con amplia experiencia en eventos deportivos- y Guardia Civil han reforzado sus medios humanos y materiales. Agentes de la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC) vigilan ya aeropuertos y el puerto de Bilbao. También la Guardia Civil ha incrementado el control fronterizo y ha dado la bienvenida a las dos aficiones -en castellano y en euskera- en sus redes sociales. 500 vigilantes de seguridad completan el dispositivo.

«Vizcaya tiene un reconocimiento mundial por la calidad de su hostelería y estamos volcados para atender a miles de aficionados», señalaba ayer Héctor Sánchez, el gerente de los hosteleros vizcaínos encantados con la «avalancha» de clientes. Sin casi plazas hoteleras libres, las habitaciones superan los 1.500 euros la noche y aún se ofrecen apartamentos de dos habitaciones por 3.300 euros. Precios que, según el consejero de Turismo Javier Hurtado «son casos puntuales de reservas de última hora».

El Athletic se despide de su sueño con una derrota dolorosa en Old Trafford

El Athletic se despide de su sueño con una derrota dolorosa en Old Trafford

Hay gestas y hay milagros. Y las dos cosas tenía que hacer el Athletic en Old Trafford, cuyo sobrenombre se prestaba precisamente al sueño. Pero la losa del conjunto de Valverde era doble, en resultado y en nombres. Un 0-3 siempre es difícil de remontar, pero hacerlo sin tus tres mejores hombres: Sancet y los hermanos Williams, necesitaba de la bendición urbi et orbi del nuevo León XIV. No pudo llegar. [Narración y estadísticas, 4-1]

Son precisamente tres los milagros que tiene que hacer un aspirante a santo para convertirse en uno. El Athletic necesitaba un gol tempranero, pudo ser el disparo que se le escapó a Berenguer en el minuto 8 tras una gran jugada de Unai, otro antes del descanso para acongojar a un irregular conjunto inglés y el último es igualar la eliminatoria, mínimo antes del fin de los 90 minutos reglamentarios. El guion era difícil, pero permitía giros, aunque el final fue muy amargo.

La película tenía un titán arriba, ese joven de la cantera athleticzale con cuerpo y pie para tener una buena carrera en el fútbol profesional. Pero Maroan se encontró con la horma de su zapato, un Maguire renacido en esta competición y que le chocaba en cada duelo.

Otro titán que se tuvo que crecer mucho atrás fue el suplente de Unai Simón, portero que tiene una sombra alargada. Agirrezabala fue el yeso que intentaba tapar las grietas que dejaba un equipo volcado sobre la meta de Onana. No fue tarea fácil y terminó en imposible con el paso de los minutos. Su último error en el segundo tanto de Mount fue fruto más de la frustración que del nivel mostrado.

El primer indicio de señal llegó en el minuto 23. Fue el VAR el que abrió la primera luz para los vascos dejando sin sancionar un posible penalti de Gorosabel en el área del equipo de Valverde. En ella creyó Jauregizar. El canterano agarró un balón rebotado de un disparo de Djaló y metió una comba a la escuadra de Onana imposible para el guardameta camerunés. Los vascos ya tenían la beatificación.

Hubiera venido bien una ayudita celestial o arbitral. El colegiado Siebert pudo concederla si no se hubiera tragado el silbato en el segundo codazo de Mazraoui. Zurró a Maroan y le metió a Unai, pero ese segundo duelo aéreo con movimiento ilegal de brazos no tuvo el mismo castigo. Sí sacó amarilla al primer goleador de la noche por un pisotón accidental a Garnacho. El final de la primera parte se afeó por demérito del árbitro cuyo errático comportamiento sacó de quicio a unos y a otros.

Aún hubo otra señal antes del descanso. Garnacho encontró el hueco entre los dos centrales del Athletic y se quedó sólo ante Agirrezabala. Su intento de vaselina se fue fuera y Valverde suspiró en el banquillo. Son esos pequeños detalles, esos pequeños resquicios, por los que cuela la esperanza y abre las grietas que necesitaba abrir el Athletic en la defensa inglesa, cara, pero no muy contundente. Aunque finalmente no pudo hacerlo.

El Athletic se agarró aún más tras la salida de vestuarios a esa estrella menuda que tiene entre líneas llamada Berenguer. El joven mediapunta se echó el equipo a los hombros y resultó omnipresente en campo rival. Pases, disparos, córners, faltas, lo quería todo el futbolista navarro.

A falta de leones, Valverde quiso tomar Old Trafford con cachorros. Su primer cambio fue para sacar al chaval Olabarrieta para sustituir a otro chaval, Djaló, que nunca se cansó de intentarlo, pero le faltó precisión a su juego. En esa ventana también saltó al campo otro jovenzuelo de 36 años. Quién mejor que el capitán del Athletic, Óscar de Marcos, para creer en la remontada.

Milagro imposible

El tiempo avanzaba inexorable y la penitencia del Athletic comenzaba a hacerse demasiado pesada así como las piernas. Los cambios refrescaron las piernas, pero no las mentes. Y luego Mount ya dejó la gesta en más que milagrosa. Un movimiento magistral suyo en el área tras un eslalon de Yoro puso el empate en el marcador e inclinó la montaña 15 grados más.

Casemiro ya fue la borrasca que ocultó la montaña y acabó con la gesta. Hojlund sofocó del todo el milagro. Ni una victoria pudo celebrar el Athletic para despedirse de la que debía ser su competición que tuvo que sufrir un nuevo latigazo de Mount antes del final. El sueño del Athletic murió en el Teatro de los Sueños. Hay un nuevo Papa, pero los vascos se quedaron sin milagro.

Del sueño a la pesadilla: amarga goleada del Manchester United al Athletic en San Mamés

Del sueño a la pesadilla: amarga goleada del Manchester United al Athletic en San Mamés

Hay sueños que acaban convertidos en pesadillas. El Athletic lo comprobó con una amarga goleada ante el Manchester United que le aleja casi de manera definitiva de la final de la Europa League en San Mamés. Entró en efervescencia todo el estadio, volcado en empujar a su equipo a rozar el cielo, pero la respuesta en el césped no fue la misma. Apenas pudo el Athletic mantenerse vivo en la eliminatoria 30 minutos. [Narración y estadísticas: 0-3]

El infierno en el que quisieron sumergir a los ingleses acabó achicharrándoles, incapaces de sobreponerse al primer partido que se les empinaba en una temporada extraordinaria. Dos goles habían cedido como locales y dos le marcó el United en un abrir y cerrar de ojos, con el castigo añadido de la inferioridad numérica. Entonces el Athletic, mermado, ni siquiera supo atrincherarse para llegar vivo a Old Trafford. Cierto es que la tarea no era fácil con una hora de partido por disputar.

El inicio de la semifinal no presagió tanta amargura pero sí dejó pistas. En los primeros minutos, con la caldera de San Mamés a toda potencia, Nico Williams buscó centros para Maroan Sannadi, Berenguer hizo aparecer a Onana con sus disparos y hasta Iñaki cabeceó un balón por encima del larguero. El Manchester, esforzado en apagar esa ebullición, tuvo una contra en la que Bruno Fernandes lanzó a Garnacho para que batiera a Agirrezabala, pero en fuera de juego. Esa conexión es la que tenían que vigilar los rojiblancos sin olvidarse de buscar la portería, como hizo Nico para asociarse con Sannadi y forzar a Casemiro, o Iñaki dándole otra asistencia a Berenguer para un golpeo que salvó Lindelöf casi bajo los palos.

El United esperaba ordenado a que las burbujas de esa efervescencia fueran bajando cuando se encontró con su propia revolución. Maguire se lanzó por la orilla derecha de su ataque, tumbó con dos recortes a Jaureguizar y sacó un centro que peinó Ugarte para servir el testarazo a Casemiro al segundo palo. Por si no era bastante varapalo, tres minutos después Vivian agarró lo suficiente a Hojland en el área para que no empujara una pelota a gol. El colegiado noruego Eskas no lo vio, pero el VAR sí. En la revisión hubo doble castigo: penalti y roja al internacional español.

Bruno Fernandes no falló y la ventaja, desde la inferioridad numérica, se hizo un abismo para el Athletic. La casi certeza de que era el adiós al sueño de pelear un título la sembró de nuevo el capitán portugués cuando, habilitado por un taconazo que Ugarte sacó entre camisetas rojiblancas al borde de la medialuna, batió la portería de Agirrezabala para poner el 0-3.

Bajo el peso de esa losa, Valverde no esperó al descanso para hacer los cambios, que aumentaría al inicio de la segunda mitad. Si había una mínima opción de resucitar pasaba por echar el cerrojo a la portería, con la dificultad que eso entrañaba porque Dorgu estrelló un latigazo en el travesaño en el añadido.

El paso por el vestuario no sirvió para que el Athletic, desquiciado, volviera a la pelea con la mente fría y pensando que aún quedaba la vuelta. Al equipo de Amorim, que se agarra a la Europa League para colarse en Champions tras el desastre en la Premier, le bastó con bajarle las revoluciones al duelo, sin arriesgar. Y aún así, por dos veces Casemiro, de disparo lejano y de cabeza, hizo esforzarse al guardameta vasco, que también apareció en el 80 para desviar otro tiro lejanísimo de Bruno Fernandes y frustrar a Hojlund.

Los esfuerzos ya estaban centrados en que no pasara nada más, ni siquiera con el revitalización que buscaron desde el banquillo. El Athletic, con la fiesta aguada, solo pudo lamentarse y conjurarse para creer en la resurrección en Old Trafford.

El Manchester United, penúltimo paso para la final en casa: "De pequeño soñaba con levantar una copa con el Athletic en San Mamés"

El Manchester United, penúltimo paso para la final en casa: “De pequeño soñaba con levantar una copa con el Athletic en San Mamés”

Actualizado Miércoles, 30 abril 2025 - 20:05

El Athletic afronta este jueves el partido más importante de la temporada. Llega a Bilbao el Manchester United, poseedor de tres Copas de Europa, el penúltimo obstáculo del equipo de Ernesto Valverde para plantarse en la final de la Europa League, que se disputa el 21 de mayo en San Mamés. Inmaculado en su estadio a lo largo de la presente edición del torneo, el conjunto vizcaíno cifró en el segundo torneo continental el principal objetivo de una temporada en la que tiene muy cerca su clasificación para la próxima Champions por su trayectoria en la Liga, donde es cuarto, con cinco puntos más que el Villarreal.

"De pequeño soñaba con levantar una copa con el Athletic en San Mamés", admitió Nico Williams, el futbolista más mediático de los locales. "El United siempre tiene grandes jugadores y en la Europa League están demostrando que son muy buenos, que son un bloque y tienen un gran entrenador", apuntó.

Los británicos, descabalgados en la Premier League, donde ocupan la decimocuarta posición, tienen en este torneo la única vía para volver a Europa el próximo curso. Pese a estar invictos en el torneo continental, quedaron al borde de la eliminación frente al Lyon. Igualaron a dos en Francia, idéntico resultado cuando concluyó el tiempo reglamentario en Old Trafford. Pero los galos, con 10 hombres por expulsión de Corentin Tolisso, lograron adelantarse 2-4 en la prórroga, antes de inclinarse debido a la impresionante reacción local, que derivó en el 5-4.

A por la tercera final

«No podemos tener un apagón como el otro día», bromeó Valverde, que no podrá contar con Oihan Sancet. «Hay muchas cosas que debemos tener en cuenta del United, como su balón parado, futbolistas como Bruno Fernandes y los muchos registros que posee en el juego».

El Athletic ha eliminado con solvencia a la Roma y el Glasgow Rangers, en ambos casos con el encuentro de vuelta en San Mamés. Una temporada después de poner fin a 40 años sin levantar la Copa del Rey, tiene la posibilidad de acercarse a la que sería su tercera final europea. Perdió frente a la Juventus, en la antigua Copa de la UEFA, en 1977, y, ya en la Europa League, en 2012, contra el Atlético de Madrid.

Muere Joe Thompson, ex jugador de la Academia del Manchester United, a los 36 años

Muere Joe Thompson, ex jugador de la Academia del Manchester United, a los 36 años

Actualizado Viernes, 18 abril 2025 - 14:47

Joe Thompson, ex jugador de la academia del Manchester United, ha muerto este jueves a los 36 años, un año después de su tercer diagnóstico de cáncer. El club Rochdale, de la quinta división del fútbol inglés, con quien disputó más de 200 partidos, ha anunciado el fallecimiento del centrocampista.

"Conocimos a Joe principalmente como un futbolista de talento, pero pronto llegaríamos a adorar su personalidad cariñosa y contagiosa", dijo el Rochdale en su comunicado.

"Afrontó todas las batallas de frente, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Su trayectoria y su espíritu indomable han sido una inspiración para todos los que se han visto afectados por su historia. Por encima de todo, Joe fue un marido cariñoso para Chantelle y un padre increíble para Thailula y Athena Rae", asegura el club.

Thompson pasó por la academia del Manchester United, a la que se incorporó con nueve años, antes de jugar en el Rochdale, el Tranmere Rovers y el Carlisle United.

"Un hombre que personificaba los valores de nuestro club... Nuestros pensamientos están con la familia y los amigos de Joe en estos difíciles momentos", declaró el Manchester United en un comunicado.

Thompson fue diagnosticado por primera vez de linfoma de Hodgkin en 2013, cuando jugaba en el Tranmere. La enfermedad reapareció tres años después y pudo anunciar que estaba libre de cáncer en 2017.

Menos de un año después marcó el destino del Rochdale al salir del banquillo en el último partido de la temporada 2017-18 para marcar en una victoria por 1-0 que mantuvo al equipo en la tercera división.

Se retiró en 2019 y pasó a convertirse en speaker y coach motivacional del equipo. También desempeñó un papel de embajador en el United.

El año pasado, Thompson fue diagnosticado con cáncer por tercera vez.

El Rochdale, situado justo al norte de Manchester, dijo que sus jugadores llevarían brazaletes negros durante el partido del viernes en Altrincham en la Liga Nacional.

El Manchester United desestima la remodelación de Old Trafford y anuncia un nuevo estadio para 100.000 espectadores

El Manchester United desestima la remodelación de Old Trafford y anuncia un nuevo estadio para 100.000 espectadores

Actualizado Martes, 11 marzo 2025 - 15:13

El club inglés Manchester United anunció este martes sus planes para construir un estadio con 100.000 butacas que el copropietario Jim Ratcliffe declaró que será "el mejor del mundo".

El club de la Premier League ha estado barajando la posibilidad de remodelar el histórico Old Trafford o de construir un nuevo estadio en la misma zona. Ahora confirma. El United confirma ahora su "intención de emprender un nuevo estadio de 100.000 butacas como pieza central de la regeneración del área de Old Trafford".

El club espera que el nuevo estadio, cuyo coste se estima en 2.000 millones de libras (2.600 millones de dólares), esté terminado en cinco años, si bien no se conoce la fecha de inicio de los trabajos. Este martes se mostraron además varias maquetas e imágenes conceptuales del nuevo Old Trafford y de las zonas adyacentes obra de los arquitectos 'Foster + Partners', elegidos en septiembre para diseñar el barrio del estadio.

"Tiene que ser uno de los proyectos más emocionantes del mundo", ha expresado Norman Foster en un comunicado. "Todo empieza con la experiencia de los aficionados, acercándolos más que nunca al terreno de juego y cultivando acústicamente un enorme rugido", ha explicado.

Según ha descrito el arquitecto, "el estadio está contenido por un enorme paraguas, que recoge energía y agua de lluvia, y cobija una nueva plaza pública que tiene el doble de tamaño que Trafalgar Square".

Imagen digital del proyecto del nuevo estadio

Imagen digital del proyecto del nuevo estadioManchester United

"El día de hoy marca el inicio de un emocionante viaje hasta la entrega del que será el mejor estadio de fútbol del mundo y el centro de un renovado Old Trafford", dijo Ratcliffe. "Nuestro estadio actual nos ha servido de manera brillante durante los últimos 115 años, pero se ha visto superado por los mejores establecimientos del mundo del deporte", añadió.

El United anunció que el estadio y el más amplio proyecto de regeneración de la zona tiene el potencial para aportar 7.300 millones de libras adicionales (9.400 millones de dólares) a la economía británica, incluyendo una posible creación de 92.000 puestos de trabajo.

El nuevo estadio tendrá un aforo bruto de 104.000 localidades, el segundo mayor de Europa por detrás del Camp Nou de Barcelona (105.000) y superando a Wembley, con 90.000 localidades.

El mástil más alto del estadio alcanzará los 200 metros de altura, con lo que superará al edificio más alto de Manchester, la Torre Beetham, de 169 metros. Según el club, el estadio será visible hasta 37,4 kilómetros de distancia, tanto desde el cercano Peak District como desde partes de Cheshire y las afueras de Liverpool, en condiciones óptimas.

"El United es el club de fútbol favorito en el mundo y, en mi opinión, se merece un estadio que corresponda a esa talla", declaró Ratcliffe en Londres el martes. "Es todo un desafío construir un estadio de 100.000 butacas pero Reino Unido necesita un estadio con ese tipo de envergadura en el norte de Inglaterra y creo que es el mejor lugar para construirlo".

Imagen digital del proyecto del nuevo estadio

Imagen digital del proyecto del nuevo estadioManchester United

Este proyecto de un nuevo estadio ha contado con el apoyo del legendario entrenador Alex Ferguson, quien ganó 13 títulos de Premier League durante sus más de 26 años de reinado. "El Manchester United debería esforzarse siempre por ser el mejor en todo lo que hace, dentro y fuera del césped, y eso incluye el estadio en el que jugamos", dijo Ferguson.

"Old Trafford guarda muchos recuerdos especiales para mí pero tenemos que ser valientes y aprovechar esta oportunidad para construir un nuevo hogar, adecuado al futuro en el que se pueda hacer historia".

El United está atravesando un momento complicado, dentro y fuera de lo deportivo: 14º clasificado en Premier League, el club arrastra una deuda cercana a los 1.000 millones de libras.

El estadio actual de Old Trafford es el campo de Inglaterra con mayor capacidad, gracias a sus 74.000 localidades. Ha sido la casa del United desde 1910, pero en los últimos años se ha criticado su estado, con problemas de fugas desde el techo. El club se ha quedado rezagado con respecto a estadios como el Emirates Stadium del Arsenal y el Tottenham Hotspur, que organizan eventos y conciertos adicionales para aumentar los ingresos, algo similar a lo que ocurrirá con el Everton, que abandonará Goodison Park al final de la temporada para trasladarse a su nueva sede en Bramley-Moore Dock.

El Supporter's Trust del club, órgano de los aficionados, declaró por su parte que es vital que se consulte a los fans a lo largo del proceso. "¿Aumentará el precio de los billetes para expulsar a los fans locales? ¿Dañará la atmósfera, que es la prioridad de los aficionados en el campo?", se preguntó en un comunicado, en el que también interroga sobre el impacto del nuevo estadio en la deuda del club y en la inversión deportiva "en un momento de necesidad".

La reacción final permite a la Real llegar viva a Old Trafford

La reacción final permite a la Real llegar viva a Old Trafford

Tiene lo que tiene esta Real Sociedad exigida cuando vienen curvas en la carretera. Si la pasada semana un Real Madrid alternativo salía vencedor en Anoeta en las semifinales de Copa, este jueves al menos evitó la derrota ante el Manchester United, que había vuelto a señalar las limitaciones del equipo de Imanol Alguacil. Con todo, el tanto de penalti de Oyarzabal en el minuto 68 tras una mano de Bruno Fernandes, en el primer disparo a puerta del equipo vasco, le permitirá batirse en Old Trafford la próxima semana con alguna esperanza de alcanzar los cuartos de final de la Liga Europa. Antes, un disparo de Zirkzee desde fuera del área en el 58, frente al que pudo hacer bastante más Remiro, había dado ventaja a los británicos, mejores en el global del encuentro, pese a la reacción local a raíz del empate, que obligó a dos buenas intervenciones de Onana.

Bien armado atrás, con una línea de cinco, el Manchester United vivió cómodo en la primera mitad antes de tomar el mando en el tramo inicial del segundo tiempo. Se dejaba querer, protegido en su terreno, a la espera de alguna salida rápida por las bandas. La Real manejaba la pelota sin encontrar espacios ni hacer circular la pelota con velocidad. Ni Kubo ni Barrene prosperaban por las bandas, sujetados por los laterales. En tiempos difíciles, no se le puede reprochar al conjunto británico orden y compromiso. Hasta Bruno Fernandes, el faro del grupo, se acercaba a achicar agua cuando la situación lo requería.

Profunda crisis

Víctima de una profunda crisis deportiva e institucional, el Manchester United no encuentra la salida. Acaba de ser eliminado por el Fulham de la FA Cup, donde defendía el título conquistado ante el City en la pasada edición, y es decimocuarto en la Premier League, muy lejos del estatus que se le demanda a un tricampeón de Europa, con una formidable historia a sus espaldas. Nada acaba de funcionar en el conjunto británico. Tampoco el relevo en el banquillo, con la llegada de Ruben Amorim, que sustituyó a Erik Ten Hag en noviembre, ha surtido efecto. Estamos ante el peor United en más de medio siglo, después de que en 1974 perdiese la categoría. La Liga Europa, donde está invicto, es la única vía para intentar regresar a Europa la próxima temporada.

Fue Fernandes quien gozó de la mejor oportunidad, en el minuto 36, pero Elustondo sacó el balón casi en la línea de gol, con Remiro ya vencido tras el pase de Dalot. El lateral no se conformaba con neutralizar a Barrene sino que se estiraba con criterio. Si algún equipo anduvo cerca del gol en ese tramo del duelo ése fue el United, pues el juego posicional de los locales resultaba estéril. Sin Zubimendi, finalmente baja, el asunto se complicaba aún más para la Real.

En una noche grande en Anoeta, con el estadio lleno y la hinchada a la altura de la cita, la Real se sostuvo gracias a un buen tramo final del encuentro, en el que incluso pudo haber sacado un resultado superior a los méritos contraídos. Contribuyeron también a su reacción las decisiones de su técnico. Con Becker y Oskarsson en el campo y Oyarzabal desplazado a la banda, crecieron los guipuzcoanos, que pelearán por su porvenir en uno de los templos futbolísticos del continente.