A España le sonríe hasta la suerte y barre a Croacia en el debut de la Eurocopa

A España le sonríe hasta la suerte y barre a Croacia en el debut de la Eurocopa

En el fútbol, en la vida, en todo, hay un momento en el que alguien, o algo, llámese azar, llámese fortuna, llámese incluso Dios, si alguno quiere, llámese como se quiera llamar, hay un momento, decíamos, en que ese alguien, o ese algo, debe ayudar, dar un empujoncito, cerrar una puerta y abrir otra, a quien haya sido designado. Este sábado alguien, o algo, designó a España ganadora del partido ante Croacia. Ese alguien, o algo, fue sutil. Escondido tras el buen hacer de la selección, ordenó que los matices fueran siempre para ella, ordenó que tras el gol de Morata, justo después, Kovacic disparase mal, ordenó que tras el gol de Fabián, Brozovic no acertara con la portería, ordenó, por último, que Budimir no llegase por un milímetro al 2-1 mientras Carvajal sí lo hacía en el descuento. España ha venido a la Eurocopa y al descanso del primer partido iba ganando 3-0 a un buen equipo. España ha venido a la Eurocopa y sale del debut con la mejor de sus sonrisas. [Narración y estadísticas (3-0)]

Para saber más

Ese mismo fútbol, esa misma vida, enseña también que no conviene deslumbrarse por una tarde como la de este miércoles en Berlín, y que apenas hace falta retroceder al Mundial de Qatar, rememorar el 7-0 a Costa Rica (un equipo infinitamente peor que Croacia) y saber cómo terminó aquello. Pero esto es fútbol, caramba, y esto es la vida, y si con un debut como el de España no está permitido ilusionarse, apaguen y váyanse. El equipo de Luis de la Fuente es eso, un equipo, un equipo menos dogmático, más versátil, un equipo que toca, pero que también corre, un equipo que presiona, pero que también mete el culo junto al portero, un equipo que juega en corto, pero también le da un patadón a la pelota si es lo que hace falta. Porque sí, en el fútbol, vale dar patadones. Vaya que sí. Es más, este 3-0 viene acompañado de la primera vez que España pierde el porcentaje de posesión contra su rival desde la Eurocopa de 2008, casi nada. (46% contra 54%).

Afronta pues España de lo más tranquila lo que queda de grupo, reforzada como pocas veces antes en el inicio de un gran campeonato, lo mismo que su capitán, Morata, dueño de un gol reconfortante en lo futbolístico y en lo personal a la espera de ver en qué queda su lesión. España hizo debutar al tipo más joven en comparecer en una Eurocopa, Lamine Yamal, y presentó la mejor versión de un centrocampista moderno, un box to box como dicen los ingleses, forma resumida de interpretar a un tipo, Fabián, que une al talento una capacidad física superior. Funcionó bien la pareja Nacho-Le Normand, dejando a un lado, de momento, el asunto Laporte, y aunque apenas se vio, el peligro latente de las bandas hace que los equipos contrarios no estén tan cómodos ni replegados (por los regates de Lamine) ni presionando (por la velocidad de Nico Williams). Cucurella, por cierto, adelantó a Grimaldo, pero no deja de ser una anécdota.

Tras toda la mañana lloviendo, salió el sol en Berlín para embellecer el maravilloso Estadio Olímpico, donde Hitler pretendió una cosa y Jesse Owens dictó otra. Salió España con la pelota en el pie y no la soltó hasta el minuto 13, primera posesión de los croatas cerrada en nada y que sirvió, sin embargo, para darle la vuelta al calcetín. Despertaron los balcánicos, a los que quizá le falten piernas, pero a los que les sobra fútbol. Se hicieron con el balón y se animaron a presionar a España, que lo notó.

Carvajal y Lamine celebran el gol del primero.

Carvajal y Lamine celebran el gol del primero.AFP

Era el momento de sufrir y la selección lo hizo, corriendo detrás de la pelota y metiendo a los once durante un rato en campo propio, igual que ocurriría en la segunda parte, ya con el duelo muy devaluado. Pero, volviendo al inicio, alguien, o algo, decidió que, cuando peor lo pasaba España, marcase gol. Fue justo a la media hora, en un balón largo de Croacia que despejó Cucurella al tun-tun'. La pelota le cayó a Fabián como le podía haber caído al vecino del quinto, pero le cayó a Fabián, que casi sin mirar filtró un pase para Morata con la defensa de Croacia abierta en canal (tenía también a Nico). El capitán, como menos le gusta, con metros para correr y por lo tanto para pensar, definió estupendamente con el interior de la izquierda, a un ladito, suave.

A la jugada siguiente, Kovacic condujo hasta la frontal y su tiro fue flojo, y a la jugada siguiente, Fabián apareció también por el balcón del área, recortó y marcó un golazo. Pero es que, perdón por la insistencia, a la jugada siguiente, un tiro de Brozovic encontró la mano milagrosa de Unai Simón. En el minuto 32, el marcador podría haber sido un empate a dos, pero era un 2-0. Así es esto. Por si no había quedado claro, resulta incomprensible cómo no fue gol un remate de Gvuardiol que esperaba Budimir, igual que incomprensible que Carvajal encontrase el hueco entre los maromos croatas.

Poco tras el descanso

El segundo tiempo hubiese contado a título de inventario de no haber sido por la lesión de Morata, que dejó en el aire la única mancha para el vencedor, un poco apurado en el inicio por el brioso inicio del rival, pero tranquilo la última media hora, ya con Modric y Kovacic sentados en el banquillo, pues debió pensar Dalic que si alguien, o algo, no quería que Croacia se acercase ayer en el marcador, era mejor dejar a los veteranos descansando para Albania. Faltaba, claro, la última aparición de ese alguien, o ese algo, esta vez de una forma mucho más obscena, más obvia, dejando sin castigo una confianza de Unai Simón que terminó en penalti y que no fue gol ni en el lanzamiento (lo paró el propio Unai) ni en el rechace, atrapado por Perisic, que se había adelantado antes del lanzamiento de su compañero.

Era obvio, pues, que alguien, o algo, quería que España, al margen de sus virtudes, que las tiene y las enseñó, iniciase esta Eurocopa con una goleada a un buen equipo, resolviendo así el siempre peliagudo trámite de debutar en una gran cita.

Cómo se persigna De la Fuente

Cómo se persigna De la Fuente

Actualizado Sábado, 15 junio 2024 - 20:48

Inmejorable inicio en una Eurocopa, con un triunfo florido con tres goles y con la sensación que deja como un "equipo escorpión", con los dos puñales por los lados y remates de casi de todos. Hasta de Carvajal.

¿Qué dejó Croacia? La estampa de un perdedor. Jugó al póker muy mal. Se veían sus estrategias. Arriesgaba cuando se le notaba que iba de farol y jamás pareció decisiva. Además, parecía nerviosa, histérica.

Imposible haber mejorado el formi

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España, un gol más, un complejo menos

España, un gol más, un complejo menos

Caído el imperio de la posesión, que fue la Roma del fútbol, a España le han pasado muchas cosas. Unas son las propias de la decadencia, de la pérdida de poder e influencia. Otras llegaron por obra y gracia de un puñado de cretinos que confundieron servir al fútbol español con servirse a sí mismos. La especie, lamentablemente, abunda. La reconstrucción sobre la ruina deportiva y moral es compleja, y más para Luis de la Fuente, que lleva un año es

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Una peculiar cuadrilla para ganar la Eurocopa: “Si hay que decirle cuatro cosas a alguno…”

Actualizado Viernes, 14 junio 2024 - 23:15

"Espero que seáis conscientes de que sois unos privilegiados", dijo Juan Carlos Unzúe, enfermo de ELA. Y continuó: "Si a mí me hubiesen preguntado hace años: ¿crees que podrías ser feliz en una silla de ruedas? Hubiese dicho que no. ¿Y sabéis qué? Que me habría equivocado. Con esta silla de ruedas llevo más de tres años y tengo, y he tenido, muchos momentos de felicidad".

En el gimnasio de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, el auditorio de Unzúe,

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"Cariño, ¿por qué ves un Georgia-Turquía?"

“Cariño, ¿por qué ves un Georgia-Turquía?”

Si España golea a su rival en su debut, diremos que somos claros favoritos -que ya lo había dicho usted, que lleva mucho fútbol visto en el sofá con el chándal y el Marlboro- y miraremos el cuadro de la competición para ver quién nos toca en semis. Si España pierde con su rival en su debut, diremos que ya se veía venir el desastre, que vaya convocatoria de lisiados -que ya lo había dicho usted, que lleva mucho fútbol visto en el sofá con el chánd

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La Eurocopa del fútbol global frente a los euroescépticos: Bosman, Le Pen y la nueva Alemania

La Eurocopa del fútbol global frente a los euroescépticos: Bosman, Le Pen y la nueva Alemania

Empieza la fiesta en una Europa donde son cada vez más los que quieren que se acabe, y no sólo el 'outsider' español Alvise Pérez, surgido de la sentina de las redes sociales. Crecen los euroescépticos con discursos que desentierran la peor de las pasiones del continente: el nacionalismo. Nada ha costado tanta sangre. Entre esas pasiones ancestrales se encuentra también el fútbol, que levanta estandartes no siempre en la dirección adecuada, pero cuya reconstrucción a lo largo del tiempo es, hoy, lo más parecido al amenazado sueño europeísta, con libre circulación de jugadores desde la 'sentencia Bosman', hace casi 30 años, gracias a sus tribunales. Europa tiene un Real Madrid campeón de la Champions con más acento francés que español sin que ello ofenda a sus aficionados, y selecciones que integran a hijos y nietos de migrantes, como el francés Kylian Mbappé los españoles Lamine Yamal y Nico Williams, dispuestas a conquistar la Eurocopa. El fútbol, tantas veces señalado por las viejas lacras, tiene, pues, una misión, y no es únicamente la de ganar. Es la de mostrar cómo el balón transita mejor si encuentra puentes. Como las ideas. Como Europa.

Cuando Francia levantó su primer Mundial, en 1998, Jean Marie le Pen, fundador del Frente Nacional, se avergonzó del equipo que lideraba Zinedine Zidane por la mayoritaria presencia de jugadores de origen magrebí y subsahariano. Para este ex miembro de la Legión Extranjera no era digno de la 'grandeur'. Por entonces, se trataba también de un emergente 'outsider' de la política francesa, volcada con el proyecto europeo que había liderado Jacques Delors y en pleno desarrollo del Tratado de Ámsterdam, que ampliaba los ámbitos de competencia de la Unión Europea (UE). El perfil multirracial de 'Le Bleu' no ha cambiado, capitaneada la selección por Mbappé, de padre camerunés y madre argelina, fiel a la 'France noir, blanc et beur'. En cambio, el legado de Le Pen, aunque con matices y el nuevo nombre de Agrupación Nacional, ha llevado a su hija Marine a un triunfo histórico en las elecciones europeas del pasado domingo, en la figura de su apadrinado Jordan Bardella. Francia no es la Hungría de Viktor Orban ni la cambiante Polonia. Es el corazón del europeísmo, junto a Alemania, sede de la Eurocopa y donde los radicales y euroescépticos de Alternativa para Alemania (AfD) se han hecho con el segundo puesto.

El hincha Macron, cercado

Emmanuel Macron, un hincha de la selección, como demostró en los palcos mundialistas de Moscú y Doha, acudió a despedir al equipo de Didier Deschamps en Clairefontaine, 'Chez le Bleu'. Al contrario que su padre, Marine también se comportó del mismo modo en sus redes sociales cuando Francia ganó su segundo Mundial, en 2018. Es mejor estar del lado del fútbol, el problema es el mensaje que se incorpora. El de los nacionalistas y euroescépticos es peligroso, especialmente en un torneo de selecciones como el que se inicia, mañana, en Múnich, y con un 'revival' de grupos de hinchas violentos en el corazón del continente. Son los ultras 2.0.

La UEFA está formada por 55 federaciones nacionales, mientras que la UE la componen 27 países. La Europa futbolística es más grande que la política y ello obliga a equilibrios diplomáticos diferentes. No obstante, la coordinación es cada vez mayor, especialmente en lo que respecta a las grandes tensiones o conflictos internacionales, como sucede en la actualidad con las guerras en Ucrania y Gaza. El organismo de Aleksander Ceferin apartó a Rusia de las fases de clasificación, en paralelo a las decisiones de los países occidentales, pero mantiene en su seno a Israel, igual que Eurovisión, del mismo modo que las grandes potencias del continente no han retirado a sus embajadores en Tel Aviv.

Ucrania, causa y privilegio

Ucrania toma parte en el torneo, después de una heroica clasificación y de que sus jugadores hayan sido liberados de las férreas normas de reclutamiento en el país, al considerar que competir es su forma de luchar. Un criterio tan entendible por la propaganda que busca Volodimir Zelenski para la causa ucraniana, como polémico por tratarse de un privilegio. El portero Lunin ha dejado claro que los importantes son los que están en el frente.

Ucrania gozará de simpatías en Alemania, pero su competitividad está lejos de llevarla al grupo de las selecciones con aspiraciones, pese a estar en uno de los grupos más asequibles, junto a Bélgica, Eslovaquia y Rumanía. Su título es su presencia.

Calendario de la Eurocopa Alemania 2024

El sueño de Platini y el Brexit

Italia, campeona en 2021, un año después por la pandemia, vive en una montaña rusa: no se clasificó para el Mundial anterior (Rusia) ni para el siguiente (Qatar). El pedigrí es su aliado, pero no parece en condiciones de repetir la gesta que cumplió en Wembley, ante Inglaterra. En Londres concluyó una Eurocopa extraña por la pandemia y por transitar por varios países. Cuando Michel Platini, ex presidente de la UEFA, la ideó, pretendía ser un homenaje al proyecto europeo. Cuando se celebró, el 'Brexit' había dinamitado uno de sus puentes y Platini había dejado su lugar entre acusaciones de corrupción. La maldición quiso que la final se celebrara en Londres, fuera ya de la UE.

La Inglaterra que entonces perdió es un candidato a todo desde hace unos años, ya que goza de una de sus mejores generaciones, a la que ahora se añade Jude Bellingham, después de su estirón y su Champions en el Madrid. Sin embargo, algo falla a nivel mental en este equipo que dirige un entrenador de perfil bajo, Gareth Southgate. Estuvo cerca en el Mundial de Rusia, cayó ante Italia en la final de Wembley y perdió ante Francia, con un error de Harry Kane en el punto de penalti, en Qatar. Sabe que es su última oportunidad.

Francia es la roca, pero una roca por la corre Mbappé y sobre la que baila Griezmann. El nuevo jugador del Madrid falló un penalti en la tanda que dejó fuera a su selección en la última edición, pero en la final del Mundial, pese a la caída de Francia, dejó claro su capacidad para cambiar el signo de un partido. La Euro es su primer gran torneo lejos del PSG, un estímulo más para este futbolista-depredador. Vinicius hará lo mismo en la Copa América, antes de su encuentro en el Bernabéu para jugar juntos por más Champions y uno contra el otro por el Balón de Oro.

Datos de todas las Eurocopas

La bandera alemana

A ese Bernabéu no volverá Toni Kroos, cuyo regreso a Alemania es parte de su final de cuento. No todos lo escriben tan bien. Ha dado a la 'Mannschaft' el mando que necesitaba, porque jugadores de calidad le sobran. Kroos y el hecho de ser local confieren a Alemania una condición de favorita que no ha vuelto a exhibir desde su título mundial en Brasil, hace 10 años. Kroos estaba allí. Durante su Mundial de 2006, la juventud alemana acabó con complejo de exhibir su bandera, dado el pasado nazi. Ahora el peligro es que los radicales de la nueva Alemania no lo hagan en exceso y con otras intenciones.

También en Brasil estaba Cristiano, el eterno. El folletín que protagonizó en Qatar aventuraba un final de 'primadona' que ha perdido la voz, pero la gestión del español Roberto Martínez en el banquillo lo ha rehabilitado, pese a jugar en el balneario de Arabia. La clasificación de Portugal ha sido excelsa, hecho que la coloca en un segundo escalón en el que también está la España de Luis de la Fuente.

Campeona de la Liga de Naciones, donde derrotó a Italia y Croacia, rivales en su grupo, España llega tras la crisis del caso Rubiales, con un entrenador que fue parte del 'Rubialismo' y un presidente, Pedro Rocha, imputado. El balón dictará, pues, sentencia con respecto a una selección que depende de jugadores clave: Carvajal, Rodri, Pedri, Nico Williams y Lamine Yamal.

Carvajal ha hecho su mejor temporada tras muchos sinsabores con España; el jugador del City es el compás de un equipo pragmático, olvidado el catecismo de la posesión; el canario fue el mejor joven de la pasada Euro y vuelve al mismo sitio tras reventar y entrar en un bucle deportivo y personal; Nico tiene la platea que no le ofrece el Athletic, y Yamal está, a sus 16 años, ante el reto de romper en estrella de la Europa que viene, esperemos que con menos euroescépticos.

Todos los estadios de la Eurocopa 2024
¿Puede ganar España la Eurocopa? Con Lamine Yamal y Nico Williams puede soñarlo

¿Puede ganar España la Eurocopa? Con Lamine Yamal y Nico Williams puede soñarlo

En esta Europa superada por los acontecimientos, aparece el fútbol para intentar poner orden: los extremos buenos son los que desbordan por la banda. Especialmente en España. Una vez jubilado definitivamente, y tarde, el tiqui-taca, que nos dio cinco años de gloria y 10 de sopor, la modernidad ha llegado a la selección y la única duda es si el espíritu conservador de Luis de la Fuente es capaz de entenderlo y deja fluir la alegría. La alegría, po

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La hora de Luis, el hombre educado que sobrevivió a mil tormentas: “Podemos ganar”

Actualizado Miércoles, 12 junio 2024 - 22:44

Defíneme a Luis con una palabra.

-¡Joé!

-Bueno, venga, con dos. O con tres.

-¡Es que uno solamente...! Venga va. Es un tío muy cercano, que te da mucha confianza y que tiene las ideas muy claras. ¿Te vale?

-Me vale.

La conversación con Mikel Oyarzabal se produce en el Media Day de la selección española, que tuvo lugar en Las Rozas el 3 de junio. El jugador de la Real Sociedad es uno de los muchos que conoce a Luis de la Fuente (Haro, La Rioja, 62 años

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Españoles, el tiqui-taca ha muerto: "La vida pasa, no podemos pensar siempre en lo que hicimos"

Españoles, el tiqui-taca ha muerto: “La vida pasa, no podemos pensar siempre en lo que hicimos”

Luis de la Fuente ha dirigido 15 partidos a la selección absoluta, a la que cogió inmediatamente después de que fuera expulsada de mala manera por Marruecos en el Mundial de Qatar luego de ofrecer 1.019 pases (un 77% de posesión) para un solo disparo a puerta. En ese invierno de 2022, mes de diciembre, se hizo famosa la necesidad de un Plan B, que en realidad no era otra cosa que buscar deshacerse, definitivamente, de una herencia tan bonita como nociva. La gran España, la España de la posesión, del tiqui-taca, la campeona en 2008, 2010 y 2012, había muerto hacía tiempo, pero nadie parecía haberse dado cuenta. De la Fuente ha sido el encargado de enterrarla.

La selección, cómodamente instalada en su lujosísimo hotel, escuchando a Estopa, La Oreja de Van Gogh y El Barrio cuando llegan a su campo de entrenamiento, ya no se detiene en cuestiones estéticas. Es más, repasando esos 15 partidos de De la Fuente, se descubre un dato. Quitando a la debilísima Chipre, el partido donde más posesión acumuló este equipo (77%) fue en la derrota, muy dolorosa, ante Escocia, en marzo de 2023. Es más, algunas de las mejores victorias (que son 12), algunas de las más importantes, presentan porcentajes discretos: un 62% ante Italia en la semifinal de la Liga de Naciones, un 54% en la final contra Croacia o un 59% en la victoria sobre Noruega en Oslo (59%).

"La vida pasa, y no podemos estar pensando siempre en lo que hicimos en aquellos años", sostiene Rodri, el arquitecto de este nuevo proyecto. "Luis quiere una selección más vertical, más contundente en las áreas, aunque una cosa es decirlo y otra implementarlo. Le da dos o tres pautas al jugador, no más, nos da mucha libertad", explica el mediocentro del City, que no lo dice, pero sí lo piensa: todo lo contrario que Luis Enrique, que dejaba mucho menos espacio a la improvisación del futbolista. El asturiano, por cierto, solía decir: "Nosotros jugamos siempre igual". Pues bien, esto también ha cambiado: "El juego cambia a nivel táctico dependiendo del rival, dependiendo del partido", explica Oyarzabal.

Lamine Yamal, en una sesión.

Lamine Yamal, en una sesión.AP

No confundir con no tener una idea. "Al revés, tenemos una idea clara, y no todas las selecciones tienen eso, así que hay que aprovecharlo. Intentamos dominar cada partido a través de la posesión y, sin pelota, hacemos una gran presión tras pérdida", analiza Grimaldo, uno de los nuevos. Posesión sí, pero ¿qué tipo de posesión? Intercede en este debate, de nuevo, Rodri. "Es una filosofía parecida, pero es verdad que intentamos ser un poco más verticales, sin tanta posesión. Digamos que queremos la posesión, pero para intentar hacer daño al rival".

¿Y dónde empezó todo? Pues fue en Tiblisi, capital de Georgia, en septiembre del año pasado. De la Fuente empezó con Dani Olmo y Marco Asensio en los extremos, pero ambos se lesionaron, y en el segundo tiempo salieron Nico Williams y Lamine Yamal, que debutaba. El festival terminó 1-7, con los dos chicos hiriendo a una selección no tan débil (de hecho está en la Eurocopa, pues se clasificó en la repesca). Tener esos dos aviones en las bandas ha terminado de empujar a De la Fuente a romper con el pasado. "Muy pocos extremos en Europa pueden igualar a Lamine y Nico, así que tenemos que aprovecharlo", cuenta Oyarzabal.

Otro fútbol

"Nos han venido los dos, con condiciones diferentes a lo que estábamos acostumbrados, y no podemos dejarlo pasar. Tienen regate, velocidad... Es una grandísima ayuda. Para mí, como mediocentro, jugadores que piquen al espacio son fundamentales", insiste Rodri, que ha visto cómo debe modificar sus hábitos respecto al City. "Aquí la clave", cierra Álvaro Morata, el capitán, "es que hay muchísimas soluciones, hay un abanico de tácticas diferentes que nos vendrán bien en los partidos que se complican".

En los alrededores del equipo, las cosas están más claras todavía. "Hace tiempo que no tenemos jugadores para hacer lo que se hacía hace 15 años", cuenta un veterano de Mundiales y Eurocopas, que las ha visto de todos los colores. Existe la impresión en la concentración de España, siempre desde la óptica de los que vivieron aquella época y viven esta, de que nadie ha sido capaz de asumir esa ruptura con la mejor herencia posible. Pero si Xavi, Iniesta, Silva o Cesc ya no existen, y hay futbolistas verdaderamente diferenciales en otro tipo de fútbol como Lamine o Nico Williams (sin olvidar los laterales, Dani Carvajal y Grimaldo), quizá sea el momento de olvidar los complejos. De la Fuente lo sabe.

Salchichas, cervezas y un alcalde que gana con el 98% de los votos: así fue el primer entrenamiento de España en Alemania

Actualizado Martes, 11 junio 2024 - 00:14

No lo intenten. Si no han estudiado, al menos, un par de años de alemán, pronunciar el nombre del pueblecito donde ha elegido estar España durante esta Eurocopa es casi imposible. Se escribe Donaueschingen, y se pronuncia... pues como se pronuncie en alemán. Ayer, en los alrededores de los campos de fútbol del SV Aasen, un equipo de fútbol de regional que tiene una hierba que ya quisieran muchos equipos de Primera División en España, los lugareños lo pronunciaban realmente bien, al punto de no entenderles. Se les entendía mucho mejor, eso sí, el nombre del equipo al que habían ido a ver los 500 aficionados con entrada para el primer entrenamiento: «¡Espannnnnna! ¡Espannnnnna!». Porque sí, España abrió su entrenamiento ayer a la ciudadanía de este pequeño enclave en mitad de la Selva Negra.

Esos 500 que tenían entrada eran todos amigos, o conocidos, de Erik Pauly. ¿Y quién es Erik Pauly? Pues Erik Pauly es el alcalde de Donaueschingen, que lo es desde hace ya siete años y que, en las últimas elecciones, celebradas en 2021, ganó por un ajustado margen: sacó el 98% de los votos del pueblo, de unos 21.000 habitantes, aunque ese día apenas votó el 25% de la gente. «Es un personaje», decía una persona de la delegación española que estuvo ayer toda la tarde coordinando con él cómo sería el acceso de la gente.

El personaje andaba por allí, aunque confundido entre el personal, mientras un puñado de hinchas españoles, algunos de ellos niños, rodeaban las vallas del complejo para que les dejaran pasar. «¡No ticket, sorry!», decía un señor enorme en la puerta de acceso, y es que las entradas que no manejaba el alcalde las manejaba (pocas) la UEFA. «¡Dejadnos entrar!», gritaban desde fuera, hasta que el personal de la Federación consiguió, no sin dificultad, que pudieran pasar a ver el entrenamiento de la selección española porque, a todo esto, la noticia ayer en este pequeño, y precioso, enclave, era que una de las selecciones grandes echaba a andar cinco días antes de que debute, el sábado contra Croacia (18.00 horas) en Berlín.

Comer y cenar

El asentamiento que la Federación Española ha elegido para transitar en este torneo garantiza tranquilidad. Hay serias dificultades para comer después de las 14.00 horas y para cenar después de las 21.30. Eso no es ni bueno ni malo. Eso, simplemente, es. Entre el hotel, un lujosísimo resort de nombre Der Öschberghof, y el campo de entrenamiento, hay apenas un kilómetro y medio, y algunos empleados de la Federación se decidieron a hacer el trayecto en bicicleta. A los jugadores se les ofreció hacer lo mismo, pero prefirieron unas mini furgonetas blancas sin pedales.

En las vallas, un montón de pancartas que hacen referencia al espíritu que Luis de la Fuente quiere que presida la concentración, y que se resume en una palabra: familia. Está por todas partes, acompañada de otras referencias como superación, sacrificio, unión, equipo... El grupo sabe que no tiene las individualidades de otras selecciones como Francia, Inglaterra, Portugal... y por eso el énfasis se pone en el colectivo, en estar todos juntos, como cuando todos, menos los porteros, corrieron a mover una de las porterías para echar el partidillo. Por cierto, en ese momento Morata, viendo que había gente fuera de la valla que quería entrar, se puso a dar voces: «¡It's open, it's open!».

El entrenamiento en sí no fue gran cosa. Unos estiramientos, unos rondos, un ejercicio de posesión y un partidillo a medio campo para que el balón empiece a rodar. Al terminar, un puñado de jugadores se quedaron a firmar a los amigos del alcalde que gana las elecciones con muchos apuros. Entre ellos Mikel Merino, Dani Carvajal, al que se ve muy feliz por aquí, y Pedri. Conseguida la firma, los amigos del alcalde se fueron a comer salchichas y beber cerveza en una carpa que ellos mismos habían puesto para amenizar la espera primero y el post entrenamiento después.