Comienzan las jornadas unificadas: una Champions casi decidida, pelea por Europa League y cuatro candidatos al descenso

Comienzan las jornadas unificadas: una Champions casi decidida, pelea por Europa League y cuatro candidatos al descenso

Actualizado Sábado, 17 mayo 2025 - 18:45

Certificada la Liga para el FC Barcelona de Hansi Flick tras su victoria en Cornellá en la jornada intersemanal, comienzan las citas unificadas para dilucidar los otros objetivos que quedan en juego en la competición doméstica. No son pocos y algunos, como entrar en Europa, vienen con jugosos premios económicos.

Champions

Clasificados ya Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid y Athletic, el Villarreal es el equipo que mejor lo tiene para acompañarles en la mayor aventura continental, que la próxima temporada contará con cinco representantes españoles. Los de Marcelino García Toral cuentan con cinco puntos de ventaja sobre el Betis a falta de seis por disputar, que visitan al Barcelona. Si ganan lo aseguran, pero también en el caso de que del conjunto andaluz no venza al Atlético de Madrid en el Metropolitano. A los de Simeone les alcanza con un punto para garantizar su presencia en la Supercopa de España, donde van los cuatro primeros. Al Athletic, que viaja a Valencia, le vale con hacer lo mismo que el Villarreal.

Europa League

El equipo que se quede sin Champions, Villarreal o Betis, tiene su lugar en la Liga Europa. Para la que queda vacante, el mejor situado es el Celta: le vale con ganar al Rayo en Balaídos o con empatar si no ganan Osasuna, local ante el Espanyol, y Mallorca, anfitrión contra el Getafe. Para la octava plaza, que conduce a la Conference League hay hasta ocho candidatos, incluida la Real Sociedad, duodécima.

Descenso

El Leganés es quien más posibilidades tiene de acompañar a segunda a Valladolid y Las Palmas. Incluso ganando en su visita al Insular, bajaría si ganan Alavés, Getafe y Espanyol.

Lamine Yamal saca el genio y da la Liga al Barça

Lamine Yamal saca el genio y da la Liga al Barça

Actualizado Jueves, 15 mayo 2025 - 23:34

Un golpe de genio de Lamine Yamal, un zurdazo que limpió las telarañas de la portería, las buenas intervenciones de Wojtiech Szczesny y un último gol de Fermín propiciaron que se cumpliera lo que ya parecía inevitable desde el último clásico: el alirón del Barça.

El triunfo, por 0-2, ante un Espanyol incansable durante gran parte del duelo y finalmente condenado por la expulsión de un Cabrera a quien se le fue la mano, literalmente, en los útlimos instantes del partido, selló el tercer título para los de Hansi Flick en una temporada que, para muchos, debía ser de transición y que se ha saldado con un dominio barcelonista únicamente ensombrecido por la eliminación en las semifinales de la Champions ante el Inter. Y al germano no sólo le han acompañado los resultados. También un juego que ha despertado la admiración dentro y fuera de las fronteras españolas.

El Espanyol, cómo no, trató de apretar al máximo a lo largo de los primeros 45 minutos. Su motivación, desde luego, era doble: sellar a la práctica la permanencia en Primera y, de paso, evitar que el eterno rival volviera a celebrar un título en su estadio, tal y como ya pasó hace un par de años. Un encuentro que sentenció la Liga para los azulgrana y condenó a su vez a los blanquiazules a bajar a los infiernos.

Con esas premisas, no es nada raro que el conjunto que entrena Manolo González tuviera las opciones más claras para abrir el marcador. Szczesny, finalmente de nuevo titular por mucho que Flick diera rienda suelta a las opciones de que Ter Stegen volviera a estar bajo los palos, tuvo que estar muy atento a los frecuentes llegadas de los locales. Sobre todo, para frustrar una grandísima ocasión de Javi Puado que a punto estuvo de significar el 1-0 cuando ya se había cumplido el primer cuarto de hora del duelo.

Los azulgrana, por su parte, tras unos primeros instantes en los que el Espanyol rondó con más frecuencia las inmediaciones de su área y tras unos momentos de desconcierto provocados por el anuncio de un atropello masivo instantes antes del partido en los alrededores del estadio, intentaron desplegarse un poco más frente a un rival inasequible al desaliento en tareas defensivas.

Los locales trataron de cerrar todos los pasillos a un equipo visitante que, pese a todo, logró apuntarse algunas llegadas a su casillero, si bien con más intención que puntería. Joan García, uno de los porteros de Primera con más pretendientes a sus espaldas, de hecho, no tuvo que firmar ninguna intervención de mérito en unos primeros 45 minutos en los que el marcador, para descontento de unos y otros, se mostró aparentemente inamovible. Ni Lewandowski, titular finalmente por la baja de un Ferran que tuvo que operarse de urgencia por una apendicitis en la noche del miércoles, espoleado en principio por retomar la pelea con Mbappé por el Pichichi, llegó a mostrarse inspirado.

Quien se encargó de romper de una vez por todas la igualada, en este caso, fue un Lamine Yamal que demostró una vez más estar tocado por los dioses. Con una internada en diagonal arrancando desde la derecha como aquellas que solía firmar en su momento de máxima madurez un Leo Messi que parecía a todas luces irrepetible, se sacó de la chistera un zurdazo que se alojó en la escuadra derecha de la portería de Joan García.

Un nuevo golpe de genio de un futbolista que, según destacó Flick, fue clave para remontar el 0-2 anotado en el primer cuarto de hora por el Real Madrid el pasado domingo en Montjuïc y que, en ese momento, aseguraba el campeonato de Liga para los barcelonistas.

Con el 0-1 en el zurrón, los visitantes pudieron abundar en su búsqueda de control del juego. Y, con ella, dormir un poco un partido en el que la agitación podía remar a favor de los intereses del Espanyol. Pero, pese a su voluntad, los locales aún serían capaces de encontrar alguna posibilidad para volver a meterse en el partido. Su mejor intento, pese a algún que otro titubeo, con todo, se vería frustrado por un casi siempre sólido Szczesny. Y la expulsión de Cabrera, tras un golpe en el estómago de Lamine y a instancias del VAR, acabaría por condenar del todo sus opciones. Unas opciones que Fermín sentenció en el añadido con el 0-2.

Detenida una mujer por un atropello masivo en los exteriores de Cornellá que detiene el Espanyol - Barça unos minutos y deja al menos 13 heridos

Detenida una mujer por un atropello masivo en los exteriores de Cornellá que detiene el Espanyol – Barça unos minutos y deja al menos 13 heridos

Actualizado Jueves, 15 mayo 2025 - 21:48

En el minuto 8 del derbi catalán, el árbitro de la contienda Soto Grado suspendió unos minutos el encuentro cuando se le comunicó que se produjo un atropello masivo en los alrededores del estadio de Cornellá en el que se enfrentaban el Espanyol y el FC Barcelona.

Según se puede ver en las imágenes, el condutor de un vehículo de color blanco, rodeado de varios centenares de seguidores, arrancó contra la multitud que le increpaba y zarandeaba el coche. Al volante iba una mujer, según los Mossos D'Esquadra, y el atropello pudo ser algo accidental. Los Mossos han afirmado también que la conductora ha sido detenida.

Se desconocen las consecuencias ocurridas tras el atropello masivo, aunque las primeras informaciones apuntaban a que no hay heridos de gravedad y podrían haberse visto afectadas unas 13 personas, cuatro de carácter leve y otras nueve menos graves, según los servicios de Emergencia de la Generalitat.

El encuentro se reanudó sólo unos minutos después por parte del colegiado, aunque numerosos aficionados de la grada protestaron por la continuación entendiendo que no se debería haber producido ante la gravedad de los hechos y abandonaron la grada.

Algunos medios aseguran que hay hasta siete ambulancias trabajando en el lugar del siniestro así como varias unidades policiales para terminar de desalojar el área afectada. Los Mossos también han indicado que no hay riesgo para los asistentes al estadio.

Salvador Illa, presidente de la Generalitat, ha felicitado la rápida acuación de los servicios de Emergencias y se ha alegrado de que las consecuencias de este "accidente" no hayan sido de gravedad, según ha afirmado en el descanso del encuentro entre el Espanyol y el FC Barcelona.

El sueño europeo de Osasuna pesa más que el orgullo del Atlético

El sueño europeo de Osasuna pesa más que el orgullo del Atlético

Jugaba el Atlético sin objetivos, lo hacía el Osasuna sin entrenador para la temporada que viene. Dos equipos de carácter similar, pero diferente estatus. Uno, ya en la aristocracia europea, otro pugnando por entrar en Europa. A Simeone le llevaron los demonios con la actitud de los suyos en Vitoria así que, con objetivo o sin él, la salida de los rojiblancos al Sadar no fue espectacular, pero tampoco de etapa llana en el Tour. Los rojillos, en cambio, no pueden pensar en la repentina y sorpresiva despedida de Vicente Moreno, tienen que morder las jornadas que quedan sea el rival que sea. Y ante el Atlético lo demostraron con efectividad y corazón. Victoria y a soñar. [Narración y estadísticas, 2-0]

No obstante, el 5-3-2 de Moreno, otrora sistema preferido por el Cholo, esperaba agazapado cerca de Sergio Herrera a la espera de que Aimar lanzara alguna contra desde las botas del fulgurante Bryan Zaragoza. Pero la kryptonita de los extremos rápidos ocupaba también esa banda y al extremo propiedad del Bayern de Múnich le costaba encontrar continuidad. Y con Giuliano de escudero, por si fuera poco.

Pero Zaragoza no tiene únicamente la velocidad como arma, tiene buen pie y fue el que puso la rosca para que Catena, a la salida de un córner, adelantara a los rojillos y les acercara al sueño europeo. De alcanzarlo sería la sexta vez en su historia. Apenas se habían registrado tiros a puerta, solo tres, dos por los rojiblancos y uno por los rojillos, y todos con más inocencia que malicia. Pero Oblak ya había perdido la imbatibilidad que había mantenido los últimos tres duelos. No es un detalle menor para el esloveno, gran favorito para hacerse con el Zamora este año y así entrar en la historia del trofeo con seis, uno más que Ramallets y Valdés.

El Atlético buscaba el tanto desde las botas de Sorloth, en racha el noruego tras el póker a la Real. Amagó en un córner y lo intentó pasada la media hora tras un pase de Llorente, pero Herrera paró el esférico sobre la línea. Es sin duda un recurso diferente a Griezmann, quizás más útil para este Atlético profundo desde las bandas y con alegría por recurrir a centros laterales.

Había ahora que comprobar el orgullo de los rojiblancos lejos del aliento de los suyos... y de su exigencia. Las broncas del entrenador se pueden diluir si no hay continuidad desde la grada y el Sadar, claro, cuanta menos intensidad pusiera el rival, mejor. De momento, Galán y Giuliano dejaron sus puestos en el descanso a Azpilicueta y Lino. No es un señalamiento, Simeone acostumbra a hacer cambios al descanso, pero quería otros perfiles en el césped: uno más sobrio y otro más habilidoso.

Pero fútbol aparte, asustó Barrios al inicio del segundo tiempo cuando se desplomó en el área de Osasuna tras una carrera en solitario. Todo terminó en un susto y el futbolista pudo retirarse por su propio pie. Tercer cambio del Cholo en cinco minutos, aunque este no contaría para las ventanas. Y lo peor de todo es que las sustituciones parecía que no estuvieran surtiendo efecto puesto que el juego se ralentizó aún más.

Budimir iluminado

El único que buscaba acelerar el juego era De Paul. El argentino se movía entre líneas con agilidad y filtraba pases para compañeros demasiado estáticos. Costaba un mundo encontrar la espalda de una defensa rojilla, muy cerrada y, sobre todo, muy atenta. El gol era un tesoro y había que guardarlo aunque se amenazara poco arriba.

La salida de Sorloth quitó profundidad al Atlético y Griezmann y Correa no juntaban la finalización del noruego así que el Atlético monopolizaba la posesión, pero Sergio Herrera no sufría bajo palos. Y pese a que el campo estaba volcado, fue Osasuna quien volvió a golpear con un Budimir que está ante la temporada de su vida: 20 tantos y este último a un Atlético que fue incapaz de encontrar la contundencia que tuvieron los de Moreno. Pesa el sueño y no lo suficiente el Zamora del esloveno. Ya elegirá entrenador Osasuna para el año que viene, seguro que con el caramelo de Europa habrá más candidatos.

El pequeño milagro "inexplicable" de Jacobo Ramón, "un cacho de pan": "No sé ni cómo, pero la he metido"

El pequeño milagro “inexplicable” de Jacobo Ramón, “un cacho de pan”: “No sé ni cómo, pero la he metido”

Es de esas cosas que tiene el Real Madrid y el Santiago Bernabéu. Especialmente este Madrid tan tocado física y anímicamente, con la mitad del vestuario en la enfermería y la otra lejos de su mejor nivel. Ahí apareció el canterano Jacobo Ramón, que había sufrido en sus dos primeros equipos con los mayores, ante el Leganés en Copa del Rey y ante el Celta. "No es lo que se ha visto hoy", dijo Carlo Ancelotti en Butarque. Y el experimentado técnico italiano comprobó que sabe más que casi nadie. En el minuto 95, Ramón mantuvo viva una Liga que parece destinada a ser culé.

"Esto es inexplicable, lo he soñado toda mi vida. Esta camiseta es creer hasta el final y no hay mejor manera de meter mi primer gol que así, en el minuto que ha sido... No me lo hubiera imaginado", dijo en los micrófonos tras el pitido final. Aún no sabía cómo había metido el gol. "La verdad es que no lo sé. He visto un centro, que la ha peinado alguien y digo: 'Va a ir ahí'. He ido y no sé ni cómo, pero la he metido", resumió, antes de admitir que estaba un poco nervioso. "Era mi primera titularidad aquí y al principio estaba un poco nervioso, pero según han ido pasando los minutos me he ido sintiendo mucho mejor. Estoy supercontento".

El partido del joven canterano fue sensacional, más teniendo en cuenta la pareja de delanteros que tenía enfrente, los guerreros Larin y Muriqi. No le intimidaron. Nadie le regateó, realizó dos entradas, ganó seis duelos aéreos, sumó cinco despejes y un 100% de acierto en el pase.

Ramón recibió el cariño de sus compañeros en el césped y se abrazó en la banda con el resto de canteranos convocados para el encuentro, mucho al ver el número de lesionados en el Madrid. En voz de Courtois, los halagos de los 'mayores' al joven defensa.

"Jacobo es un cacho de pan. Es muy buena gente. Tuvo un poco de mala suerte contra el Leganés y contra el Celta y no es agradable, pero hoy le he visto con soltura y confianza", explicó el portero belga, que reconoció que el tanto es "bonito para la cantera". "Hay muchos jóvenes en la puerta y cuando hay que estar, están. Como Asencio, como Gonzalo, como Víctor... Los madridistas debemos estar orgullosos con la cantera", dijo.

Courtois volvió a recibir un tanto, justo además en el primer disparo del Mallorca. "No es agradable que te metan cuatro en Barcelona ni que hoy te metan uno sin hacer nada. Tengo que parar las que lleguen. Es mi papel. Sigo trabajando duro, me encuentro bien y queremos ir a ganar el Mundial. Si lo puedo ganar siendo el Madrid el mejor club del mundo, hay que intentarlo", reflexionó sobre su situación.

Ya en la sala de prensa, Carlo Ancelotti elogió la energía de sus futbolistas en una noche difícil por las lesiones y recordó que, para él, los debates sobre "la mano izquierda" y "el látigo" a la hora de analizar la gestión del equipo este curso son "una tontería".

"No bajamos los brazos pese a tener 12 lesionados, algo que es muy raro... Se ha resuelto con buena actitud del colectivo. Nunca había visto un equipo chutar 40 veces a portería como hicimos hoy", insistió el técnico, que dejó un pequeño recado: "Tantas bajas las hemos cubierto con un esfuerzo extraordinario. De haberlo hecho en más partidos habría sido mejor la temporada". Además, elogió a Vallejo: "Ha jugado muy poco, pero su actitud siempre ha sido top. Quizá podría haber jugado un poco más, pero hemos dado prioridad a los jóvenes como Asencio para que tuvieran más protagonismo".

Metido de lleno en la reflexión sobre la gestión, admitió que había sido "sencilla". "Sin problemas. los jugadores me han tenido el respeto necesario y no ha habido problemas en ese sentido. Los problemas era de equilibrio en el campo. La mano izquierda y el látigo... Eso son tonterías", aseguró.

Jacobo Ramón salva al Madrid y retrasa el alirón del Barça

Jacobo Ramón salva al Madrid y retrasa el alirón del Barça

Pues sí, así fue: un centro de Fran García, un toque de cabeza de Jesús Vallejo, que no jugaba desde septiembre, y un remate a gol del canterano Jacobo Ramón en el minuto 95 mantuvieron al Real Madrid con vida en la pelea por el título de Liga retrasando el alirón del Barça. Una última gota de oxígeno, porque si los culés ganan este jueves en Cornellá serán campeones, pero una gota de alegría en mitad del temporal que vive el club de Chamartín en este final de temporada. Se adelantó el Mallorca, empató Mbappé y sentenció el joven Ramón.

Si las previas de los partidos son importantes, se puede entender el caos en el que se convirtió el Madrid antes de empezar su duelo contra el Mallorca. El equipo blanco se presentó en el césped de Chamartín con la derrota ante el Barça todavía reciente, pero no sólo eso. En la cabeza, el comunicado oficial de la selección brasileña anunciando la contratación de Carlo Ancelotti y el silencio público del conjunto madridista sobre el tema. En las sombras, movimientos: «sí» a Xabi Alonso, a Alexander-Arnold y a Dean Huijsen, todos sin anuncio oficial todavía pero confirmados en los despachos del club, y lesiones. Más lesiones.

A mediodía se confirmaba la lesión muscular de Brahim que dejaba al vestuario, ya de por sí lastrado por la enfermería, con sólo 10 jugadores con ficha del primer equipo disponibles y con la obligatoriedad de alinear siempre a, al menos, siete de ellos. Así se entendió el once de Ancelotti: Courtois, Valverde, Jacobo Ramón (del filial), Asencio (con ficha del Castilla y confirmado minutos antes del duelo su procesamiento en un caso de difusión de un vídeo sexual de una menor), Fran García, Ceballos, Modric, Güler, Bellingham, Endrick y Mbappé. En el banquillo, sólo Vallejo tenía ficha senior. Un drama y un peligro de alineación indebida si se cometía algún mínimo error en los cambios.

En juego, todavía y a pesar de que el foco mediático parece haberse dispersado hacia el mercado, el título de Liga. Evitar durante unas horas el alirón del Barça ganando al Mallorca parecía una obligación dadas las circunstancias, pero se tornó en complicado por la desconexión tempranera del Madrid. Empezó el curso a principios de agosto, sin apenas vacaciones por la Eurocopa, y ahora, pendiente del Mundial, asumiendo el cambio de entrenador y limitado por las lesiones, no es el mismo. Le cuesta y no fluye.

Y se notó. En el diez, y después de que Endrick no acertara a marcar ante Leo Román, Valjent sorprendió a Courtois con un zurdazo desde el pico del área y puso el 0-1 en Chamartín. El Mallorca, jugándose Europa, encontró premio en la desconexión madridista. El tanto visitante centró la posesión en los pies de los blancos, pero cuando el cerebro desconecta los pies tardan en responder. Los de Ancelotti acumularon errores extraños en controles y pases fáciles y se encontraron con Román cuando consiguieron encarar la portería rival.

Bellingham, Endrick, Mbappé, Modric, Güler, Valverde... Todos intentaron el empate, pero el guardameta balear, una de las revelaciones de estas últimas semanas de temporada, se lució. Tras el descanso y cuando el partido parecía muerto y el título sentenciado, Ancelotti introdujo a Vallejo por Asencio, con molestias. Fue un chispazo.

El Madrid fue embotellando al Mallorca en su área y Mbappé se inventó un golazo en el 68. Recibió de Fede Valverde en la frontal, se giró, regateó a un par de defensas y remató al palo derecho de Román, que por primera vez en el partido no pudo hacer nada. Los blancos, por orgullo, querían evitar el alirón culé.

Pero Román volvió a aparecer una y otra vez. Acumuló 10 paradas, a cada cual mejor que la anterior y especialmente ante Güler y Valverde, cañoneros desde la frontal del área. Ancelotti metió al joven Gonzalo por Endrick y siguió el asedio. La tuvo el canterano tras un buen pase de Fran García, pero parecía imposible.

Y ahí, como si fuera un drama europeo, salió vivo el Madrid, rozando ya el minuto 95 y con Courtois en el área rival para tratar de rematar un córner. Fran García puso un centro tras el rechace del saque de esquina, Vallejo lo peinó y Jacobo Ramón se adelantó a su par para dar una pequeña alegría al Bernabéu y para mantener el alirón encerrado en el armario. Tuvo orgullo el Madrid camino de su reconstrucción definitiva. Hay Liga... De momento.

El Atlético busca el Zamora, premio de consolación para el club y para Oblak

El Atlético busca el Zamora, premio de consolación para el club y para Oblak

El Atlético recuperó media sonrisa con su goleada ante la Real Sociedad. Se desquitó ante su público tras el último empate en Vitoria y mantuvo la portería de Oblak a cero. Triste consuelo para una temporada que comenzó ilusionante y que aún puede tener cierto picante según lo que ocurra en el Mundial de Clubes.

Hasta Estados Unidos, sólo queda un objetivo en las miras de los rojiblancos. Se trata del Zamora, premio de consolación para un Jan Oblak que, como capitán en ausencia de Koke, siempre ha tratado como algo secundario respecto a los resultados del equipo. "Los trofeos individuales están bien, pero no cambiaría un título de equipo por uno individual", ha manifestado en alguna ocasión.

En el club rojiblanco tienen claro que los objetivos son "quedar lo más alto posible en la clasificación y preparar bien el mundial de clubes", pero en el vestuario no ocultan que harán todo lo posible porque su compañero y uno de sus capitanes pueda hacer historia en este premio que otorga el diario Marca desde 1959.

El portero esloveno ha ganado el galardón en cinco ocasiones, el que más junto a Ramallets y Víctor Valdés, guardametas barcelonistas. Es, además, el primero (2015/2016) lo hizo con el mejor coeficiente a nivel histórico igualado con el deportivista Paco Liaño, ambos con un 0,47 (18 tantos encajados en 38 duelos) y por delante del también culé Ter Stegen con 0,49 (mismos goles, pero un partido menos).

"Oblak es el mejor portero que hemos tenido desde que estoy aquí. Compite con los mejores, si no es el mejor", expresó el Cholo ante el Rayo y añadió después de la victoria ante la Real "Es importantísimo para Oblak individualmente y colectivamente, una certeza de que nuestro equipo se construyó desde la fortaleza defensiva". Bajo su batuta, y gracias al estilo de juego del argentino, el esloveno encadenó cuatro galardones seguidos entre 2016 y 2019, y volvió a vencer en 2021, año en el que el conjunto rojiblanco conquistó la liga, la segunda con Simeone en el banquillo.

Pero el primer campeonato doméstico del Cholo lo consiguió el Atlético de Madrid con el rival de Oblak para el premio Zamora de este curso. Thibaut Courtois estuvo bajo palos aquella temporada 2013/14 en la que el belga revalidó el trofeo de portero menos goleado que había obtenido el año anterior con los rojiblancos. En la siguiente, Courtois volvería al Chelsea y Oblak aterrizaría en el Calderón con apenas 22 años.

Hasta esta última jornada, era el portero del Real Madrid el que encabezaba el Zamora con 0,81 tantos por encuentro, aunque le faltaba un duelo para poder aspirar a él (es imprescindible que se jueguen 28 duelos en la temporada y el belga llevaba 27). Lo que pasa es que los dos tantos recibidos ante el Celta y los cuatro ante el Barça, volvieron a aupar al esloveno al primer puesto de la clasificación tras mantener su portería a cero en el Metropolitano.

Oblak, con un coeficiente de 0,79 (27 tantos en 34 partidos) lidera la tabla por delante de Courtois, ahora con un 0,97 (28 goles en 29 encuentros) y del guardameta del Getafe, David Soria, que iguala el 0,97 (34/35).

Mejor defensa

El esloveno se ha beneficiado este curso de la mejoría defensiva del equipo. Hasta hace poco, era el conjunto menos goleado de Primera División con sólo 27 tantos en contra, pero recientemente el Athletic Club, precisamente, ha adelantado a los rojiblancos con sólo 26 goles encajados. No obstante, Oblak ha conseguido mantener su portería a cero en 15 ocasiones.

El guardameta colchonero ha recuperado su nivel de otros años con paradas, como la mano abajo al punterón de Kike García en el penúltimo choque ante el Alavés, que recuerdan las habilidades por las que le fichó el Atlético del Benfica por 16 millones de euros hace justo una década.

Ahora, quedan tres jornadas en las que fijándose en el calendario de unos y otros, parece que Oblak parte con algo de ventaja respecto a Courtois. De hecho, los blancos deben jugar ante Mallorca, Sevilla y Real Sociedad. Mientras que los colchoneros deben hacerlo frente a Osasuna, Betis y Girona. Cada gol cuenta para poder hacer historia.

Santi Giménez: "El periodismo bufandero sin careta se inventó en Barcelona... y ya se apuntaron todos"

Santi Giménez: “El periodismo bufandero sin careta se inventó en Barcelona… y ya se apuntaron todos”

Santi Giménez (Barcelona, 1968) es un montón de cosas. Subdirector de ‘As’, comentarista de ‘Carrusel Deportivo’ y ‘El Larguero’, colaborador cultural en RAC1, muy alto, llamativamente pelirrojo (tirando a cano ya, todo hay que decirlo), culé, escritor, abuelo aunque no lo parezca, bebedor sibarita y actor fetiche de David Trueba, entre otra serie de cuestiones.

Acaba de publicar un libro de relatos, ‘Nos crecen los enanos’, alrededor de las calamidades históricas del Barça, que, pese a que la semana ha sido dura, no son tantas. "Cualquier equipo podría tener su libro de desgracias. Las del Barça a mí me tocan más de cerca, pero los del Atleti o el Espanyol tendrían varios volúmenes. Hasta el Real Madrid, aunque no lo quieran reconocer, con las Ligas de Tenerife o el Centenariazo. Lo bonito es que, por muchas putadas que te haga tu equipo, tú no te bajas. Si no, seríamos todos del Madrid. Un coñazo", explica.

Perder no es para tanto.
En realidad, lo cojonudo es lo que decía [el regatista] Dennis Conner: "Sólo hay una cosa mejor que ganar que es perder y volver a ganar". Porque cuando te la has pegado antes, la victoria es distinta. Sin las derrotas en las finales de Copa de Europa de Berna o de Sevilla, las Champions que ha ganado luego el Barça no tendrían el mismo sabor. Si ganas las seis primeras Copas de Europa y luego no pierdes una final ni a tiros, no tiene ni puta gracia.
¿Aún disfrutas escribiendo?
En esto, como en el deporte, también te imaginas que vas a ganar siempre y luego es mentira. Crees que vas a escribir con tiempo y al final no te da la vida y no cumples los plazos. Esto tan famoso de Virginia Woolf de que para escribir en condiciones hay que tener una habitación propia lo podían decir ellos porque eran totalmente millonarios. Yo tengo un trabajo, unos plazos, una vida… Así que en general aún me gusta escribir, pero siempre existe el momento en el que te arrepientes de haberte metido en este lío.

Para saber más

Siendo un hombre de múltiples inquietudes, ¿es aplicable ese arrepentimiento también al periodismo?
No me arrepiento nada porque creo que tampoco sabría hacer otra cosa. Es lo que siempre he querido hacer y me da igual el periodismo deportivo, que me gusta mucho, u otro tipo de periodismo porque es cierto que me interesan muchas cosas. También hago cosas de periodismo cultural o histórico [consejo del entrevistador: busquen sus dos libros de los Execrables, sobre la cara oculta de los grandes personajes de la Historia], por ejemplo. El periodismo te permite tocar muchos palos y conocer a gente interesante y a mucho miserable también, no nos vamos a engañar.
Existe un prejuicio crónico hacia el periodista deportivo, como si por hablar de fútbol fueras automáticamente un gañán.
Es verdad y no se sostiene. En el periodismo deportivo se ha escrito muy bien y solamente tienes que mirar la cantera que ha sido. En Barcelona, Carles Francino, Andreu Buenafuente, Jordi Basté o Joaquim Maria Puyal empezaron en el periodismo deportivo y seguro que en Madrid hay otros mil ejemplos. El periodismo deportivo te da una agilidad, una rapidez y una manera de actuar que no la tienen otras secciones. Los de política, evidentemente, van muy agobiados durante la campaña electoral, pero es que para nosotros la campaña electoral empieza en agosto y acaba en junio. Además a través del deporte puedes escribir de casi cualquier cosa de la vida. Es verdad que estamos bastante estigmatizados y esa fama de zotes viene porque se toma la parte por el todo. Si ves a ciertos personajes y programas como ‘El Chiringuito’, vas a pensar que todo el mundo es así y que los periodistas deportivos somos gente que nos dedicamos a gritarnos con la camiseta puesta. Y los hay, pero son sólo una parte.
¿Hay diferencia en esto entre Madrid y Barcelona?
No lo creo. De hecho, el periodismo bufandero sin careta lo inventa el ‘Sport’, que es el primer diario que se declara abiertamente del Barça. Un poco forzado por eso, le siguió ‘Mundo Deportivo’, que originalmente quería ser ‘L’Equipe’ y cuando el Espanyol jugaba en casa abría con el Espanyol. ‘As’ y ‘Marca’ se sumaron también enseguida a la casa del Madrid, aunque Marca mantuvo aún un tiempo la zamarra de "el diario de todas las aficiones", que ya evidentemente ha pasado al olvido. Pero esa corriente se inventó en Barcelona y ya se apuntaron todos.
Empezaste tu carrera cerrando dos periódicos, ‘Las Noticias’ y ‘Diario de Barcelona’. Sólo podías mejorar.
A ver, igual fue una señal, pero me quedé porque era divertido. El primero fue un proyecto que duró tres meses y cerró porque, evidentemente, lo utilizaron para blanquear dinero y el siguiente acabó muriendo por cuestiones políticas, pero era el diario más antiguo del continente después de ‘The Times’. Ahí viví cómo se pasaba de la linotipia y los fotolitos a los periódicos de ahora, que son otra cosa que nada tiene que ver con aquel diario y aquella era del periodismo que murieron a la vez.
En esos primeros años de carrera vives dos cosas que se han mitificado mucho y no sé si fueron para tanto. La primera es ese periodismo crápula de redacciones con tabaco y alcohol.
Era para tanto. En el ‘Diario de Barcelona’, cada día a las siete de la tarde subía el del bar de abajo con un carrito como los de los aviones con ginebra, vodka, whisky… Lo que bebieras. Aparte de las botellas que cada redactor tenía en su cajón, claro. Iba sirviendo y a las siete y media, cada tarde, todas las mesas se llenaban de cubatas. Y ya tomaba nota a los que se quedaban a cenar para ver qué les subía a las diez. Yo me integré bien. Vi que era tradición y me pedí un gintonic.
Un esfuerzo.
Claro, joder, si a mí me encantaba la Fanta y hasta hacía deporte, pero hay que integrarse. El tema es que entonces el ambiente era diferente porque se pasaba muchísimo más tiempo en las redacciones. No había teléfonos móviles ni ordenadores portátiles y todo el mundo trabajaba llamando por el teléfono fijo de su mes o saliendo a la calle a buscar noticias, pero teniendo que volver para escribirlas en la redacción. No era esto de ahora que hago cuatro llamadas con el móvil, lo escribo desde donde sea y me puedo pasar una semana sin ver a los compañeros. Antes estábamos juntos todas las putas horas del día.
Y teníais acceso a los protagonistas, otra cosa que ha desaparecido.
Claro. Tenías acceso a los jugadores del Barça y del Espanyol porque cada día salían del entrenamiento y hablaban contigo. También es cierto que ahora hay cientos de periodistas cubriendo al Barça y antes éramos diez o doce. Nos conocían a todos por el nombre, se paraban a hablar, dejábamos los coches en el mismo parking… Hubo una época en que los futbolistas del Barça entrenaban en unos campos detrás del Miniestadi, pero se cambiaban en el Camp Nou. Era un trayecto de unos 300 metros y normalmente lo hacían andando, pero había ahí algunas facultades de las universidades y, si veían mucha gente, nos pedían que les llevásemos en nuestros coches. Este era el nivel de confianza.
Los viajes ayudaban mucho también.
Viajabas con ellos en el mismo avión, estabas en el mismo hotel, podíais salir juntos por la noche… Los clubes o la selección nos metían a los periodistas en ese pack y con lo que nos cobraban básicamente pagaban el hotel y el avión a los jugadores. Ahora que tienen mucho más dinero, ya no les interesa. La convivencia era total y yo creo que hay algo en que tanto los clubes como los futbolistas se equivocan. Dicen que nos han alejado porque si les conocemos demasiado, nos metemos en sus vidas. Y es falso. Cuando sí había trato nadie se metía en sus vidas privadas, aunque las conocíamos, porque les protegías mucho más. Salían ganando los jugadores porque un tío con el que tienes una relación personal, cuando te tenga que dar un palo te lo va a dar con más cariño que si no le conoces de nada.
La segunda cuestión mitificada de tus inicios son los Juegos de Barcelona 92 y la felicidad y modernidad que transmitieron.
Eso fue curioso porque la ciudad estaba bastante dividida en los años previos. A mi generación, que éramos aún muy jóvenes, nos pareció cojonudo que nos los dieran, pero para la gente más mayor aquello era un atraco a la ciudad, cuatro años de obras, nos iban a invadir los turistas y los independentistas decían que era una maniobra para españolizar, porque hubo alguna actuación cuestionable del juez Garzón al respecto. El orgullo surge a posteriori porque recuerdo mucha gente que decidió irse de Barcelona esos 15 días y a la semana volvió porque vieron que aquello era maravilloso. Yo lo viví desde dentro y me pareció fantástico. Por mucho fútbol que haya hecho y muchas Champions del Barça, los Juegos de Barcelona son mi recuerdo profesional más feliz.
Eras casi un crío.
Tenía 23 años. Otra cosa que pasaba en ese periodismo tan mitificado es que no había Comité de Empresa y el director decidió echar a toda la sección de deportes de un día para otro poco antes de los Juegos Olímpicos, fichar a cuatro chavales y me tocó ir a cubrir el atletismo. Me vi en el Estadio Olímpico haciendo el deporte rey y flipé.
Aquí hay un giro argumental loco porque de esa imagen idílica pasaste a trabajar en la política, en Prensa de CiU. ¿Qué pintabas allí?
Nada, pero cerró el periódico, mi madre se preocupó mucho por mi futuro laboral, ella estaba en Convergència y se enteró de que había una vacante para cubrir durante dos meses una campaña electoral absurda para las europeas. Pensé: "Bueno, son sólo dos meses y necesito dinero para irme de vacaciones". La gente era majísima y fue divertido verlo desde el otro lado, pero la campaña era de un hombre aburridísimo que se llamaba Carles Gasòliba y mi trabajo era básicamente escuchar tertulias y atender a los medios de comunicación que querían entrevistas. Lo que pasa es que la vida en Cataluña es lo que sucede entre elección y elección y llegaron casi seguidas a la Generalitat, al Ayuntamiento y unas generales, y me fui quedando.
Eso ya era más interesante.
Mucho. El Ayuntamiento fue Miquel Roca contra Pasqual Maragall; la Generalitat, en el 95, iba a ser la última de Jordi Pujol, que luego no, y las generales, que fue la última campaña que hice, ya en la caravana electoral, fue la que acabó con el Pacto del Majestic con Aznar, que lo viví. Ahí ya dije que me iba, que aquello no era lo mío y tampoco era, digamos, el partido que a mí me representa. Pero fue una experiencia cojonuda.
¿Qué tal con Pujol?
Hostia, es un personaje increíble. Llevaba acompañándole tres o cuatro meses a actos y un día había un foro internacional en Barcelona y, como hablaba inglés, me pusieron a guiar a un equipo de la BBC que estaba haciendo un reportaje especial sobre Pujol. Los llevo a hablar con él y el tío me vio así pelirrojo, alto y hablando raro, me confundió con el de la BBC y me empezó a chapurrear en inglés hasta que entendió que yo era de los suyos. Pero lo mejor era lo de las siestas.
Desarrolla, por favor.
Pujol necesitaba echarse la siesta en casi cualquier circunstancia, así que cuando tenía comidas fuera, le cerrábamos una sala y el tío se tiraba en el suelo, debajo de la mesa, a dormir un rato. Sólo le asomaban las piernas. Un día estaba dormido y entró un obrero que estaba arreglando un pladur del salón, vio los pies que salían por debajo de la mesa, miró quién era y pensó que había habido un atentado. Empezó a gritar: "¡Han matado a Pujol!". Y el otro se despertó sobresaltado sin entender nada. Fue una escena increíble.

David Ramírez / Araba Press

De CiU pasas al ‘Sport’, tu carrera se dispara y compartes redacción con tu compañero del alma, Lu Martín.
Así es. Es el mejor reportero que hay y su capacidad para sacar noticias y trabajar es increíble. Luego hay que arreglarle los textos, eso sí. Nos conocíamos de antes, de los viajes y tal, y siempre congeniamos. Cuando empezamos ya a viajar juntos a todo, la cosa cogió otra dimensión.
Y acabasteis en la cárcel.
Yo obligado, él voluntariamente en un acto de amor. Fue en un stage del Barça en Suiza y tuvimos un accidente de tráfico. Nada grave, pero como era un viernes por la tarde, había un herido leve, yo conducía y era extranjero, el protocolo marcaba que tenían que encerrarme hasta que apareciera el juez de guardia el sábado o el domingo. Me metieron en el calabozo y Lu dijo que no me dejaba solo y que también le detuvieran. Accedieron, pero entonces pidió una celda con dos enchufes y que nos dejaran meter los ordenadores porque teníamos que trabajar. Todavía están alucinando los policías suizos. Fue la única petición que hicimos, tampoco fuimos tan problemáticos.
Habría que preguntarles a ellos.
El caso es que al final nos echaron de la cárcel. Les dimos tanto la paliza que, para que dejáramos de molestar, nos mandaron al hotel bajo la promesa de que volviéramos cuando llegase el juez.
¿Cumplisteis?
Por supuesto, son gente muy educada los suizos.
En 2010 fichas por ‘As’, que para un culé es pasarse al enemigo.
Yo nunca lo había visto como el enemigo y en el ‘Sport’ era una mala época de cambios. Echaron a Miguel Rico, Lu se fue cinco minutos antes de que lo despidieran, Fernando Zueras se fue, Carazo ya no pintaba nada… Aquello había cambiado mucho y lo cierto es que yo tampoco pintaba ya nada y era el siguiente al que iban a echar. Entonces apareció el ‘As’, que buscaba un delegado en Cataluña porque Tomás Guasch se había ido con Paco González y Lama a la COPE. Alfredo Relaño pensó en mí y me pareció muy divertido. La verdad es que he escrito con más libertad del Barça en el ‘As’ que en el ‘Sport’. En un diario de Madrid puedes explicar cosas que pasan en el Barça que no te gustan, mientras que en uno de Barcelona que vive de las promociones y de los contactos del club, es más jodido. Total, a mí el Barça ya no me da nada porque soy del ‘As’, así que tengo la absoluta libertad para escribir lo que quiera.
Relaño también valoró siempre que le resistías las sobremesas, cuestión no siempre sencilla.
Sí, sí, sí. Vamos, creo que el día que Alfredo decide ficharme es uno que viene a Barcelona a verme, vamos a comer y acabamos a las siete de la tarde. Me dijo: "Me has aguantado la comida. Creo que eres el hombre adecuado" [risas].
No hemos hablado de tu faceta de actor, una carrera corta pero intensa.
Soy un actor de culto como John Cazale, que sólo hizo cinco pelis, pero todas buenas y casi todas con Coppola [risas]. Soy el John Cazale de David Trueba. Estuve en ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’, ahora en la de Eugenio [‘Saben aquell’] y ya estoy esperando lo siguiente, pero ya sabes que a los actores, a partir de cierta edad, ya no nos llegan tantos papeles.
Sobre todo a los galanes, claro.
Exactamente, me pasa un poco como a Jorge Sanz.
Jorge es tu amigo.
Así es, incluso me hizo alguna presentación bastante histórica de un libro de la que no voy a hablar porque no quiero volver a la cárcel.
Aquí volvemos a lo de los prejuicios del principio. En realidad, te mueves en un círculo intelectual de Barcelona.
Sí, esto empezó también es mucho por Lu, que se movía en ese ambiente. David Trueba, Pep Guardiola, Fermín Muguruza... Gente interesante que, además, también que te respetan y no ven al periodista deportivo como a un gañán ni te dicen: "Hostia, has leído libros y sabes de cosas a pesar de ser periodista deportivo". Tengo una amistad normal y natural, no es aquello de buscar el famoseo por el famoseo.
¿Guardiola se relaja en algún momento?
Quiero aclarar que no me considero amigo de Pep, esos son Trueba y Lu, yo soy un conocido, nos llevamos bien y hemos salido a cenar juntos todos. Guardiola se relaja dentro de su sistema. Es decir, habla de otras cosas y es divertido, pero llega un momento en que habla de fútbol y es que lo vive de verdad, es muy apasionado y es un privilegio que te explique fútbol.
Cuando hemos hablado de mitos de los 90, no hemos hablado del mayor para el barcelonismo: Johan Cruyff.
Merecido todo. En la distancia corta era magnético, el carisma en persona. Un tío divertido, fácil, afable e inteligentísimo. Tardé diez ruedas de prensa en atreverme a preguntarle algo, estaba cagado. Cruyff tenía una bronca abierta con Díaz Vega y al día siguiente a un partido había una reunión de los entrenadores con los árbitros, fue la primera vez que me atreví a preguntarle: "¿Y usted con qué cara va a ir allá?". Y el tío me miró y dijo: "Muy buena pregunta, pues no voy a ir" [risas]. Entonces ya me relajé y empecé a preguntar a Cruyff sin miedo. Al cabo de unas semanas, nos cruzamos por la calle, se paró y vino a buscarme para saludar. Ese día pensé: "Ya está, ya me puedo morir en paz".
¿Laporta es dios o diablo? Desde lejos, se ven las dos corrientes en el barcelonismo.
Lo que es Laporta es constante. Los que tiene a favor, los tiene siempre a favor y son inamovibles. Los contrarios son el ejército de Pancho Villa y nunca acaban de decidir quién da la cara contra él, porque Laporta es muy bueno en la confrontación, tiene siempre esa base de incondicionales y para ganarle vas a tener que bajar al barro. Y Laporta es un tío de batalla mientras que los otros son parte de una alta sociedad barcelonesa a la que no le gusta mancharse las manos ni tienen la jeta que tiene Laporta para jugarse el patrimonio. Laporta es un integrista del Barça.
Luego te sale un Lamine Yamal y te lo soluciona todo.
Claro, porque, después de que te salga un Messi, que te salga un Lamine es para contarlo en los libros de Historia. Increíble. También hay que tener en cuenta el factor azar y que para que estos chavales salgan ha hecho falta hacer muchos fichajes terribles antes. Por ejemplo, Fermín estaba cedido en el Linares. A todos estos jugadores les das confianza por la necesidad absoluta. Si se llega a quedar Dembélé, Lamine estaría jugando en el Girona.
¿Cómo ves el estado general del periodismo?
Está cambiando y no sabe cómo. Hay un problema de empaquetamiento, de cómo vender y monetizar el producto. Los periódicos de papel ya no se venden y en la web la gente no quiere pagar. Por lo tanto, la ecuación es complicada y eso está llevando a una cosa espantosa que es el clickbait y el síndrome del redactor asesinado, esos que se mueren a medio titular y te dejan la idea a medias o unos puntos suspensivos. Siempre tengo la sensación de que alguien ha entrado en la redacción y les ha disparado. Eso va muy en contra del oficio. Creo que no se hace buen periodismo y hay que darle una vuelta a las webs, no puede ser que se dediquen a ser elementos para engañar al lector como un imbécil porque picará dos veces en una noticia de estas, pero verá que es una chorrada y a la tercera ya no entrará porque no es gilipollas. Y luego hay que ordenarlas mejor, no puede estar todo al mismo nivel y una noticia sobre la Dana al lado de otra sobre las tetas de una concursante de la Isla de las Tentaciones. No lo acabo de entender, pero también es cierto que ya soy un señor viejo.
Bueno, te ha cundido. Has cubierto Barcelona 92, has tratado a Cruyff y has bebido con George Best.
Cierto, lo de Best es quizás lo que más ilusión me ha hecho por inopinado. Yo simplemente estaba en la barra de un bar y se me sentó al lado. Me vino a buscar él a mí. Era la final de Champions United-Bayern del Camp Nou, en el 99, la de la remontada en el descuento. La BBC me contrató para hacer una crónica social en el descanso y salí del estadio porque tenían el plató fuera. Como iban palmando, me fumaron y ya no pude volver a entrar, así que me fui a ver el segundo tiempo al Hotel Princesa Sofía, que era lo más cercano. Joan Gaspart, que era el dueño, había quitado todas las teles temiendo que los ingleses se las rompieran, así que pedí una cerveza y me senté a escuchar a Lama y Paco narrar la final rodeado de ingleses sin entrada y que no sabían cómo iba el partido.
Tenías el poder.
Absoluto. Empecé a explicarles lo que iba pasando y ellos me empezaron a pagar cervezas, más de las que incluso yo puedo beber. Cuando les dije que habían ganado me vi con seis o siete botellas delante, se abrieron las puertas del ascensor, apareció George Best y se sentó a mi lado.
¿Qué te dijo?
Me contó que se había ido antes del campo porque le estaba espantando el United, le felicité por el triunfo y el tío me dijo: "Nosotros éramos mejores". Estuve tomando una copa con él y, en cuanto pude, me fui discretamente.
¿Por qué?
Hizo algo indignante. Se pidió un vino blanco.
Ancelotti se despide del Real Madrid con gesto serio: "El club sacará el comunicado cuando quiera"

Ancelotti se despide del Real Madrid con gesto serio: “El club sacará el comunicado cuando quiera”

Un serio CarloAncelotti comparecía ante los medios de comunicación en la previa de su duelo en el Santiago Bernabéu ante el Mallorca, 24 horas después de ser confirmado como técnico de la selección brasileña y 48 despues de perder su cuarto clásico de la temporada y despedirse de sus opciones para hacerse con el título de liga. Muchos factores para un entrenador que tenía contrato con el Real Madrid hasta junio de 2026. "Desde el día 26 seré entrenador de Brasil", confirmó el italiano en la segunda pregunta de la rueda de prensa.

El todavía técnico del Real Madrid ha revelado que fue una "decisión común" su salida del club blanco, pero ha mantenido que su cabeza se mantendrá centrada en los tres partidos que quedan en Liga al equipo "en el que fue feliz". "Soy muy feliz. Si hoy no tuviera la rueda de prensa sería un día fantástico porque tengo que explicar cosas que no quiero explicar. Tengo la camiseta del Real madrid hasta el 25 y la quiero respetar hasta el último día", ha apuntado señalándose el escudo.

Contrastaban sus palabras con el gesto del técnico, serio y algo cortante respecto a las preguntas en rueda de prensa, hasta 17, referentes a su futuro profesional. "Nunca he sentido que el Madrid no me quería, me quiere también aunque el día 25 me vaya, siempre me mostrará cariño, no podría ser entrenador del Madrid toda la vida", ha toreado. "Nunca en mi vida pensé que entrenaría al Real Madrid durante seis años", ha completado.

El entrenador no ha cuestionado los tiempos en los que se ha manejado el anuncio como futuro líder del banquillo de la Canarinha ni tampoco que su actual club no haya querido aún realizar un comunicado al respecto. "El Real Madrid sacará el comunicado cuando quiera, no hay problema. Yo no lo sé. Lo hará en los tiempos oportunos. Igual que la CBF lo hizo ayer", ha apuntado.

Con Xabi Alonso ya esperando para ocupar su cargo en el Mundial de clubes, el italiano ha tenido que torear más cuestiones contractuales y especulativas que puramente futbolísticas. "A Xabi le tengo mucho cariño, pero no tengo ningún consejo que darle porque tiene todas las herramientas para ser un gran entrenador", ha alabado al que fuera su pupilo en la primera Champions que ganó como entrenador del Real Madrid.

Caso Rodrygo

Otra de las cuestiones espinosas que también ha tenido que abordar el italiano ha sido el caso Rodrygo. El brasileño se retiraba minutos después del inicio del entrenamiento del Real Madrid acompañado del médico del club, Daniel Rosado, con evidente gesto de contrariedad después de su ausencia en el partido ante el Celta por enfermedad y de no concurrir ni un minuto en el clásico.

El italiano ha asegurado que nunca se terminó de recuperar de ese periodo febril que tuvo la semana pasada y ha explicado que su retirada del entrenamiento se ha debido a una molestia muscular. "A Rodrygo todo el mundo le tiene mucho cariño y sobre todo yo", ha respondido para zanjar las especulaciones vertidas los últimos días.

El italiano respondía tras el partido en Montjuïc que "no se encontraba bien y no estaba a su nivel máximo". "No hay nada más, tengo cero problemas con él", apuntó. Con Vinicius lesionado por un esguince de tobillo, el brasileño era el candidato principal para acompañar a Kylian Mbappé en ataque en el Bernabéu.

Así, son 10 las bajas, especialmente sangrantes son las que sufre la línea defensiva, con las que tendrá que afrontar el técnico italiano el duelo ante un equipo insular que se juega entrar en Europa, aunque sólo ha ganado uno de sus últimos cuatro duelos. Con Tchouameni sancionado, los blancos no cuentan con centrales del primer equipo disponibles salvo Vallejo, que no cuenta para Ancelotti.

Raphinha, Lamine y los otros candidatos al Balón de Oro tras el fin de la tiranía Cristiano - Messi

Raphinha, Lamine y los otros candidatos al Balón de Oro tras el fin de la tiranía Cristiano – Messi

Terminada la época en la que el Balón de Oro era cosa de dos, esa que inició Cristiano Ronaldo en 2008 y finalizó Leo Messi en 2023 con su octavo trofeo, con esporádicas intromisiones de jugadores como Luka Modric (2018) y Karim Benzema (2022), el galardón se ha convertido en un premio abierto a varios jugadores. Si el de 2024 fue una sorpresa que lo ganara Rodri Hernández ante Vinicius, el de 2025 es, a día de hoy, una absoluta quimera de pronosticar.

Los criterios subjetivos del premio futbolístico más prestigioso a nivel individual, ya que su elección depende de 100 periodistas especializados en fútbol procedentes de los 100 primeros países del ranking mundial FIFA, hace que sea muy difícil conocer el vencedor. Se supone que estos profesionales valoran tres pilares que son: el rendimiento individual, el colectivo y el fair play, pero las sorpresas de los últimos años abren un abanico de, principalmente, cinco futbolistas de cara al premio de 2025.

El sorprendente FC Barcelona de Hansi Flick aporta dos nombres a la lista de candidatos: Raphinha y Lamine Yamal. Con la victoria en la Supercopa de España y la Copa del Rey y con más de media liga en el bolsillo, los culés pueden notar en la valoración final su eliminación de Champions en las semifinales ante el Inter de Milan y su no presencia en el Mundialito de Clubes, cita en la que medio mundo estará pendiente al inaugurarse este año.

El brasileño del Barça es la gran irrupción este curso después de mostrar un rendimiento bastante errático en los precedentes en el club culé. Son 34 tantos y 25 asistencias en 54 partidos esta temporada. Flick ha sabido sacar la mejor versión de un futbolista indiscutible en el once culé y que ha mostrado gran personalidad como capitán. No obstante, los resultados y el juego de Brasil no contribuyen a su candidatura.

Sin embargo, Yamal y su consolidación en la Eurocopa con España presagió que este año su estatus iba a subir aún más con su club. El canterano barcelonista, vigente premio Kopa (galardón también de France Football para jugadores menores de 21 años), ha encadenado exhibiciones a lo largo de esta temporada. Su semifinal ante el Inter, tristemente cerrada con la eliminación, fue histórica. "Mientras gane, no me pueden decir nada. Cuando me ganen, sí", apuntó antes de la eliminatoria. Aunque no lo hiciera, su nombre se subrayó en Europa, pero también sus números: 16 tantos y 24 asistencias en 52 partidos.

Los no barcelonistas

A nivel numérico, Mohamed Salah es de los pocos futbolistas en Europa que se acerca a los jugadores barcelonistas. Los 33 tantos y 23 asistencias en 50 encuentros, le sitúan al egipcio, por méritos propios, entre los candidatables al Balón de Oro. El Liverpool ha obtenido la Premier League, pero las derrotas en la Carabao Cup ante el Nottingham Forest y, sobre todo, su temprana eliminación de la Champions por el PSG de Luis Enrique, le han restado méritos colectivos al africano.

Para completar la terna quedan los dos únicos futbolistas que pueden ganar el torneo más prestigioso a nivel de clubes. El primero y con más posibilidades es Ousmane Dembelé. El francés se ha desatado bajo la batuta del técnico asturiano con 33 tantos y 13 asistencias en 46 partidos siendo capital, además, en la consecución de la Ligue 1 para los galos. Les quedan aún dos finales: la de la Copa, ante el Reims el sábado 24 y la mencionada Champions, una semana después. La victoria, especialmente en la última, podría ponerle el cartel de favorito frente al resto de aspirantes.

Lautaro Martínez, el último futbolista que completa la terna de aspirantes, aún no ha ganado ningún torneo con el Inter este año y, en competición doméstica, están a la caza del Nápoles de Conte. La Champions podría darle cierto status, pero sus números individuales: 22 goles y siete asistencias en 48 partidos, no le conceden, tampoco superioridad sobre sus rivales. No obstante, tanto Inter como Liverpool y PSG sí estarán en la cita mundialista en Estados Unidos.

Acabada la tiranía de dos leyendas, el fútbol vuelve a contar con muchos futbolistas destacados. Y eso que este año, por deméritos colectivos, no está Mbappé entre los favoritos, pese a sus 38 goles y cuatro asistencias.