Gattuso no encuentra soluciones e Italia, humillada, siente miedo por quedarse, otra vez, apeada del Mundial

Gattuso no encuentra soluciones e Italia, humillada, siente miedo por quedarse, otra vez, apeada del Mundial

Actualizado Lunes, 17 noviembre 2025 - 21:15

La selección italiana, más de una década después, sigue sin la certeza de poder pisar el escenario de un Mundial. Como una pesadilla que se repite, la escuadra azzurra continúa posponiendo su posibilidad de acceder a un torneo que el año que viene se organizará en el continente americano. Si no logra el pasaporte, Italia enlazaría, por primera vez, tres ausencias conseguidas (2018 en Rusia, 2022 en Catar y 2026 en en Estados Unidos, México y Canadá). Serían 16 años sin lucir en un Mundial las cuatro estrellas doradas que figuran en su camiseta por la conquista de la competición más relevante.

En el último partido, el disputado el pasado domingo contra Noruega, en el estadio milanés de San Siro, Italia empezó marcando el 1-0 en el minuto 11, pero se derrumbó en la segunda parte, encajando cuatro tantos en los minutos 63, 78, 79 y 92; con doblete de Erling Haaland en tan sólo un minuto. Esta humillante derrota por 1-4 coloca a Italia en la segunda posición dentro del Grupo I y deja momentáneamente al conjunto azzurro fuera del Mundial. Los chicos del seleccionador Gennaro Gattuso tendrán otra oportunidad en la repesca del próximo mes de marzo, la última posibilidad para evitar un fracaso sin precedentes y abrir una crisis monumental.

Italia se angustia y Noruega se baña en la euforia. La última vez que esta selección participó en un Mundial, Haaland no había nacido. Fue en Francia 1998, edición en la que cayó en los octavos de final.

El clima en la selección italiana está siendo bastante desolador, algo que se apreciar en la propia prensa transalpina, que muestra una mezcla entre severidad e indulgencia. Menos mal que, en la misma jornada, Jannik Sinner triunfó en las ATP Finals de Turín contra Carlos Alcaraz; una victoria que ha logrado eclipsar la enésima derrota del fútbol italiano. En las últimas horas, los principales periódicos italianos están reflejando con amargura la aflicción pública acerca de la escasez competitiva de la segunda selección -junto a Alemania- con más Mundiales de la historia.

«Estamos aquí de nuevo, por tercera vez consecutiva, hablando de reclasificación», publica en sus páginas el centenario periódico deportivo Gazzetta dello Sport. «Nos habíamos jurado a nosotros mismos que no volvería a pasar, que no estar sin dos Mundiales era demasiado», añade. «No hemos mantenido nuestra palabra. La derrota contra Noruega ha sido muy pesada», escribe el diario color rosa, mencionando la necesidad de la selección azzurra de jugar la repesca.

«Estamos en una mala situación, pero no tenemos que ceder al desconcierto, porque entonces sí que no habría vuelta atrás», se lee en las páginas deportivas del Corriere della Sera.

El diario Fatto Quotidiano es menos benevolente: «Italia no merece ir al Mundial más que otros países», lo cual desmonta, según el periódico transalpino, «la narrativa de la Federación y del seleccionador y de demasiados expertos condescendientes», que culpan al reglamento porque supuestamente favorece más a equipos menores de otros continentes en las rondas clasificatorias.

La sensación generalizada en Italia, tanto a pie de calle como en la prensa del país, es que no se puede perder la oportunidad de entrar en un Mundial dependiendo solamente del último partido de una ronda preliminar. El problema está en el origen de un equipo sin suficiente solidez.

Diarios como el Corriere defienden que hay que «estar cerca del seleccionador Gattuso porque él no tiene nada que ver» y resaltan los posibles motivos técnicos de la derrota, centrados en el esquema de juego: «Si la idea del entrenador es aquella de jugar con dos delanteros, está claro que debe haber uno válido en el banquillo». También añade con la posibilidad de poder intercambiarlos y no depender exclusivamente de Pio Esposito, autor del primer gol contra Noruega el pasado domingo. Gattuso no es capaz de buscar soluciones.

En Italia, a nivel deportivo y periodístico, se está produciendo un avance del tenis en detrimento del fútbol. Lo cual se ha podido comprobar en los quioscos del país este lunes, donde la portada de la Gazzetta dello Sport, por ejemplo, estaba casi totalmente dedicada a Jannik Sinner. «Eres siempre el Rey», mostrada en espacio estelar. En un pequeño recuadro aparecía el titular: «Italia humillada».

El corazón de Gattuso para la emergencia mundial de Italia: "Para nosotros y para el país esto es fundamental"

El corazón de Gattuso para la emergencia mundial de Italia: “Para nosotros y para el país esto es fundamental”

El desafío es alarmante. Italia, cuatro veces campeona del mundo, con otras dos finales perdidas, un tercer puesto y un cuarto, lleva sin pisar una Copa del Mundo once años, que serán doce si el próximo mes de junio no es una de las clasificadas para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá. Quizás por eso, el desafío es una obligación para Gennaro Gattuso, antes pantera y corazón del centro del campo azzurro que tocó el cielo en 2006 y ahora líder de emergencia de una selección a la deriva.

Italia falló en 2018 y en 2022, lastrado su fútbol por una generación tan talentosa como irregular, capaz de ganar la Eurocopa de 2021 en suelo inglés o de jugar la Final Four de la Liga de Naciones en 2021 y 2023, pero también de perder en el playoff camino del Mundial de Qatar 2022 ante la débil Macedonia del Norte. En la última Eurocopa, cumplió pasando de grupo tras compartir fase con España, Croacia y Albania, pero fracasó de nuevo en octavos al chocar contra Suiza, una de las revelaciones de torneo.

El paso por Alemania pareció consolidar el proyecto de Luciano Spalletti, pero la desastrosa derrota contra Noruega (3-0) en el parón de junio hizo sonar todas las alarmas en la Federación transalpina. Los nórdicos, principal rival en un grupo de clasificación que también componen Israel, Estonia y Moldavia, dieron con ese triunfo un paso de gigante hacia el liderato y hacia el pase directo al torneo. La respuesta italiana fue contundente: despidieron a Spalletti y contrataron a Gattuso, que hasta ese momento entrenaba en el Hadjuk Split croata. El mensaje fue claro: corazón, esfuerzo y empuje.

"Crear una familia"

Noruega es líder del grupo con 15 puntos en cinco encuentro e Italia es segunda con nueve y un partido menos. Ganar en Estonia este sábado y ante Israel el martes se observa clave para llegar a las dos últimas jornadas con opciones de terminar líder de grupo, a la espera de lo que haga en sus partidos el cuadro liderado por Erling Haaland y Martin Odegaard. En el horizonte, el 3-0 de antes de verano que pone a Italia ante el precipicio del temido playoff, al que accederá si es segundo.

En el banquillo, Gattuso, quinto seleccionador de los últimos ocho años y el primero de los campeones de 2006 en dar el salto a la banda nacional. Sonó Fabio Cannavaro, ahora entrenador de Uzbekistán, pero la Federación confió en Gattuso impulsada también por Gianluigi Buffon, portero y leyenda del equipo de 2006 y ahora jefe de la delegación de la selección.

Di Marco, durante un entrenamiento de Italia en Coverciano.

Di Marco, durante un entrenamiento de Italia en Coverciano.FIGC

Recuperar el espíritu que convirtió a Italia en una de las grandes bestias negras del planeta parece evidente: «Para nosotros y para el país devolver a Italia al Mundial es fundamental. Tenemos talento y tenemos que demostrarlo. Reencontrarnos con el entusiasmo, crear una familia y no tener miedo de la camiseta que llevamos puesta, que pesa, pero es lo que hay que hacer. La técnica y la táctica pasan a un segundo plano ahora», fue su reflexión durante su presentación.

En el parón de septiembre, Italia anotó diez goles en dos partidos para vencer a Israel (4-5) y a Estonia (5-0). Un fútbol más alegre de lo que era Gattuso como futbolista: «Un jugador como yo no jugaría en mi equipo. Lo tengo claro. Tengo que dejar mi ego de lado y hacer lo que sea mejor para el equipo», admitió el técnico, que aterrizó en el combinado nacional con un sueldo muy inferior al de sus teóricos competidores. Según la prensa italiana, cobra 800.000 euros, con un plus de un millón si consigue meter al país en el Mundial. Al otro lado del charco, Ancelotti, el gran deseado por la afición, recibe nueve millones de Brasil.

Carlos Corberán, el devoto de la Virgen que resucita al Valencia con precisión de cirujano: “Está muy responsabilizado”

Actualizado Viernes, 4 abril 2025 - 23:08

La tarde del 29 de mayo de 2022 se jugaba en Wembley la final de los playoffs de ascenso a la Premier League entre el Nottingham Forest y el modesto Huddersfield Town, que entrenaba un técnico valenciano de 39 años: Carlos Corberán. En la grada se sentaba Miguel Ángel Corona, director deportivo del Valencia, que quería ver con sus propios ojos cómo se comportaba un entrenador del que ya se hablaba mucho en Inglaterra. Por entonces, el Valencia tenía hilvanada la llegada de Gennaro Gattuso y a Corberán se le escapó aquel ascenso con un gol en propia puerta, pero entró en la lista de candidatos al banquillo de Mestalla. Una nómina que siempre debe ser amplia, porque desde la llegada de Peter Lim, el puesto es una trituradora.

No fue hasta mitad del pasado mes de diciembre cuando las puertas del Valencia se le abrieron de par en par. No era fácil tomar las riendas de un Valencia hundido y en una dinámica que le conducía a Segunda. Corberán, que jugó de portero en la cantera y al que su abuelo llevaba a Mestalla, no huyó. Tenía experiencia suficiente y fe, tanta como en la Virgen de los Desamparados, de la que es devoto. 101 días han pasado desde la madrugada del 25 de diciembre, cuando el club anunció su fichaje, con el equipo colista, con sólo 12 puntos. En los siguientes 12 partidos de Liga ha sumado 19, repartidos en cinco victorias -todas en un Mestalla a rebosar- cuatro empates y sólo tres derrotas ante Real Madrid, Atlético y el humillante 7-1 frente al Barça, casi repetido después en Copa (0-5).

Para salvarse, el Valencia necesitaba una segunda vuelta impecable, para remontar los siete puntos que se habían abierto con la salvación. Y lleva camino de ello. Con los resultados del segundo tramo de la competición, el equipo sería cuarto y estaría en puestos Champions, sólo por detrás de Barça, Betis y Madrid.

El 51% de los puntos

El dato más significativo lo aporta su rendimiento frente a los rivales directos. En estas 12 jornadas, ha sumado 15 puntos más que el Valladolid y Las Palmas, 10 más que el Leganés, nueve más que el Alavés y cinco más que el Espanyol.

El valenciano, además, es el técnico que más ha mejorado a su equipo de los que llegaron con el campeonato empezado. Ha sumado el 51% de los puntos, cifra que no alcanzan Diego Martínez, Eduardo Coudet, Diego Cocca ni Álvaro Rubio. Por eso es uno de los técnicos revelación.

Metódico, reflexivo y siempre dispuesto a mejorar, supo hace un año que era el momento de dar el salto a LaLiga. Como hace con los jugadores, detectó sus puntos débiles y los trabajó. Desde la comunicación, porque nunca había dado una rueda de prensa en castellano, a la necesidad de hacer sonar su nombre en España, algo que años en la Championship no le habían garantizado pese a su buen trabajo.

«¿Cuánto cuesta un descenso?»

El pasado verano fue Las Palmas quien tuvo su nombre sobre la mesa y el Valencia lo supo, pero la opción era darle a Rubén Baraja la renovación que se había ganado. El mal arranque de curso lo cambió todo. En noviembre, el club ya pensaba en buscar un relevo o la permanencia sería imposible. Negoció con Quique Sánchez Flores, pero viró hacia Corberán. De hecho, su nombre fue el único que se transmitió a Singapur con una coletilla que nadie sabía si se aceptaría: había que pagar casi tres millones de cláusula para liberarle. «¿Cuánto cuesta un descenso?» fue la respuesta que se recibió, casi retórica, porque se dio luz verde a la operación.

De Corberán convencieron dos frases que escucharon los dirigentes del Valencia en la primera conversación. «Vengo a trabajar con lo que tenga», les dijo. Eso suponía un alivio para un club que nunca sabe si puede acudir o no al mercado. Se movían entonces, pero sin garantías de acceder a cesiones como la de Umar Sadiq.

La segunda frase se ha demostrado aún más cargada de sentido: «La mejora en el campo siempre viene de la mejora individual». Es un mantra que repite y que ha traducido en charlas individuales para potenciar a Javi Guerra, Barrenechea o Diego López, a quien mandó al banquillo una tarde y marcó las cuatro siguientes. «Va tieso y lleva a todo el mundo tieso», aseguran. Para rescatar al Valencia ha actuado con precisión de cirujano y quienes le rodean lo definen como «minucioso» y «exageradamente responsabilizado», tanto que pasó la noche tras las derrota ante el Barça en su despacho en Paterna. Pese a las bajas y los 17 años que lleva el Valencia sin ganar en el Bernabéu, no quiere humillaciones. Para los creyentes como Corberán, las virtudes cardinales son prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Él las exhibe todas.