Muere Denis Law, el último de la Santísima Trinidad del Machester United

Muere Denis Law, el último de la Santísima Trinidad del Machester United

Los Tres Mosqueteros, una literaria referencia humana, eran cuatro. Pero la "Santísima Trinidad", un futbolístico recordatorio divino, eran, efectivamente, tres en el Manchester United: Bobby Charlton, George Best y Denis Law. Tres Balones de Oro. Ya fallecidos los dos primeros, acaba de desaparecer físicamente el tercero. Fueron perecederos en el mundo real, pero inmortales en el mitológico del fútbol. La "Holy Trinity" tiene una estatua en los exteriores de OId Trafford.

Denis Law era escocés, nacido en Aberdeen, donde ha muerto a los 84 años. Vino al mundo en el seno de una familia humilde y numerosa de pescadores. Sus primeras botas, regalo de un vecino, las tuvo a los 15 años. En los últimos tiempos había perdido las facultades cognitivas y, según el comunicado de su familia, "ahora está en paz". Formó con Charlton y Best un trío icónico, uno de los más grandes de todos los tiempos en cualquier equipo de cualquier país.

Rápido, regateador, técnico y valiente en una época de defensas 'terroríficos', era un 10 goleador, el tercer máximo en la historia del siempre prolífico United (237 dianas), tras Wayne Rooney (253) y el propio Charlton (249). Con Escocia, con la 'Tartan Army' anotó 30 goles, los mismos que Kenny Dalglish, en 55 partidos. Asociado a la mejor historia del United y sir Matt Busby, fue campeón de Europa en 1968, dos veces de Liga (1965 y 1967), una de la FA Cup (1963) y dos de la Supercopa (1965 y 1967).

La estatua de los grandes del Manchester United: George Best,  Denis Law y Sir Bobby Charlton antes del encuentro de la Liga de Campeones ante el Copenhague.

La estatua de los grandes del Manchester United: George Best, Denis Law y Sir Bobby Charlton antes del encuentro de la Liga de Campeones ante el Copenhague.Dave ThompsonAP

Ganó el Balón de Oro en 1964, por delante de Luis Suárez y Amancio. El único escocés en lograrlo. Había empezado su carrera en el modesto Huddersfield Town. Larguirucho, desgarbado, lejos del fortachón arquetipo del futbolista británico de los 50, no llamó la atención. Lo salvó el instinto de Bill Shankly, mánager entonces del club. Pero no pasó al Liverpool, sino, efímeramente, al Manchester City, en el que marcó 21 goles en 44 partidos. Y de allí al Torino por 110.000 libras, un récord para los traspasos de la Premier al calcio.

El catenaccio imperante en Italia le impidió brillar. Regresó en 1962 a Inglaterra, pero no al City, sino al United, que trataba de rehacerse de la tragedia aérea de 1958. Con los Busby Boys alcanzó la cima. Tras 11 años con los Red Devils, cruzó la frontera local para regresar al City en su último año como profesional. El United, el club de su vida, rozaba el descenso a la First Division, la segunda categoría del fútbol de las Islas.

Y por esas cosas del destino, a Law le correspondió enviarlo a las catacumbas. Un gol suyo de tacón lo condenó. Cabizbajo, no lo celebró y tras ese partido colgó las botas. Nunca hubo mejor ni, también, más triste momento.

Barça y Getafe, la cara y la cruz de la Liga: el más goleador contra el que menos marca y más faltas comete

Barça y Getafe, la cara y la cruz de la Liga: el más goleador contra el que menos marca y más faltas comete

El escudo de los números no tranquiliza a Hansi Flick. El germano no se fía de las antagónicas estadísticas que describen las trayectorias del Barcelona y del Getafe en esta Liga que ahora inicia la segunda vuelta. El técnico avisa de que su equipo, impulsado por un viento favorable en el comienzo de año, afronta este sábado una visita incómoda al Coliseum. «Lo importante es centrarnos en jugar como queremos. Cuando controlamos el partido y tenemos la pelota, no sufrimos. El Getafe es un equipo muy peligroso al contragolpe que sabe defender y juega bien a la espalda de la defensa», recalca.

El alemán prefiere ser prudente ante un adversario que persigue la rentabilidad sin florituras. El Barcelona -invicto en 2025 y que ha anotado 10 tantos en los últimos dos encuentros- es el equipo más goleador de Primera División, con 51. La escuadra de José Bordalás es, junto al Valladolid, la que menos ha marcado, con 13. Los datos también contrastan con la eficacia de los resultados. El Barcelona consigue dos tantos cada 10 lanzamientos (el mejor porcentaje de todos) y el Getafe ni siquiera logra uno (el peor).

Los principales argumentos del grupo madrileño (15º clasificado) radican en su fortaleza defensiva, es el segundo que menos tantos recibe, 16, sólo superado en este concepto por el Atlético de Madrid, el líder, con 12. «Los equipos se construyen desde la base», insiste Bordalás, que muestra el contragolpe como recurso predilecto y que ahora atraviesa por el momento más productivo del curso, con tres victorias consecutivas en partidos oficiales.

16% de posesión ante el Pontevedra

Para el técnico alicantino, el dominio queda en un segundo plano. Mientras que el Barça encabeza el ránking de posesión, con un 67%, el Getafe es el quinto por la cola, con un 43%, sólo un punto por encima de Alavés y de Leganés y dos superior al Valladolid y al Español. En el último partido de la Copa del Rey, jugado en el feudo del Pontevedra (0-1), sólo sumó un 16% de posesión y efectuó un lanzamiento a portería. Eso sí, la segunda parte la disputó con un jugador menos y los cinco últimos minutos, con nueve.

El Barcelona disfruta con el balón y el ataque posicional; el Getafe prefiere las transiciones rápidas. Los culés son líderes en pases realizados (11.408) y los azulones, últimos (5.670). «Sufrimos cuando cometemos muchos errores. Queremos tener la pelota para generar tantas ocasiones como sea posible», afirma Flick. Las diferencias entre ambos también se reflejan en la conquista de puntos: 38 frente a 19, el doble.

En las últimas campañas, Bordalás es acusado de que sus equipos retienen excesivamente el juego y que generan muchas confrontaciones directas. Él rechaza esa acusación, pero lo cierto es que el Getafe, según las estadísticas recogidas por LaLiga, es el que más faltas comete, 325. Por el contrario, el Barcelona es el que menos, con 173. Sombras y luces en el Coliseum.

Lamine Yamal y Leo Messi

Estilos contrapuestos en un duelo en el que este sábado el Barça pretende frenar su particular racha negativa en Getafe. En sus últimas cuatro visitas al recinto getafense no ha marcado, con una derrota (1-0) y tres empates (0-0). Pero eso era antes de la llegada de Hansi Flick y de las exhibiciones de un su tridente ofensivo: Lamine Yamal, Robert Lewandowski y Raphinha.

Ayer, Bordalás elogió la labor que está realizando Flick en su primera temporada en la Liga: «Está dotando al equipo de una personalidad, de un sello, de un estilo y de una competitividad muy grande». También alabó las condiciones del nuevo fenómeno del fútbol español: «Lamine Yamal es un jugador que nos hace disfrutar a todos y el hecho de que ya le comparen con Leo Messi dice mucho del potencial que atesora. Es muy joven y todavía tiene que pasar mucho tiempo para llegar a ser Messi. Ojalá siga haciéndonos disfrutar y su crecimiento sea el correcto».

Cissé, el chico que escapó de un golpe de Estado para jugar al fútbol: "Me decían que me olvidara de Europa"

Cissé, el chico que escapó de un golpe de Estado para jugar al fútbol: “Me decían que me olvidara de Europa”

Hubo cinco meses en los que Seydouba Cissé (Dabola, 2001) lloraba casi cada día. Cincos meses en los que llamaba a diario a Jorge Broto, director de fútbol base del Leganés CF, para pedirle que le llevara de vuelta al club pepinero, donde había maravillado en un torneo de juveniles. Había tenido que volver a Guinea Conakry a solicitar el visado para poder entrar en España, pero un golpe de Estado en 2021 paralizó todo y también la carrera del incipiente futbolista, apenas mayor de edad. "No sabía qué hacer, la gente ya me decía que me olvidara de Europa. Hubo clubes de allí que me ofrecieron un contrato, pero yo no escuchaba a nadie, sólo quería volver", cuenta a EL MUNDO.

Entonces, pese a los disparos y la rebelión militar, que se prolongó un mes por la capital guineana, Cissé fue durante una semana a diario a las puertas de la embajada española para intentar reclamar el visado para entrar en el país y cumplir su sueño. Pero nadie abría las puertas al chico de 19 años hasta que, el padre de Ilaix Moriba, que ejerció como su representante, consiguió que le escucharan y que estimaran la petición del Leganés, que le quería para el filial.

Desde entonces vive un sueño y lo demuestra a diario. Seydouba Cissé siempre sonríe. "Cuando llegué a Leganés pude decir que había cumplido mi sueño, que era firmar mi primer contrato profesional. Encima luego trajeron a mi madre para verme jugar, conseguimos ascender a Primera... es increíble. Es como si siguiera soñando y voy a seguir haciéndolo por este club y esta afición que me lo ha dado todo", reflexiona.

"Mi padre me escondía las botas"

Cissé dice que el Leganés es para él "como una familia". La de sangre, sus padres y sus cuatro hermanos, "la mayor es chica", puntualiza, están en una población a 400 kilómetros de la capital, Conakry, a la que tardan siete horas en coche cuando van para verle en sus visitas a su país. "Cuando era pequeño se tardaban 12", ríe el guineano. Allí, en los caminos de tierra de Dabola, que no pisa desde 2018, comenzó todo.

Cuenta que tenía siete años cuando comenzó a fascinarle el fútbol, pero que en su casa eran una familia humilde y no tenían dinero para sufragar su sueño. "En Guinea, para llegar a algo tienes que tener a alguien que pueda invertir en ti", explica. Su padre, profesor de filosofía, le insistía desde pequeño en la importancia de estudiar pese a que sus vecinos le decían que su hijo podría llegar a ser futbolista. Así, cuando no se esforzaba lo suficiente en el colegio, "mi padre me escondía las botas y los balones" que su madre le traía cuando volvía de viaje.

Después, sus progenitores le mandaron a un colegio de Conakry a seguir con la secundaria. Cissé aprovechó la estancia para seguir acercándose a su sueño desde la escuela deportiva del Atouga FC hasta que recibió la llamada de la selección sub'17. "Me llamó mi madre para decirme que mi padre venía de visita sorpresa a ver cómo me iban los estudios. Así que a él no le cogí el teléfono cuando llegó porque estaba a punto de jugar con la selección. Se lo dijeron y vino con un amigo a verme al estadio nacional. Cuando terminó el partido y vio cómo me animaba la gente, cambió de parecer y comenzó a motivarme", revela el jugador.

Cissé sonríe en la ciudad deportiva del Leganés.

Cissé sonríe en la ciudad deportiva del Leganés.Ángel Navarrete

Poco después comenzó la odisea europea, que culminó con sus lamentos frente a la embajada española. Hizo pruebas en el Anderlecht y en un club danés, pero ninguna fructificó. "Me tuvieron en un hotel en Dinamarca una semana pendiente de la firma de un contrato que nunca se produjo y yo le dije al padre de Ilaix que me iba, que, o firmaba, o no seguía soportando ese frío", explica mientras estalla en una carcajada.

Así, tras pasar brevemente por París y Barcelona, aterrizó en Madrid para probar suerte en el club pepinero, que lo acogió desde el primer momento pese a esos problemas burocráticos contados al inicio. Cissé tiene agradecimientos para los entrenadores por los que ha pasado: "Todos me han ayudado mucho". Carlos Martínez, Imanol Idiákez, Mehdi Nafti y claro, Asier Garitano.

"Cada partido, como una final"

"Era el partido contra el Sporting, contra el que perdíamos por dos goles. No lo teníamos controlado y me dice Bustinza: 'Cissé, calienta'. No me lo creía y a los cinco minutos salgo y me pide Garitano: 'Sal y disfruta'", explica sobre su debut. Y Cissé siguió disfrutando claro, en Segunda, y ahora en Primera con equipos que admiraba en la televisión cuando era niño. "Veía al Barça del tikitaka con Xavi, Iniesta, Ronaldinho... y luego estar yo ahí jugando contra ese equipo...», recuerda el mediocampista, pero añade: "Cuando estás con ellos en el campo ves que son personas como tú y al final somos 11 contra 11". Cissé es fan de Iniesta, pero su espejo es Naby Keita.

Asegura Cissé que ya ha cumplido su sueño, pero que si tiene que pedir otro sería jugar con el Leganés en Europa y ser capitán del conjunto pepinero. Es de bien nacidos ser agradecido y la felicidad del jugador guineano se la debe a este equipo madrileño con el que juega cada partido "como si fuera una final" y por el que no pierde la sonrisa. "Dios me da paz, confianza y pensamiento positivo". En la vida, él ya ganó la Champions.

Entrevista flash

Haaland renueva hasta 2034 y declara su amor eterno al equipo de Guardiola: "Ahora soy del Manchester City pase lo que pase"

Haaland renueva hasta 2034 y declara su amor eterno al equipo de Guardiola: “Ahora soy del Manchester City pase lo que pase”

Actualizado Viernes, 17 enero 2025 - 10:23

Mucho se ha hablado de la clausula que Erling Haaland firma en sus contratos por la que el noruego puede salir por un precio asequible cada cierto tiempo. Pues esa historia se acabó, el noruego ha firmado un nuevo contrato con el Manchester City que lo vincula con el campeón de la Premier League hasta 2034. Y la famosa clausula desaparece.

El City anunció el viernes el nuevo acuerdo de 9 años y medio para Haaland, de 24 años, que ha marcado 111 goles en 125 partidos desde que se unió al club procedente del Borussia Dortmund en 2022. Un contrato a la altura de una super estrella y uno de los más importantes firmados en la historia del fútbol.

Las cifras que va a cobrar el delantero no han salido todavía a la luz pero todo hace indicar que serán mareantes. El equipo de Guardiola blinda así a su gran estrella, que se quedará el el club inglés hasta que tenga 34 años.

"Ahora quiero seguir desarrollándome, seguir trabajando para mejorar y tratar de hacer lo mejor que pueda para intentar ayudarnos a lograr más éxitos en el futuro", dijo Haaland en un comunicado del City.

"Todos en el club estamos absolutamente encantados de que Erling haya firmado su nuevo contrato", dijo Txiki Begiristain, director de fútbol saliente del City. "El hecho de que haya firmado por tanto tiempo demuestra nuestro compromiso con él como jugador y su amor por este club".

El nuevo acuerdo de Haaland llega en un momento en que el City espera un veredicto tras ser acusado de 115 infracciones a las normas financieras de la Premier League.

"Ahora soy del City, pase lo que pase", dijo Haaland.

Osasuna elimina al campeón de Copa

Osasuna elimina al campeón de Copa

Actualizado Viernes, 17 enero 2025 - 10:01

Osasuna dio la sorpresa de esta eliminatoria de octavos tumbando, por dos goles a tres, al Athletic Club, vigente campeón de la Copa del Rey, en un trepidante partido en el que el equipo que dirige Ernesto Valverde fue siempre a remolque en el marcador.

El delantero croata Ante Budimir, con dos tantos, uno de penalti, demostró que no es casualidad que se encuentre esta temporada luchando por el Pichichi, mientras que los Williams intentaron devolver la ilusión a San Mamés de tener otra opción de sacar la gabarra, como ya ocurriera tras su victoria ante el Mallorca en la final del torneo de 2024.

Se quedaron sin tiempo los leones ante un conjunto, el osasunista, que venía de una negativa racha en liga con dos derrotas en sus últimos dos partidos, una de ellas, precisamente, ante el conjunto que dirige Ernesto Valverde, que venía de seis victorias consecutivas. Además del torneo doméstico, las opciones bilbaínas para conseguir un título pasan este año por la Europa League, torneo cuya final se disputa en San Mamés.

Por su parte, la Real Sociedad de un inspirado Take Kubo se deshizo sin problemas de un Rayo Vallecano que se quedó con 10 por la expulsión del Pacha Espino en el minuto 77 de partido tras recibir dos tarjetas amarillas (3-1).

Los donostiarras, con goles de su capitán, Mikel Oyarzábal, de Olasagasti y de Sergio Gómez hicieron inútil el tanto de Óscar Trejo de penalti en el descuento del primer tiempo. La Real Sociedad fue campeona de Copa tras imponerse al Athletic en la final aplazada por el Covid y que se disputó en 2021.

El "toque de atención" del Bernabéu al Madrid, la dedicatoria de Endrick y las protestas del Celta: "Tengo que aprender cómo funciona el VAR"

El “toque de atención” del Bernabéu al Madrid, la dedicatoria de Endrick y las protestas del Celta: “Tengo que aprender cómo funciona el VAR”

96 horas después de sufrir una de las peores derrotas de los últimos años, ese 2-5 contra el Barça en la final de la Supercopa de España, el Real Madrid volvió al Santiago Bernabéu para ser juzgado por su afición. Y Chamartín dictó sentencia. Abucheó al inicio a Tchouaméni, Lucas y a Ancelotti y terminó ovacionando a Endrick, olvidado durante las últimas semanas y héroe de una noche que amenazó con tormenta en la Castellana.

Durante el calentamiento, el público silbó con cierta intensidad a sus futbolistas y cuando la megafonía anunció la alineación, cuatro nombres se llevaron silbidos contundentes: Lucas Vázquez, Tchouaméni, Ferland Mendy y Carlo Ancelotti.

En el caso del centrocampista francés, titular ante el Celta, recibió abucheos cada vez que tocó el balón. Una situación que hacía años que no se veía en el coliseo blanco y que no cesó durante todo el primer tiempo, empujada también por los errores del propio futbolista. Tchouaméni perdió un par de balones en el centro del campo que terminaron en posesión para el Celta y en pitada global de la mayor parte del estadio.

El Bernabéu clamó así contra el encuentro del galo el pasado domingo en Arabia Saudí y le culpó, en parte, de la contundente derrota contra el Barça.

En el otro lado de la balanza, Chamartín se rindió a Raúl Asencio, nuevo ídolo de la afición, aplaudido tanto en el anuncio de la alineación como durante el partido, con cánticos individuales hacia él: "Asencio, Asencio, Asencio...", corearon los espectadores en cada acción del central, contundente en sus duelos ante los jugadores del Celta.

Fue un partido de tensión, una montaña rusa de emociones desde los pitidos del inicio a los de los últimos 15 minutos, pasando por la alegría del 2-0 y el éxtasis de la prórroga. El Celta protestó un posible penalti no pitado de Lunin sobre Swedberg justo antes del 1-0 de Mbappé. El sueco regateó al portero y terminó en el suelo por el contacto. Munuera Montero, a pesar de las peticiones gallegas, no castigó la acción ni fue llamado a observar la pantalla del VAR.

"Soy un entrenador joven, llevo menos de un año en Primera División, tengo que formarme sobre el VAR, sobre cómo funciona, porque en Primera RFEF no había... Y no acabo de entenderlo", aseguró, con retranca gallega, Claudio Giráldez, técnico del Celta. "El otro día hablé de los árbitros y dije que no volvería a hacerlo. Williot dice que es penalti clarísimo y yo creo a mis jugadores, pero toca acatarlo", añadió el entrenador.

Al otro lado del campo, Mbappé celebró su gol llevándose la mano al escudo y negando con la mano, reaccionando, a su manera, a los silbidos que se habían escuchado antes hacia el equipo.

El galo volvió a ser el mejor del conjunto blanco, abrió el marcador con una cabalgada extraordinaria e inició el 2-0 con una diagonal para Brahim antes de que éste asistiera a Vinicius. El partido parecía sentenciado, pero el Madrid se durmió.

El Celta terminó empatando y provocando la prórroga y el público, parte del cual se había ido ya a la calle, no perdonó a sus futbolistas. El corrillo madridista fue un poema: aplausos y poca conversación, más tensión que otra cosa. Por suerte, Endrick apareció para salvar la noche.

El 3-2 del brasileño a pase de Arda Güler, dos de los más solicitados por la grada y menos utilizados por Ancelotti, resumió una noche inexplicable. Endrick celebró el tanto sin camiseta y con varios gritos de rabia y decantó el duelo antes del misil de Fede Valverde.

Antes de los goles del Madrid, el Celta protestó una mano de Rüdiger dentro del área, pero Munuera Montero, asistido por el VAR, señaló un ajustado fuera de juego de Bamba.

Endrick puso el broche de oro a su noche con un extraordinario gol de tacón para el 5-2 definitivo. "No sé ni qué decir. Sigo trabajando todos los días, estos dos goles son para Rüdiger, él sabe lo que hace conmigo todos los días. Nunca me da un elogio y eso para mí es bueno. Le gusto. Cuando no juego me dice que siga luchando. Ayer en el entrenamiento me dio un partido muy duro, es una gran persona y estos dos goles son para él", explicó el delantero en Real Madrid TV.

A unos metros, Carlo Ancelotti valoraba la noche, los silbidos, el sufrimiento y los goles. "No he visto el penalti, no sé", contestó sobre la polémica. "Los silbidos son un toque de atención de la afición al equipo y al entrenador, me parece un toque de atención aceptable por lo que pasó en el partido contra el Barça", admitió sobre las críticas de la grada.

El italiano defendió a Tchouaméni, "un jugador de carácter absoluto", y elogió a Endrick, que "ha mostrado su calidad", después de reconocer que "hemos regalado dos goles". "El partido estaba casi terminado y al final no hemos tenido tensión. Son cosas que no tienen que pasar pero por suerte al final todo ha salido bien", finalizó.

La angustia que provoca Ancelotti

La angustia que provoca Ancelotti

A la épica final, como gusta en el Bernabéu, como si fuera un partido de Champions, el Madrid salvó una eliminatoria que se complicó Ancelotti. Su denostado Endrick logró dos tantos que fueron dos bofetadas para el italiano. Un Celta notable acarició la proeza.

Estoy completamente de acuerdo con la frase de un melancólico Ancelotti en rueda de prensa, en la que estaba visiblemente enfadado con los críticos, ni es el mejor, desde luego que no, ni e

Hazte Premium desde 1€ el primer mes

Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web

Si lo prefieres
<!--

¿Ya eres Premium? Inicia sesión

--> <!--

Cancela cuando quieras

-->
Endrick sucede a Mbappé en el partido del miedo ante el Celta y lleva a cuartos al Madrid

Endrick sucede a Mbappé en el partido del miedo ante el Celta y lleva a cuartos al Madrid

Mbappé llegó para esto, aunque no esperara encontrarse esto. Para marcar, para ser decisivo, para cambiar la realidad incluso en el lugar que más a menudo la desafía. En la Copa, el Bernabéu observó cómo quien la cambiaba era el Celta, ya con Mbappé fuera del campo y el miedo en la hierba, el banquillo, la grada y el palco. El miedo que no ha tenido tiempo de conocer Endrick, a sus 18 años, no todavía. Encoraginado, revuelto sobre sí mismo, devolvió la vida a todos, de Mbappé a Ancelotti, al Madrid entero, y cerró la noche de tacón, a lo grande.

El desenlace es una prueba de vida para el equipo, pero también un síntoma de que el Madrid, pese a su clasificación para los cuartos de la Copa, no está como debe ni como quiere su entrenador, con ración doble de chicles. La purga que sucedió a la Supercopa, con hasta seis cambios en el once, no le dio los efectos esperados, con errores de bulto de Camavinga y Asencio que llevaron a la prórroga, y únicamente Mbappé con el estandarte en alto, pero para entonces ya sentado en el banquillo, como Vinicius. El destino señaló a Endrick, que apenas había gozado de oportunidades, y miró de reojo a Ancelotti. El gol de Valverde, antes del final torero del brasileño, fue como la descarga de la presión.

El adolescente Endrick es imberbe, como casi todo el Celta. Lo malo de esos equipos es que los descompone cualquier circunstancia. Lo bueno, en cambio, es que no sienten todavía el peso de la responsabilidad, de la jerarquía, como le ocurre al Madrid, atenazado. Eso explica una eliminatoria muy cargada emocionalmente. Para los gallegos, fue demasiado encajar un gol después de reclamar un penalti. Todo sucedió como en la rápida secuencia de un thriller que acaba con el movimiento de un pistolero. Mbappé cambió de ritmo en el área del mismo modo que se desefunda. Lo hizo en carrera para ganar ese espacio decisivo a Javi Rodríguez y disparar a quemarropa. Decisivo, esa es, hoy, la palabra que lo define, la palabra más esperada en la grada. El problema es que llega entre incertidumbres, sobre Ancelotti y sobre el resto. El partido fue la metáfora del momento, marcado desde el inicio por el impacto de la Supercopa.

Ese mismo Mbappé asomó ya en Yeda, pero sin la compañía suficiente frente a la supercantera en la se acompañan todos, y de la que salieron Mingueza o Ilaix Moriba, dos de los mejores con el Celta en el Bernabéu. La Copa era una empresa tremenda, pero el equipo gallego no la afrontó como un Everest, sino como una oportunidad. Supo cómo defender en el inicio y cómo desplegarse entre las dudas que dejaba el Madrid, aunque sin Iago Aspas le faltara su Galicia Calidade en el área. Cuando Camavinga falló, Bamba no lo hizo frente a Lunin; cuando Asencio derribó al propio Bamba en el área, Marcos Alonso fue preciso, quirúrgico en el penalti para llegar a una prórroga que era un martirio en el Bernabéu.

Mucho antes, nada más empezar, había alcanzado el Celta el área con claridad. Lunin salió a los pies de Swedberg, el sueco cayó con un leve contacto del ucraniano y Munuera Montero, muy cerca, no lo estimó suficiente. El VAR, con Hernández Hernández, tampoco le pidió revisarlo. La duda, al menos, merecía hacerlo. Con la cabeza en la protesta, el gol de Mbappé sacó al equipo gallego de un partido que hasta entonces había manejado con comodidad frente a un Madrid lento, al que cerró los espacios con un 5-4-1 muy efectivo. Los hombres de Ancelotti jugaban en exceso al pie, sin la velocidad de balón suficiente. Los tiros de Modric y Tchouaméni habían sido sus escasas opciones hasta que Brahim encontró una aproximación, resuelta por Iván Villar bajo palos.

De un Madrid desfigurado por los cambios podían esperarse imprecisiones. Ceballos y Modric aparecieron en el once, con Tchouaméni pero en el centro del campo, sin Bellinghgam ni Valverde. Ancelotti recurrió a todos ellos, y a todo lo que tenía, al observar la incapacidad para sujetar el resultado, pero la solución de verdad no le llegó está vez de la jerarquía, sino de un joven guardado en el desván que entra en la lucha en el momento indicado. Como Mbappé.

El ex lateral del Real Madrid Fabio Coentrao se ve involucrado en un caso de comercio ilegal de marisco

El ex lateral del Real Madrid Fabio Coentrao se ve involucrado en un caso de comercio ilegal de marisco

Actualizado Jueves, 16 enero 2025 - 16:51

El ex internacional portugués Fabio Coentrao, que en la actualidad se dedica al sector pesquero tras su carrera como futbolista, se ha visto implicado en un caso de comercio ilegal de crustáceos, según informó este jueves la Autoridad de Seguridad Alimentaria (ASAE).

Las autoridades sanitarias anunciaron la suspensión de la actividad de tres almacenes ilegales en el norte de Portugal y la incautación de 17 toneladas de alimentos.

Uno de estos almacenes albergaba una granja de crustáceos perteneciente a Fabio Coentrao, indicó a la AFP una portavoz de la ASAE.

Según el diario Jornal de Notícias, los inspectores visitaron el miércoles el almacén propiedad del ex jugador, quien militó en equipos como el Real Madrid, el AS Mónaco y el Benfica de Lisboa, ubicado en el puerto pesquero de Póvoa de Varzim (norte). Allí encontraron 12 tanques de agua salada llenos, entre otros, de langostas y gambas.

En total, había más de una tonelada de crustáceos que fue confiscada por las autoridades debido a diversas irregularidades, como la ausencia de facturas o de licencia de comercialización.

Proveniente de una comunidad de pescadores del norte de Portugal, Fabio Coentrao se dedicó a esta actividad tras retirarse del fútbol en 2021, luego de una carrera en la que acumuló 52 convocatorias con la selección portuguesa.

El ex lateral izquierdo de 36 años, ahora propietario de tres barcos pesqueros, había alquilado un almacén hace siete meses para iniciar la comercialización de mariscos, según informó el Jornal de Notícias.

El Atlético y Sorloth no dan opción a la revuelta del Elche

El Atlético y Sorloth no dan opción a la revuelta del Elche

Hay trampas menos evidentes que la que iban a poner al Atlético en el Martínez Valero. El Leganés sobrevivió a otra similar en Almería, con el gancho, y los rojiblancos debían hacerlo si querían seguir haciendo historia. Pero más sabe el diablo por viejo que por diablo y Simeone se conoce todas las tablas de aquí a Arimatea. Así que, apoyado en un inspirado Sorloth, liquidó al Elche en el primer tiempo y lo remató en el segundo. Ya son 15 victorias seguidas, la historia continúa, como dirían en la Guerra de las Galaxias. [Narración y estadísticas, 0-4]

Y eso que los primeros seis minutos vieron un 90% de posesión para el Elche. Son estilos diferentes, sí, pero un equipo de Primera debe mostrar categoría en todas las circunstancias y ante cualquier rival. No obstante, como sabe el Cholo, y se ha empeñado en demostrar durante toda su carrera: la posesión no gana partidos. Ergo, en el minuto 8, Sorloth ya había hecho el primer gol no sólo en el primer disparo a puerta del Atlético, también en el primer acercamiento al área de San Román.

Por si había dudas, cuatro minutos después, Correa casi hace el segundo. Quizás es eso lo que defina a los equipos de Primera. No les van los preliminares, llegan y te matan. Contundencia en las áreas le llama Simeone. Y Sorloth, el noruego está pidiendo más minutos a gritos. Su efectividad minutos- goles en los últimos partidos asusta: un tanto cada 35 minutos. Una barbaridad.

La tela de araña sobre el Martínez Valero era rojiblanca. Los jugadores del Elche se movían, entraban y salían de zona ofensiva para limpiar las marcas, pero los discípulos del Cholo no picaban. Cerraban cada resquicio con un 5-4-1 esperando matar a la contra. Son el equipo menos goleado de Primera y eso no es casualidad.

Y en dos pases provocaron el segundo tanto. Azpilicueta buscó a Lino en profundidad, que recortó y Diaby se comió el amague con la pierna de arrastre. Error de juvenil. Sorloth no perdonó y puso tierra de por medio. La empresa y el sueño ilicitano se desvanecía en la tela de araña atlética.

Lo terminó de aplastar Nico González, quizás el jugador más talentoso del Elche de Eder Sarabia. Trastabilló por detrás a Riquelme al inicio de la segunda parte y Cuadra Fernández no le perdonó la segunda amarilla. Remontar dos goles al equipo menos goleado de Primera es casi imposible, hacerlo con 10, una quimera.

Minutos para Lemar

Así, ya en la segunda parte Simeone se dedicó a conservar fuerzas para la serie de partidos que le vienen al Atlético en los próximos días, cinco en dos semanas. Se permitió incluso sacar a Lemar, casi en blanco esta temporada. Riquelme, además, quiso reivindicarse para esa serie con un gran disparo de fuera del área que se coló por la escuadra de San Román pese a que la tocó el cancerbero. Quedaba aún un purgatorio para el Elche.

El equipo ilicitano, además, tuvo momentos en los que intentó no rifar el balón. Mala idea. El Atlético robaba arriba y llegaba rápido. Correa perdonó la primera, pero Julián, también en racha, metió la segunda. Es bueno tener la unidad B enchufada, que se lo pregunten a aquel Madrid B de Zidane que se hizo con la liga. Tiene el Atlético plantilla para pelear y para soñar. Con un compromiso imperturbable sea la competición que sea. Son 15 victorias seguidas y sumando. El Atlético también quiere la Copa.