La foto de Pedri en el vestuario, la magia del 'parapenaltis' Simón y un goleador para De la Fuente: "Este equipo es insaciable"

La foto de Pedri en el vestuario, la magia del ‘parapenaltis’ Simón y un goleador para De la Fuente: “Este equipo es insaciable”

El olfato de Luis de la Fuente no falló Mestalla. Vivió el partido más difícil de su era como seleccionador porque España tuvo que bregar para golpear al Países Bajos, que se levantaba siempre, pero se encontró con la absoluta madurez de Pedri en el penalti de la tanda que era decisivo, en la capacidad de Unai Simón para intuir y parar lanzamientos y un goleador en Oyarzabal cuando más lo necesitaba. "No concibo el deporte y casi la vida sin sufrir, pero este equipo es insaciable", resumió De la Fuente, que recordó a un "iluminado que dijo que esta competición era menor".

Fue Juanjo González, el flamante segundo entrenador, quien decidió el orden en la tanda y Pedri sabía que, tras el fallo de Malen, le tocaba el decisivo. Una foto en el vestuario lo presagiaba: Morata le daba el balón en el duelo ante Suiza en Tenerife (3-2). Entonces, en casa, falló. En Mestalla, no. "Juanjo nos dijo quien tiraba. Yo hablé con Dani Olmo y le dije que lo iba a tirar abierto y arriba. Es bonito hacer feliz a la afición pero no hubiera sido posible sin Unai, que siempre para uno. Estábamos seguros de que lo haría", confesó el centrocampista.

Se quitó mérito Unai Simón ante los elogios de su compañero. "Ser los segundos en tirar nos hacía depender un poco más de mí para ir con ventaja. El penalti de Simons durante el partido me dio mucha rabia porque se paró y no pude impulsarme bien. El de Van Dijk en la tanda no me le orientado bien y el otro se me ha colado por debajo del brazo", explicó. El de Malen lo tenía muy claro: "Él iba centrado a ese lado, por lo que habíamos visto, y me le lanzado ahí convencido", desveló. Anuló así el error de Lamine Yamal. "Está feliz por la clasificación", desveló el seleccionador.

De la Fuente le dio la titularidad a Unai Simón y también a Oyarzabal, que no estuvo en la tanda pero fue muy protagonista antes. Dejó el seleccionador en el banquillo a Álvaro Morata y no le falló el capitán de la Real Sociedad. De penalti marcó su gol número 14 con España, el noveno con el seleccionador riojano en el banquillo. Ese tanto lo convierte en el máximo goleador de la era De la Fuente, con dos de diferencia sobre Morata y tres sobre Ferran Torres.

Oyarzabal fue titular por segunda vez en esta Nations League. En noviembre, ante Dinamarca en Copenhague inició el partido y también abrió el marcador, aquella vez en el minuto 15, mientras Morata esperó al minuto 69 para saltar al césped. Mestalla festejó ese gol de penalti con el recuerdo del marcado en la final de la Eurocopa ante Inglaterra que convirtió a España en campeona. Aún le quedaba otro en a segunda parte. Salvó su disparo con la cara el meta Verbruggen, pero el rechazo lo empujó con la cabeza para convertirse en el segundo jugador de la Real en marcar un doblete con la selección en partido oficial. Sólo lo había hecho Bakero en 1988.

"Lo más importante es que la era De la Fuente suma ya dos títulos cuando nadie creía en nosotros. Todos aportamos para que el colectivo vaya para arriba", resumió con cierta modestia.

Llenazo en Mestalla por la dana

Con un estadio a reventar, la afición comenzó la fiesta antes de que arrancara el partido alentada por el gol de Iniesta a Países Bajos en el Mundial de Sudáfrica de 2010. Si los neerlandeses recordaron en un tifo la dura derrota que infringieron a España cuatro años después en Brasil, en Valencia se proyectó en los videomarcadores aquel gol que hizo a España campeona del Mundo. Hubo tiempo para eso, para llenar de banderas nacionales la grada, tararear el himno nacional y hasta acordarse del 'Peter, vete ya' en el minuto 19. Mestalla lucía diferente, pero era Mestalla y ni falló. Hasta respaldó con aplausos a Huijsen cuando, desde la esquina alta del Gol Norte, los 2.500 holandeses le silbaban.

Todos disfrutaron porque el partido lo mereció. España quería mandar y golpeaba, pero también recibía. De hecho, mostró vulnerabilidad porque en tres partidos de esta Nations League, ante Suiza y los dos ante Países Bajos, recibió dos o más goles.

Eso fue el fútbol, que importaba y mucho porque la victoria y la clasificación permiten a España luchar por otro título el próximo mes de junio, pero había más en juego en Mestalla. Se llenó un estadio con 48.082 espectadores que recordó a los afectados de la dana. Para recuperar los campos arrasados por la riada irá la recaudación y la RFEF invitó a alcaldes y representantes de todas las poblaciones afectadas y fueron los niños de estas escuelas afectadas los que saltaron al campo con los jugadores. «Jugamos por vosotros», rezaba la una gran lona en el círculo central.

Fue el apoyo de todo el estadio el que empujó a la selección cuando más lo necesitó. Por esto estalló con la parada de Unai Simón a Malen y de manera definitiva cuando Pedri, en el penalti decisivo batió la portería del gol sur de un Mestalla que está de despedida.

Francia y el camino del Mundial

España estará en Alemania para la fase final de esta Nations League y su rival en semifinales será contra Francia, recordando aquella polémica final en Turín en la que la jugada decisiva entre Mbappé y Éric García que provocó un cambio en la norma del fuera de juego.

Pero también aclara el camino que deberá seguir España para estar en el Mundial de 2026. Sus rivales finalmente serán Turquía, Georgia y Bulgaria. Arrancará la selección el 4 de septiembre en Bulgaria y tres días después jugará ante Turquía. El primer partido como local será ante Georgia ya en la ventana de octubre y cerrará la clasificación recibiendo a Turquía en noviembre.

¿Es ésta la campeona de Europa?

¿Es ésta la campeona de Europa?

Con suspense, con suerte, en los penaltis... España llega a la fase final de la Nations League. No lo mereció, salvo en la épica. Más de tres partes del partido Países Bajos fue mejor. A veces, la selección, por su falta de ideas, me pareció que se parecía mucho a la de Luis Enrique. En muchos pasajes del encuentro me preguntaba sobre España: ¿Es ésta la campeona europea? No, no lo era. Los Países Bajos casi siempre jugaban a su son.

Veía a un centro del campo español lento, sin sentido. Pero, ¿a quién se le ocurre alinear a Olmo como centrocampista, cuando es un mediapunta? Y mantener a un Fabián mediocre, fuera de órbita y que estuvo casi todo el tiempo, cuando no tenía ningún poder, ni orden, ni ideas. Y peor es Zubimendi, que hace muchas faltas, y no tiene ningún poder creativo, acongojado como un quinto defensa.

El equipo de De la Fuente parecía un conjunto pequeño, al estilo defensivo de Simeone, con mucho miedo de la velocidad y la verticalidad neerlandesa. Sólo se defendió con el tempranero gol de penalti. Todos los holandeses, en cambio, parecían tanques ofensivos mientras que la selección sólo esperába que Yamal hiciera alguna magia. La hizo cuando llegó el minuto cien. Por fin algo vital. Menos mal.

El único héroe fue Nico, el elemento más peligroso. Fue decisivo cuando le dejó un pase de gol a Oyarzabal, que falló inicialmente y, tras una carambola, logró el tanto que ponía por delante a la selección impulsada or el generoso público de Mestalla.

Nadie pensaba que el equipo de Países Bajos se quedara sin empatar de nuevo y quizás algo más. Casi pudo ganar por méritos. Al final, apareció Unai Simón, y fue el milagroso amuleto para salvar definitivamente la eliminatoria.

La furia llegó en los primeros minutos de la prórroga, porque Pedri cambió la factura de ineficacia. Llegó el gol de Lamine y ya era como navegar en un océano pacifico. Pero ni eso. Otro estúpido error de un inútil Le Normand, con Asencio en el banquillo, concedió un penalti a Simons. Llegó el empate y una vez más, en la última jugada, salvó el cielo De la Fuente.

La preocupación es que nos encontramos con una selección que no se parece en nada a cómo jugaba tan sólo hace unos meses. Con una seleccionador que se cree infalible y que está endiosado, porque es intocable. No sé, ya veremos en junio, pero el futuro no es rojo pálido, por no decir otro color.

España gana por las buenas, por las malas y por las regulares: jugará la 'Final Four' de la Nations tras eliminar a Países Bajos en la agonía de los penaltis

España gana por las buenas, por las malas y por las regulares: jugará la ‘Final Four’ de la Nations tras eliminar a Países Bajos en la agonía de los penaltis

Esta España espesa, pesadota, más bien gris, del mes de marzo terminó pasando a la Final Four de la Liga de Naciones, la tercera consecutiva, donde defenderá título enfrentándose a Francia en la semifinal, gracias a una agónica tanda de penaltis que resolvió un partido divertido, con un montón de goles y con mucho por mejorar para un equipo que, sin embargo, casi siempre gana. Por las buenas, por las malas o por las regulares, como ayer, pero el caso es que gana. Pedri metió el último lanzamiento y sonó la música de Raphael. Pues nada, a bailar, que esto del fútbol va de ganar. Y España (casi) siempre gana.

De la Fuente hizo tres cambios respecto al partido de ida. Dani Olmo por Pedri, Mingueza por Pedro Porro y Oyarzabal por Morata. Países Bajos sólo uno. Entró Maatsen por el sancionado Hato. Y el partido fue bastante parecido en su primera parte a lo visto en Rotterdam. España, en un buen inicio, se encontró con el gol en el mismo minuto que en la ida, aunque de forma diferente. Si allí fue una buena jugada colectiva culminada por Nico, ayer fue una buena jugada colectiva culminada con un pentalti tan claro como infantil de Van Hecke, que se llevó por delante a Oyarzabal con el delantero español de espaldas a la portería y con muy pocas opciones de hacer nada.

Precisamente Oyarzabal fue quien marcó el penalti, y al igual que el jueves, pudo España haber sentenciado el partido ahí. En De Kuip fue un cabezazo de Morata que se marchó fuera y ayer fue un mano a mano que Verbruggen le sacó a Nico después de un pase maravilloso de Huijsen. Porque esa fue otra de las noticias de la noche. El central de origen holandés ha venido para quedarse. Laporte todavía es mucho Laporte, y seguramente si vuelve a estar disponible será el titular, pero...

El chico, espigado, desmadejado, maneja la pelota con mucha soltura. Está bien colocado, se anticipa casi siempre a las jugadas y ofrece esa sensación que ofrecen los buenos futbolistas sea cual sea su posición en el campo: que juegan sobrados. Tuvo tiempo de filtrar otro pase a Nico y otro más a Cucurella. La vida iba cuesta abajo para España.

Pedri celebra el penalti que dio la clasificación a España.

Pedri celebra el penalti que dio la clasificación a España.JOSE JORDANAFP

Sin embargo la cosa devino en un tostón. Países Bajos volvió a coger el balón, igual que en la ida. Pero aquí sí que había una gran diferencia. Si en Rotterdam empezó a generar sensación de peligro enseguida, ayer lo más parecido a una ocasión de gol fue un tiro liviano de Kluivert que paró Unai mientras ojeaba el móvil, pues iba muy flojito. España fue un equipo más corto que en Rotterdam, y ahí el equipo de Koeman sufrió para encontrar los pasillos interiores y, de ahí, sacar el balón a las bandas, mejor defendidas esta vez.

Tras el descanso, y después de tener otra opción clara, el árbitro señaló como penalti un forcejeo que pareció más bien poco entre Le Normand y Depay, que devolvió la eliminatoria a donde había empezado. El mismo delantero, recuperado parece ser en Brasil, estuvo a punto de hacer el segundo, pero lo evitó Unai con una parada estupenda. La noche comenzaba a ponerse divertida. El problema de la selección era, entre alguna otra cosa, que con Oyarzabal jugando arriba, los centrales vivían muy cómodos. No tenían ni un delantero corpulento para que les disputara los despejes ni uno rápido que les hiciese correr para atrás, de modo que España no era capaz de estirarse como hace otras veces.

La única vez que lo consiguió, eso sí, fue para ponerse otra vez por delante. Una cabalgada de Nico dejó a Oyarzabal frente a Verbruggen y, con algo de fortuna, la metió. Eso sí, como el diagnóstico era obvio, De la Fuente no dejó ni sacar de centro para quitar del campo al jugador de la Real y meter a Ferran, un tipo rapidísimo que, con la noche como estaba, podía disfrutar como un niño. No fue tal el disfrute pues no fue capaz la selección de encontrarle ni él de hacerse ver. Resultó intrascendente.

Tampoco Holanda era capaz de generar demasiado, y de no haber sido por un error grosero de Dani Olmo en la salida del balón quizá hubiese podido mantener la ventaja. No fue así. Luego, en la prórroga, apareció, al fin, Lamine, desaparecido hasta ese momento, pero otro error defensivo en la salida de la pelota envió las cosas a los penaltis, donde España logró sobrevivir. Y ganar, que es de lo que se trata. En los días buenos y en los días malos. Y en los regulares también.

Locura en Europa: goles, penaltis y VAR en el pase de Francia, Alemania y Portugal a semifinales

Locura en Europa: goles, penaltis y VAR en el pase de Francia, Alemania y Portugal a semifinales

Hasta siete alternativas en las restantes tres eliminatorias de cuartos en una loca noche europea. Cumplió con susto Alemania ante Italia (3-3), Portugal consiguió remontar frente a Dinamarca con un gol de Cristiano (5-2) y Francia hizo lo propio ante la Croacia de Modric (2-0) pese a una actuación discreta de Mbappé en su vuelta a la selección, aunque tuvo que esperar a la tanda de penaltis para conseguirlo tras 120 minutos frenéticos.

Francia echó de menos un nueve. Su asedio ante una Croacia anciana, pero con oficio necesitó del alargue. Barcolá, Konaté, Dembelé, Tchouamení tuvieron oportunidades claras para recortar en la eliminatoria, pero la falta de puntería o Livakovic, uno de los mejores guardametas de la pasada Eurocopa, frustró esas intentonas iniciales.

No respondería el cancerbero a la falta de Olise, un potente lanzamiento, pero bastante centrado como para que el guardameta hiciera algo más. Sería el primero para los galos y suya fue también la asistencia para el segundo, que transformaría un renacido Dembele. La prórroga terminó sin goles y se resolvería desde el punto de penalti. Francia será el rival de España.

Cristiano celebra su tanto.

Cristiano celebra su tanto.MIGUEL A. LOPESEFE

Partido también complicado para el matador portugués. En los primeros 45 minutos había fallado un penalti y marcado en fuera de juego. Se le nota el ansia a Cristiano cuando no le salen las cosas y eso lo siente Portugal. Tuvieron los lusos que esperar un gol en propia puerta de Andersen para igualar la eliminatoria. Quizás CR7 se pueda apuntar el amague ante el defensa danés.

Otro defensa, Kristensen, enmendaría el error de su compañero y empataría en el encuentro a falta de media hora. Justo después, llegaría por fin el del delantero portugués, pero en seguida fue respondido por otro de Eriksen tras un error de Ruben Días. Trincao empató la eliminatoria desde el banquillo y la adelantó en la prórroga hasta el cierre de Gonçalo Ramos. Locura en el José Alvalade para ver a su selección y a su ídolo en las semifinales de la Nations.

Duelo histórico

Otra se vivió en Dortmund. Fue Italia un rival inocente ante una irregular Alemania. El equipo germano resultó un rodillo en la primera mitad. De hecho, hizo tres antes del descanso. El segundo hay que verlo repetido 1.000 veces para darse cuenta que estamos en el fútbol profesional. Recordó a aquel del Liverpool para culminar la remontada ante el Barça en Champions.

Los germanos quisieron devolver la ingenuidad a los transalpinos al inicio de la segunda parte para que Kean recortara distancias. Hizo también el segundo para avisar de que Italia se estará reconstruyendo desde la juventud, pero siempre será Italia. Y el VAR salvó a Alemania de un susto mayor al anular un penalti en el 70, aunque sí lo concedería en el 95 para el insuficiente empate italiano. Rozaron la proeza.

La Federación Española manipuló las puntuaciones de las sedes del Mundial 2030 para dejar fuera a Vigo y meter Anoeta

La Federación Española manipuló las puntuaciones de las sedes del Mundial 2030 para dejar fuera a Vigo y meter Anoeta

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) manipuló las puntuaciones de las sedes del Mundial 2030 para dejar fuera a Vigo y meter a San Sebastián. Los miembros del equipo de trabajo de la candidatura conjunta de España, Portugal y Marruecos evaluaron los estadios españoles en una reunión celebrada el 25 de junio de 2024 en el despacho del ejecutivo Fernando Sanz en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. De aquella reunión salió un Excel con un ránking de puntuaciones, al que ha tenido acceso en exclusiva EL MUNDO, en el que resultaban elegidos 11 estadios. El último clasificado era el del Celta, con una puntuación de 10,2004 puntos, superando a Anoeta, que quedaba en ese momento fuera, con 10,1226.

Sin embargo, apenas 48 horas después, el equipo evaluador retocó el Excel alterando la puntuación del estadio donostiarra, que pasó de golpe a tener una puntuación de 10,6026 (hasta ese momento disponía de 10,1226). De esta manera superaba a Vigo, dejando en el lugar número 12 a la opción gallega, que quedaba automáticamente eliminada.

En el caso de Anoeta se modificó al alza uno de los subfactores, vinculado al proyecto técnico, pasando de 15 a 20 puntos. Concretamente el Subfactor A1, que llevaba por título: «Considerar el nivel de intervención que debe llevarse a cabo». Este subfactor representaba el 30% de la valoración total de este apartado técnico.

María Tato, integrante del Área Internacional de la RFEF y una de las responsables del Mundial 2030, recibió en su correo electrónico las dos versiones de los Excel, el original y el modificado, el 27 de junio a las 15.16 horas, tal y como acredita la documentación que obra en poder de este periódico.

Louzán

Que la opción de Vigo estaba incluida en los primeros planes de la RFEF lo confirma, además, otro correo electrónico que obra en poder de este diario, que fue remitido por María Tato al actual presidente y entonces vicepresidente, Rafael Louzán, el 26 de junio, al día siguiente de la reunión donde se decidió que Vigo entraba en el puesto número 11.

«Querido Rafa, te escribo unas líneas sobre la situación actual, siguiendo tus indicaciones para poder informar al detalle a Pedro [Rocha, entonces presidente de la RFEF]». Tato le contó a Louzán los «criterios de baremación» que habían estado empleando, «basándonos en los usados por la FIFA en el último Mundial elegido: Brasil 2027 Femenino».

Gobierno

Le resumía que habían valorado en un «80%» los «criterios técnicos» y en un «20% los documentales», pero que el Gobierno había terciado pidiendo que se introdujeran, además, «criterios estratégicos» que debían contar con un peso de un 35%. Le indicaba que el Ejecutivo quería premiar la «vecindad», es decir, «aquellas sedes que estén cerca de la frontera de los otros dos países» y que ese criterio «únicamente afecta a Vigo».

Por lo que, con la propuesta gubernamental, «garantizan la sede de Vigo», subrayaba. Por último, le apercibía de que la información que le facilitaba era «únicamente a efectos de su conocimiento y del presi», que «no se debe filtrar nada» y que contenía «datos no confirmados, sólo propuestos» hasta ese momento, ya que estaban analizando si aplicaban la modificación de los baremos propuesta por el Ejecutivo.

Pese a ello, el 28 de junio, esta trabajadora de la RFEF remitió la clasificación retocada en favor de Anoeta a los miembros del Comité Ejecutivo de la candidatura mundialista y desechó la versión inicial que favorecía a Vigo, así como las indicaciones gubernamentales. Lo hizo mediante un correo electrónico remitido a las 12.43 horas de ese día 28.

«Estos son los documentos de trabajo con los que hemos realizado la elaboración del listado de las sedes seleccionadas», comunicó a otros responsables federativos como Elvira Andrés, Manuel Lalinde o Jorge Mowinckel. «Asimismo, adjuntamos el Excel con la valoración», añadió.

«Según nuestros cálculos, existen tres candidatas que no se evalúan ya que no han firmado requisitos fundamentales de la FIFA, como puede ser el acuerdo del estadio o de la ciudad por causas relacionadas con la negociación de las cláusulas de dichos acuerdos con FIFA». Se refería a «Gijón, Murcia y Valencia». «Asimismo», agregó, «la sede de Vigo tendría la menor puntuación».

Tato urgió a sus compañeros porque dijo que tenía que presentar el listado definitivo de sedes «en dos horas». «Rogamos nos deis indicaciones, en caso de no recibir ninguna entendemos que podemos proceder adelante con esta selección».

La referida selección acabó siendo definitiva y la RFEF la hizo pública varias semanas después. El viernes 19 de julio, mediante un comunicado, se anunciaban los estadios que «serán incluidos como candidatos a albergar encuentros en España de la Copa del Mundo FIFA 2030 tras el trabajo desarrollado durante los últimos dos años por el Comité Ejecutivo para nuestro país de la candidatura conjunta con Marruecos y Portugal, en el que está integrado el Gobierno a través del CSD».

La RFEF desvelaba, además, que se había «analizado» la posibilidad de «ampliar hasta 13» el número de estadios, pero que las federaciones portuguesa y marroquí habían «considerado que debe respetarse la normativa FIFA, donde se establecen 20 sedes como máximo». Lo cual suponía que España contara con 11 sedes que habían sido designadas, recalcó la RFEF, mediante «una serie de baremos y criterios objetivos, en línea con lo establecido en los requisitos de candidatura de la FIFA», que versaban sobre el proyecto técnico, la operatividad, la estructura financiera, la dotación de las ciudades sedes, además del cumplimiento de los requisitos documentales y contractuales. De tal manera que las sedes elegidas fueron finalmente los estadios de Anoeta, Camp Nou, Gran Canaria, La Cartuja, La Rosaleda, Metropolitano, Nueva Romareda, Cornellá-El Prat, Riazor, San Mamés y el Santiago Bernabéu.

Ese mismo día, la RFEF envió a las 13.46 horas un escueto correo electrónico a la Alcaldía de Vigo mediante el que se le comunicaba que no sería sede del Mundial. «La sede que representa no ha sido seleccionada para formar parte del dossier de la candidatura a la FIFA World Cup 2030. Muchas gracias por el trabajo realizado durante estos dos años, por vuestra colaboración y dedicación».

Abel Caballero

El alcalde de Vigo ha exigido desde entonces a la RFEF que se hagan públicos los criterios por los cuales fue excluida su ciudad. «Lo único que pido es que nos digan qué datos avalan haber descartado a Vigo, que lo digan, que lo hagan público», ha denunciado durante los últimos meses el socialista Abel Caballero, que ha tildado al ente federativo de «oscurantista». «Si son tan evidentes, no pasará nada, los veremos y ya está».

El actual presidente de la RFEF, Rafael Louzán, ha explicado que «no publicar los baremos fue una decisión técnica en la que trabajaron más de 20 personas» y que la institución que dirige «no es una administración pública que esté obligada a dar esos datos».

«Se afinaron algunos criterios»

Fuentes oficiales de la RFEF consultadas por EL MUNDO admiten que se elaboró una primera puntuación de las sedes del Mundial 2030 que incluía el estadio de Balaídos entre las 11 sedes seleccionadas y que hubo una modificación posterior que la dejaba fuera. «Se afinaron algunos criterios objetivos de acuerdo con lo establecido por la FIFA», explican dichas fuentes a este periódico. Añaden que la única motivación que llevó a esa modificación fue de índole «técnica» y que se decidió mejorar la puntuación de Anoeta al considerar que no necesitaba ninguna obra adicional y que se primaron en todo momento «criterios de sostenibilidad». Cuando el alcalde Vigo, Abel Caballero, pidió que se hicieran públicas las puntuaciones, Rafael Louzán, actual presidente, contestó que la Federación «no es una administración pública que esté obligada a dar esos datos»

Los bronces de Diamé y Canales, las medallas hechas en casa que llevaron a España al éxito en el Mundial 'indoor'

Los bronces de Diamé y Canales, las medallas hechas en casa que llevaron a España al éxito en el Mundial ‘indoor’

España también celebra éxitos que se crearon en otros lugares, especialmente en Cuba, como el oro de Jordan Díaz en los últimos Juegos Olímpicos o el bronce de Lester Lescay en el último Europeo en pista cubierta, pero mientras asciende una generación tan propia como las precedentes, formada en sus escuelas, enseñada por sus entrenadores. Si en los primeros casos se entiende el debate, en los segundos carece de argumentos. En el Mundial indoor de Nanjing que acabó este domingo, la selección de atletismo acabó con tres medallas, un número que no alcanzaba desde hace 15 años, gracias a Ana Peleteiro, Fátima Diamé y Josué Canales, tres atletas que maduraron en los tartanes del país. Si acaso la diferencia con los medallistas de Doha 2010, el proscrito Sergio Sánchez, Natalia Rodríguez y Ruth Beitia, está en la piel.

Después del éxito de Peleteiro el sábado, los bronces de este domingo de Diamé en la longitud y Canales en los 800 metros confirmaron la ascensión de un grupo que en este ciclo olímpico debería confirmarse como histórico. Junto a ellos, estos años, otros como Mohamed Attaoui o Paul McGrath, de apellido foráneo, hechos en casa.

La emoción de Canales

«He venido para quedarme y quiero seguir dando alegrías al atletismo español», proclamaba Canales, el descubrimiento del campeonato. Nacido en Honduras y criado desde los tres años en el barrio de Santa Eugenia, en Girona, al lado de Salt, esperó una eternidad para poder correr como español y, en cuanto lo hizo, se colocó entre los mejores del mundo. Nadie como él ejemplifica el valor del conjunto. Hijo de padres adolescentes, víctima de un mal divorcio, acabó corriendo de casualidad, pero en el club GEiEG le enseñaron a disfrutar del deporte y en el CAR de Sant Cugat, a disfrutar de la vida. Por eso antes de cada carrera señala su número de habitación en el centro, el 313; un agradecimiento. El otro, este domingo, fue para su abuela, Ruth Liliana, Nana, que voló de Tegucigalpa a Girona cuando él era adolescente para construirle un hogar, un lugar donde vivir en paz.

Dar YasinAP

«La dedicatoria de esta medalla tiene nombre y apellido, mi abuela Ruth Liliana. Yo no sería nada de esto si no hubiera sido por ella. Le debo el cielo a esa señora, la amo con todo mi corazón», se emocionó Canales que también agradeció a su entrenador, el ex maratoniano Carles Castillejo. En pruebas anteriores, Canales lo había perdido todo por no creérselo, «el síndrome del impostor», como reconoció, pero esta vez nada de eso. En la final, donde dominó el estadounidense Josh Hoey, se pegó a la espalda del belga Eliott Crestan y con él se fue hasta el podio.

El salto que espera a Diamé

Queda por ver a Canales -amigo íntimo de Attaoui- brillando en una competición al aire libre, pero a sus 23 años tiene mucho tiempo por delante para hacerlo. Como Diamé pese a sus 28 años. Horas antes que el mediofondista, la saltadora de longitud también acabó en tercera posición, la misma que hace un año en el Mundial de pista cubierta de Glasgow. De padres extranjeros como Canales, en su caso de padre senegalés y madre portuguesa, Diamé nació en Valencia y vivió tan cerca de sus pistas de atletismo del cauce del Turia que acabó apuntándose casi sin querer. Todos los días, a todas horas, veía gente corriendo, saltando, lanzando, ¿Qué hacer si no?

Desde hace unos años entrena en Guadalajara a las órdenes de Iván Pedroso y su progresión es innegable, pero continúa en busca de su gran salto. Este domingo, de hecho, acabó entre la alegría y la decepción por no haberlo conseguido. «Pensaba que podía llegar a 6,85 metros, pero es una medalla, no me voy a quejar», comentó después de quedarse con los 6,72 metros de su primer intento, superada por la estadounidense Claire Bryant (6,96 metros) y la suiza Annik Kalin (6,83 metros). Con molestias en la pierna derecha, su pierna de batida, durante todo el invierno, el bronce ya era mucho.

Clímax Brizuela en temporada de lluvias

Clímax Brizuela en temporada de lluvias

Actualizado Domingo, 23 marzo 2025 - 22:10

La temporada del Barça es un fracaso o un éxito. Según a qué lado del hate se ponga el lector. O la semana que lea estas líneas. No ha ganado ningún título, no ha jugado ninguna final, acumula más derrotas que otros años, no está entre los tres primeros de ACB ni Euroliga. Pero, sin dos jugadores estructurales, Laprovíttola y Vesely, ni el recién llegado base suplente Juan Núñez, los tres lesionados de media o larga duración. Lapro y Vesely al cambio serían Campazzo y Tavares. Más o menos, no exactamente. Pero jugadores de esa dimensión, ofensiva y defensiva. Hoy el Barcelona es quinto en Euroliga, en puestos de playoff directo y casi factor cancha. Momento soleado en la tormenta eterna.

Para saber más

Para saber más

Cuando descansa Satoransky, el equipo de Joan Peñarroya no tiene base. Son minutos más movidos, más ofensivos, más locos. Son minutos más Brizuela. El donostiarra juega dos partidos, el que tiene que ganar su equipo y él, que es un partido en sí mismo. Hay que tener jeta para no haber jugado la Euroliga hasta casi los 30 años y marcarte tu mejor encuentro en Mónaco, anotando 27 puntos en las barbas de Mike James y Spanoulis. El estilo no son las zapatillas de marca que adora, sino los pasos laterales que da con ellas para quedarse solo cuando está sobremarcado. Y anotar.

A Darío, desde bien niño, todos los entrenadores le han dicho que tenía «algo». Pero nunca le decían que tenía «todo». Porque no querían ser profundamente sinceros ni reconocer la ignorancia del que cree saber de más. Al medir 1,88 metros y pesar entre 75 y 78 kilos, la sinécdoque se refería a que no podían afirmar que sólo con talento técnico podría llegar al primer nivel europeo. La parte no haría el todo. Él ahora demuestra que sí que lo hizo.

Punter y Brizuela son ligeros, botadores, geniales. Son atacantes y atacables. Sobre todo son killers del perímetro, prefieren tirar en tu cara antes que solos. Porque lo que les llena es levantar otra vez la grada maravillada ante la parábola imposible. ¿Pueden jugar en el mismo quinteto? Repartiéndose el papel de falso base, parece que sí. Siempre que el dulce sabor del éxtasis ofensivo no les aturda cuando toca camuflar fatigas defensivas.

Brizuela cuando termina los partidos no se viste de calle, porque ya juega en la calle. Su andar sobre las punteras es cadencioso y chuleta. Su mirada anuncia la necesidad de pasarle la pelota en el centro de la cancha, donde entra en su momento preliminar. Aclarado o con bloqueo lo que va a hacer es un sentir la velocidad y la pausa para encontrar el margen para lanzar a canasta. Puede meterla o no. Pero lo que no será es un tiro aburrido, una jugada más. Eso no. Darío es lo contrario a lo anticlimático. Incluso en temporada de lluvias.

Musa y los suplentes del Madrid resisten al asombroso récord de triples del Unicaja

Musa y los suplentes del Madrid resisten al asombroso récord de triples del Unicaja

Es como si, de repente, el Real Madrid hubiera visto esa luz que lleva tanto persiguiendo. En el lugar y en el momento más insospechado, sufriendo una lluvia de triples en el Carpena ante el rival que les ha arruinado las dos últimas finales, Chus Mateo encontró ese ardor, esa competitividad, esa forma de rebelarse de tipos que parecían tan fuera de onda. Una remontada de carácter -y de infarto, pues el triple sobre la bocina de Tyson Carter se salió por bien poco- encabezada por Dzanan Musa (24 puntos, seis asistencia, 37 de valoración) y secundarios que han estado permanentemente bajo sospecha como Usman Garuba, Andrés Feliz y hasta un Rathan-Mayes que llevaba semanas sin contar para nada. [105-107: Narración y estadísticas]

Un triunfo, en una noche de baloncesto de quilates, emoción y toneladas de talento sobre el Carpena, de los que, bien aprovechados, pueden cambiarlo todo. Justo en la semana más importante del curso, la que le viene al Madrid en Europa. Sin Campazzo y encajando 23 triples por parte del Unicaja, récord total de la ACB (pulverizando el anterior, en posesión del Valencia Basket desde 2018). Con semejante acierto, mandaban hasta por 12 los de Ibon Navarro (78-66), casi terminando el tercer acto, encendidos Dylan Osetkowski, Tyson Carter y compañía. Pero acabaron sucumbiendo cuando Musa y el mejor Garuba (18 puntos, ocho rebotes y una defensa de las que cambia partidos) desde su vuelta de la NBA, pusieron todo patas arriba.

La mente del Real Madrid estaba parcialmente en lo que está por venir, la vida en juego en la Euroliga, primero el martes contra el Milán y el viernes en Belgrado ante el Estrella Roja, rivales directos por los puestos playoffs, "toros muy bravos". No es excusa, pero no podía ser más inoportuna la visita a un rival temible, su piedra en el zapato, el Unicaja que le ha derrotado ya esta temporada en dos finales, la de Supercopa y la de Copa. Ni siquiera lo disimuló Chus Mateo, que dio día libre a un Campazzo con "muchos kilómetros".

Los de Ibon Navarro no pretendían dejar pasar la oportunidad. La de volver a golpear a un grande, la de acercarse al liderato, la de reafirmar su buena línea. Con la valentía que es su seña de identidad, con su baloncesto frenético, tiros rápidos, con la defensa rival siempre a medio montar. Como en la final de Gran Canaria. Así lo intentaron y por muchísimos momentos zarandearon a un Madrid que se acogió a una defensa zonal, algo que no parecía ni mucho menos la mejor idea ante el ciclón perimetral de los malagueños.

Lesión de Bruno Fernando

La primera parte avanzó pareja, con el varapalo que supuso para el Madrid el golpe en el muslo de Bruno Fernando que le dejó k.o. para los restos (Ibaka se había quedado fuera de la convocatoria). Osetkowski taladró a los blancos, como si quisiera despedirse (su sanción por dopaje está al caer) con tan buenas sensaciones. Pero Tavares y Llull aguantaban el envite.

Todo cambió a la vuelta de vestuarios. Ahí el Madrid recibió una sacudida que pareció definitiva. Le llovieron triples por todos lados. Carter resultó imparable (13 puntos en el tercer acto) y, aunque Musa y Hezonja intentaban mantener al equipo, todo parecía desmoronarse para el Madrid.

Musa intenta taponar el último triple de Carter, que no entró.

Musa intenta taponar el último triple de Carter, que no entró.

Y, de repente, Chus Mateo se acordó de Rathan-Mayes. Que ni jugó la Copa ni ha sido convocado en los últimos partidos. El canadiense demostró que, sin ser una estrella, puede ser realmente útil. Su defensa sobre los exteriores fue determinante. Con un quinteto improbable, pequeño (Garuba al cinco) y Andrés Feliz a los mandos.

Un triple de Hezonja culminó la remontada (87-88) y un Garuba imperial en los dos aros impulsó al Madrid que se disparó con 39 puntos en el acto final. Pero el un triunfo aún tenía un capítulo más. A falta de ocho segundos, Carter culminó un dos más uno y Llull a continuación falló uno de sus tiros libres. El escolta americano del Unicaja recorrió la pista y lanzó sobre la bocina. Su triple no entró de milagro. Hubiera sido el 24º. Hubiera sido increíble.

Todo tan igualado que no se puede fallar

Todo tan igualado que no se puede fallar

Actualizado Domingo, 23 marzo 2025 - 21:36

Que la F 1 es un deporte complicado y difícil de descifrar era algo que ya sabíamos, pero este año promete más sobresaltos de los habituales. Hay tantos frentes abiertos, tanta igualdad en la parrilla, que lo único que saco en claro es lo mucho que nos vamos a divertir. Lo que estaba cristalino antes del inicio de la temporada en Melbourne era que McLaren estaba un paso por delante. Hoy sabemos que lo están, pero quizá ese paso sea sólo un pasito. No pueden fallar. Si el equipo falla en algo o alguno de sus pilotos comete un error hay chacales por detrás dispuestos a devorarles. Oscar Piastri se equivocó en Australia y terminó noveno; Lando Norris se equivocó en la sprint race de China y fue octavo; y si la carrera del domingo hubiese tenido una vuelta más, habría mordido el polvo con George Russell al sufrir un problema en el sistema de frenos. Está todo tan igualado que no se puede fallar.

Es más, la estrategia este año es no cometer errores de bulto. El objetivo es ser sólidos y sumar. Si no puedes ganar, trata de ser segundo. Si no puedes ser segundo, lucha para ser tercero. Haz lo que quieras, pero no hagas un cero porque la jauría te destrozará. Es un poco la táctica de Fernando Alonso en 2010 y 2012. No tenía el coche más rápido, Red Bull estaba un paso o dos por delante, pero a base de puntuar en cada fin de semana y aprovecharse de los errores de sus rivales llegó a la última cita con opciones.

Esta igualdad hace que ocurra lo mismo en las clasificaciones. Es tan grande la igualdad, que un pequeño sobreviraje en el que pierdes una décima de segundo te hace caer tres posiciones. Y si estás en la zona media, una décima es la diferencia entre ser décimo o decimoquinto. Un pequeño detalle, un error, un tipo de circuito, una pequeña evolución lo cambia todo. Así puedes ver a un modesto Racing Bulls codearse con los grandes en clasificación, un Haas que fue un desastre en Australia convertirse en protagonista en China o un Ferrari que está perdido en la primera carrera llevarse la victoria en la primera sprint race una semana después.

Y lo que es aún más complicado de entender, ves ganar a Lewis Hamilton de forma excepcional el sábado y sólo 24 horas después, lo ves sufrir en la pista, sin ritmo y acosado por su compañero de equipo (al que tiene que dejar pasar) que, para colmo, lleva el alerón roto desde la primera vuelta. Alerón, por cierto, que rompió Charles Leclerc al golpear a Lewis en la salida. Dos toques en dos carreras.

De todo lo que vimos en Shanghai me quedo con el tenebroso callejón sin salida en el que se ha metido Red Bull. Hay tres equipos más rápidos que ellos y sólo puntúan con un coche. Quizá la explicación de este fenómeno sea por un lado el talento de Max Verstappen, pero sobre todo haber diseñado y desarrollado desde hace años un coche adaptado a los gustos de Max. Sólo él lo entiende, sólo él es capaz de ir rápido con ese monoplaza y, claro, sólo él puntúa. Sergio Pérez se pasó años quejándose amargamente de que el equipo sólo escuchaba a Verstappen y sus malos resultados llevaron a Red Bull a romper un contrato que habían firmado con el mexicano pocos meses antes. Buen dinero se tuvo que llevar Checo por ello.

Además, seguro que ahora tiene que estar viendo, con cierto regocijo, cómo Liam Lawson está haciendo buenos sus resultados del Mundial 2024. Es tan desastroso el arranque del joven neozelandés que, tras sólo dos carreras, los rumores ya apuntan a un posible movimiento de Red Bull para el GP de Japón: relegar a Lawson de vuelta a Racing Bulls y promocionar a Yuki Tsunoda junto a Max, algo que en su día Red Bull descartó. Mucho me temo que tampoco será la solución. Hicieron un coche para Max, que sólo lo medio entiende Max y con el que ya no puede ganar. Tendría gracia que después de dárselo todo, si este año no es bueno, Max decidiese cambiar de aires para 2026.

De los nuestros, poco que decir. A Carlos Sainz le está costando adaptarse al Williams y entender por qué fue tan rápido en los test de Bahrein y ha estado tan falto de ritmo aquí. Con las descalificaciones de Leclerc, Hamilton y Pierre Gasly, Williams ha logrado un buen puñado de puntos, pero la clave para que el equipo británico se asiente en el liderato de la zona media está en que Carlos se adapte lo antes posible. Lo hará seguro, pero de momento necesita un poco más de tiempo.

Aston Martin sigue recordándonos mucho al equipo del año pasado. De no ser por las descalificaciones habrían salido de China con el zurrón vacío de puntos. Muchas pruebas, muchos cambios de set up, pero pocos resultados. No ayuda que Alonso no esté en la pista. Su abandono por un fallo en los frenos nos privó de ver el verdadero potencial de su monoplaza. Dos carreras, dos abandonos, ningún coche en Q3 y sólo un puñado de puntos en Australia gracias a los fallos ajenos y el acierto del equipo con la estrategia. Queda mucho Mundial, así que, de momento, habrá que seguir confiando.

El bochorno de Ferrari en Shanghai: una insólita doble descalificación y más confusión en la radio de Hamilton y Leclerc

El bochorno de Ferrari en Shanghai: una insólita doble descalificación y más confusión en la radio de Hamilton y Leclerc

El drama de Ferrari comenzó a eso de las cinco y media de la tarde en Shanghai, cuando se cumplían dos horas exactas desde la caída de la bandera a cuadros. Jo Bauer, delegado técnico de la FIA, emitía un escrito donde detallaba que el SF-25 de Charles Leclerc pesaba un kilo menos que el peso mínimo establecido: 799 en lugar de 800. Justo media hora después, los comisarios llamaban a declarar a Lewis Hamilton por una irregularidad en el patín de madera que configura el suelo del coche. El equipo de Maranello, que hace unas semanas se consideraba preparado para el asalto del Mundial de Pilotos y Constructores, cometía dos irregularidades distintas en una misma carrera. Dos errores traducidos en sendas descalificaciones. Un hecho sin precedentes en la historia de Ferrari porque el único caso similar, durante el GP de Malasia 1999, terminó resolviéndose con éxito tras una polémica apelación a la FIA.

En un principio se pensó que el caso de Leclerc se debía al daño en el alerón delantero sufrido tras un toque con Hamilton en la primera vuelta. Sin embargo, Bauer ordenó instalar un alerón de repuesto. Y esa medición iba a arrojar un peso aún menor. Por lo tanto, la FIA no quiso considerar ningún factor atenuante, achacando lo sucedido a un "error genuino" de la Scuderia. Este caso trajo a la memoria lo sucedido durante el GP de Bélgica 2024, cuando George Russell perdió la victoria que había conquistado sobre el asfalto, porque su Mercedes dio en la báscula 796,5 kg y no los 798 reglamentarios.

En cuanto a lo sucedido con Hamilton, según la FIA, el suelo de su monoplaza presentaba un desgaste en tres puntos diferentes, superando la tolerancia establecida de un milímetro. Bauer argumentó que esa anomalía se había detectado a lo largo de toda la tabla, lo que sólo podía atribuirse a un set up configurado antes de la salida.

"Calculamos mal"

Hay que recordar que tras la victoria de Sir Lewis en la sprint race del sábado, Ferrari decidió variar la altura del coche. Dicho cambio suponía una pérdida de eficiencia aerodinámica, dado que se estima que un sólo milímetro se traduce en dos décimas por vuelta. Aunque la intención de los ingenieros no deba interpretarse como un mero fraude, lo cierto es que cometieron un terrible fallo que destrozaría las opciones del británico. El SF-25 rodaba tan bajo que el roce con el asfalto acabó desgastando el patín de madera de su fondo plano.

"Calculamos mal por un pequeño margen. No hubo intención de obtener ninguna ventaja. Aprenderemos de lo sucedido y nos aseguraremos de no volver a cometer los mismos errores", explicó el equipo dirigido por Fred Vasseur, aceptando el castigo y renunciando a cualquier tipo de apelación. Se da la circunstancia de que en el GP de EEUU 2023, tanto Leclerc como Hamilton, siendo éste piloto de Mercedes, fueron descalificados por un idéntico problema en el fondo plano.

En cuanto a Leclerc, Ferrari quiso justificarse con la estrategia a una sola parada seguida por el monegasco. "El desgaste de sus neumáticos era muy alto, lo que provocó que el coche estuviera bajo de peso", razonó a través de un escueto comunicado.

Hamilton, tras la 'qualy' del sábado en Shanghai.

Hamilton, tras la 'qualy' del sábado en Shanghai.AFP

De este modo se evaporaban los 18 puntos de Shanghai. Adiós al quinto y sexto puesto en la meta, que ya de por sí no suponían precisamente un éxito para el Cavallino Rampante. Este doble cero deja al equipo en el quinto puesto del Mundial de Constructores, empatado con Williams. Mientras los británicos han sumado en dos carreras los mismos puntos que en todo el pasado curso (17), Ferrari afronta la primera crisis del año. Un bochorno que deja a la luz graves carencias internas.

Por primera vez desde el GP de España 2009, ningún piloto de Maranello figura en el top-8 del Mundial. De hecho, quien suma más puntos con un motor Ferrari es Esteban Ocon, al volante de un Haas. Tras las eliminaciones de Leclerc y Hamilton, el francés ascendió a la quinta plaza, por delante de Andrea Kimi Antonelli y Alex Albon. Un pésimo cierre de fin de semana para el heptacampeón, que apenas 30 horas antes había logrado la victoria en la sprint race.

"Quisimos mejorar, pero empeoramos"

"El sábado por la mañana tuve un buen coche. Hicimos algunos cambios para intentar mejorar, pero empeoramos en la clasificación y resultó aún peor en la carrera", reveló el británico, cuyo intercambio de mensajes con Riccardo Adami, su ingeniero de carrera, volvió a causar gran revuelo.

El episodio más controvertido empezó a cocerse en la vuelta 16, poco después de adelantar a Oliver Bearman en la curva 14. Entonces, Leclerc se acercó a tan sólo cuatro décimas de su alerón trasero. Dos giros más tarde, Hamilton dijo por radio: "Creo que voy a dejar pasar a Charles porque estoy sufriendo". Casi de inmediato, Bryan Bozzi informó a Leclerc: "Vamos a intercambiar posiciones en la curva 14". Adami se lo transmitió a Hamilton, que replicó: "Lo haré cuando esté más cerca".

Esta secuencia de mensajes no se transmitió de forma íntegra en la señal internacional de la FOM (Formula One Management), lo que dio lugar a algún equívoco. De hecho pudo interpretarse que Hamilton había desobedecido las órdenes de su muro. "Esto es una broma de la FOM. Han creado este espectáculo para generar caos, porque sólo transmitieron la segunda parte de la pregunta", dijo Vasseur, anticipando una conversación con los responsables de la señal televisiva.

Al poco de tomar la salida, el team principal de Ferrari ya había tenido que lamentar un incidente entre sus monoplazas. Cuando Leclerc tomaba el interior de la curva 1 y Hamilton, por fuera, no pareció darse por enterado, dando un volantazo que dañó el alerón delantero del 16. "No sabía que yo estaba allí y no me esperaba, así que fue sólo un desafortunado accidente", comentó el monegasco. "Decidimos no cambiar el alerón, ya que eso nos iba a suponer una pérdida de otros ocho segundos en el el pit-stop y en tener que realizar varios adelantamientos para recuperar la posición", finalizó.