Alcaraz despeja dudas sobre su físico: "He notado un poquito de dolor y me he desconcentrado, no me va a perjudicar para Madrid"

Alcaraz despeja dudas sobre su físico: “He notado un poquito de dolor y me he desconcentrado, no me va a perjudicar para Madrid”

El humor es lo último que se pierde. Al acabar la final del Trofeo Conde de Godó de Barcelona, derrotado por Holger Rune por 7-6(6) y 6-2, Carlos Alcaraz se sentó en su banquillo y sacó su teléfono del raquetero. Antes de hablar tranquilamente con su equipo todavía le quedaban toda la ceremonia de trofeos, cientos de fotografías con los aficionados y una rueda de prensa y quería avanzarles detalles sobre su problema físico. «¡Sígueme en Instagram!», le gritó entonces un espectador con guasa y Alcaraz respondió de la misma manera. Se giró, lo localizó, le lanzó una sonrisa y un ok con el pulgar. El humor es lo último que se pierde.

Pese a la derrota y a las molestias que expresó durante el partido, Alcaraz mostró mucho optimismo respecto a su físico en los torneos que vienen. «Al inicio del segundo set he notado un poquito de dolor en la zona del abductor derecho y me ha costado mantener la concentración en el juego. Cuando sientes un tirón, saltan las alarmas y ya te preocupas más por eso que por cosa. Creo que se curará con un par de días de descanso», comentaba Alcaraz, que a partir del próximo viernes estará en el Masters 1000 de Madrid en la Caja Mágica y que antes cumplirá con los muchos compromisos que le esperan en la capital de España. Además de eventos de sus patrocinadores y del mismo torneo, el ahora número tres del mundo presentará su documental A mi manera producido por Netflix el próximo martes en la Torre Picasso. «Haremos pruebas y nos aseguraremos de todo, pero creo que esa molestia no me va a perjudicar de cara al Masters de Madrid».

"Con la cabeza bien alta"

Quizá por las 14 victorias consecutivas previas en Barcelona, quizá por su estrecha relación con Rune o quizá por los límites establecidos de su propio cuerpo, Alcaraz aceptó la derrota con tranquilidad: ahora nada cambia. En tropiezos anteriores, especialmente aquel desastre en segunda ronda en el Masters 1000 de Miami, el español había dudado sobre su progresión, vacilaba sobre su estilo de juego. Pero esta vez fue distinto. En Barcelona, durante toda la semana, desplegó un tenis notable y si cayó en el partido decisivo fue por mérito de su rival. «Perder nunca es fácil, más una final y más aquí en el Godó, donde había sido campeón dos veces, pero debo darle crédito a Holger. Ha jugado un partido excepcional y yo me voy orgulloso, con la cabeza bien alta. He perdonado en ciertas situaciones, me he precipitado en algunos puntos, pero Holger también ha sabido aprovecharlo», analizó Alcaraz con un punto clavado en la mente.

Joan MonfortAP

En el tie-break del primer set, cuando se decidió todo, nadie era capaz de romper una igualdad de hormigón hasta que, con 5-4 en el marcador, se lanzó a la red con todo y Rune le rebasó desde el fondo. Un error suyo, un acierto del danés. El español escapó llegó a escapar de tres bolas de set, pero esa desventaja ya fue definitiva. Justo después el segundo set empezó con varios intercambios muy intensos y su físico se resintió. «Me ha faltado paciencia. He empezado muy bien el partido, con grandes tiros, y a mitad del primer set Rune ha cambiado la táctica. Ha corrido más, ha planteado más rallyes, ha metido más bolas dentro. Después de eso yo no he sabido calmarme», reconocía el español, que este lunes perderá el número dos del mundo en detrimento de Alexander Zverev, que este domingo se proclamó campeón en el ATP 500 de Munich al vencer a Ben Shelton por 6-2 y 6-4.

El ánimo de sus amigos

«Me quedo con lo mucho que he disfrutado esta semana jugando aquí en Barcelona delante de mis amigos y de mi familia», proclamaba Alcaraz, que sí vivió una celebración ayer: por la mañana su hermano pequeño Jaime ganó el torneo sub-14 del Rafa Nadal Tour celebrado en el Club Esportiu Valldoreix de la cercana Sant Cugat. «¡Vamos, Charly!», le repetían una y otra vez una docena de sus amigos de El Palmar, en la zona baja de las gradas de la pista central de Barcelona, para alegrarle el ánimo.

Pese a la derrota y a las molestias, la presencia del grupo fue una delicia para Alcaraz, que incluso les dedicó algún gesto en la final cuando se apuntaba golpes ganadores. Eran los murcianos los que más alentaban, más aplaudían, más festejan. De hecho, ya anocheciendo en Barcelona, el número tres del mundo se juntó con ellos para darles las gracias y para rearmarse antes de, si las pruebas no indican lo contrario, encarar el cercano Masters 1000 de Madrid.

Rune arrebata el Godó a su amigo Alcaraz e inaugura una rivalidad para el futuro

Rune arrebata el Godó a su amigo Alcaraz e inaugura una rivalidad para el futuro

Con 11 años, Carlos Alcaraz ya era tan extrovertido como ahora, pero los viajes le costaban. En sus primeros torneos internacionales, como el Longines Futures, una especie de Roland Garros sub-12, o el histórico Les Petits As, todavía no conocía a nadie y apenas hablaba inglés. Pero descubrió que un niño danés estudiaba castellano en la escuela y veraneaba en Málaga. Se le acercó, se presentó y tan simpático era que se hicieron amigos íntimos. Este domingo, ese chaval, Holger Rune, le arrebató su tercer título del Trofeo Conde de Godó de Barcelona al vencerle en la final por 7-6(6) y 6-2 e inauguró una preciosa rivalidad para la próxima década.

De aquellas bromas de infancia, como la coleta en la frente que Alcaraz le hizo a Rune en París, a jugarse los trofeos más importantes. Una historia bonita y que apunta a larga, con 21 años ambos.

Después de que Alcaraz ganase cuatro Grand Slam, para que los dos se igualaran en la élite sólo se necesitaba que Rune madurara y, al parecer, ya lo ha hecho. Tenista con un físico y un juego parecido al del español, en 2022 asombró ganándole el Masters 1000 de París-Bercy a Novak Djokovic, pero desde entonces siempre se quedaba a un paso.

Con mil cambios de entrenadores, más de una discusión con rivales e incluso una famosa riña con su madre, a quien expulsó una vez de las gradas de Roland Garros para concentrarse, su mente no estaba a la altura de su tenis. En Barcelona esta semana ha ocurrido todo lo contrario.

Skjelmose sorprende a Pogacar y Evenepoel en la Amstel Gold Race

Skjelmose sorprende a Pogacar y Evenepoel en la Amstel Gold Race

Algunas de las grandes carreras de un día, monumentales o no, tienen sobrenombre. Así, la Milán-San Remo es "La clasiquísima". La París-Roubaix, "El infierno del norte". El Giro de Lombardía, "La clásica de las hojas muertas". Y la neerlandesa Amstel Gold Race, "La clásica de la cerveza".

Rubia tostada de sol mortecino, tibia de temperatura (como gusta por esos pagos), coronada con la espuma multicolor del jersey del Lidl-Trek, se la bebió de un trago largo y angustioso un danés colosal, Mattias Skjelmose , por delante de dos gigantes que no por perder dejaron de serlo: Tadej Pogacar y Remco Evenepoel.

Carrera casi interminable de 256 kilómetros con 34 cotas breves sin empedrar, pero algunas bastante duras. Pasaban los kilómetros y no ocurría realmente nada. Una escapadita breve de algunos y eso era todo. ¿Cuándo atacaría Pogacar? El UAE, aunque había perdido por caída a Jhonatan Narváez y Tim Wellens, controlaba y endurecía la prueba, con McNulty y Sivakov en la proa del pelotón.

Discurrían los kilómetros y no ocurría realmente nada. ¿Cuándo atacaría Pogacar? El Education First de Powless y Healy pareció tomar la iniciativa. Transcurrían los kilómetros y no ocurría realmente nada, excepto el desgaste de la gente por el mero hecho del kilometraje y la acumulación de cuestecitas erosionantes. ¿Cuándo atacaría Pogacar?

En el Gulperberg, a 47 kms. de la meta, el que atacó fue Julian Alaphilippe. Una sorpresa mayúscula, porque el francés hace bastante tiempo que no está para estos trotes. Se le unió Pogacar. Por fin. Se fueron muy fácil. Demasiado. No reaccionó nadie. Alaphilippe le duró un suspiro a Pogi. Y el esloveno echó a volar solo. Muy pronto alcanzó el medio minuto de ventaja. Detrás había elementos de fuste: Evenepoel, Van Aert, Pidcock, Grégoire, Blackmore, Healy, Benoot, Schmid... y Skjelmose, en el que nadie pensaba en ese momento.

El podio de la Amstel Gold Race, con Skjelmose, Pogacar y Evenepoel.

El podio de la Amstel Gold Race, con Skjelmose, Pogacar y Evenepoel.MARCEL VAN HOORNEFE

Pogacar seguía a lo suyo. ¿Carrera sentenciada? Claro, era Pogacar y eso lo había hecho muchas veces. Atacó Evenepoel, pero lo atraparon. Demarró a su vez Skjelmose y se alejó. Pareció un fuego de artificio. Volvió a apretar Remco y lo cogieron de nuevo. En su tercer demarraje, a 25 kms. de la meta, no pudieron con él. Enganchó al danés y desde ese momento la carrera adquirió unos tintes grandiosos. Se convirtió en una prueba contrarreloj. Por delante, Pogacar. Tras él, centímetro a centímetro, centésima a centésima, con Evenepoel tirando casi siempre y Skjelmose echando de vez en cuando una mano, el dúo perseguidor, que ya veía el arcoíris del esloveno, persistía en su esfuerzo.

¿Se estaría dosificando Pogacar, se dejaría atrapar y los abandonaría en la tercera y última subida al Cauberg (1.200 metros al 118% de pendiente máxima), que se coronaba a kilómetro y medio de la llegada?... Fuese como fuese, a falta de ocho, ya estaban los tres juntos.

El Cauberg no decidió nada. Bueno, decidió que Pogacar no iba a decidir. Los tres, con ventaja suficiente, racanearon un poco, vigilándose. Y echaron el resto en un sprint indeciso en el que, en un instante u otro, pareció que cualquiera de los tres iba a ganar. Lo hizo Skjelmose por un cuarto de rueda. Pogacar le sacó media máquina a Evenepoel. Hermosísima victoria del danés, por sí misma y por obtenerla ante tales rivales. Encabezando el selecto grupito, Van Aert, hizo, otra vez, cuarto a medio minuto.

Bienvenidos al Trípico de las Ardenas. El miércoles, la Flecha Valona. El domingo, la Lieja-Bastoña-Lieja, uno de los Monumentos. Pero con estos corredores, cualquier carrera es monumental.

Más de cuarenta ciclistas heridos en una carrera en Bélgica

Más de cuarenta ciclistas heridos en una carrera en Bélgica

Actualizado Domingo, 20 abril 2025 - 17:42

Más de 40 ciclistas resultaron heridos en una caída este domingo durante el Gran Fondo de Bélgica, una carrera para profesionales y aficionados, según informaron medios locales.

La carrera tenía un recorrido de 140 km y contó con más de 2.000 participantes divididos por grupos de edades.

La Unión Ciclista Internacional (UCI) informó de que siete ciclistas fueron hospitalizados tras el accidente y que uno de ellos se encuentra gravemente herido, aunque su vida no corre peligro.

El accidente se produjo tras recorrer los primeros 8,5 km, cuando los ciclistas partieron de la presa de los Lagos de l'Eau d'Heure, en la frontera de las provincias de Hainaut y Namur, según medios belgas.

Según testimonios recogidos por medios locales, un pelotón de unos 500 ciclistas circulaba a al menos 50 km por hora cuando se produjo la caída.

Un participante dijo a la cadena flamenca VRT que el accidente fue el resultado de un empujón en el pelotón que causó la caída de un ciclista y seguidamente la de los que intentaron esquivarlo.

"Fue un caos absoluto", dijo otro ciclista a la cadena. La organización decidió cancelar la competición tras el accidente.

El electricista Mbappé

El electricista Mbappé

Actualizado Domingo, 20 abril 2025 - 15:36

Kylian Mbappé no compareció ante el Athletic por sancionado y lesionado. Dos razones igual de incapacitantes. Respecto a la primera, un solo encuentro de suspensión, el mínimo castigo posible, se antoja una benévola pena para la gravedad de la falta. Pero no seremos nosotros quienes refutemos la decisión de juez alguno, de cualquier ámbito y rango. Mucho menos en estos tiempos en los que es frecuente que los magistrados se vean acusados de prevaricación si sus resoluciones no gustan a quienes las reciben. Tenemos derecho a discrepar de la justicia, pero no a desobedecerla, que es una forma indirecta de negarla.

En cuanto a la segunda, los pitos acompañaron la salida del campo de un Mbappé renqueante. El Bernabéu, ese jurado popular, ha pitado siempre. Incluso a los más ilustres y queridos de los suyos. Pero no tan pronto como a Kylian y, además, mientras cojeaba. No le ofreció ni comprensión ni compasión. Va a tardar en perdonarle, si es que llega a hacerlo, los antiguos desplantes. Al Madrid no se le chulea.

El caso es que, entre la violencia y la inanidad, los dos últimos partidos de un Mbappé que lleva cinco sin marcar se han saldado con una expulsión, la cuarta de su carrera, y una decepción, no precisamente la primera del curso. Dos comportamientos individuales que repercuten en la imagen y resultados de un club que ahora es poco menos que el Real Mbappé. El francés es el principal foco de atención local e internacional de la marca más prestigiosa en la historia del fútbol.

El futuro del banquillo madridista

Es imposible saber, y en qué porcentaje, si es víctima de las deficiencias estructurales del equipo, o si éste, también con exceso de lesionados, acusa los altibajos o la desubicación de quien es el llamado a contribuir más que nadie, por fama y sueldo, al buen desempeño comunitario. Por otra parte, resulta irónico que Kylian haya cambiado París por Madrid para ganar la Champions y quizás se la lleve el PSG. Según Luis Enrique, el equipo jugaba mejor sin Mbappé. ¿Y el Madrid?

Con toda probabilidad, la Decimosexta, cuando llegue, no la levantará Ancelotti. Entretanto, al parecer, el club estaría tratando con Jürgen Klopp. Tendría su gracia un alemán en el banquillo blanco como antídoto del alemán del banquillo azulgrana. Flick y Klopp. Dos apellidos onomatopéyicos de cinco letras, una sílaba y una sola vocal agobiada en medio de cuatro opresivas consonantes. Si uniéramos ambos apellidos en un objetivo común, Flick & Klopp no sugiere el nombre de un bufete de abogados, una corporación financiera, una firma de alta costura o incluso un dúo cómico-musical en una compañía de "variétés". Más bien el de una marca de herramientas con la reconocida fiabilidad germana en útiles de bricolaje.

Muy apropiado. En resumidas cuentas, de eso trata la idea de un equipo. Una reducida y sinérgica colectividad en la que, para provecho general, funcionen eficazmente los albañiles, los carpinteros, los fontaneros y los electricistas. En especial los electricistas, encargados de instalar y encender la luz que ilumine el juego conjunto. Como Mbappé, una estrella que brilla, sí, pero hasta ahora alimentada con corriente alterna.

El Barça confirma la lesión de Lewandowski, que se perdería la final de Copa contra el Real Madrid

El Barça confirma la lesión de Lewandowski, que se perdería la final de Copa contra el Real Madrid

Actualizado Domingo, 20 abril 2025 - 14:52

La retirada de Robert Lewandowski del terreno de juego, cuando el Barça aún peleaba por remontar un partido ante el Celta que acabó con triunfo azulgrana por 4-3, desató pésimos presagios. Sobre todo, cuando el polaco parecía indicar con sus gestos que se había roto. Este mismo domingo, el club azulgrana confirmó que el delantero sufre una lesión en el semitendinoso de la pierna izquierda. Y, aunque no especifica si se trata de una elongación o una rotura, por ejemplo, las previsiones indican que será baja segura para el duelo frente al Mallorca de este martes y, sobre todo, casi con toda seguridad, también para la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid del sábado que viene.

Las especulaciones en el entorno barcelonista hablan de que el máximo anotador barcelonista podría estar, por lo menos, unas dos semanas de baja. Con lo que, en este caso, se perdería también la ida de las semifinales de la Champions que el equipo que entrena Hansi Flick disputará con el Inter de Milán el próximo 30 de abril. Si las cosas van bien, quizás podría apurar sus opciones para estar frente al Valladolid, el sábado 3 de mayo. Aunque, llegado ese caso, lo más probable sería que el técnico optara por reservarlo para la vuelta ante el conjunto neroazzurri, que debe disputarse en San Siro el 6 de mayo.

Ahora, Hansi Flick deberá decidir quién le toma el relevo al polaco en los duelos en los que deberá permanecer en el dique seco. La opción tal vez más lógica, aunque su perfil como jugador es muy diferente, sería darle la titularidad mientras dure su ausencia a un Ferran Torres que ha demostrado sobradamente que vive un momento dulce de cara al gol. A pesar de que no ha tenido tantas opciones de jugar como el resto de sus compañeros en punta, suma un total de 17 goles en lo que llevamos de temporada, lo que le permite erigirse como tercer máximo anotador solo por detrás del propio Lewandowski (40 tantos) y Raphinha (30). Otra posibilidad, en este caso, sería colocar a Dani Olmo como falso delantero centro. Una figura que, de hecho, explotó con resultados más que interesantes Johan Cruyff cuando revolucionó el juego barcelonista durante su etapa como máximo responsable del banquillo del Barça.

Olmo ya ha demostrado sobradamente que puede adaptarse a muchas posiciones sobre el terreno de juego y, de hecho, también ha actuado de forma similar con la Roja. Su capacidad para recibir el balón de espaldas a la portería y distribuirlo con acierto hace que se adecúe más a la función de boya que ha estado cumpliendo Lewandowski en algunos partidos. Sobre todo, para romper defensas tremendamente cerradas. Y, de hecho, aunque su rendimiento se ha visto en general mermado por las lesiones, el ex del Leipzig ha sido determinante en lo que llevamos de curso, tanto marcando goles decisivos como, frente al Celta, forzando el penalti de la remontada azulgrana. La tercera opción, quizás la menos probable, sería darle confianza con vista a los grandes duelos que vienen a un Pau Víctor que no ha tenido tampoco mucha presencia en el equipo este curso. Aunque, en la pretemporada, fue el autor de los dos tantos que le permitieron al Barça imponerse al Real Madrid en un amistoso disputado en Estados Unidos.

La batalla de Sainz ante Ferrari y la solución de Hamilton en Jeddah: "Un trasplante de cerebro"

La batalla de Sainz ante Ferrari y la solución de Hamilton en Jeddah: “Un trasplante de cerebro”

Todos los pasos dados desde el viernes, con numerosas pruebas en la configuración del coche, dieron resultado para Carlos Sainz en Jeddah. El madrileño firmó su mejor sábado de 2025 y hoy partirá sexto, desde la tercera fila de la parrilla, justo por delante de Lewis Hamilton (Ferrari) y Yuki Tsunoda (Red Bull). "Muy contento de estar ya tan cerca del límite de lo que puedo conseguir con este coche. Vamos dando pasos en la dirección correcta", aseguró.

La adaptación de su pilotaje a las exigencias del coche y el rendimiento del neumático blando permitieron a Carlos inmiscuirse en la pelea por las posiciones de cabeza (1:28.164). Este sexto puesto iguala el conseguido por Alexander Albon en Melbourne y supone la mejor posición de partida de Williams desde la llegada del Corniche Circuit al Mundial, allá por 2021.

Hace sólo una semana, Sainz ya tuvo que lidiar con Hamilton y Tsunoda, a bordo de coches más rápidos en Bahrein. En el tramo final de la carrera, el japonés provocó un accidente que provocó daños en el FW47 y obligaron a Sainz al abandono. Un error que multiplica la motivación para el madrileño. "Hagamos mañana lo que no hicimos en Bahrein", adelantó en su primer mensaje por radio tras cruzar el sábado la meta.

"paciencia, disciplina y elegir bien"

"He disfrutado llevando el coche al límite, especialmente en una pista tan exigente, donde la confianza marca una gran diferencia", añadió después. El objetivo prioritario en el Corniche Circuit es entrar, al fin, en el top 10 durante un domingo. Sumar puntos requerirá "paciencia, disciplina y elegir bien mis batallas". "A ver cómo me levanto mañana, si me apetece o no ponérselo complicado", adelantó Carlos, consciente de la velocidad de su monoplaza en las rectas y de que eso "siempre ayuda".

La semana pasada, Sainz ya intentó mantener detrás a Hamilton durante su primer stint en Sakhir, aunque degradó en exceso sus neumáticos, lo que terminaría comprometiendo sus opciones. Por tanto, James Vowles, team principal de Williams, ya ha advertido que su piloto debería resistir la tentación de luchar en exceso frente a coches significativamente más rápidos.

En este sentido, el ejemplo más evidente es Hamilton, cuyo rendimiento en carrera se antoja, una semana más, muy superior al del sábado. La mejor vuelta del británico quedó a 53 centésimas de la de su compañero Charles Leclerc, cuarto en la parrilla. Cuando le preguntaron qué precisa para sentirse más cómodo al volante del SF25, el heptacampeón ofreció una respuesta muy gráfica: "Un trasplante de cerebro".

Los mecánicos de Aston Martin, el sábado, en el coche de Alonso.

Los mecánicos de Aston Martin, el sábado, en el coche de Alonso.AFP

En cualquier caso, la lucha de Williams con Alpine, Racing Bulls y Haas por la zona media de la parrilla se antoja muy ajustada. Según algunas informaciones, la escudería de Grove ya ha decidido centrar todos sus esfuerzos en el FW48, su coche para el Mundial 2026. Por lo tanto, en caso de que sus rivales consiguieran progresos significativos en las prestaciones, Sainz y Albon quedarían relegados en las próximas carreras.

Alonso: "Quizá somos el último equipo"

De quien ya poco o nada se espera en 2025 es de Aston Martin. Fernando Alonso partirá hoy decimotercero, tres posiciones por delante de Lance Stroll, que por tercera semana consecutiva cayó en la Q1. Mientras el resto de equipos han mejorado sus tiempos respecto a 2024, el AMR25 ha rodado cuatro décimas más lento. "Quizá somos el último equipo", confesó el asturiano en el Corniche Circuit, donde el año pasado arrancó cuarto y acabó quinto, su mejor posición en todo el año.

De modo que el único objetivo al alcance para Alonso será mantenerse a salvo de los ataques de Isack Hadjar (Racing Bulls) y Oliver Bearman (Haas) y buscar la sorpresa ante otro joven en horas bajas como Liam Lawson (Racing Bulls). Mientras, Stroll luchará por evitar el farolillo rojo ante los Sauber. El sábado, cuando preguntaron al canadiense por los puntos fuertes de su coche, su análisis resultó desalentador. "Me encantaría decir que sí las tiene, pero aún quedan muchas áreas en las que trabajar. No creo que haya fortalezas reales".

El Atlético sucumbe al tedio y pierde el tren de cabeza

El Atlético sucumbe al tedio y pierde el tren de cabeza

El Atlético perdió ante Las Palmas en un encuentro muy suyo. Recibió de su propia medicina. Fue Javi Muñoz un tío con fe. Un futbolista que creyó hasta el final para sacar a su club del descenso y retirar al Atlético del título de Liga. Fue una bofetada para despertar del tedio. Una bofetada en el descuento, como tantas veces la ha dado la escuadra del Cholo, pero esta vez le tocó recibirla. [Narración y estadísticas, 1-0]

En un encuentro en el que Griezmann fue suplente. Eran ya muchos partidos en los que el Cholo tenía que defender a su estrella ante un rendimiento, bajo, que no se le escapaba a nadie. Mientras Koke, por edad y físico, ya partía como suplente esta temporada, Griezmann seguía siendo un fijo para Simeone. Cómo no serlo con ocho tantos en los primeros 15 partidos de liga y seis en ocho de Champions. Hasta que la edad y el exceso de minutos, el jugador más utilizado después de Oblak, le acabaron vaciando el tanque.

La oportunidad inicial fue entonces para Alexander Sorloth, un recurso habitual de Simeone desde el banco y, por negativo que parezca para los intereses del noruego, bastante más efectivo como suplente que en el once inicial. Ante Las Palmas tuvo una, muy clara, y no consiguió anotarla por méritos del guardameta canario. Poco más hizo.

El duelo comenzó con ritmo canario: Lento, marcado por un campo pesado por exceso de agua. El balón corría poco y siempre desde pases de seguridad. La primera internada rojiblanca, y esto es otra noticia, no fue del Cholito sino de Gallagher, sólo que el inglés no estuvo preciso en el posterior centro. Suya fue también la ocasión inicial del choque, pero entre recortes y pausas, la defensa amarilla se le echó encima.

Apenas cinco minutos después respondió Moleiro, un futbolista con una velocidad diferente. Tras un eslalon por el carril de Llorente, se plantó en área pequeña y la puso atrás, pero su balón no encontró rematador. Se agarró Las Palmas a esa oleada del canterano y comenzó a inquietar más la portería de Oblak.

Se juega diferente con la guillotina pendiendo de la cabeza. Está Las Palmas en ese tramo de la temporada de ir a matar o morir. Le salió bien la última jornada ante el Getafe, aprovechando la expulsión de Uche y la calidad del arquero Fabio Silva. Tener un gran delantero no te garantiza la salvación, pero ayuda y él ya ha aportado diez tantos y tres asistencias, aunque se retiró lesionado.

Y cuando Las Palmas se confiaba y pisaba más terreno rojiblanco que propio, le recordó el Atlético que se siente cómodo tanto llevando la iniciativa como esperando y corriendo. Lo hizo Giuliano, un puñal en esas circunstancias. Penetró hasta línea de fondo y puso dos bananas para Julián y Sorloth que hicieron internacional a Horkas. Las paradas del portero croata entrarán en el top 10 de LaLiga de esta temporada, ambas en un espacio de apenas cinco minutos y cuando moría la primera parte, providencial.

Horrible segunda parte

Recuperó el Cholo a De Paul para la causa, ausente en los últimos duelos por una pequeña lesión. Da el argentino otro ritmo al Atlético, más fluido, más dominador, necesario tras unos primeros 60 minutos en los que la posesión se había repartido al 50% y que, porqué no decirlo, el partido había sido un tostón. No lo cambió el argentino.

También salió Griezmann poco después. Raro para el francés, jugador que salvo cláusulas extrañas y la mili inicial, pocos duelos ha visto desde el banco. Y por seguir destacando el carrusel de cambios del Cholo, volvió al césped Correa tras su sanción de cinco partidos por su expulsión en Getafe y posterior insulto al colegiado.

Y con el partido abocado al fracaso, llegó una jugada ridícula, de mil rebotes y bregas para que Javi Muñoz batiera a Oblak. Un gol que vale oro para la salvación de Las Palmas y que deja al Atlético definitivamente fuera de la lucha por el título. Si es que alguna vez lo estuvo, claro. Bofetada al tedio.

La tregua de Caparrós y los siete duelos que marcan el futuro del Sevilla

La tregua de Caparrós y los siete duelos que marcan el futuro del Sevilla

El Sevilla no ha fichado un entrenador, ha fichado un armisticio. José María del Nido Carrasco dijo el 9 de abril: "Es momento de estar cerca del entrenador". Cuatro días después, Francisco Javier García-Pimienta era despedido. En el corazón de Nervión, por donde el pasado Miércoles Santo procesionaron San Bernardo y La Sed, donde la devoción se entrelaza con la identidad de una ciudad, el Sevilla Fútbol Club atraviesa su propia semana de pasión.

Para saber más

Cuatro derrotas consecutivas -Athletic, Betis, Atlético y Valencia- han dejado al equipo en la 14ª posición y a 7 puntos del descenso. El cambio de entrenador ha sido más que una decisión deportiva, es el reflejo de una grieta emocional entre la afición y la entidad. Por eso, en un clima de tensión, en una enmienda a la totalidad por parte del sevillismo a la gestión del club, la directiva ha recurrido a una figura emblemática: Joaquín de Jesús Caparrós Camino (Utrera, Sevilla; 1955), que asume, por cuarta vez, el mando del equipo, con la esperanza no sólo de mejorar el rendimiento en el campo, sino también de reverdecer la marchita emotividad del equipo nervionense.

Caparrós, a sus 69 años, regresa con la misma ilusión de sus inicios, o así se expresa, apelando a los afectos, a la pertenencia y al coraje. En su presentación, destacó la importancia de la unidad y el orgullo de portar ese escudo: "Nosotros llevamos el nombre de la ciudad, que quede bien claro". Su retorno, y así se lo ha tomado el técnico, va mucho más allá de las estrategias y de la táctica, es un intento casi desesperado de buscar la paz. La gestión económica y deportiva es opaca, está llena de preguntas sin responder y buena parte de la afición, que no es nueva en esto y ha visto de todo, ya sabe que un mando convulso, que una administración chapucera, puede llevar a su equipo a Segunda.

Hay una desconexión palpable entre la afición y la directiva, evidenciada por los cánticos y protestas en los últimos partidos. La elección de Caparrós pretende ser un bálsamo para estas tensiones, apelando a la nostalgia y al respeto que la afición le profesa. Su experiencia y conocimiento del club serán claves para reconectar con la esencia sevillista. Además, su fútbol es pragmático, físico y directo, lejos de las probaturas romas de García Pimienta. La plantilla necesitaba sensatez y claridad. Sacudirse la presión. Empezar de nuevo.

En este contexto, el desafío de Caparrós no es fácil. Con siete partidos por delante, el primero hoy frente al Deportivo Alavés, el objetivo es asegurar la permanencia y, más importante aún, reconstruir la confianza de un bloque derruido. Su liderazgo se basa en la cercanía y la recuperación de la estima. En los entrenamientos pide "música", ritmo, fluidez, espontaneidad. Un guiño a los orígenes. El fútbol de siempre como refugio y sentimentalidad.

En el análisis de la crisis que atraviesa el Sevilla FC, es imposible ignorar la gestión de Víctor Orta al frente de la dirección deportiva. Desde su llegada, las decisiones en materia de fichajes, especialmente en la delantera, han sido objeto de críticas y han contribuido a la situación actual del equipo.

Ninguno de los nueves incorporados por Orta en sus dos temporadas ha logrado marcar en LaLiga. Mariano Díaz, Alejo Véliz, Kelechi Iheanacho y Akor Adams han sido delanteros transparentes, acumulando minutos sin aportar goles. Mariano disputó 260 minutos sin anotar, Véliz apenas jugó 31 minutos, Iheanacho ha sido un fracaso y Adams, lesionado desde que llegó, tampoco ha contribuido al marcador.

Esta falta de acierto en los fichajes ofensivos ha dejado al equipo sin una referencia clara en ataque, especialmente tras la salida de Youssef En-Nesyri. La responsabilidad de liderar la delantera ha recaído en Isaac Romero, quien, a pesar de su esfuerzo y de su brega, no ha logrado llenar el vacío dejado por sus predecesores.

La planificación deportiva ha sido cuestionada aún más esta temporada, por la escasa participación de los nuevos fichajes en el once titular. Más allá del criterio de García Pimienta, muchos futbolistas no estaban a la altura de lo exigido en el Sevilla. De este curso, sólo Lucien Agoumé ha tenido una presencia significativa. Lukebakio, que es el futbolista que sustenta al equipo, es el único éxito que se le reconoce a la actual dirección del club.

Otro retorno

El retorno de Joaquín Caparrós marcará una nueva, y breve, etapa al frente del Sevilla FC. Su historia comenzó en el año 2000 con el equipo en Segunda División y atravesando serios apuros financieros. Bajo la batuta del técnico de Utrera se logró el ascenso a la élite del fútbol español y el Sevilla se consolidó en Europa. Aquellos cinco años al mando fueron su mejor época como míster, aunque su carrera posterior lo llevaría a destinos tan diversos como Deportivo de la Coruña, Athletic Club, Neuchâtel, Mallorca, Levante, Al-Ahli o la selección de Armenia, jamás consiguió lo que consiguió en Nervión.

La primera resurrección sevillista a cargo de Caparrós se produjo en 2018, tras el despido de Vincenzo Montella. Su sprint final permitió al Sevilla terminar séptimo y asegurar plaza continental. Al año siguiente aceptó el cargo de director deportivo, pero en los despachos nunca se sintió demasiado cómodo. En una mala temporada, y tras la destitución de Pablo Machín, Caparrós volvió a dirigir desde el área técnica los once partidos que quedaban por disputarse. El equipo acabó sexto.

Caparrós vuelve a las pantallas. La luz de Batman se ilumina de nuevo en la noche sevillana. Su primera gran tarea será intentar calmar los ánimos con victorias y cauterizar las heridas abiertas entre el corazón del sevillismo y los encargados de gestionar ese patrimonio. Que el césped sea más importante que las oficinas. Y que el futuro del club se decida con el balón parado y llegado, por fin, el verano.

La preocupación por la lesión de Lewandowski y los insultos racistas a Ilaix Moriba en Montjuïc: "Los he escuchado yo"

La preocupación por la lesión de Lewandowski y los insultos racistas a Ilaix Moriba en Montjuïc: “Los he escuchado yo”

Actualizado Sábado, 19 abril 2025 - 20:20

La locura de Montjuïc, una remontada que bien le puede valer una Liga al Barça, dejó también espacio para la polémica y la preocupación. Del penalti en el tiempo de descuento sobre Dani Olmo que el VAR aclaró al árbitro, a los insultos racistas que recibió el jugador del Celta Ilaix Moriba -canterano del Barça- y que Claudio Giráldez denunció en sala de prensa.

Para saber más

"Aprovecho para denunciar que Ilaix ha recibido insultos racistas cuando ha sido sustituido. Lo he escuchado yo", explicó el técnico gallego cuando fue preguntado por la actuación del futbolista formado en las categorías inferiores del Barcelona. El hispano-guineano fue titular contra su exequipo y fue sustituido en el minuto 89 por Hugo Sotelo, cuando, según Giráldez, recibió insultos racistas desde la grada.

Giráldez calificó de "injusto" el resultado "por los remates y ocasiones" que generaron sus jugadores, si bien destacó que su rival fue "muy difícil de contener" cuando buscó la remontada "a base de empuje y talento". "El Barça es muy poderoso, uno de los mejores equipos del mundo, y sus jugadores son muy difíciles de parar. Hemos tenido muy cerquita poder ganar y es una pena irnos de vacío. Nos ha faltado un poco de madurez y experiencia después del 1-3", lamentó.

En el Barça había sensación de alivio, pero también de preocupación. No sólo porque tras la derrota en Dortmund al equipo le costara derrotar al Celta, también por la lesión de Robert Lewandowski. El polaco en el minuto 78 por Gavi, después de quejarse de problemas en su pierna izquierda, especialmente en la parte trasera de su rodilla. "El domingo se hará pruebas. Entonces sabremos más", declaró Hansi Flick en un primer momento, sin poder valorar el alcance o la gravedad de la lesión.

Lewandowski será, al menos, duda para el martes contra el Mallorca, y también pone en cuestión su estado de cara a la final de Copa, el esperado Clásico ante el Real Madrid en el estadio sevillano de La Cartuja, el sábado de la próxima semana.