Todo de negro y enorme carga emotiva en el césped y en la grada de La Cerámica. El Villarreal, tras el partido aplazado en la anterior jornada, regresó a la actividad de la liga con un homenaje a los damnificados por la maldita riada. Este sábado, el equipo castellonense, en su cita ante el Alavés (finalizó 3-0, con goles de Ilias Akhomach, Comesaña y Dani Parejo, de penalti) prescindió de su habitual uniforme para presentar una vestimenta de luto. En el preámbulo del encuentro, ambos conjuntos exhibieron durante unos minutos camisetas (amarillas el equipo local y blancas, los visitantes) con un lazo negro y el mensaje Força València. Los jugadores posaron entrelazados en un minuto de silencio que terminó con aplausos y lágrimas de espectadores, jugadores y entrenadores. Todos profundamente conmovidos al escuchar el himno de la Comunidad Valenciana.
Villarreal y Alavés enviaron un mensaje de ánimo y de resistencia a esas miles de personas que han sufrido los efectos de una DANA perversa.
En el inicio del partido se pudo ver en el banquillo a Marcelino García Toral con los ojos humedecidos. El técnico de Villarreal, como no podía ser de otra manera, ya mostró, en la previa del partido, su dolor por la tragedia que ha asolado la Comunidad Valenciana. Ahora, para él, el fútbol es algo secundario. «Estoy de acuerdo con todos los compañeros que tenía que aplazarse la jornada pasada en su totalidad, pero la vida sigue y tenemos que hacer nuestro trabajo», dijo el asturiano.
El entrenador asturiano también elogió la iniciativa de su club de vestir de negro. «Es un detalle que creo que es necesario tener. El Villarreal siempre demostró que está cerca de la gente. Todos hemos tenido desgracias cercanas y hay que seguir», comentó el técnico, que recordó que tres días después del fallecimiento de su padre dirigió un partido del Villarreal.
«Cada persona siente la emotividad y la tristeza a su manera», añadió. También dijo que como ciudadano siente una profunda tristeza e indignación por las consecuencias y la gestión de la DANA que asoló la provincia de Valencia la pasada semana: «Hemos vivido y estamos viviendo un momento de gran dificultad. Siento tristeza porque hay más de 220 fallecidos y 70 desaparecidos, porque muchas personas han pedido a familiares y amigos, sus casas y todo lo que tienen».
Había llegado desde Linares sin sus padres, sólo unos meses antes, con el sueño anticipado de una vida mejor. Tenía 14 años y aún no había completado los estudios básicos, así que tendría que trabajar en lo que saliera. Junto a su abuela y sus tíos, José Urtiaga se instaló en La Serreta. Desde allí arriba divisaba buena parte de las casas de Rubí, uno de los pueblos de Barcelona que por entonces acogía a oleadas de emigrantes. La ubicación de aquella barriada, cosas del destino, iba a salvarle la vida. Porque el 25 de septiembre de 1962 una devastadora riada se llevó por delante a un millar de personas en el Vallés Occidental. Sin embargo, aquella tragedia también sembraría el germen de un equipo de fútbol. O más que eso. Un símbolo de la esperanza. El Juventud 25 de Septiembre, club de barrio, orgullo, inspiración, resistencia.
«Lo primero que dieron a los damnificados fueron casas fabricadas en madera. Luego tardaron unos dos años en levantar el barrio. Como homenaje a las víctimas, lo llamaron 25 de Septiembre. En 1968 nació el club de fútbol con el mismo nombre, gracias un grupo de chavales que sentían la inquietud del balón», relata Urtiaga a EL MUNDO, con un deje charnego inmune al paso del tiempo. A estas seis décadas desde aquella catástrofe hidrológica, desatada en menos de tres horas, cuando se registraron precipitaciones de más de 200 litros por metro cuadrado. La crecida de los ríos Llobregat y Besós arrasó las precarias viviendas instaladas en las rieras secas de Rubí, Terrassa, Montcada, Sabadell, Cornellá y Gavá.
Urtiaga ha ejercido en el Veinti como jugador, entrenador, coordinador de la cantera, directivo y presidente. De 1976 a 2010. Por eso no hay nada en su historia que se le escape. Desde la fundación, en un bar de Rubí llamado Los Cazadores, hasta hoy mismo. Porque Saúl, uno de sus nietos, forma parte del primer equipo, que compite en la Primera Catalana, séptimo escalón de nuestro fútbol. Con un presupuesto anual de 45.000 euros para la primera plantilla. Una suma, casi irrisoria, que emparenta con sus propios orígenes. «Al principio, los chicos recibieron el apoyo de quienes regentaban algún negocio, alguna tienda, lo que fuera. Ni siquiera disponían de un campo de juego, así que tenían que alquilar el de la UE Rubí», añade Urtiaga.
«nadie se ha sentido desplazado»
Eran tiempos de reconstrucción tras las inundaciones. La dictadura había regado Rubí con 50 millones de pesetas en concepto de indemnización y otros 250 millones en obras a fondo perdido. Cantidades fabulosas para la época. Mientras el aparato de propaganda pregonaba la visita del Caudillo a la zona, los viñedos dejaban paso a la metalurgia y la industria química. José compaginaba el fútbol con sus ocho horas en Cremalleras Relámpago. En aquella gran fábrica, reducida hoy a su mínima expresión, conoció a Ana, quien sigue siendo su esposa.
Para asombro de ella, empleaba muchos domingos haciendo por el Veinti lo que jamás se permitió en su propia casa. Lavadoras. Llenas de camisetas, pantalones y medias de sus futbolistas. A finales de los 70, el club ya contaba con su propio rectángulo de juego. «Se aprovecharon unos terrenos abandonados. De un estercolero hicimos un campo de tierra. Y era la envidia de nuestros rivales porque desaguaba mejor que ninguno». Ese carácter familiar dotó de una idiosicransia integradora al equipo, donde a juicio de Urtiaga «nadie se ha sentido desplazado». «Siempre hemos aportado algo para la formación de los niños. Y eso, tarde o temprano, te lo terminan devolviendo».
La fiesta del 25 de Septiembre, tras el ascenso a Primera Catalana.
Cuatro décadas después, el Veinti anda embarcado ahora en la reforma integral de su estadio. Cada mañana, Esteban Camino abre las instalaciones. A última hora, después de los entrenamientos, también echa la llave. Es conserje y director deportivo. Supervisa las obras y realiza labores de scouting. Tras abandonar su anterior trabajo, quiso establecerse a tiempo completo en el equipo de su vida. «Este es un club muy humilde, nacido en una barriada obrera. Al principio todos los jugadores procedían de las casas de aquí al lado y eso le otorgaba un carácter muy familiar. Ahora intentamos mantener ese vínculo participando en todos los eventos organizados por la asociación de vecinos». Y no sólo se trata de una paella popular el primer fin de semana de julio, fiesta mayor del barrio.
«Nuestros padres y abuelos nos contaron muchas historias y hoy nos sentimos muy identificados con Valencia»
Esteban Camino
Cada 25 de septiembre, una delegación del club se acerca a una plazoleta del barrio para el minuto de silencio y la ofrenda floral con la que Rubí homenajea a sus muertos. Jóvenes y mayores, representantes políticos, entidades locales. Todos aferrados a un sentimiento. «Recordar la rierada también es recordar la solidaridad y la resiliencia de la ciudad. Porque de aquellos hechos terribles, Rubí también supo aprender», proclamó en 2023 la alcaldesa Ana María Martínez (PSC). Si aquellas enseñanzas sirviesen hoy para Valencia...
«En el barrio hay consternación con los desastres de la DANA. Nuestros padres y abuelos nos contaron muchas historias y hoy nos sentimos muy identificados. Sobre todo, desde el pasado lunes, cuando nos saltaron las alarmas en los móviles, porque por aquí también estábamos en alerta roja. Afortunadamente, todo quedó en un susto», detalla Camino. En su Veinti, recién ascendido a Primera Catalana, no hay un minuto de tregua. Ni en la competición, ni en la cantera. «En un sitio como este, tan modesto, no puedes venir a lucirte ni a dártelas de nada, sino a trabajar», zanja Urtiaga.
El 25 de Septiembre, en una imagen de finales de los 70.
Antes de jugar con las inferiores de España y debutar con la absoluta de Ecuador, Diego Almeida dio allí sus primeros pasos como central. En su banquillo también se sentó Santi Fernández, campeón de la Superliga y la Copa de la Reina con el Espanyol (2006). «Aunque no se formase aquí no quiero olvidar el apoyo que nos brinda Víctor Sánchez», concluye sobre el ex volante perico, natural de Rubí y con 302 partidos en Primera.
La actual plantilla refleja la diversidad étnica de una ciudad de 80.000 habitantes, situada a apenas 20 kilómetros de Barcelona. Los apellidos españoles conviven con los senegaleses y marroquíes. «Tenemos que acoger a todo el mundo porque cuando alguien tiene una necesidad hay que ayudarlo», sostiene José, con la severidad de quien sufrió los rigores de la emigración. Urtiaga vive desde 1964 en el 25 de Septiembre. Su barrio, su club, su vida. «En mi escalera somos ocho vecinos y aún quedamos seis que llevamos allí desde el inicio. Las otras dos familias son de origen latinoamericano y marroquí. Gente maravillosa».
Camina Yolanda Folguera por las desoladas calles de Paiporta, con barro por todas partes. Sólo han pasado unos días desde la tragedia y sigue subiendo la cifra de fallecidos. No obstante, cuando la ven, muchos niños salen a la ventana: "Yolanda, ¿vamos a volver a entrenar?". Y ella, como presidenta del Club E1 Paiporta, también se lo pregunta, aunque les responde: "Hoy no, pero entrenaremos". "Nuestro objetivo es que recuperen la ilusión", cuenta
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El Valencia, que debe jugar el sábado ante el Espanyol, y el Levante, que se enfrenta al Tenerife el domingo, pidieron este martes a LaLiga aplazar sus respectivos encuentros en señal de respeto por los fallecimientos producidos a raíz de la DANA y la situación general de la zona, una solicitud que la competición trasladó a la Federación Española (RFEF).
En un comunicado conjunto, los dos equipos de la ciudad de València han demandado a LaLiga no disputar esta próxima jornada de Liga, como tampoco hicieron el pasado fin de semana, cuando aplazaron sus partidos ante el Real Madrid en el caso del Valencia y el Málaga, en el caso del Levante, lo mismo que ocurrió en Copa del Rey.
"Tan solo ha pasado una semana desde que se produjera la catástrofe de la DANA y la situación sigue siendo muy grave", recalca el comunicado conjunto que han publicado al mismo tiempo ambos clubs.
"Ambos clubes agradecemos la comprensión y la empatía mostrada por LaLiga, la Real Federación Española de Fútbol y nuestros rivales y mantenemos nuestro firme compromiso con seguir ayudando a todos los municipios afectados de la provincia de Valencia", incide el texto. Minutos después, LaLiga dio cuenta del traslado de la petición a la RFEF.
Esta DANA, producida hace justo una semana, ha provocado al menos 211 víctimas normales en la provincia de Valencia, según informó este lunes el Centro de Emergencias de la Generalitat, y ha afectado a 69 municipios.
«No tengo ganas de hablar de fútbol». Carlo Ancelotti fue muy contundente en la sala de prensa de Valdebebas. A 24 horas del partido contra el Milán, su Milán, ni siquiera el italiano podía centrarse en lo deportivo, en un encuentro clave para el Real Madrid en el futuro a corto plazo en la Liga de Campeones. Su mirada, y la de todos los protagonistas del fútbol español, está en la Comunidad Valenciana y en la tragedia provocada por la DANA. Una mirada que provoca una pregunta que durante estos últimos días se ha repetido en los móviles de muchos vestuarios de Primera y Segunda División: «¿Por qué jugamos? ¿No se suspende?».
«El fútbol tenía que parar», admitió el italiano, emocionado, ante los medios, sumándose a la ola de críticas que se han acumulado en las salas de prensa de LaLiga durante todo el fin de semana. «No tiene sentido jugar», dijo Simeone el sábado. «Si pudiera tomar la decisión, no jugaría», admitió Flick. Los tres entrenadores de los tres mayores equipos del fútbol español se han mostrado en contra de jugar, liderando la voz de unos vestuarios que respaldan esa postura: «Era el momento de estar con los afectados y pensar sólo en eso», reconoció Lucas Vázquez. Entonces, ¿por qué se jugó la jornada y por qué los clubes españoles disputarán los partidos europeos esta semana? La respuesta es simple: el fútbol nunca para.
Históricamente, el deporte rey se ha mostrado al lado de las desgracias, ya fueran atentados o catástrofes naturales. Ha ayudado económicamente, ha disputado partidos benéficos, ha tenido gestos, pancartas, minutos de silencio, brazaletes negros... Pero no ha parado. Sólo la pandemia, y sólo cuando se restringió totalmente la movilidad, le obligó a detener su constante camino.
La tarde del 11 de septiembre de 2001, martes, unas horas después del atentado sobre las Torres Gemelas de Nueva York y tras la suspensión de todas las ligas deportivas estadounidenses, la UEFA mantuvo la jornada de Champions y el Madrid jugó, y ganó, en Roma esa misma noche. Un día después, y tras millones de críticas, decidió cancelar la del miércoles. «Todos nos preguntábamos lo mismo hasta una hora antes del partido, ¿cómo se va a jugar?», admitió Del Bosque.
Tres años después, el 11 de marzo de 2004, el fútbol español y europeo miraron más de cerca a la desgracia con los atentados de Madrid. Y aún así el deporte no paró. La UEFA, que tampoco había suspendido el Madrid-Barça de semifinales de Champions celebrado unas horas después del atentado de ETA en la capital en mayo de 2002, decidió continuar la marcha de la jornada continental en 2004 y homenajear a las víctimas con un minuto de silencio. El mismo día 11, Barcelona, Valencia, Mallorca y Villarreal disputaron sus encuentros de la UEFA sin impedimentos. «Hemos solicitado la suspensión, pero UEFA ha considerado que debía jugarse», reconoció Laporta. «Teníamos la cabeza en Madrid», dijo Puyol. «Fue una falta de respeto», declaró Cocu. «Se han equivocado al no aplazar los partidos de los españoles», aseguró Camacho, entrenador del Benfica aquel año.
Dos días después, el 13 de marzo, el Madrid recibió al Zaragoza en el Bernabéu. En uno de los fondos, una pancarta: «El dolor ocupa nuestros corazones». En el césped, fútbol a pesar de todo. Ayer Ancelotti insistió en que el deporte «es una fiesta», pero sólo «cuando tu familia está bien». «Si no, no hay que hacerla».
El fútbol tampoco paró en Europa tras los atentados de París en 2015, después del grave terremoto de Italia en 2016 o el fin de semana siguiente a los atentados de Barcelona en 2017. De nuevo, gestos, muchos, pero también pases y goles.
La pandemia, en marzo de 2020, fue lo único que lo detuvo. Fue lo último en parar, eso sí, con partidos a puerta cerrada, como aquel Valencia-Atalanta de Champions. Y fue lo primero en volver, con la final a ocho de Lisboa, también sin público, y con la Liga disputándose en estadios vacíos y PCR previas a cada duelo.
Esta noche, la UEFA realizará un minuto de silencio en todos los encuentros de la jornada como gran homenaje a las víctimas, pero jugadores y técnicos, especialmente durante la jornada liguera del fin de semana, esperaban mucho más. «Dicen que el espectáculo debe seguir, pero no así», cerró ayer Ancelotti.
El Juez Único de Competición de la Federación Española de Fútbol ha atendido las peticiones de clubes como el Valencia y ha decidido volver a aplazar los partidos de la primera ronda de la Copa del Rey que se debían haber disputado este miércoles tras un primer aplazamiento la semana pasada a causa de las terribles consecuencias de la DANA en la provincia de Valencia.
Así las cosas, el partido entre el Parla Escuela y el Valencia ha sido programado para el miércoles 26 de noviembre, a las 19.00 horas, y el Pontevedra-Levante se disputará una semana antes, el día 19, en este caso a las 20.00 horas. La extrema dificultad de los desplazamientos de y hasta Valencia, así como la complicadísima situación social que vive toda la provincia ha propiciado esta decisión, que también afecta a otros partidos.
El Ejea-Hércules se jugará el día 14 a las 18.00 horas. El Manises-Getafe compartirá día y hora con el Parla Escuela-Valencia (día 26 a las 19.00 horas) y el Jove-Real Sociedad es un partido que espera fecha por los compromisos europeos del equipo donostiarra. Varios partidos más, de la Copa de la Reina (AEM SE-Villarreal y Cacereño-Valencia) así como de la Copa del Rey de fútbol sala (Picassent-Sporting La Nucia y Cobisa-Alzira) también han sido reprogramados.
La pregunta ahora es si Valencia y Levante podrán y querrán jugar la jornada de Liga del próximo fin de semana. El Valencia debería desplazarse al campo del Espanyol para jugar el sábado a las 18.30 horas, mientras que el Levante debería viajar a Tenerife para jugar al día siguiente, el domingo 10, también a las 18.30 horas.
Carlo Ancelotti y Lucas Vázquez viven en Madrid y no han sufrido pérdidas personales o físicas en la desgracia de la DANA, que se ha cebado con los pueblos y ciudadanos de la Comunidad Valenciana, pero el entrenador y el defensa del Real Madrid mostraron la emoción de todo el fútbol español en la previa del encuentro de Champions League contra el Milán. "No tengo ganas de hablar de fútbol", admitía el técnico italiano.
Fue una rueda de prensa extraña, en la que ni los protagonistas ni los periodistas podían alejar su mirada, sus preguntas y sus respuestas de la tragedia vivida estos días. "Antes de nada, tenemos una tristeza enorme por esta tragedia... Esta es nuestra emoción", comenzaba, antes de cualquier pregunta, un Ancelotti visiblemente emocionado. "Estamos cerca de Valencia y de todos los pueblos afectados. Ojalá se pueda resolver pronto", dijo. Y comenzó su reflexión sobre la disputa de partidos.
"Quiero que comprendáis que hablar de fútbol es complicado, y también jugar al fútbol. Nosotros somos parte de este país y esto nos afecta mucho. Por respeto para todos, intentaré hacer una rueda de prensa lo más sencilla posible, porque no tengo ninguna gana de hablar de fútbol", explicó.
Ancelotti aseguró que ha sido "una semana difícil", "porque no tienes la cabeza en tu trabajo". "Ha sido algo terrible. Vamos a preparar el partido porque somos profesionales e intentaremos ganarlo, obviamente, porque es lo que toca, pero es difícil".
Cuestionado sobre la disputa de la jornada liguera, el transalpino se mostró en contra. "El fútbol es una fiesta y tú puedes hacer fiesta cuando estás bien, cuando tu familia está bien, pero cuando la gente no está bien no hay que hacer fiestas. El fútbol tiene que parar, porque es lo más importante de lo menos importante de la vida. Nadie quería jugar la jornada y me parecía la decisión correcta", admitió, e insistió en que su poder para parar es "cero". "El poder que tenemos nosotros es cero, no podemos tomar ningún tipo de decisión. Todos los entrenadores estaban en la misma idea y han jugado sin ganas. El poder del entrenador es cero. Hay una frase que es 'el espectáculo debe continuar', pero no es así".
"El pueblo está frustrado"
Ancelotti no quiso entrar a valorar la gestión política de la tragedia, pero admitió que el pueblo "está frustrado". "El pueblo está frustrado, es normal, lo han perdido todo. Aquí no estoy para opinar o evaluar lo que ha hecho la política, no tengo recursos. Tengo la tristeza de ver personas afectadas. Y es que es difícil pensar que en 2024, con todas las informaciones del mundo, que puedes ver la hora exacta de cuando empieza a llover, no seamos capaces de prevenir este tipo de tragedia", expresó.
Lejos de la actualidad queda ya la derrota contra el Barça y la ausencia de la expedición madridista en la gala del Balón de Oro. "Eso ya ha pasado y hay que felicitar a todos los premiados. El ambiente es triste en el vestuario, pero no por el Balón de Oro, sino por la tragedia de Valencia".
Lucas: "El fútbol debe pasar a un segundo plano"
Lucas Vázquez, por su parte, mantuvo una reflexión similar a la de su entrenador, animando a los afectados, alejándose de cualquier valoración política de la tragedia e insistiendo en que el fútbol "debe pasar a un segundo plano". "Es difícil aislarse de lo que está pasando, las imágenes son durísimas, nuestra gente ha sufrido y es momento para que todos reflexionemos en lo que ha pasado", añadió.
"Ojalá aprendamos de estas circunstancias", contestó, preguntado por la gestión de los gobiernos. "Yo me siento triste por lo que ha pasado, y no es el día de hablar de política. Se ha vuelto a demostrar la calidad humana y la solidaridad. Creo que eso es precioso".
Sobre la jornada, volvió a dejar claro que "no se debería haber jugado". "Era el momento de estar con los afectados y pensar solo en eso. Pero nos toca hacer cosas aunque no nos apetezca", declaró el gallego.
Mientras el país se mantiene pendiente de las consecuencias del desastre provocado por la DANA, que acumula ya más de 200 muertos y cientos de desaparecidos, el balón comenzó a rodar ayer en el fútbol español. LaLiga canceló los partidos que se debían disputar en la Comunidad Valenciana, el Valencia-RealMadrid y el Villarreal-Rayo, pero confirmó la celebración del resto de la jornada tal y como estaba previsto. Una decisión que ha enfurecido a futbolistas y entrenadores.
"No se tendría que haber jugado la jornada. Muchos tenemos amigos o familiares en Valencia y alrededores que lo están pasando mal", aseguró Pablo Maffeo, defensa del Mallorca, tras el encuentro de su equipo en Vitoria ante el Alavés. "Creo que miran más por el dinero que por nosotros", criticó.
El Alavés-Mallorca dio el pistoletazo de salida a una jornada que este sábado observará dos encuentros, Osasuna-Valladolid y Girona-Leganés, y que este domingo completará con cuatro más: Atlético - Las Palmas, Barcelona - Espanyol, Sevilla - Real Sociedad y Athletic Club - Betis.
Como en cada jornada, los protagonistas pasaron por rueda de prensa en la previa de los encuentros, donde aprovecharon para criticar la disputa de los duelos de este fin de semana. "No tiene ningún sentido jugar, es emocionante ver cómo la gente está ayudando con una pala o lo que tenga. Nosotros, cuando nos digan", admitió Simeone, entrenador rojiblanco.
En la misma línea se mostró Hansi Flick, técnico del Barcelona. "Tenemos a Ferran Torres, que es de allí. Lo hemos hablado en el equipo, pero no es fácil tomar una decisión de lo que hay que hacer. Ocurrió algo parecido en Alemania hace tres años y es horrible. Si podemos apoyar a la Comunidad Valenciana, lo haremos. Lo otro es decisión de LaLiga", reconoció, pero insistió en que "si pudiera tomar la decisión, quizás lo haría (suspender la jornada)". "Es realmente una tragedia para la Comunidad de Valencia y para toda España", finalizó.
Su rival en el derbi catalán, Manolo González, entrenador del Espanyol, manifestó que "las vidas humanas están por encima del fútbol". "La situación es muy grave. No quiero decir más y que piensen que lo pongo como excusa. Pero las vidas están siempre por encima del fútbol", insistió.
Algunos de los futbolistas y técnicos con conexión directa con la tragedia fueron más contundentes, como Vicente Moreno, entrenador de Osasuna y natural de Massanasa, uno de los pueblos afectados. "Nadie es consciente de lo que está pasando allí. Te lo puedo asegurar porque estoy en contacto constante con mis hijos. Es un caos que no podemos imaginar", dijo.
"El partido que nunca se debió jugar", publicó Toni Lato, lateral valenciano del Mallorca. Enfrente, Luis García Plaza, entrenador del Alavés. El conjunto vitoriano se llevó los tres puntos, pero para su técnico "no hay por dónde coger" que se haya disputado la jornada. "Hemos ganado y estoy contento por eso, pero jugar la jornada... No hay por dónde cogerlo. Con todo lo que ha sucedido, los fallecidos... Mi familia es de la Comunidad Valenciana, tengo amigos allí... Es una situación muy dura. Por favor, pido que nos volquemos todos en ayudar", reflexionó tras el encuentro.
Esta mañana se han sumado más voces. "No debería haberse jugado la jornada, no sé que han opinado otros compañeros, pero se tendría que haber suspendido la jornada, no tiene ningún sentido", expresó José Bordalás, técnico del Getafe nacido en Alicante.
"Estaría muy de acuerdo en que se suspendieran todos los partidos aunque no tuviéramos fechas. Lo que están sufriendo los valencianos es una tragedia máxima", dijo Imanol Alguacil, entrenador de la Real.
La vestión de LaLiga
Según ha podido saber este periódico, la decisión de LaLiga de no suspender el resto de la jornada no tiene que ver con un hipotético problema en el calendario de la temporada, ya que la organización tendría espacios para disputar los encuentros. En su lugar, la competición planea recaudar "una cantidad muy importante de dinero" para los afectados gracias a la campaña iniciada con Cruz Roja este fin de semana. Si se hubieran suspendido los encuentros, aseguran fuentes de LaLiga, "sería muy difícil" darle visibilidad.
"La mejor decisión es no parar", aseguró Javier Tebas en sus redes sociales. "Creemos que en la terrible situación que estamos viviendo España, el mejor mensaje no es parar, salvo las zonas afectadas. El mejor mensaje es estar en primera línea en nuestros puestos de trabajo como todos los trabajadores del resto de sectores, dando visibilidad, generando recursos y explicando al mundo que tenemos que estar todos manos a la obra para salir adelante", escribió.
Fuentes de la competición también aseguran a este periódico que cuando la situación mejore harán un análisis de los campos de fútbol de los pueblos afectados y ayudarán a reconstruirlos.
Los efectos de la devastadora DANA que ha asolado el levante español se están viviendo en todos los ámbitos de la sociedad, también en el deportivo. Tras la cancelación de varios partidos de fútbol, baloncesto, balonmano y otros muchos deportes, el Gran Premio de MotoGP de la Comunidad Valenciana, previsto del 15 al 17 de noviembre de 2024, ha sido también cancelado, informaron fuentes del Circuito Ricardo Tormo, ubicado en Cheste, población afectada por el temporal, según cuenta Efe.
Los accesos y los aparcamientos del Ricardo Tormo resultaron "seriamente dañados" el pasado martes por la DANA y este sábado se ha comunicado la suspensión de la prueba motociclista que cerraba ese fin de semana el calendario de MotoGP de 2024.
Las víctimas mortales en la provincia de Valencia a causa de la devastadora DANA ha aumentado este viernes hasta las 202, según el último recuento facilitado por el Centro de Emergencias de la Generalitat Valenciana.
La mayoría de los pilotos ya se pronunciaron en la jornada del jueves contrarios a correr en Cheste por razones éticas debido a la tragedia que viven miles de afectados por el temporal.
Vicente Moreno compareció en rueda de prensa este viernes, día previo al Valladolid-Osasuna del sábado (14:00 h.), aunque lo que menos pasaba por la cabeza del técnico valenciano seguramente era lo deportivo. El entrenador, natural de Massanassa, una de las localidades más afectadas por la dana, completamente emocionado, quiso comenzar su comparecencia con un mensaje para sus vecinos.
"Permitidme antes. Después hablamos de fútbol lo que queráis", pronunció Moreno, que necesitó varios segundos para articular palabras y que rompió después en lágrimas: "No sé si voy a poder".
"Quería mandar todo el ánimo y toda la solidaridad a todas las personas que se han visto afectadas por este desastre", lanzó el entrenador de Osasuna, que continuó, entre pausas de emoción: "A todas las personas que han perdido seres queridos. Y me vais a permitir que especialmente tenga unas palabras hacia mi tierra, hacia Valencia. Mi pueblo Massanassa, de L'Horta Sud. Es muy duro para ellos. Pero para los que estamos lejos y tenemos allí la familia, los amigos, vecinos... Tenéis que entender que está siendo muy duro no poder estar allí con ellos".
Braulio Vázquez, el director deportivo osasunista, también valenciano, sigue teniendo a toda su familia en la zona. El jueves llegó cargado con una furgoneta de ayuda. "Quiero mandar un mensaje de fuerza, porque somos gente trabajadora y dura. Todos juntos, aunque ahora parezca difícil, saldremos de esta. Disculpadme", pronunció Vicente Moreno antes de pasar a lo deportivo.
"Partido especial"
"El partido de mañana es importante y especial. Quiero dedicárselo a todas estas personas, especialmente a mi familia que está ahí sufriendo. Es lo más importante; más allá del tema profesional, es personal. Les pediré a mis jugadores para poder dedicárselo", ha continuado.
Pese a todo, Osasuna está listo: "El equipo está bien y el partido se ha preparado de la mejor forma posible, dentro de que podéis entender que para mí ha sido difícil. Tenemos gente alrededor y hemos preparado la cita en las mejores condiciones".
"Nadie es consciente de lo que está pasando allí; te lo puedo asegurar porque estoy en contacto constante con mis hijos. Es un caos que no podemos imaginar", ha apuntado un preparador que está deseando estar con sus seres queridos.
"Estamos en una situación buena. Sería un buen momento de volver a sumar de tres y sabemos la ilusión que tiene la gente de ver al equipo en una buena situación", ha finalizado una rueda de prensa que ha estado más marcada por la catástrofe natural que por lo meramente deportivo.