Lamine Yamal reivindica el Balón de Oro y reta a Cristiano: "Es una leyenda, pero haré mi trabajo, que es ganar"

Lamine Yamal reivindica el Balón de Oro y reta a Cristiano: “Es una leyenda, pero haré mi trabajo, que es ganar”

Lamine Yamal salió del Stuttgart Arena asombrando tanto como en la Eurocopa. Si el duelo ante Francia media su altura para pelear el Balón de Oro con Dembélé y quien sabe si también con Mbappé, la conclusión la dicta que salió del partido como mejor jugador. Ahora le espera Portugal con Cristiano Ronaldo. "Es una leyenda, pero haré mi trabajo que es ganar", advierte.

Mientras, cosecha elogios. "Lamine ha dado un golpe en la mesa. Es el mejor del mundo y merece el Balón de Oro", sentenció Luis de la Fuente. "Cada cosa que hace, sorprende", resumía el presidente de la RFEF, Rafael Louzán. Su compadre Nico Williams, que bailaba con Samu y Gavi, antes del duelo, como si fuera un torneo de juveniles y no una semifinal, lo que quiere es que siga concentrado: "Dejadle tranquilo, que tiene que ganar la final". Bien sabe que nada le despista.

"Lo importante es hablar en el campo. Como le digo a mi madre, para estos partidos juego al fútbol, son los que me motivan", avisó la joven estrella que, como todos, hubiera preferido sufrir un poco menos. "El resultado en el minuto 60 era muy grande, pero sabemos que tienen jugadores de clase mundial", recordaba. Para cuando Francia quiso apretar en el minuto 80, España ya les había avergonzado en dominio y acierto goleador. Dieron el susto, sí, pero esta selección irreverente olvida los "desajustes", como los calificó Merino, y mira ya cómo vencer a Portugal. "Firmo terminar todos los partidos así", decía el seleccionador. "Estoy feliz porque era un partido dificilísimo con dos de los mejores equipos del mundo. Hemos aprovechado nuestro momento, no es fácil meter a un rival cinco goles, y ellos también", sintetizó.

Quizá fuera Stuttgart la clave. Si España juega en su Arena, Mikel Merino aparece como protagonista y si el rival es Francia, Lamine Yamal aparece para destriparla y, aunque apretando los dientes, encadenar 24 partidos oficiales sin perder, 20 victorias y cuatro empates. Ya ha agarrado al equipo de Javier Clemente y amenaza al exitoso de Vicente Del Bosque. Ante Portugal podrá revalidar su condición de campeón de la Liga de Naciones y sumar tres títulos en tres años. Alemania convertida en Tierra Santa.

Los recuerdos de Merino y Pedri

La selección creó en el estadio alemán los recuerdos del pase a las semifinales de la Eurocopa con un gol de Merino a los anfitriones. "Me está dando grandes alegrías", reconoció el jugador del Arsenal. En septiembre de 2020 este mismo estadio vio su debut como internacional, con su padre en la grada. No podía imaginar el histórico futbolista de Osasuna que, cuatro años después, su hijo celebraría un gol que llevaba a España a semifinales de la Eurocopa dando la vuelta al banderín de córner como él hizo en 1991 en un duelo de la entonces Copa de la UEFA. Mucho menos se le pasaba por la cabeza que exactamente once meses después, volviera a hacerlo para encaminar a la selección de nuevo a una final, esta vez de la Nations League. Dos homenajes, además, ante Alemania y Francia que convierten esos goles en inmortales.

Su tanto fue 'conexión Real', con Zubimendi en el inicio de la jugada y el entendimiento con Oyarzabal, que lo dejó solo ante Maignan. Ya había asistido el capitán txuriurdin a Nico Williams, quien abrió el marcador tras una asistencia en pelea con el gigante Konaté. Por algo De la Fuente le tiene fe ciega y es el máximo goleador con nueve tantos y pudieron ser diez si no llega a ser por su generosidad.

Cuando a Lamine lo cazó Rabiot en penalti, se acercó a la estrella culé y le animó a lanzar. No falló pese a ser el primero que pateaba como profesional y dejó sentenciada una eliminatoria que, es justo decirlo, también sostuvo Unai Simón con sus paradas durante algunos minutos. Así lo hizo De la Fuente: "Me alegro mucho por él porque ha sido cuestionado y maltratado durante mucho tiempo".

No parecía que España tuviera miedo al despertar francés, pero por si acaso Pedri marcó un gol magistral, advirtiendo al portugués Vitinha de que está listo para mirarle a los ojos y disputarle la pelota el próximo domingo. De aquellas lágrimas por caer lesionado en la Eurocopa a celebrar su acierto. También durante todo el partido hubo recuerdos en forma de pitada para Marc Cucurella, como si hubiera sido culpable de aquella mano que nadie olvida en Alemania.

Sin defensa que pare a Lamine

Pero aún tenía que aparecer otra vez Lamine Yamal para burlar a toda la defensa gala y, aunque fuera de punterón, marcar su segundo tanto. Tenía razón Deschamps: no ha habido aún una defensa capaz de parar al talento de Rocafonda. España se estaba divirtiendo y hasta pudo haber sumado a la fiesta a Dean Huijsen en su segundo partido como titular. Su gol, el tercero para España tras una jugada ensayada de libre indirecto, fue anulado por un justísimo fuera de juego.

El camino de rosas que dibujó España con el 5-1, porque había aparecido Mbappé, se fue complicando en parte por la relajación de haberse visto tan superiores pero también a causa del ataque de rabia de Francia, que no quería salir tan humillada de la Nations League. Echó mano Deschamps del debut de Cherki, que se estrenó con golazo, y Kolo Muani tanto para intentar remontar como para maquillar el varapalo que pone en la picota la cabeza del seleccionador.

La margarita millonaria de Cristiano Ronaldo en Arabia Saudí, entre el caos del Al-Nassr y la tentación del Al Hilal: "¿Dónde va a ganar tanto dinero?"

La margarita millonaria de Cristiano Ronaldo en Arabia Saudí, entre el caos del Al-Nassr y la tentación del Al Hilal: “¿Dónde va a ganar tanto dinero?”

Cumplió 40 años el pasado mes de febrero, pero Cristiano Ronaldo sigue siendo el futbolista mejor pagado del mundo. Su trascendencia mediática va más allá de los goles y supera a cualquier otro deportista en términos de publicidad. Nadie genera tanto. Por eso Arabia Saudí, en ese millonario plan de apertura internacional, no dudó en poner sobre su mesa 250 millones anuales en diciembre de 2022. Le convenció con un contrato de dos temporadas y media con el Al-Nassr que terminará este 30 de junio. «Este capítulo ha terminado», anunció el portugués a modo de presión hace unos días. Ahora, desde la concentración de Portugal y a punto de disputar las semifinales de la Liga de Naciones contra Alemania (hoy, 21:00), el luso deshoja la margarita saudí.

Arabia le insiste para renovar y Cristiano, consciente de que en ningún otro sitio verá tanto dinero a estas alturas de su carrera, gritó a los cuatro vientos ese final de capítulo pero de puertas para adentro sigue negociando su futuro en Riad. El portugués, más allá del salario, quiere jugar en un equipo competitivo, y el Al-Nassr ahora mismo está muy lejos del Al Ittihad de Benzema, campeón de liga, y el Al Hilal, que en su momento firmó a Neymar (ahora en el Santos), negocia estos días la llegada de Simone Inzaghi, finalista de la Champions con el Inter, como nuevo técnico y disputará este mes el Mundial de Clubes. El Al-Nassr, mientras, quedó tercero en la competición doméstica y cayó en semifinales de la Champions asiática. La desesperación de Cristiano, eternamente competitivo, es total.

El Al-Nassr es un club en llamas ahora mismo. Los aficionados claman en redes sociales por la necesidad de cambios en la directiva, mientras la plana mayor ha confirmado la continuidad de Fernando Hierro como director deportivo. Pero todo parece listo para cambiar. Se busca destino a Sadio Mané y Laporte y la obsesión del club es convencer a Cristiano, que mira con ojos de recelo al otro vecino de Riad, el Al Hilal, y su presencia en el Mundial, donde debutará ante el Madrid. Según ha podido confirmar este periódico, la posibilidad de que el portugués termine en el Al Hilal no está descartada.

El interés de México y Estados Unidos

El gobierno de Mohammed bin Salman, príncipe heredero saudí, tiene en el deporte, y en concreto en el fútbol, uno de los pilares de la tan cacareada Vision 2030, una estrategia de mejora de diferentes sectores para atraer al turismo internacional y cambiar la imagen del país. Y Cristiano Ronaldo es parte fundamental de ese plan. A medio camino entre esa Vision 2030 y el Mundial que organizarán en 2034, no pueden permitirse, ni se van a permitir, prescindir del portugués y a la vez son conscientes, como el luso, que ninguna oferta económica igualará la suya.

Nos encontramos, entonces, en una margarita saudí. Cristiano Ronaldo sabe que a pesar del interés de equipos de México o de la MLS de Estados Unidos, nadie pondrá tanto dinero en su mesa como los saudíes, y éstos son conscientes de que aunque convenzan a algunas estrellas para jugar en la liga, ninguna será como el delantero luso. «¿Dónde va a ganar tanto dinero?», comenta a este periódico una fuente cercana a la negociación.

"Nadie tiene un plan"

El Fondo de Inversión Pública, que es de donde sale gran parte del poder económico de los clubes saudíes, planea situar a un nuevo presidente en el Al-Nassr a partir de junio y el propio Hierro ha declarado que «el club está trabajando en la renovación de Cristiano y espero que las dos partes se entiendan». «La presencia de Cristiano es parte del proyecto de Arabia Saudí», dijo, y matizó: «Eligió representar al Al-Nassr cuando firmó».

Mientras, el portugués liderará esta noche a Portugal ante Alemania, en un nuevo juicio a la selección que lidera Roberto Martínez. El español, cuestionado después de la última Eurocopa, ha tenido unos meses inmaculados en lo deportivo, siempre apostando por Cristiano, pero su futuro no parece del todo confirmado. «El futuro de Cristiano Ronaldo con la selección es como hablar del tiempo, todo el mundo opina, nadie tiene un plan, ni siquiera el propio Cristiano», explicó el entrenador, cuyo objetivo sigue siendo «ganar un Mundial» con Portugal... Y con Cristiano.

De "leyenda viviente" a "papá": las despedidas a Luka Modric

De “leyenda viviente” a “papá”: las despedidas a Luka Modric

Actualizado Jueves, 22 mayo 2025 - 21:15

El adiós a la estrella del Real Madrid, Luka Modric, creó una conmoción entre todos los que le consideran como lo que ya es: una leyenda. El croata recibió un aluvión de mensajes, no solo de sus aficionados de sus todavía compañeros de equipo, sino de otros jugadores como Ivan Perisic o Ivan Rakitic.

Desde los menos expresivos en sus mensajes como Iker Casillas o Thibaut Courtois que compartió un storie donde escribió "leyenda amigo mío", hasta verdaderas cartas de amor como la de Jude Bellingham.

El inglés dejó un emotivo mensaje al croata: "La única cosa que pesa más que mi tristeza ahora mismo es la gratitud que siento por haber tenido el honor de ser tu compañero. Eres un recuerdo constante de todo lo que es bonito sobre el fútbol. Desde el fondo de mi corazón, gracias por cada pase, cada regate, cada caño y cada disparo pero lo que es más importante para mi cada conversación, cada abrazo, cada cena y cada pieza de sabiduría que me has dado. Te quiero muchísimo y te voy a extrañar. Madridistas rompamos el techo del Bernabéu con los tributos el sábado para nuestro capitán".

Además de este cariño de Bellingham, otros muchos compañeros quisieron dejar su mensaje de apoyo al croata en su despedida del club. Tchouaméni comentó "¡Qué viaje Luka! ¡Gracias por todo! Has sido una inspiración para todos nosotros y solo quiero estar agradecido por la oportunidad de jugar junto a uno de los mejores de la historia", Arda Guler se refirió a él como "una leyenda viviente" y Rodrygo como "papá", así como Brahim le agradeció por todo su apoyo y señaló que es se va del Madrid "pero aquí queda tu legado".

Vinicius Jr., que también destinó una de sus publicaciones a Luka, valoró su fútbol de "arte" y su trato como "un regalo". Además, señaló que aprendió "observando tus pases con el exterior (a lo Luka Modric)", para terminar con un "Gracias por todo, maestro. Te quiero mucho".

ANTIGUOS COMPAÑEROS

Los mensajes de agradecimiento también llegaron de ex madridistas, como el recibido por el mismo Cristiano Ronaldo. "Gracias por todo, Luka! Ha sido un honor compartir tantos momentos contigo en el club. ¡Mucho éxito en lo que venga!", le comentó el delantero. Otro de los comentarios vino de Isco Alarcón, que dijo: "Que te quiera todo el mundo es lo más difícil y tú lo has conseguido con tu fútbol y con tu forma de ser! Eres grande amigo!"

Sergio Ramos,Nacho y Kroos también se han sumado, dejando emotivas frases al croata. El primero de éstos, junto a un cúmulo de imágenes de los dos amigos, anotó: "Los focos del Bernabéu no se volverán a encender para verte sonreír sobre el verde, pero los libros de historia del Real Madrid siempre te tendrán junto a los más grandes. Brother, los madridistas solo tenemos una palabra para dedicarte: GRACIAS. El Churu que te quiere mucho, Lukita mío".

Toni Kroos, con el que desde siempre ha mantenido una muy buena relación, no eligió subir una publicación, sino que optó por repostear un conjunto de fotografías que otro usuario había subido en la que aparecían ellos dos y Casemiro, y en el texto se podía leer: "fin de una era legendaria. Modric, Kroos y Casemiro le costaron al Real Madrid 66 millones. Sí, cuota de 66 millones para uno de los mejores centrocampistas de la historia".

'Cristianinho', el hijo de Cristiano Ronaldo, debuta con victoria en la selección sub'15 de Portugal

‘Cristianinho’, el hijo de Cristiano Ronaldo, debuta con victoria en la selección sub’15 de Portugal

Actualizado Martes, 13 mayo 2025 - 17:45

El hijo de Cristiano Ronaldo, Cristiano Ronaldo Júnior, de 14 años, disputó este martes su primer partido con la camiseta de Portugal al participar en la victoria de la selección sub'15 contra Japón (4-1), en un torneo que se ha celebrado en la localidad croata de Sveti Martin na Muri.

Con el dorsal '7' de Cristiano en su espalda, el hijo de Ronaldo comenzó el partido desde el banquillo y salió durante la segunda parte en la demarcación de extremo izquierdo, la misma posición que ocupó su padre en el arranque de su carrera.

Con Cristiano Júnior en el campo (jugó 26 minutos), el equipo luso logró mantener la ventaja obtenida, gracias al triplete de Rafael Cabral y al gol de Henrique Amen.

Cristiano saludando a su abuela tras el partido.

Cristiano saludando a su abuela tras el partido.DAMIR SENCARAFP

"Cristianinho", como se le conoce en Portugal, y sus compañeros volverán a los terrenos de juego este miércoles para enfrentarse a Grecia y el viernes harán lo propio contra Inglaterra, partidos correspondientes al Grupo B del Torneo Internacional Vlatko Markovic.

Cristiano Ronaldo Júnior milita actualmente en las categorías inferiores del club de su padre, el Al Nassr saudí, y anteriormente jugó en las canteras del Manchester United y Juventus de Turín.

El hijo de Cristiano Ronaldo, convocado para la Selección sub-15 de Portugal

El hijo de Cristiano Ronaldo, convocado para la Selección sub-15 de Portugal

Actualizado Martes, 6 mayo 2025 - 21:34

El hijo mayor de Cristiano Ronaldo, Cristiano Jr, fue llamado por primera vez por la selección sub-15 de Portugal este martes.

El delantero de 14 años, que juega en el equipo juvenil del Al-Nassr en Arabia Saudí, se unirá a Portugal para un torneo en Croacia este mes, donde se enfrentarán a Japón, Grecia e Inglaterra.

Ronaldo Jr ha seguido los pasos de su padre, habiendo jugado en los equipos juveniles de los antiguos clubes del capitán de Portugal, Real Madrid, Juventus y Manchester United.

Ronaldo, quien se unió al Al-Nassr en 2022, compartió la lista del equipo en las redes sociales con el mensaje: "Orgulloso de ti, hijo."

Aunque Ronaldo Jr es elegible para jugar con Estados Unidos, donde nació, o con España, donde pasó gran parte de su infancia, su convocatoria por parte de Portugal podría indicar que también seguirá el camino de su padre en el escenario internacional.

Emery frente a Luis Enrique: el trauma del 6-1, una amistad y muchos dosieres en el despacho

Emery frente a Luis Enrique: el trauma del 6-1, una amistad y muchos dosieres en el despacho

El 8 de marzo de 2017, poco antes del pitido inicial, Unai Emery saludó a Luis Enrique en el Camp Nou aferrado a un convencimiento. Su primera eliminatoria de Champions con el PSG se resolvería de igual modo que las nueve anteriores con el Sevilla en la Europa League. Sin embargo, dos horas más tarde, el irundarra, entre el estupor y la indignación, apenas pudo ofrecer alguna explicación a lo sucedido. «Fue mi peor momento como entrenador», confesaría, años más tarde, a propósito de aquella debacle ante el Barça (6-1), con la que se convertía en el único técnico de la historia eliminado de la Champions tras una renta de cuatro goles en la ida. «De aquel partido cambiaría el árbitro», añadió sobre la labor de Deniz Aytekin.

Hoy, Emery tampoco perderá la oportunidad de abrazar a Luis Enrique, actual técnico del PSG, y a otros viejos conocidos en el Parque de los Príncipes, el estadio donde, entre 2016 y 2018, jamás obtuvo el cariño de la afición, que apenas quiso dedicarle un petulante desdén. De nada le valdría su empeño en aprender francés o su título de Ligue 1. En mayo de 2018, una vez cumplidos sus dos años de contrato, Nasser Al-Khelaifi puso punto final al ciclo de Emery en París.

El detonante, por segundo año consecutivo, había sido la eliminación en octavos, donde el PSG volvió a mostrar demasiadas carencias ante el Real Madrid. El fantástico comienzo en el Bernabéu se diluyó por completo tras el descanso, donde decidieron los goles de Cristiano Ronaldo y Marcelo. El partido de vuelta resultó un trámite para el equipo de Zinedine Zidane. Aquel PSG resultaba irreconocible a nivel competitivo. Muy lejos de la exigencia de un técnico que, excluyendo su etapa en París, sorteó 22 eliminatorias seguidas de Europa League con Sevilla (2013-16), Arsenal (2019) y Villarreal (2022). Nada menos que cuatro títulos tras cinco finales.

El ejemplo de Tottenham y Dortmund

«Unai es un entrenador top, con una gran capacidad de analizar al rival y de potenciar a su equipo. Además, lo ha demostrado en diferentes banquillos», valoró el pasado viernes Luis Enrique. Esas virtudes, por supuesto, han adquirido mayor relevancia aún durante las eliminatorias. Sólo cabe citar el caso de su Sevilla, triple campeón de la Europa League sin alcanzar ni una sola vez el top-4 de LaLiga, o de su último Villarreal, semifinalista de la Champions 2022 tras apartar a Bayern y Juventus, pero séptimo en LaLiga.

A este fabuloso rendimiento en los torneos cortos se aferra el Aston Villa, un conjunto que hoy encadena siete victorias en todas las competiciones, su mejor racha desde marzo de 1981. Su última derrota data del 25 de febrero (4-1 ante el Crystal Palace) y es el único superviviente inglés en la Champions. Nada desdeñable para un club que no disputaba la máxima competición desde 1982. ¿Por qué no soñar, pues con una final como las de Tottenham (2019) y Dortmund (2024)?

«Nuestra amistad se ha forjado a través de nuestros enfrentamientos. Unai es un entrenador que cuida su trabajo y su equipo ha mejorado gracias a él», contó ayer Luis Enrique, otro obseso de su profesión. En el vestuario del Villa son leyenda las interminables jornadas de Unai y la montaña de dosieres apilados en su despacho. Desde noviembre de 2022, cuando tomó el relevo de Steve Gerrard, el ambiente en la ciudad deportiva de Bodymoor Heath resulta mucho más que saludable. Nada que ver con la tensión vivida en el Arsenal o el PSG. A lo largo de estos dos años y medio, sólo Pep Guardiola y Mikel Arteta han sumado más puntos en la Premier.

Emery, el pasado 8 de marzo, durante un partido ante el Brentford.

Emery, el pasado 8 de marzo, durante un partido ante el Brentford.AP

Emery, respetado entre los rivales e idolatrado en Villa Park, se ha convertido en el entrenador con mejor balance (54% de victorias) en los 150 años de historia del Villa. Cierto que desde Birmingham se manejan importantes recursos financieros. Según el informe UEFA Finance and Investment Landscape, la masa salarial del Villa aumentó un 33% en 2024 hasta convertirse en la décima más elevada de Europa (287 millones de euros). De hecho, el organismo presidido por Aleksander Ceferin sigue con lupa las operaciones del club para que compla con sus normas, tanto en las tasas de traspaso como en los honorarios de los agentes.

Escasez de efectivos

El pasado verano, Emery tuvo que prescindir de Douglas Luiz, uno de sus mejores centrocampistas, para atenerse a las Reglas de Sostenibilidad de la Premier. A ese traspaso a la Juventus, a cambio de 52 millones de euros, hubo que sumar el de Moussa Diaby, por el que el Al-Ittihad pagó 60 millones y el más reciente de Jhon Durán, comprado en enero por el Al-Nassr a cambio de 77 millones. Sin embargo, el buen tino de Monchi desde la dirección técnica ha de evaluarse a la luz de sus incorporaciones de perfil bajo, como Morgan Rogers, comprado en 2023 por 9,4 millones, o Youri Tielemans y Boubacar Kamara, que llegaron a coste cero procedentes del Leicester y Olympique de Marsella. Por no mencionar a Ollie Watkins, crecido en el semiprofesionalismo y al que Emery ha extraído todo su talento.

«Desde su llegada, el Aston Villa es un equipo muy mejorado. El curso anterior ya estuvo a un alto nivel y este año es un equipo más completo aún», analizó el viernes Luis Enrique, horas de cerrar su primer título de Ligue 1 con el PSG. No obstante, a diferencia de Manchester City, Liverpool o Arsenal, el Villa sigue contando con escasez de efectivos. Una carencia que obliga a Emery a profundizar en sus rotaciones. El pasado sábado hubo ocho novedades en el once ante el Nottingham Forest y este fin de semana ese plan seguirá vigente en la visita al Southampton.

La vista al Parque de los Príncipes también representa una oportunidad para que Emery mejore su registro personal ante Luis Enrique. De momento, en los 10 precedentes, el ex técnico del Barça acumula siete victorias, por sólo dos tropiezos.

La guerra Mou-Guardiola, la carrera de Bale, la salvación de Cruyff o el final del Tata Martino: los clásicos coperos como punto de inflexión para Madrid y Barça

La guerra Mou-Guardiola, la carrera de Bale, la salvación de Cruyff o el final del Tata Martino: los clásicos coperos como punto de inflexión para Madrid y Barça

El octavo clásico en una final de la Copa del Rey aterrizará el 26 de abril en La Cartuja. 4-3 gana hasta ahora el Madrid, que le dio la vuelta al balance histórico venciendo en las dos últimas ocasiones: 0-1 en la de 2011, con aquel salto de Cristiano Ronaldo, y 1-2 en la de 2014, con la carrera de Gareth Bale por la banda de Mestalla para superar a Marc Bartra y marcar el tanto decisivo. Dos partidos en los que los galácticos de la pasada generación decidieron el duelo. Así son los clásicos, cruzan a los dos mejores equipos del país y comparan constantemente sus galaxias.

Dentro de tres semanas, Sevilla actuará como punto de inflexión en ese análisis entre ambas plantillas. Los títulos acumulados en los últimos tres años explican la superioridad manifiesta del Madrid, con dos Champions, dos Ligas y una Copa en el bolsillo en plena explosión de Vinicius, Rodrygo, Jude Bellingham y compañía. Pero en los últimos meses, coincidiendo con la llegada de Kylian Mbappé, el Barcelona ha demostrado que su nueva camada ha llegado para quedarse. Guiados por Lamine Yamal, han vencido en el clásico de octubre y en la final de la Supercopa de España, ambos con contundencia (0-4 en Liga y 2-5 en Arabia).

Dos bofetadas futbolísticas que han amenazado el trono del Madrid en el fútbol español, aunque la primavera dictará sentencia. Blancos y azulgranas se medirán el 26 en Sevilla, el 10 o el 11 de mayo en Montjuïc en una cita trascendental para la Liga y, quizás, en una hipotética final de Champions, el próximo 31 de mayo en Múnich. Sería la madre de todos los clásicos, el único que queda por disputarse en un gran evento tras tantas finales de Copa y Supercopa.

Trincheras en pleno apogeo

Lo que refleja la historia es que un clásico en una final siempre supone un antes y un después. Empezando por el primero, disputado apenas un mes antes de la sublevación militar que dio inicio a la Guerra Civil española. Fue el 21 de junio del 36, y fue en Mestalla. Ganó el Madrid 2-1 en el último partido de Ricardo Zamora. También ganó el Madrid en 1974, mientras que el Barça levantó el trofeo en 1968 y 1983. Y en 1990, el triunfo azulgrana salvó la cabeza de Johan Cruyff, dejando la Copa sin final 'clásica' hasta 2011.

Ese año, Mestalla fue testigo de una de las grandes batallas de la guerra Mourinho-Guardiola, unas trincheras en pleno apogeo en ese momento. El cabezazo de Cristiano en la prórroga dejó al Barça, que conquistó Liga y Champions, sin triplete. Fue un partido durísimo, con corrillos constantes sobre el árbitro, tensión en los banquillos y en la grada y duelos hasta el límite. Mourinho ganó la batalla, pero Guardiola contestaría unos días después en las semifinales continentales.

La de 2014 fue todavía más trascendental y confirmó la crisis de identidad del Barça tras la salida de Guardiola. El Tata Martino claudicó ante Ancelotti, Bartra ante Bale y la victoria madridista provocó la temporada en blanco de los azulgrana y la llegada de Luis Enrique al Camp Nou. Decisión de calado, porque con él llegaría el triplete de la 2014-2015.

Aquella visita a Valdebebas

Ahora, 11 y 14 años después de Mestalla, la Copa les vuelve a reunir en otro momento trascendental, con Yamal, Pedri, Raphinha, Mbappé, Vinicius y Bellingham sustituyendo a las estrellas de la pasada década. Lamine tenía tres años en la primera final de Mestalla y Mbappé estaba a punto de visitar Valdebebas con 12 años, regalo de sus padres e invitación de Zinedine Zidane para conocer a su ídolo Cristiano. El destino, caprichoso, les enfrenta ahora.

En el Bernabéu se observan estos dos próximos clásicos (Copa y Liga) como cruciales para el mandato de Ancelotti. Cuestionado en algunos momentos de la temporada por el nivel de juego del equipo, el italiano llega por primera vez a abril vivo en los tres torneos desde, precisamente, 2014. Aquel año terminó ganando Copa y Champions, pero hincó la rodilla en Liga, como el Barça, ante un Atlético que levantaría el título en el Camp Nou.

El desgaste de los clásicos influyó en la Liga, algo que intentará evitar Hansi Flick, obsesionado con mantener el nivel físico de su equipo para pelear el triplete y confirmar esa «nueva era» que se repite en la Ciudad Condal con cada victoria en los clásicos. De ello depende sostener la ventaja de tres puntos en Liga, con la Copa y la Champions como inyección mental hacia el vestuario.

Mbappé y Robert Lewandowski batallan por el pichichi liguero, Endrick y Ferran Torres por el copero. Ambos clubes, por todo. Un clásico.

El camino de espinas de Tchouaméni, de los pitos a los aplausos: "Silencio y trabajo"

El camino de espinas de Tchouaméni, de los pitos a los aplausos: “Silencio y trabajo”

El camino de espinas duró algo más de un mes. 34 días. Los que separaron el 16 de enero del 19 de febrero. El partido contra el Celta del encuentro de vuelta de Champions contra el City. Los pitos de los aplausos. En esas cinco semanas, Aurélien Tchouaméni aprendió lo que significa jugar en el Madrid. Y lo hizo con «personalidad» y «profesionalidad», cuentan en Valdebebas, donde todo son elogios hacia el futbolista sobre el que debe girar el equipo esta noche.

Lo que vivió Tchouaméni durante las primeras semanas de enero lo han vivido y sufrido otras estrellas del Madrid antes que él, y de cómo se reaccione ante ello depende el futuro de ese futbolista en Chamartín. El Bernabéu, un estadio que en algún momento de su década madridista pitó a Cristiano Ronaldo, abucheó al centrocampista francés durante el partido de Copa contra el Celta. Era el 16 de enero y sobre Tchouaméni concretó el público su enfado por la derrota del Madrid en la Supercopa.

Un Tchouaméni que fue central de emergencia durante varias semanas por las lesiones de Militao y Alaba y al que le costó cogerle el punto a la posición. Tenía, y tiene, juego aéreo y buena salida de balón, pero le faltaba velocidad y, por momentos, colmillo. Rabia. Virtudes que el Bernabéu sí veía en el canterano Asencio.

El galo fue el central del Madrid durante todo el mes de diciembre y aunque el conjunto blanco ganó en Champions al Atalanta y en Liga sumó varias victorias, las actuaciones del francés no terminaron de convencer.

El gran cambio

Y a partir de ahí el francés cambió y creció. En Valdebebas hablan de un jugador profesional que poco a poco va ganando galones en un vestuario que transita entre diferentes generaciones. Domina el francés, el inglés y el español, lo que muchas veces le hace ser nexo entre los subgrupos que se generan en la plantilla.

Después de los pitos contra el Celta no quiso grandes charlas ni condescendencia. Asumió sus errores, aguantó el chaparrón durante el partido y se centró en «el próximo partido». Su mantra lo tienen claro a a su alrededor: «Silencio y trabajo».

«Contra el Celta lo escuché todo, pero está bien, es parte del deporte y para mí lo importante no es estar pendiente de si dicen que lo hago bien o mal, sino trabajar y estar centrado. Sé lo que hay que hacer en una situación así: trabajar y mejorar», reflexionó ayer en Valdebebas.

El escudo de Ancelotti

En la ciudad deportiva ha encontrado Tchouaméni a un hombre que ha actuado de muro durante estas semanas entre él y el foco mediático: Carlo Ancelotti. El técnico italiano ha sabido manejar las críticas al francés y se ha interpuesto siempre entre el futbolista y los mensajes ajenos. Ha sido su escudo. «Ha jugado bien el muy criticado Tchouaméni», dijo tras el encuentro ante el City en el Etihad. En cada declaración, el transalpino destacaba una cualidad del francés, resaltando siempre su enorme «personalidad». «No he hablado con él, porque tiene mucha personalidad y ha manejado bien las críticas», dijo. Lo dicho: silencio y trabajo.

Tchouaméni ha ido creciendo desde el día del Celta hasta esta noche, tanto de central como de pivote, recuperando colmillo y siendo el apagafuegos y el pegamento de un equipo por momentos inconsistente.

Fue baja por molestias justo después del duelo ante los de Vigo, pero desde entonces ha acumulado siete encuentros completos en Liga, dos en Copa y dos de tres en Champions. En la vuelta contra el City, Ancelotti decidió retirarle del campo en el minuto 83, ya con el partido resuelvo, para que se llevara una ovación más que merecida. Hasta ahí llega la gestión del técnico.

Los números de Tchouaméni en las dos últimas citas continentales hablan por sí solos: 4 pases clave, 94% de acierto en el pase, 6 intercepciones, 7 de 8 duelos ganados y ningún regate sobre él. Hoy en el Metropolitano tendrá otra prueba.

De las noches negras de Los Galácticos al muro anti-remontadas de los últimos 17 años: la esperanza del Real Madrid en el Metropolitano

De las noches negras de Los Galácticos al muro anti-remontadas de los últimos 17 años: la esperanza del Real Madrid en el Metropolitano

El Real Madrid, y especialmente la plantilla actual, es un club experto en remontadas. Lo lleva en la sangre. Ahí están las de la Champions de 2022 y 2024 como grandes gestas de los últimos años, dándole la vuelta al marcador de la eliminatoria en el Santiago Bernabéu, convertido en el manicomio de lo inexplicable. Pero la virtud de este Madrid que ha sido campeón de Europa seis veces en las últimas once ediciones es también transformarse en un muro infranqueable en la casa del rival. Así ha conquistado también el continente, evitando una y otra vez que su enemigo golpee en último lugar en campo propio. Antes del derbi de esta noche, la estadística clama contra la historia: si ha ganado la ida en Chamartín, nadie le remonta al Madrid desde el Bayern de Múnich en los octavos de final de la 2006-2007.

Son 17 temporadas sin venirse abajo en Europa cuando se ha llevado un resultado favorable del Bernabéu. Desde entonces el Madrid ha tenido noches negras en los partidos de vuelta, obviamente, como el 4-0 de Manchester hace dos años o el 2-0 de Stamford Bridge en 2021, pero en ambos casos la ida había terminado en empate.

Rechazar la remontada rival es una característica de esta generación madridista, comandada primero por Zinedine Zidane y ahora por Carlo Ancelotti. Una virtud clave para reinar en Europa que nunca tuvieron Los Galácticos, acostumbrados a sufrir en campo enemigo cuando tenían las eliminatorias de cara. Quizás Zizou aprendió de los errores de esa época, que terminaron lastrando el legado futbolístico de la primera galaxia de Florentino Pérez.

Aquel Madrid, por ejemplo, se puso por delante en las semifinales de 2003 contra la Juventus, en los cuartos de 2004 ante el Mónaco y en octavos de 2005, otra vez frente a la Juventus, y fue incapaz de mantener la ventaja en la vuelta. Cayó en Turín las dos veces y en el Principado, cuando era el gran favorito a levantar una Champions que terminó ganando el Oporto de Mourinho.

Dos sufrimientos

Una serie de actuaciones inexplicables que contagiaron el ambiente y se repitió en 2007, ya sin varios galácticos, contra el Bayern en octavos. El Madrid venció en la ida por 3-2 y perdió en Múnich por 2-1.

Fue la última remontada en contra. 17 años después, sólo dos equipos han estado cerca de repetir un triunfo así contra el conjunto blanco: el Borussia Dortmund en los cuartos de 2014 y el Atlético de Madrid en las semifinales de 2017.

En 2014, los alemanes le dieron un susto gigante al Madrid de Ancelotti, que soñaba con la ansiada Décima. Los blancos ganaron con contundencia la ida por 3-0, con goles de Bale, Isco y Cristiano, y acumularon sufrimiento en una vuelta agónica, en la que el Dortmund se puso 2-0 al descanso. La actuación de un joven Casemiro, colosal para apuntalar el muro defensivo, fue vital para aguantar.

Sólo un cero en la portería

Tres años después, el extraordinario zigzagueo de Benzema sobre la línea de fondo del Calderón despidió al estadio y al Atlético de la Champions. Fue el último encuentro continental de los rojiblancos en el Manzanares y el mayor intento de remontada sobre la meta madridista. En la ida, un hat-trick de Cristiano parecía decidir todo, pero Saúl y Griezmann marcaron en el primer cuarto de hora y calentaron el ambiente. Isco, tras la obra de arte de Benzema, recortó distancias, pero el Atlético no dejó de empujar.

Esos dos muros levantados por el Madrid se convirtieron en dos Copas de Europa. Este año sólo ha conseguido dejar la portería a cero en una ocasión en Champions, así que Ancelotti necesitará recuperar su viejo muro para volver a sobrevivir a su competición fetiche. Enfrente, el hambre de Simeone y del Atlético.

Real Madrid y Atlético, el derbi de los extremos: "Hay una escalada de violencia, un ambiente muy encanallado"

Real Madrid y Atlético, el derbi de los extremos: “Hay una escalada de violencia, un ambiente muy encanallado”

Hace unos meses que Jota, cantante de Los Planetas, preguntó a Álvaro Rivas por qué se había hecho del Real Madrid si su padre era del Atlético. «Hasta ese momento, nunca lo había verbalizado», admite el cantante de Alcalá Norte, antes de razonar su respuesta. «Cuando yo nací, mi madre murió en el parto. Hacerme del Madrid fue un detalle con mi abuelo materno, que era muy del Madrid y vecino de Chamartín. De un modo inconsciente tomé esa elección para darle cariño a mi familia materna», desarrolla Rivas, en conversación con EL MUNDO. En febrero de 2007, días antes de cumplir 12 años, Álvaro vio en el Vicente Calderón junto a su padre el primer gol de Fernando Torres en un derbi. Sin embargo, mañana no querrá compañía para disfrutar de la ida de octavos de Champions. «Ni de broma voy a verlo con él. En estas ocasiones preferimos harcelo por separado», añade el autor de La vida cañón, uno de los grandes himnos de 2024. En un momento de distanciamiento entre los clubes, con Florentino Pérez y Miguel Ángel Gil enfrentados a propósito de los árbitros, el caso de Rivas ilustra la rivalidad ciudadana. La de un derbi agitado por las vaivenes históricos y marcado por los extremos.

Estos días, en la sede del Partido Popular de Madrid se suceden las escenas de sano pique deportivo. «Debido a mi cargo, a mí se me respeta bastante. Es cierto que en el PP hay mucho madridista, pero como soy un liberal convencido, allá cada cual con sus decisiones y sus errores», bromea Alfonso Serrano, secretario general de los populares madrileños. Durante su época de portavoz, Serrano inició una tradición que mantiene hasta hoy. «Tras alguna gran victoria, las reuniones del grupo parlamentario arrancan con el himno del Atleti», desvela Serrano, apoyado por el alcalde, José Luis Martínez-Almeida y con la frontal oposición de Carlos Díaz-Pache, portavoz en la Asamblea.

Una marcada división interna en el PP que derriba algunos tópicos sobre el extracto social de las aficiones. «Hemos superado los estereotipos y ahora vivimos un fenómeno totalmente transversal, que trasciende el barrio y la ciudad, la clase social o los niveles de renta. Aun así, creo que el madridista es más prepotente y el aficionado del Atlético, más dado a saborear la victoria. La pasión de un partido en el Metropolitano no tiene nada que ver con el ambiente del Bernabéu, donde además de apoyar y disfrutar, lo que la gente quiere es exigir a su equipo», relata Serrano.

«Romantización excesiva»

La bipolaridad entre un Madrid supuestamente favorecido, desde los tiempos del franquismo, por las instituciones, frente a un Atlético sufridor, bohemio y canalla, también es puesta en cuestión en nuestros días. «Eso del adalid de las causas perdidas supone una romantización excesiva. Nos gusta montarnos muchas películas, pero no creo que haya tanta profundidad. ¿Por qué somos del Atleti? Porque es el equipo que nos emociona. Pero no tiene nada que ver con las victorias o las derrotas. Como decía Luis Aragonés: "Si el Atlético es El Pupas, ¿los demás qué son, El Costras? La grandeza va por otro lado, no por el número de copas expuestas en una vitrina», apunta a este periódico Juanan Cantelar, socio fundador de Los 50, una asociación que lucha por recuperar la verdadera historia del club rojiblanco.

El veredicto de Cantelar sobre la presunta filiación franquista del gran rival ciudadano derriba algunos mitos. «A Franco no le gustaba el fútbol, pero cuando el Madrid empieza a ganar Copas de Europa, ese éxito le viene fenomenal como instrumento de propaganda de la Dictadura. Por tanto, no oculta una cierta simpatía por ellos, dado el aperturismo que suponía en un momento de aislamiento internacional. ¿Esto quiere decir que el Madrid fuese un club franquista? Sólo hay que analizar las cosas a la luz de su momento».

Tampoco conviene olvidar que el mismísimo Santiago Bernabéu, durante su etapa como futbolista, traicionó al Real Madrid para disputar la temporada 1920-21 con los colchoneros. Y que, pese a su sincera amistad con Javier Barrios, presidente del Atlético, siempre consideró al vecino con mucha más antipatía que al Barça, cuya enemistad fue posterior y de carácter sociopolítico. «Obviamente había rivalidad, pero también otro tipo de valores», completa Cantelar. «En 1964, el Atlético jugó unas semifinales de la Recopa contra el Nuremberg en el Bernabéu y la opinión general del madridista era que ganara el vecino. De igual modo que entre la afición rojiblanca no se veían con odio los títulos de Copa de Europa del Madrid», sostiene el autor de 95-96: El año del doblete (Alborada, 2005).

Santiago Bernabéu y Vicente Calderón, en una imagen de 1975.

Santiago Bernabéu y Vicente Calderón, en una imagen de 1975.EFE

A estas muestras de mutuo respeto, Cantelar añade el gol de Rubén Cano en Belgrado, que otorgaría el billete a España para el Mundial de 1978, cuando Juanito salió «a abrazar como un loco a un jugador al que odiaba a muerte en el campo»; la cesión de Ramón Grosso en 1963, cuando el Atlético coqueteaba con el descenso; o la fotografía de Alfredo Di Stéfano con la camiseta rojiblanca en 1955, durante un partido homenaje a Adrián Escudero. Entonces, muchos madrileños adquirían los carnets de socio de ambos equipos para ver cada domingo a uno. «No había un clima de antimadridismo, ni viceversa», finaliza Cantelar, subrayando que ahora vivimos «en una escalada de violencia», con un ambiente «muy encanallado».

Este feo panorama, sin embargo, se matiza en boca de Miguel Aguilar, director literario de Debate, Taurus y Random House. «Aún tengo grabado un derbi en los 90, cuando a la salida del estadio vi a un tipo a quien estaban zurrando con una cadena. Ni siquiera recuerdo si eran Ultras Sur los que pegaban y alguno del Frente Atlético quien recibía. O viceversa. Esa violencia tan exacerbada, afortunadamente, se da mucho menos. Ahora hay otra más gestual, como esta moda de colgar monigotes en los puentes de la M-30», apunta este confeso madridista, en cuya memoria aún permanecen el doblete de Raúl en el Calderón en 1997, el cabezazo de Sergio Ramos en la final de Lisboa o la inmortal jugada de Karim Benzema en las semifinales de 2017, el último derbi disputado en el Calderón.

«Identificación con la hinchada»

A juicio del prestigioso editor, tanto Diego Simeone como Carlo Ancelotti juegan un papel «muy representativo» en la historia de sus clubes. La pasión del argentino conecta con el Metropolitano, mientras la mano izquierda de Carletto siempre ha encandilado a Chamartín. «Admiro la identificación del Atlético con su hinchada. Ganar una Liga al Madrid de Cristiano Ronaldo y el Barça de Leo Messi tuvo un mérito asombroso. Jugar dos finales de Champions, también. Mantenerse tanto tiempo es algo que muy pocos han conseguido. Pero no me quedaría con muchas características de Simeone. Hay una broma que suelo hacer a mis amigos colchoneros: El Cholo debería fichar por el Madrid sólo para que pudiéramos destituirlo en la segunda jornada».

El reciente mensaje de Simeone a propósito de los árbitros, apuntando a favores que se remontan a más de un siglo, tampoco ha pasado desapercibido entre sus fieles. «Si alguien no tiene motivos para quejarse del trato arbitral es el Madrid. En los derbis tenemos ejemplos a manos llenas. Soy un firme defensor del VAR, porque reduce el margen de error y convierte en más legítima cualquier victoria o derrota», desvela Serrano. Por el contrario, Rivas observa con «bastante distancia» las polémicas. «El caso Negreira pinta bastante feo, pero también hay que asumir que todo ha salido a la luz cuando ya no tiene consecuencias deportivas. Por mucho que quieras amañar o inclinar el campo hacia un lado, el deporte siempre se va a imponer», cierra el músico, recuperado de sus cuatro cirugías para corregir una rara infección intestintal.