Así es el ejército español que ayudará a Pogacar a reconquistar el Tour

Así es el ejército español que ayudará a Pogacar a reconquistar el Tour

El confesor de Tadej Pogacar es el Kapo del pelotón. El ciclista más deslumbrante del siglo pone su destino en las manos prodigiosas de un vasco. Joseba Elguegazal es un masajista vizcaíno de 42 años que lleva unido al esloveno desde hace un lustro. Ambos coincidieron en la Vuelta a España y desde entonces son inseparables. En un año, entre carreras y concentraciones, coinciden durante más de 200 días. Kapo, que trabajó en la granja de su padre y fue portero de discoteca, estudió fisioterapia y pronto se abrió paso en el ciclismo. Empezó en el Caja Rural y en 2019 le contrató el UAE. Nadie conoce mejor los músculos del genial esloveno.

Joseba es uno de los capitanes del ejército español de Pogacar. El bicampeón del Tour, en su reto de reconquistar la Grande Boucle, se ha rodeado de 24 hispanos que sobresalen por su altas prestaciones. Al frente de todos ellos se encuentra Josean Fernández'Matxin', un vasco de 53 años, el máximo responsable técnico de la escuadra patrocinada por Emiratos Árabes Unidos, con sede en Magnago (Italia). Él descubrió a Pogacar. Es el padre, tutor y guía del fenómeno. El preparador de Basauri comparte la gestión del UAE con los italianos Mauro Gianetti y Andrea Agostini.

El UAE teams, cuyo presidente es Matar Suhail al Yabhuni Al Dhaheri, que cuenta con la absoluta confianza del príncipe heredero de Abu Dabi, funciona como una empresa, en la que trabajan cerca de 80 profesionales y 40 corredores. Los ciclistas españoles son Juan Ayuso, 21 años, estandarte de una nueva generación, que este sábado se estrena en el Tour de Francia; Marc Soler (30), que también estará en la salida de Florencia y que es uno de los gregarios preferidos de Tadej Pogacar; Igor Arrieta, un navarro de 23 años, hijo de un ex ciclista y preparador deportivo del Movistar, que no va al Tour, y Pablo Torres, un madrileño de 18 años, integrante del equipo nodriza.

El ángel de la guarda

UAE desplaza al Tour a ocho corredores y a alrededor de 30 especialistas y técnicos. Entre ellos destaca la figura de Alejandro Torralbo, considerado el mejor mecánico del mundo. Este cordobés de 61 años lleva en el ciclismo más de 40, ha trabajado con Indurain, Olano, Ullrich, Chava Jiménez, Sastre, Valverde. Él es el más veterano de los cuatro mecánicos desplazados y se ocupará de la puesta a punto de la bicicleta de Pogacar y de sus siete compañeros. El esloveno, además de Ayuso y Soler, contará con la ayuda del portugués Joao Almeida, el franco-ruso Pavel Sivakov, el belga Tim Wellens, el británico Adam Yates y el germano Nils Politt.

Torralbo compartirá tertulias y sobremesas con su amigo Paco Luna, un masajista valenciano de 55 años que ya cuidó a Marco Pantani y que ahora es el ángel de la guarda de Ayuso. En el Tour cada corredor cuenta con un masajista. En este departamento también están integrados Lucio Domínguez, un manchego que trabajó en el Kometa de Alberto Contador; Cristian Batanete, un ovetense de 40 años, y José Teixeira, un vasco de 67, que es otra institución en el World Tour, con larga trayectoria en formaciones de primer nivel. Ellos colaborarán esporádicamente en el Tour ejerciendo labores de intendencia, en varias ocasiones se les verá en los arcenes de la carretera entregando bidones a los corredores.

El UAE también cuenta con la colaboración de Daniel Ortega, un fisio experto en deportes de resistencia (atletismo, natación y triatlón) y Víctor Moreno, recuperador y profesor en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Este alicantino es un apasionado del deporte, ha recibido el Premio Nacional de Investigación por un trabajo sobre las lesiones de los futbolistas.

Espaguetis con queso y pimienta

La evolución de Pogacar está controlada desde larga distancia por Íñigo San Millán, un vitoriano de 52 años. Es profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, donde realiza trabajos clínicos y de investigación en metabolismo celular, especialmente en diabetes, enfermedades cardiometabólicas y cáncer. Compatibiliza su labor de Alto Rendimiento en el UAE con la preparación de la primera plantilla de fútbol del Athletic de Bilbao.

Pogacar mantiene una sintonía especial con Esteve Ramírez, porque nadie prepara mejor su plato preferido: espaguetis con queso y pimienta. Este cocinero de 34 años, que a los 22 se marchó de Barcelona a Francia para aprender el oficio, se unió al equipo en 2019. También estará en el Tour y cuenta con dos estrechos colaboradores: Luis Fernando Olalla e Israel Ruiz.

Pogacar y sus gregarios, en Florencia.

Pogacar y sus gregarios, en Florencia.AFP

Esteve Ramírez adereza los platos siguiendo las instrucciones de Gorka Prieto, un navarro de 34, reputado nutricionista. El diseña los menús y vigila la dieta. A Pogacar le insiste en que debe ser prioritaria la ingesta de hidratos de carbono, con el consumo de arroz, pasta, quinoa, boniatos, cereales y patata. También le advierte de que debe tomar las mínimas cantidades de grasas y huir de los risottos, aceite y postres con mantequilla.

En la sección de entrenadores figura Didac Navarro, un valenciano de 48 años que fue contratado por Matxin en 2022. Fue seleccionador español de ciclismo en pista en los Juegos Olímpicos de Pekín. También destaca Javier Sola, un sevillano de 37 años, que llegó en 2023 y que es profesor de Ciencias del Deporte en la Universidad de Loyola. Cumple su segunda temporada junto a Pogacar.

La nómina del ejército español se completa con el biomecánico David Herrero, un bilbaíno de 44 años, ex ciclista del Euskaltel, experto en la preparación de pruebas de contrarreloj, y con el abogado Íñigo Landa, licenciado por la Universidad de Deusto, experto en el asesoramiento a deportistas y a entidades deportivas. Un ejército multidisciplinar para la reconquista del Tour.

Así se prepara Vingegaard para el Tour: concentración en los Alpes, fortalecimiento de hombros y dieta estricta

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Sonriente, junto a la nieve, con guantes, chubasquero y perneras, dispuesto a lanzarse por las rampas de la estación alpina de Tignes. Una imagen que el equipo Visma publica para el deleite de los seguidores del renacido bicampeón del Tour. Jonas Vingegaard acelera en su preparación para la ronda francesa ante el asombro de técnicos, compañeros y adversarios.

«Nunca he visto nada igual. Tiene una genética privilegiada», ha recalcado Tim Heemskerk, entrenador de confianza del danés. La evolución del ciclista tras la tremenda caída del 4 de abril en la Vuelta al País Vasco ha roto todos los pronósticos. El escalador, que permaneció 12 días en el hospital de Txagorritxu de Vitoria por un neumotórax y las fracturas de clavícula derecha y de varias de costillas, ya ha comenzado su preparación en altitud para alcanzar el pico de forma adecuado para afrontar el Tour. La dirección del equipo Visma aún no se atreve a confirmar si el danés acudirá a la ronda francesa, pero vista su extraordinaria recuperación, todo apunta a que será seleccionado para la carrera que arranca el próximo día 29 en Florencia. Otra cosa es que llegue en plenitud de condiciones, una incertidumbre que también se adueñó el pasado año de Tadej Pogacar, tras fracturarse una mano izquierda por una caída en la Lieja-Bastoña-Lieja.

Vingegaard, tras abandonar el hospital de Vitoria se marchó a su domicilio en Dinamarca, donde retomó el contacto con la bicicleta. A mediados de mayo se trasladó la Mallorca y estuvo entrenándose, con buenas sensaciones, por la zona de Sóller. El 28 de mayo llegó a Tignes, un lugar que le encanta y conoce bien desde hace varios, donde permanece concentrado y espera la llegada de sus compañeros para preparar el Tour. El lunes se incorporaron Wout Van Aert, que venía de participar en la Vuelta a Noruega y que antes también estuvo convaleciente por una caída en Flandes, y Christophe Laporte, que se retiró del Giro de Italia por enfermedad. La próxima semana llegarán los que están participando en el Criterium Dauphiné, entre otros, Sepp Kuss, Mateo Jorgenson, Steven Kruijswijk y Dylan Van Baarle.

«Espero estar en la salida del Tour de Francia y haré todo lo que pueda para llegar en la mejor forma posible», ha dicho el danés, cuya hoja de ruta hasta la salida de la ronda francesa incluye entrenamientos por las montañas cercanas a Tignes (estación que está a unos 2.00 metros de altitud), fortalecimiento de hombros con ejercicios de pesas y fisioterapia y alcanzar su peso ideal con una dieta controlada. Su intención es no disputar carreras antes del Tour de Francia. Idéntico plan tiene Tadej Pogacar, que tras arrasar en el Giro, se ha concentrado en Isola 2000, otra estación alpina, que se encuentra a unos 400 kilómetros de Tignes. Los dos portentos, tan iguales, tan distintos, siempre rentándose desde la distancia.

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Pogacar, el mejor del siglo, abrocha un Giro antológico con registros asombrosos de otros tiempos

Pogacar, el mejor del siglo, abrocha un Giro antológico con registros asombrosos de otros tiempos

Un Giro antológico, con registros de otros tiempos, que encumbra a un ciclista superlativo. Tadej Pogacar (25 años) arrasó en una ronda que terminó este domingo en Roma con la renta más amplia del presente siglo entre el primero y el segundo clasificado. El esloveno superó al colombiano Daniel Martínez en 9.56 minutos. La anterior plusmarca lo estableció Iban Basso, en 2006, con 9.18 respecto al español José Enrique Gutiérrez. La de Pogacar también es la mayor distancia en los últimos 59 años. En 1965, Vittorio Adorni aventajó a Italo Zilioli en 11.26. La mayor diferencia de toda la historia quedó registrada en 1914 (la sexta edición, la primera que se resolvió por tiempo empleado y no por puntos). Aquella fue una carrera durísima, hubo 81 participantes pero sólo terminaron ocho. En un recorrido de 3.162 kilómetros, el italiano Alonso Calzolari empleó 135 horas, 17 minutos y 56 segundos; una hora, 57 minutos y 26 segundos menos que su compatriota Pierino Albini.

No hubo rivales de entidad para Pogacar, que dominó, sin emplearse al fondo, en todas las etapa de montaña. El gran animador durante toda la ronda y en la clausura de Roma, donde fue aclamado por un público que no se cansa de disfrutar con las exhibiciones de un chaval que aglutina admiración y simpatía. Vence sin humillar. El otro protagonista de la jornada de este domingo fue el belga Tim Merlier, que impuso su velocidad en el sprint de la Ciudad Eterna y sumó su tercer triunfo parcial en una ronda en la que Pogacar rubricó unos registros impactantes.

Seis etapas

El dominio absoluto del esloveno quedó reflejado en la conquista de seis etapas, una cosecha que le sirvió para igualar las marcas de los sprinters Mario Cipollini, en 2002, y de Alessandro Petacchi, en 2003. Se quedó a una de las siete conseguidas por Freddy Maertens, en 1977, y de Giuseppe Saronni, en 1980. Igualó las seis de Eddy Merckx en 1973, cuando el belga sumó su cuarto triunfo en la general de la Corsa Rosa. Entonces, El Caníbal ganó cinco en la montaña y una al sprint. El esloveno las consiguió todas en escalada. En la edición que terminó en Roma sólo hubo una victoria española, firmada por el asturiano Pelayo Sánchez (Movistar) en la dura jornada del sterrato, con meta en Rapolano Terme. El discípulo de Samuel Sánchez sobresalió por su coraje e inconformismo.

20 días de rosa

El fenómeno del equipo UAE llegó a Roma vestido con la maglia rosa durante 20 días, la cifra más alta de los últimos 34 años. La sorpresa de Jhonatan Narváez en la etapa inaugural evitó el pleno de Pogacar, un reto que sólo han completado Constante Girardengo (1919), Alfredo Binda (1927), Eddy Merckx (1973) y Gianni Bugno (1990).

General y Montaña

El nombre de Pogacar siempre figuró en los primeros lugares de todas las clasificaciones: General (maglia rosa), Montaña (azzurra) y Regularidad (ciclamino). El mejor debutante del ciclismo moderno se quedó a un paso del triplete, lo que sí consiguió Eddy Merckx en 1968. Pogacar se llevó las maglias rosa y azzurra. En la Montaña sumó 270 puntos, el segundo fue Giulio Pelllizari, con 206. El italiano, con sólo 20 años, fue uno de las grandes revelaciones, finalizó segundo en la etapa de Monte Pana y sexto en la jornada de la doble subida al Monte Grappa. Este domingo fue elegido el corredor mas combativo. La Regularidad fue ganada por Jonathan Milan, Pogacar terminó quinto.

20 triunfos

El bicampeón del Tour ya cuenta con 20 victorias en las grandes vueltas, superando a su compatriota Primoz Roglic, al que este domingo sucedió en el ránking del Giro de Italia. Pogacar es el segundo corredor en activo con más triunfos en las grandes rondas, sólo superado por Mark Cavendish, con 54.

Podio en todos los estrenos

El emblema del equipo UAE ha ingresado en los anales de la historia como el tercer ciclista en subir al podio de la clasificación general en los años de su debut en las tres grandes: En 2019 fue tercero en la Vuelta y en 2020, primero en el Tour. Los anteriores en esta selecta nómina fueron el francés Bernard Hinault y el italiano Felice Gimondi. En los últimos 30 años, sólo Alberto Contador (2008), Nairo Quintana (2014) y Egan Bernal (2021) ganaron el Giro de Italia como debutantes.

En la senda de Pantani

Con su triunfo, Tadej Pogacar ha cerrado el primer asalto de un desafío de oro. Ha vencido sin exprimirse al máximo, guardando energías para el Tour de Francia que arrancará el 29 de junio. El reto del esloveno es imponerse en la Grande Boucle y sumar un doblete en un mismo año. El último que lo consiguió fue Marco Pantani, en 1998, precisamente el año de nacimiento del fenómeno esloveno.

La quinta del 'Baby Giro' dispara su cotización en el reinado absolutista de Pogacar

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Tadej Pogacar regala el maillot y las gafas rosa al niño del Giro y la imagen se hace viral. Giulio Pellizzari (20 años), el más joven de la Corsa Rosa, se emociona tras recibir las prendas de su ídolo en la lluviosa meta de Santa Cristina val Gardena. Cinco años atrás, el chaval del equipo Bardiani se había hecho una foto con el esloveno, su referente. Ambos acapararon protagonismo en el desenlace de la etapa del pasado martes, con nuevo festival de Pogy. El líder superó al italiano en el último tramo y frustró una victoria que el chaval había buscado tras meterse en una escapada y escalar rampas entre la niebla y el frío. La imagen de ambos abrazados es una de las estampas de este Giro que enfila su recta final.

En esa jornada, todos se enteraron de que Pellizzari era el corredor más joven del Giro y que el pasado año destacó en el Tour del Porvenir. A partir de ese día, nada será lo mismo para el prometedor ciclista nacido en San Severino Marche. «Estoy contento, voy progresando bien y me preparo para tomar el relevo de esa gran generación que encabeza Pogacar», ha dicho un joven que jamás olvidará su estreno en el Giro de Italia.

Y es que esta edición de la ronda italiana está siendo una eficaz plataforma de lanzamiento para los debutantes. Los nuevo chicos de oro. El asturiano Pelayo Sánchez se consagró con su victoria en la sexta jornada, la del sterrato. También se ha dejado ver en varias etapas de montaña, como la del Monte Pana. El ciclista de 24 años y formado en la Academia de Samuel Sánchez ya es pretendido por varias formaciones.

El germano Georg Steinhasuer (22 años) saltó a los titulares tras vencer el miércoles en Passo Bronco. El sobrino del controvertido Jan Ullrich es una de las piezas más revalorizadas del EF Education. Otros dos debutantes y pertenecientes a la misma quinta del Baby Giro son el velocista neerlandés Olav Kooij, ganador en el sprint de Nápoles y que se vio obligado a retirarse por un proceso febril, y el cazaetapas francés Valentin Paret-Peinte, triunfador en Cusano Mutri.

El italiano Antonio Tiberi también tiene 22 años y es el portador de la Maglia Bianca, que distingue al mejor joven. Es el adalid de los nuevos escaladores azurros, es quinto en la general y aspira a un puesto en el podio de Roma. Por detrás de él en la nómina de los jóvenes está el neerlandés Thymen Arensman (24 años), sexto en la general y lugarteniente de Geraint Thomas en el Ineos. Filippo Zana (25 años) es tercero y ha entrado en el top ten de la general.

Estos debutantes intentarán sobresalir otra vez en la jornadas de montaña de hoy y de mañana. Ayer prefirieron reservar energías en una etapa llana resuelta al sprint por el belga Tim Merlier (Soudal Quick-Step), que aprovechó el descontrol de los lanzadores del equipo Trek del Jonathan Milan para anotarse su segunda victoria.

Merlier desafía a Milan en una 'volata' descontrolada y suma su segunda victoria

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Segunda diana para Tim Merlier. El sprinter belga impuso su punta de velocidad en otra llegada descontrolada de este Giro que enfila su recta final con el dominio implacable de Tadej Pogacar. El esloveno, tras las exhibiciones de esta semana, se protegió en el seno del pelotón en una jornada en la que los escaladores cedieron el centro del escenario a los rodadores.

La de este jueves fue una etapa sin dificultadores orográficas que transcurrió desde los Dolomitas hasta Padua, en la provincia de Venecia, marcada por una escapada compuesta por Mikkel Honoré, Mirco Maestri, Filippo Fiorelli y el incansable Andrea Pietrobon. El rodador del equipo de Alberto Contador es un filón publicitario, pocos como él han aprovechado las ocasiones para generar o meterse en la escapada buena del día, acaparando la atención de las cámaras en los tramos más interesante. Desde que arrancó el Giro, el corredor del Polti Kometa ha estado escapado más de 450 kilómetros El cuarteto fue neutralizado a falta de 10 kilómetros para la meta.

En la ruta desde la montaña hasta la cercanía del mar, los rodadores impusieron un fortísimo ritmo hasta el curveo final, en las calles de Padua, con susto para Arensman, que quedó cortado por una avería mecánica.

En un recorrido muy técnico, los velocistas se desafiaron en una partida sin dueño. Los lanzadores de Trek de Jonathan Milan tomaron la cabeza y luego cedieron la punta de lanza a los rivales del Soudal o Alpecin. Hasta elMovistar y el Cofidis se dejaron ver adelante. En ese descontrol, Milan perdió las referencias de sus compañeros y los últimos 200 metros tuvo que remontar posiciones. Un esfuerzo extra que le privó de su cuarta victoria, en beneficio de Merlier, que ya se impuso en la tercera etapa. A los sprinters aún les queda la clausura del domingo en Roma.

Nueva fecha para adornar el palmarés de Pogacar, que, salvo catástrofe, llegará a la capital italiana con 20 días consecutivos sin ceder la maglia rosa, la mejor cifra en los últimos 34 años. La sorpresa de Jhonatan Narváez en la etapa inaugural evitará lo que apuntaba a ser un pleno de Pogacar, un dominio absoluto que sólo Constante Girardengo (1919), Alfredo Binda (1927), Eddy Merckx (1973) y Gianni Bugno (1990) consiguieron en la historia de la carrera. Pogi acumula 17 días con la prenda de líder, una marca superior a las 15 jornadas que sumó su compañero Joao Almeida en 2020, el mejor registro de los últimos tiempos.

La etapa de este viernes vuelve a ser un castigo para los sprinters y una oportunidad para los cazaetapas y los escaladores. La cita consta de 178 kilómetros, con salida en Mortegliano y llegada a Sappada, que presenta tres ascensiones y un final nervioso previo a unas rampas del 15% en Sappada.

Majka, el gregario díscolo de Contador que ahora es el ángel protector de Pogacar

Majka, el gregario díscolo de Contador que ahora es el ángel protector de Pogacar

El ángel de la guarda del nuevo demonio del ciclismo empezó jugando al fútbol, pero abandonó el balón a los 12 años cuando un entrenador de ciclismo visitó su escuela. «Probé la bici y me gustó». Desde entonces, el polaco Rafal Majka (Zegartowice, 1989) inició una carrera meteórica. En 2011, con 21 años, fue invitado por el equipo Saxo Bank a un stage en Mallorca, en un entrenamiento de comienzo de la temporada fue el único que consiguió aguantar a Alberto Contador en una subida. Bjarne Rijs decidió contratarle de inmediato.

A sus 34 años, este escalador que siempre albergó la idea de conquistar una de las tres grandes rondas por etapas, ha sabido reinventarse como escudero de calidad de Tadej Pogacar en este Giro que afronta su recta final. Nunca falla, siempre protege a su jefe en los momentos decisivos de la carrera. Los rivales le temen, porque saben que en las rampas más exigentes toma las riendas del pelotón e impone un ritmo machacante para minar energías y catapultar al esloveno. Siempre es así, todos lo saben, pero nadie puede evitarlo. Lo hizo ayer en el Passo Broncon y antes en las llegadas a Monte Pana, Livigno o Patri di Tivo.

El suyo es un trabajo sacrificado, poco vistoso pero muy apreciado por los directores. Una labor que Majka desempeña como ninguno tras asumir un costoso proceso interior. Y es que él, por condiciones, podría considerarse superior a los dos principales perseguidores de Pogacar en la general: el colombiano Daniel Martínez, con corto palmarés en las tres grandes, y el galés Geraint Thomas, que hace tiempo ofreció la mejor versión de sí mismo.

Y es que el protector de Pogacar atesora una brillante hoja de servicios y también un pasado con pretensiones. Aprendió con los mejores. Fue gregario de Alberto Contador en Saxo Bank y en el Tinkoff, grupo en el que también coincidió con Peter Sagan, Iban Basso o Roman Kreuziger. El equipo patrocinado por el impulsivo magnate ruso Oleg Tinkov se convirtió en una olla a presión por la permanente exigencia de resultado. Los abandonos de Contador en el Tour de 2014 y el quinto puesto en la edición de 2015 hicieron crecer a Majka en el escalafón. Algunos le acusaron de traidor y de velar sólo por sus intereses. Desde que llegó al Saxo Bank se consideró un ciclista de largo recorrido. Ganó el Premio de la Montaña del Tour de 2014 y fue tercero en la Vuelta a España de 2015 y quinto en el Giro de 2016. Es un ídolo en su país tras conseguir la medalla de bronce en la prueba en ruta de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016.

En 2021, cuando Joxean Fernández Matxin le convenció para fichar para el UAE, consumó una apoteósica escapada en la Vuelta a España, con un triunfo en El Barraco tras una fuga de 125 kilómetros.

Majka se muestra satisfecho con ser el guardaespaldas de Pogacar, un corredor al que admira: ''Tadej es un gran líder, no sólo por sus cualidades ciclistas, también en el trato personal, siempre correcto y agradecido. Cuando él forma parte del equipo, noto que el nivel de todos es mejor''. Unas palabras que coinciden con las de Matxin: ''Pogacar no es un campeón, es un líder que siempre está atento a sus compañeros. Si el gana siempre reparte con ellos''. En el UAE deslizan que líder del Giro quiere regalar una etapa a su guardián, las jornadas de mañana y el sábado son las más propias.

«Lo mejor de mi trayectoria deportiva es el bronce en Río de Janeiro de 2016, subir al podio del Premio de la Montaña del Tour de Francia y correr con Pogacar en su segundo triunfo del Tour de Francia», apunta el polaco, siempre abriendo camino a la maglia rosa del Giro.

Pogacar, generoso, se divierte y permite ganar al joven alemán Steinhauser

Pogacar, generoso, se divierte y permite ganar al joven alemán Steinhauser

El nuevo Caníbal es amable y generoso. Tadej Pogacar, tras firmar dos triunfos consecutivos en los Dolomitas, permitió a sus rivales participar en en el reparto de su suculenta presa en este Giro de los récords. El esloveno, en la doble subida al Passo Broncon, prefirió reservar energías y no desgastar a su equipo. El líder, saciado con cinco victorias en esta ronda que enfila su último tramo, permitió que el alemán George Steinhauser ganara la etapa y estrenara su palmarés profesional.

El chaval del EF Education (22 años) se metió en la escapada buena de la jornada y supo aprovechar ese impulso para otorgar a su equipo el primer triunfo en la Corsa Rosa. Inmejorable debut para el joven corredor.

Steinhauser ganó porque Pogacar se permitió un descanso en una jornada corta de montaña (159 kilómetros), pero sin apenas zonas de recuperación. El pelotón, comandando por el DSM de Romain Bardet, otorgó permiso a la escapada de rigor, integrada por Nairo Quintana, Alaphilippe, Caruso, Pellizzari (primero en el Passo Sella, la nueva Cima Coppi), Valter, Conci, Ghebreigzabhier, Ballerini, Frigo y el propio Steinhauser.

Después de pasar por el Passo Sella y descender por el Val di Fassa y el Val di Fiemme hasta Predazzo, la carrera transcurrió por una sucesión ininterrumpida de duras subidas y bajadas, hasta llegar a la primera ascensión al Passo Brocon por el lado norte, para luego afrontar la última escalada, en la que Steinhauser se marchó ante la parsimonia del pelotón. Con Pogacar ajeno a la pelea por la etapa, el alemán fue ganado distancia, superando los tres minutos.

La cita, que parecía aburrida, se animó en las rampas de los últimos dos kilómetros, con pendientes superiores al 10%. Ahí, Pogacar tomó la cabeza del grupo de favoritos y, sin atacar, dejó clavados a todos. La historia repetida de este Giro en el que el líder apenas es inquietado por sus enemigos.

Al final, el alemán venció con un margen de 1.22 minutos sobre Pogacar. El portador de la maglia rosa aumentó a renta sobre Daniel Martínez en 18 segundos. Pogacar se divierte y los aficionados disfrutan.

Este jueves, cambio de tercio, con una etapa llana de 178 kilómetros entre Fiera di Primiero y Padova. Una pugna para los cazaetapas y velocistas.

Pogacar, un líder de otro tiempo, logra su histórico repóker de victorias en el Giro

Pogacar, un líder de otro tiempo, logra su histórico repóker de victorias en el Giro

Un insaciable devorador de récords. Un corredor con un nivel superlativo dispuesto a establecer registros desconocidos en el siglo XXI. Un líder de otros tiempos. Tadej Pogacar es incomparable en el ciclismo moderno. En 2020, con sólo 21 años, se convirtió en el vencedor más joven del Tour de Francia después de la Segunda Guerra Mundial y ahora está dispuesto a establecer una magnífica marca en el Giro de Italia.

El esloveno, que ya suma quinta victoria en el año de su debut en la Corsa Rosa, puede establecer la distancia más amplia con el segundo clasificado en el siglo XXI y más larga en los últimos 60 años.

Pogy ya supera a Daniel Felipe Martínez en más de siete minutos y todavía restan tres etapas de alta montaña en las que lo más probable es que aumente la distancia: La de este miércoles, con cinco puertos y final en el alto de Brocon; la de viernes, con clausura en la Cima Sappada; y la del sábado, con doble subida al Monte Grappa.

Este martes volvió a brillar en una jornada que fue alterada por la adversa climatología. La nieve, el frío y el peligro de las caídas provocó que no se ascendiera el puerto de Umbrailpass y que etapa quedara reducida a 121 kilómetros, 85 menos de los previstos. La salida tomó en Spondigna cuatro horas después del horario previsto. El pelotón se movió con nerviosismo hasta llegar al tramo decisivo de los últimos 25 kilómetros, con los ascensos consecutivos a Passo Pinei y a Monte Pana. La pasada semana, la dirección del Giro decidió que no se escalara el Stelvio por la posibilidad de avalanchas. Decisiones correctas para proteger a los actores del espectáculo.

El UAE de esloveno, con ayuda del Movistar, controló una etapa en la que Alaphilippe, Piccolo, Ballerini y Maestri se fugaron entre la niebla, la lluvia y el frío 5. También lo intentaron Pelayo Sánchez, a 20 kilómetros, en la subida al Passo Pinei, Costiou y Pelizzari. Fuegos de artificio hasta que el esloveno, sin aparente dificultad, se desprendió de sus enemigos. No atacó, no se levantó del sillín, sólo mantuvo una cadencia imposible de igualar para unos rivales que ya se han acostumbrado a convivir con un corredor de un nivel superlativo. Cerca de medio minuto cedió Martínez, que estuvo más sólido que Thomas. Nuevo triunfo de Pogacar, el 74 de su palmarés, para extender su dominio en un Giro que estadísticamente puede pasar a la historia.

En este siglo, la mayor diferencia entre los dos primeros se registró en 2006, edición en la que el italiano Iban Basso superó al español José Enrique Gutiérrez en nueve minutos y 18 segundos. La segunda mejor marca es la de 2001, cuando el local Gilberto Simoni aventajó a Abraham Olano en 7.31.

La renta más amplia en los últimos 70 años quedó sellada en 1954 por el suizo Carlos Clerici, que distanció a su compatriota Hugo Koblet en 24 minutos y 16 segundos. Once años después, en1965, Vittorio Adorni aventajó a Italo Zilioli en 11.26. La mayor diferencia de toda la historia quedó registrada en 1914 (la sexta edición, la primera que se resolvió por tiempo empleado y no por puntos). Aquella fue una carrera durísima, hubo 81 participantes pero sólo terminaron ocho. En un recorrido de 3.162 kilómetros, el italiano Alonso Calzolari empleó 135 horas, 17 minutos y 56 segundos; una hora, 57 minutos y 26 segundos que su compatriota Pierino Albini.

Tiempos de héroes que no se detenían ante barreras, como Pogacar. El esloveno también persigue ser el mejor debutante del ciclismo moderno con la conquista de la clasificación General (maglia rosa), Montaña (azzurra) y Regularidad (ciclamino). Un triplete que ya consiguió Eddy Merckx en 1968, también en su primera participación. Tadej y Eddy, tan parecidos como incomparables.

Pogacar domina con autoridad la Montaña. Antes de la jornada de descanso sumaba 172 puntos, el segundo era el alemán Simon Gescke, con 78. En la Regularidad era sexto, con 84 puntos, el líder era Jonathan Milan, con 284 puntos.

Tiberi (el mejor joven del Giro), un tipo despedido por matar a un gato y admirado por Pogacar

Tiberi (el mejor joven del Giro), un tipo despedido por matar a un gato y admirado por Pogacar

El rival más elogiado por el heredero de El Caníbal fue despedido por el equipo Trek-Segafredo por matar con una escopeta de aire comprimido al gato del ministro de Turismo y Correos de San Marino. Una imprudencia que marcó profundamente a Antonio Tiberi (Fronsinone, 2001), el nuevo ídolo de los tifosi. Tadej Pogacar, con sus declaraciones, ya ha consagrado a este debutante del Giro. «Antonio Tiberi es, hasta ahora, el único corredor que ha tenido pelotas. Admiro el coraje que ha mostrado», dijo tras observar su atrevimiento en las subidas a Prati de Tivo y a Cusano Mutri, en el primer tercio de la ronda italiana.

Este chaval, que creció viendo los triunfos de Vincenzo Nibali en el Tour, Giro y Vuelta y con el compartió habitación durante una temporada en el Trek, es la principal apuesta italiana para el podio de Roma. A sus 22 años, afronta el inicio de la última semana de la carrera en la quinta plaza de la general, un puesto que podría dejar atrás porque pocos escalan con más soltura que él. Hoy tomará la salida, en Livigno, con una desventaja de 9.26 respecto de Pogacar, pero sólo está a 2.30 minutos del podio, que es la distancia que le separa del tercero, el colombiano Daniel Felipe Martínez (Bora). Además, es el portador de la Maglia Bianca, prenda que distingue al Mejor Joven, con 19 segundos de margen sobre el neerlandés Thymen Arensman (Ineos).

Desde juvenil, Tiberi destacó por su polivalencia. En 2019 se proclamó campeón de contrarreloj en el Mundial júnior disputado en Yorkshire (Inglaterra) tras firmar un bravo ejercicio superación: poco después de la salida sufrió una avería mecánica que le hizo perder medio minuto y le obligó a seguir la carrera sin referencias ni potenciómetro. A pesar de este contratiempo superó al segundo clasificado, el neerlandés Enzo Leijnse, en siete segundos.

En 2020 militó en el Colpack, el grupo de formación en el que también estuvo Juan Ayuso. En 2021 fichó por el Trek-Segafredo y un año después se anotó la etapa reina del Tour Hungría. La escuadra estadounidense le apartó de la competición en 2023, después de conocerse que había sido denunciado por disparar, el 21 de junio de 2022, a un felino desde una ventana del tercer piso de su apartamento en el centro histórico de San Marino. El corredor sostuvo que aquello fue una imprudencia, que nunca quiso matar al gato. «Sólo quería medir la capacidad de tiro del arma. Apunté también a una señal de tráfico y reconozco que también intenté dar al gato y, para mi sorpresa, le di. No tenía intención de matarle, estaba convencido que el arma no era letal», declaró Tiberi ante las autoridades de San Marino. La mascota pertenecía a un miembro del Gobierno de San Marino, que no dudó en demandar al ciclista. La muerte del animal supuso una multa de 4.000 euros.

El padre de Tiberi, Paolo, que también se dedicó al ciclismo, argumentó que aquello fue una maldita casualidad y que su hijo, al contrario de lo que muchos pudieran suponer, es un apasionado de los animales. Y es que Antonio Tiberi se crió en una granja de su familia en la que hay cinco perros y 17 gatos, la mayoría de los felinos son callejeros, llevados allí por el propio Antonio. «Mi hijo cometió un gran error, tanto al probar el arma desde la ventana como al pensar que no era letal. Fue una tontería fruto de la inexperiencia», expuso en un reportaje en Bicisport.

En la primavera de 2023, el ciclista y el Trek acordaron la rescisión del contrato y a final de la pasada temporada, el escalador se comprometió con el Bahrain Victorious para ocupar el puesto de Mikel Landa, que se marchó al Soudal Quick Step de Remco Evenepoel. El fichaje del italiano por la formación patrocinada por el país árabe ha supuesto una fructífera relación para ambas partes. El corredor ha crecido una barbaridad y el equipo ocupa lugares de privilegio en el Giro. «Quiero seguir progresando y prepararme para un futuro ganar el Giro. Ese es mi sueño», ha dicho un ciclista que, con 1,82 metros y sólo 62 kilos, se aleja de la aquella figura del escalador pequeño que sufre en el llano. «Intento defenderme en todos los terrenos», apunta el italiano, que en la contrarreloj del pasado sábado terminó en sexta posición.

Tiberi, un valor en alza estigmatizado por un felino.