Kylian Mbappé anuncia su adiós al PSG: "Jugaré mi último partido en el Parque de los Príncipes este domingo"

Kylian Mbappé anuncia su adiós al PSG: “Jugaré mi último partido en el Parque de los Príncipes este domingo”

El primer paso está dado. Kylian Mbappé ha anunciado este viernes su adiós definitivo al PSG. Lo ha hecho con un vídeo publicado en todas sus redes sociales, un relato a viva voz, serio, explicando los motivos que le llevan a abandonar la que ha sido su casa durante las últimas siete temporadas.

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"Quería hablar con ustedes. Siempre había dicho que iba a hablar con ustedes cuando fuera el momento adecuado. Quería decirles a todos que este es mi último año en el PSG. No voy a renovar. Terminaré mi aventura dentro de unas semanas. Jugaré mi último partido en el Parque de los Príncipes el domingo", comenzaba el delantero y capitán del PSG.

Sus tiempos son lógicos. El PSG disputará este domingo ante el Toulouse su último partido de la temporada en casa, el último momento para que la afición pueda despedir al que ha sido la gran estrella del club estos años. "Son muchas emociones. Tuve la oportunidad y el inmenso honor de formar parte del club más grande de Francia, uno de los mejores del mundo".

El vídeo, además, llega después de la eliminación del PSG de la Liga de Campeones a manos del Borussia Dortmund, la última gran prueba de fuego de la temporada. Le queda la Copa, pieza menor para un equipo que aspiraba a todo.

Mbappé acaba contrato el 30 de junio y ha decidido no hacer efectiva la cláusula que le permitía renovar por una temporada más, una decisión de la que informó a Nasser Al-Khelaifi el pasado junio de 2023. Recibió numerosas presiones y fue descartado de la gira por Japón que realizó el PSG, pero se mantuvo firme en su decisión.

Una decisión que está clara: firmar por el Real Madrid, el club que le lleva intentando fichar desde 2018, cumpliendo así su palabra, por fin, con Florentino Pérez, al que rechazó hace un par de años y al que ahora regresa, veremos si convertido el Madrid en campeón de Europa.

Wembley

Esa final de Wembley retrasará los acontecimientos, aunque no es algo que preocupe a ninguna de las partes. Después de caer eliminado en Europa, Mbappé quería anunciarlo antes de su último partido en casa. Si hubiera llegado a la final de la Champions, hubiera mantenido su silencio.

Y el Madrid, por su parte, le deja moverse como quiera, sin mencionar el nombre del club en el mensaje de despedida. Mbappé ha dicho que deja el PSG y Francia por "un nuevo desafío", pero no ha anunciado cuál.

El Madrid quiere centrar sus esfuerzos en el Dortmund y no anunciará nada hasta la semana del 3 de junio. Esos días, y antes de que se concentre con Francia para la Eurocopa, el conjunto blanco oficializará su llegada.

"Es duro, y no pensé que sería tan difícil anunciar que dejaba mi país y la Ligue 1. Pero necesito un nuevo desafío después de siete años. Sé que no soy el jugador más demostrativo pero doy las gracias a la afición por todo el cariño que me han brindado durante siete años. El PSG es un club que no te deja indiferente, o lo amas o lo odias. No me arrepiento, es un club que recordaré toda mi vida. No jugaré más aquí pero seguiré viendo todos los partidos. Intenté dar lo mejor de mí, agradezco a la vida todas las emociones que viví. Ahora nos toca levantar el último trofeo. Ici c'est Paris, adiós", finalizó.

Joselu, de la final de París con su padre a héroe inesperado ante el Bayern: "El destino me lo tenía preparado"

Joselu, de la final de París con su padre a héroe inesperado ante el Bayern: “El destino me lo tenía preparado”

"¿Alguien me puede dar un link bueno para ver el Madrid?". En agosto de 2012, Joselu Mato (Stuttgart, 1990) pedía a través de su cuenta de Twitter un enlace pirata para poder ver un partido del Madrid. El Hoffenheim acababa de pagar 6 millones de euros por él al conjunto blanco tras haber destacado en el Castilla y no tenía forma, legal, de animar a su equipo desde Alemania. Diez años después, en 2022, el delantero, en ese momento en el Espanyol, acudió con su padre a la final de la Champions en París. Dos más tarde, en 2024, el hombre que buscaba partidos en internet y que se cogió un vuelo para asistir como público a la Decimocuarta es el héroe del madridismo ante el Bayern.

"Eso es sentimiento. Eso es ser madridista. El destino me lo tenía preparado", admitió el atacante en zona mixta, donde fue el gran protagonista. "En 2022 fui como un aficionado más, fui a apoyar a Carvajal y al Madrid porque era importante en mi casa también. Así que estuve muy feliz por él y por el club. Ahora estoy yo en la siguiente final, me ha tocado... Feliz por mí y la plantilla", resumía, todavía con la respiración acelerada por una noche de éxtasis.

Joselu tardó 163 segundos en marcar los goles que enviaron al Madrid a Wembley. Dos minutos y 43 segundos. Un rechace de un disparo de Vinicius y una asistencia de Rüdiger. "Valen igual en 163 segundos, ¿no?", bromeó. "Uno se hace futbolista para vivir esto y también para vivir todo lo que viví en mi pasado. El trabajo me ha traído hasta aquí".

Dos zarpazos de un delantero de 34 años cedido por el Espanyol, un equipo que ahora mismo está en Segunda División. Un préstamo que le costó 500.000 euros al conjunto blanco y que fue la única manera, junto al cambio de posición de Bellingham, que encontró la directiva de sustituir a Benzema mientras esperaba a Mbappé.

Joselu dejó en la cuneta al Bayern de Harry Kane, el nueve de la temporada y el hombre que también sonó para ser el recambio de Benzema. Al final el Madrid decidió aguardar a Mbappé, que llegará este verano junto a Endrick, y optó por pagar medio millón de euros al Espanyol para contar una temporada con Joselu. Unos meses después, la final de la Champions no ha podido salir más barata. "Hay gente que dudaría a principio de temporada, pero con el trabajo y la confianza del míster y los compañeros... El trabajo da sus frutos", declaró el futbolista, que a lo largo de su carrera ha pasado por 10 equipos y tres Ligas. Celta, Real Madrid, Deportivo, Alavés y Espanyol en LaLiga, Hoffenheim, Eintracht y Hannover en la Bundesliga y Stoke y Newcastle en la Premier.

Ahora el conjunto blanco debe decidir qué hacer con la opción de compra sobre el futbolista gallego. Puede pagar 1,5 millones para que siga en la plantilla y parece que lo hará, aprovechándose de un perfil que no existe en la plantilla. El hueco con Mbappé, Vinicius, Rodrygo y Endrick será pequeño, pero ninguno aporta lo que es capaz de dar Joselu. "Joselu es el reflejo de lo que es esta plantilla. Todo compromiso, todo trabajo", le elogiaba Carlo Ancelotti.

El técnico italiano ha confiado de manera constante en el ariete, a veces como titular por la lesión de Vinicius y otras como solución de emergencia en el tramo final de los partidos. Y Joselu ha respondido. Acumula 9 goles y 2 asistencias en Liga, 2 en Copa, uno en la Supercopa de España y 5 en la Champions. 17 goles. "Ancelotti nos dijo antes del partido que hay partidos que se ganan con el corazón. Me abracé con él y lo que nos dijimos queda entre él y yo. Ha confiado en mí y solo tengo palabras de agradecimiento".

Su llegada no fue del todo fácil y ni siquiera él confiaba demasiado en volver al Madrid. "Yo estoy muy feliz en el Espanyol y esa etapa ya pasó. Al final tengo que mirar por mí aquí y luchar por nuestros objetivos", contestó en abril de 2023 preguntado por el interés de los blancos. Se equivocó, porque el descenso de su equipo activó una cláusula que fue 'calderilla' para el Madrid. Unos meses después regresaría a la que había sido su casa y no ha parado de hacer goles: uno cada 112 minutos.

De los penaltis de 2012 a la agonía de 2024: un Bernabéu agónico olvida su drama contra el Bayern

De los penaltis de 2012 a la agonía de 2024: un Bernabéu agónico olvida su drama contra el Bayern

«Son parecidos a nosotros». Carlo Ancelotti clavó el perfil de la eliminatoria justo antes de que empezara. En Múnich dominó el Bayern, en el Bernabéu lo hizo el Madrid. Ambos, quizás, más cómodos en el rol del que tiene que esperar y no en la piel del que debe proponer. Lo sufrieron los alemanes en el Allianz, condenados a no acertar ante Lunin y a una arrancada de Vinicius cuando casi nadie lo esperaba. Y lo vivieron los blancos en Chamartín, perdonando ocasiones muy claras durante una hora de partido, dejando vivo a un equipo al que, como el Madrid, hay que matar varias veces para tumbar en la arena.

Los 0,71 goles esperados del cuadro de Ancelotti al descanso, esa estadística que sacó a relucir Luis Enrique tras caer ante el Dortmund, hablaban de la superioridad madridista en las sensaciones, pero no en el marcador. Y los tópicos del fútbol siempre dicen que eso se paga. Ocho remates, dos de ellos a puerta, uno al palo... Vinicius, en una actuación colosal, acumuló regates sin parar, se convirtió en el mejor futbolista del duelo e inició todos los ataques del Madrid, que no pudo concretar ni uno frente a un Neuer gigante.

Y de repente, el chispazo. Como el de Rodrygo en Manchester ante el asedio del City, como el de Vinicius en Múnich... Una contra de Musiala, un pase en largo de Kane, una arrancada de Davies y un derechazo impecable del canadiense para destrozar el Bernabéu.

El lateral es, curiosamente, uno de los nombres que suenan para reforzar la plantilla del Madrid. Termina contrato en 2025 y el conjunto blanco le quiere, quizás más tras un gol que celebró con rabia, sin guardarse nada. Lógico.

El exorcismo de Joselu

Tras el gol, Ancelotti sentó a Kroos y apostó por Modric, norma no escrita de esta Champions en la que el italiano no jugado ni un sólo minuto sin alguno de los dos sobre el césped. El Madrid reaccionó, pero se encontró con el VAR.

Szymon Marciniak anuló el empate de Nacho por un manotazo y parecía que la decisión había hundido al psicológicamente al Madrid, centrado en las ocasiones falladas. Pero quién va a hundir al Madrid.

Los blancos olvidaron el 25 de abril de 2012 y aquellos penaltis dramáticos contra el Bayern. Aquel Mourinho de rodillas en el césped, aquel disparo de Ramos a las nubes y aquel Cristiano llorando a mares. Una de las noches más tristes de la historia reciente del madridismo desapareció ayer, fundida a negro tras otra remontada histórica.

El doblete de Joselu evitó la primera eliminación europea del Madrid en casa desde 2019 contra el Ajax y continuó la serie de inexplicables triunfos ante la orilla de la Champions. PSG, City y Chelsea en 2022, Bayern en 2024, otro gigante de Europa que se vio triunfando en el Bernabéu y que murió sin saber cómo.

La fórmula mágica del Madrid desde 2014: Kroos o Modric y diez más

La fórmula mágica del Madrid desde 2014: Kroos o Modric y diez más

Hay un denominador común en las cinco Ligas de Campeones ganadas por el Real Madrid en la última década. Una constante que se ha repetido pasara lo que pasara en el partido y fuera como fuera el marcador: Luka Modric o Toni Kroos estaban en el campo durante cada uno de los minutos de la final. Uno u otro. Pero siempre ellos. Carlo Ancelotti parece haber estudiado bien la estadística, o simplemente se ha dejado llevar por la experiencia de quien recurre a lo más sencillo en situaciones límite y resume todo problema en «pon a los buenos», pero durante la Champions de este año el italiano no ha disputado ni un solo minuto sin uno de sus dos grandes centrocampistas. Uno u otro. Pero siempre, otra vez, ellos.

En su camino hacia la final de Wembley y en pleno proceso de transición entre la vieja y gloriosa guardia y la galaxia de jóvenes estrellas que acaban de explotar en Chamartín, Ancelotti ha tenido claro que pese a la fuerza, el talento, la verticalidad y el famoso «fútbol moderno» que proponen Tchouaméni, Camavinga, Valverde o Bellingham, en su centro del campo siempre tiene que haber un jugador de toque, organizador, con una calidad futbolística extraordinaria y con una inteligencia para la pelota superior a la media. Un futbolista de época. Eso son Kroos y Modric. Indispensables.

La dirección técnica del Madrid tendrá que decidir a final de temporada qué hace con las renovaciones del alemán y el croata. Ambos terminan contrato. Uno, Kroos, con 34 años y después de una de las mejores campañas de su vida. Otro, Modric, con 38, asumida, por obligación, su suplencia y compitiendo a cuentagotas. Curiosamente, casi siempre por el centrocampista germano.

«Están aquí y están bien»

Veamos los partidos de Champions de este curso. Primera jornada ante el Unión Berlín: Modric fue titular y Kroos entró en el minuto 66. En Nápoles, Kroos de inicio y Modric entró por él en el 65. En Braga el alemán no jugó, pero Modric disputó los 90 minutos. Ante los portugueses en el Bernabéu, partido completo para Kroos, igual que en la vuelta ante el Nápoles. Y en Berlín, 90 minutos para Modric.

En las eliminatorias la situación no sólo no ha cambiado, sino que ha sido todavía más clara. Ancelotti ha sustituido a Kroos en cuatro de los cinco encuentros y en todos su recambio ha sido Modric. «Los demás pueden jugar sin ellos. Pueden y podrán», contestó ayer Ancelotti sobre el futuro del centro del campo. «Pero de momento Kroos y Modric están aquí y están bien», insistió.

Cinco finales y una Copa de Europa entera en la que ni Ancelotti ni Zidane han vivido sin el alemán ni el croata. Es un dato tan importante que no se necesita mucho más para valorar la importancia de los dos en el proceso madridista de los últimos años, pero hay más. «Dan imaginación e ideas al centro del campo», explican desde Valdebebas, donde preocupan sus salidas, no tanto por su edad y sus contratos, que ya entran en la lógica de la reconstrucción madridista, sino por su estilo de juego y su nivel. «No hay ese perfil en el mercado», añaden.

261 minutos de 4.410 posibles

Modric lanzando el córner del cabezazo de Ramos en Lisboa 2014, Kroos sacando la falta del empate de Ramos en Milán 2016, Modric asistiendo a Cristiano en el 1-3 de Cardiff 2017 y Kroos saliendo del campo aplaudiendo a la grada, Kiev 2018, París 2022... Han dominado Europa de tal manera que esta noche, ganen o pierdan, el miedo a que sea su último partido continental en Chamartín estará en el ambiente. «Para algunos será el último», recordaba Carvajal.

Esta temporada Ancelotti ha conseguido cuadrar sus roles todavía más que el curso anterior. Aprovechándose del nivel de Kroos, el Madrid sólo ha vivido sin ellos durante el 6% de los minutos de la temporada, contando Liga, Copa (quitando Arandina), Champions y Supercopa. 261 minutos de 4.410 posibles en 48 encuentros.

De inicio, Carletto sólo ha querido sentar a ambos en el banquillo en tres encuentros, los tres en Liga. En la jornada 1 contra el Athletic Club, en la tercera ante el Celta y en la jornada 7 contra Las Palmas. En su lugar, el técnico apostó por Camavinga, Tchouaméni, Valverde y Bellingham en ese famoso rombo que se inventó en verano. El equipo ganó los tres partidos, pero el italiano no volvió a confiar en una alineación sin alguno de sus hombres de máxima confianza.

Menos que el año pasado

Una situación, la de esta temporada, un tanto sorprendente si tomamos como referencia la anterior. En las eliminatorias de la pasada Champions, el Madrid terminó 5 de los 8 encuentros sin ambos, incluidos los dos contra el City. Y en Liga el número de partidos sin ninguno de los dos en el once inicial ascendió a ocho, casi el triple que este curso.

Llama la atención en estos datos que en la Liga anterior, todavía sin Bellingham, el hombre elegido para realizar ese rol de creador era Dani Ceballos, titular cuando ni el alemán ni el croata eran de la partido. Pero el bajón del andaluz y la poca confianza del técnico en él han terminado por recuperar la fórmula mágica de Ancelotti y del Madrid: Kroos o Modric y diez más. La fórmula de las cinco (o seis) Copas de Europa.

El "miedo" de Ancelotti y la "ilusión" de Carvajal: "El míster cada vez está más miedoso"

El “miedo” de Ancelotti y la “ilusión” de Carvajal: “El míster cada vez está más miedoso”

Carlo Ancelotti puede llegar mañana a su tercera final de Champions como entrenador del Real Madrid. Sería la sexta para Dani Carvajal. Los dos, técnico y tercer capitán del conjunto blanco, se mostraron ilusionados un día antes del duelo ante el Bayern de Múnich, aunque con el freno echado por la dificultad del encuentro de ida.

"Hoy es un día que merece la pena vivir. Antes de una final, con toda la ilusión del mundo... Es una motivación ser protagonista de esto", valoró Carletto, que reconoció que "mañana será más complicado de vivir". "Antes del partido llegan la preocupación y el miedo. Pero tenemos mucha motivación", declaró.

Eso sí, el italiano mantuvo los pies en el suelo: "Puede ser otra noche mágica, pero optimismo no hay, hay conciencia de las dificultades, que son muchas. El Bayern fue mejor que nosotros en la ida", recordó.

Ancelotti admitió que "el Bayern es parecido a nosotros", en referencia al estilo y la historia del cuadro alemán. "Tienen gran tradición, gran historia y mucho éxito en Champions. Creo que nos respetamos y es justo que sea así", y reflexionó sobre la táctica del partido: "Nos conviene más un partido con intensidad y ritmo, en la ida a nivel defensivo se podía hacer más. Así que queremos un partido intenso", explicó, añadiendo que "no quiero un equipo con una sola identidad".

Sobre la plantilla, confirmó de nuevo la titularidad de Lunin en la portería y dejó la única incógnita abierta de quién acompañará a Rüdiger en el centro de la zaga. A 24 horas del partido, parece que el italiano apostará por repetir el once de la ida, con Nacho al lado del alemán, Tchouaméni como eje del centro del campo y Camavinga en el banquillo.

"Confío porque es el Madrid y creo que voy a estar en el lado bueno de la historia mañana, pero seguro que Tuchel también lo cree", finalizó.

Segundos más tarde, Carvajal se mostró más confiado que su entrenador. "El míster cada vez está más miedoso", bromeó. "Yo intento disfrutar cada momento, cada entreno... Estoy deseando ver con los compañeros la otra semifinal, cenar con ellos, el cosquilleo de mañana... Liberarme y no gastar energía en los nervios", reflexionó.

El defensa recordó que "sólo hemos perdido dos partidos esta temporada, así que estamos ilusionados". "Cuando salimos a la calle nos felicitan por la temporada... Y por qué no soñar con la 15ª", dijo, antes de elogiar al cuerpo técnico: "Tanto el míster como su staff han sido culpables de nuestro éxito, Con las salidas de Benzema y Asensio hemos tenido llegadas muy buenas, luego lesiones... Y los datos ahí están, sólo dos partidos perdidos. A dos partidos de ganar la Champions. Nos tiene a todos con los ojos abiertos".

El mayor abismo entre Madrid y Barça: títulos, imagen, millones, valor de mercado, patrocinios...

El mayor abismo entre Madrid y Barça: títulos, imagen, millones, valor de mercado, patrocinios…

Los 14 puntos que separan a Madrid y Barça en la clasificación liguera explican la realidad que viven ambos equipos. La realidad deportiva, institucional y social de dos organizaciones que se han comparado sin parar durante las últimas décadas y que ahora se observan desde lejos, distanciadas por los títulos que acumulan en sus vitrinas en las últimas cinco temporadas, por su éxito en Europa, por los millones que valen en el mercado sus futbolistas y por las diferencias de imagen que muestran hacia el exterior.

El Barcelona, enfangado en una crisis institucional eterna, con problemas económicos y sainetes en su banquillo. El Madrid, cómodo en el acorazado blindado por Florentino y Ancelotti, empujado al éxito por jóvenes jugadores convertidos en estrellas mundiales y con Kylian Mbappé amenazando en el horizonte.

El conjunto blanco va camino de poner una distancia de puntos histórica sobre el segundo. El Barça de Vilanova ganó la Liga 2012-13 con 15 de ventaja sobre el Madrid, cifra récord, y ahora los blancos aventajan al Girona en 13 y a los azulgrana en 14. En la mente madridista, los 19 que el Barça les sacó en 2019, cuando el cuadro del Bernabéu terminó tercero. Una motivación para las últimas jornadas.

10 títulos del Madrid desde 2020

Más allá de los puntos de este curso, el resumen de la realidad deportiva de los dos equipos en las últimas cinco temporadas habla también de ese abismo. El Madrid ha ganado los últimos cuatro clásicos, pero a nivel global, desde la campaña 2019-20, los blancos han ganado tres Ligas, una Copa, tres Supercopas de España, una Champions, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. 10 títulos a la espera de esta Copa de Europa.

Enfrente, el Barça celebró una Liga, una Copa y una Supercopa de España. Tres trofeos para una entidad sumida en el caos que ve cómo desde Chamartín triplican su éxito.

Quiten ahora los títulos, si quieren, y analicen la competitividad en Europa. Mientras el Madrid acumula cuatro semifinales consecutivas y una orejona, los azulgrana cuentan con una derrota en octavos, dos en grupos y una en cuartos, ante el PSG.

Y la situación es todavía peor si se observa el éxito europeo durante la última década. Desde la 2013-14, los del Camp Nou han ganado una Champions, se han quedado una vez en semifinales, seis en cuartos, una en octavos y dos en la fase de grupos. En el Bernabéu la regularidad ha sido única: cinco Copas de Europa, tres semifinales y dos octavos.

La situación deja una superioridad competitiva pocas veces vista en las últimas décadas. Entre 2005 y 2014 el Barça ganó tres Champions y alcanzó cuatro semifinales mientras el Madrid sufría antes de José Mourinho con cinco octavos seguidos. Con Mou, tres semifinales consecutivas previas a la Décima de Ancelotti.

1.040 millones frente a 839

En el vestuario la realidad tampoco mejora para los azulgrana, que durante los últimos años han ido perdiendo talento y devaluando su plantilla hasta el punto de estar por detrás del Madrid en valor de mercado las tres últimas temporadas, dejando una diferencia histórica en este sentido: los futbolistas de Ancelotti suman un valor de 1.040 millones, según Transfermarkt, por los 839 del Barcelona. Cuatro del Madrid en el Top 15 mundial (Bellingham, Vinicius, Rodrygo y Valverde) y ninguno azulgrana. Sus esperanzas se llaman Cubarsí y Yamal, que han bajado la media de edad de la plantilla para pelear en ese sentido contra un Madrid liderado por jóvenes: 26 años de media tienen los más utilizados por Ancelotti y Xavi.

Pero el futuro avisa: Endrick aterrizará en la capital con 18 años recién cumplidos y en un vestuario del que parece saldrán Modric (38) y Nacho (34). Y Mbappé, la guinda del proyecto de Florentino, tiene 25 años, cinco más que Bellingham, que llegó con 19. La directiva madridista tiene claro su plan de fichajes. Al otro lado del puente aéreo, el Barça suspira por soltar a Lewandowski para poder inscribir a los que lleguen, pero asume que sus compras no serán adolescentes y sí jugadores de presente que eleven el nivel del equipo. El verano pasado, su único traspaso fue el de Oriol Romeu por tres millones. En invierno llegó el joven Roque por 40, pero no ha contado para Xavi. Gündogan e Iñigo, treinteañeros, Joao Félix y Joao Cancelo aterrizaron a coste cero o cedidos.

Los patrocinios

La salud económica de ambas organizaciones es causa central de la diferencia. El Madrid acaba de terminar el Bernabéu y goza del mayor Límite de Coste de Plantilla de LaLiga (727 millones). Una cantidad resultante de los ingresos presupuestados y los gastos. Mientras, el Barça busca fórmulas para compensar las pérdidas derivadas de su mudanza a Montjuic por las obras del Camp Nou, cuyo naming tuvo que vender a Spotify a cambio de 60 millones. El club intenta capear sus 400 millones de masa salarial, que le dejan un LCP de 204 millones, y mantiene el conflicto con Nike, cuyo patrocinio le aporta 85 anuales, por la preocupación de la marca por sus resultados.

Mientras, el Madrid ha llegado a los 120 por temporada con Adidas, récord en el sector, a los 80 de Fly Emirates por su frontal y a los 60 de la tecnológica HP por el logo en el lateral, haciendo que su camiseta valga más de250 millones de euros.

En el banquillo, más diferencias. La margarita de Xavi, que se iba, se quedaba, se iba y se queda ratificado por un Laporta al que le han dimitido 11 directivos, dista de la calma de Ancelotti, renovado hasta 2026 por un Florentino sin problemas institucionales.

La celebración privada del Real Madrid, dos horas de espera en el Bernabéu y muchas collejas

La celebración privada del Real Madrid, dos horas de espera en el Bernabéu y muchas collejas

A las 18:10 de la tarde del sábado, Iglesias Villanueva pitó el final del Real Madrid - Cádiz y comenzaron las 2 horas y 20 minutos de espera en el Santiago Bernabéu. El conjunto blanco había hecho los deberes venciendo al equipo andaluz (3-0) y sólo necesitaba que el Barça no ganara ante el Girona para celebrar su 36º Liga. Una celebración extraña, en diferido, sin aficionados y por televisión, como en 1967, cuando el Madrid fue campeón tras una derrota del Barça en Las Palmas.

El club dejó claro el viernes que los jugadores no acudirían a Cibeles. Querían centrar los esfuerzos en lo importante: ganar al Cádiz y ganar el miércoles al Bayern. Sin despistes. Hace dos años, el Madrid ganó al Espanyol un sábado por la tarde, levantó el título, acudió a Cibeles y el miércoles siguiente disputó la vuelta de semifinales contra el City en el Bernabéu, en la que ganó.

Este año, sin embargo, "la situación es diferente", admitía Carlo Ancelotti desde la sala de prensa. "Hace dos años estaba en nuestra mano. Ahora no merece la pena esperar, si tenemos que celebrar, celebraremos el próximo domingo. Nuestra afición lo entenderá", explicaba ayer sobre la ausencia del equipo en Cibeles.

La realidad es que el cuerpo técnico y la dirección del club preferían centrarse al 100% en el Bayern aunque hace dos años el partido del City saliera bien. Haber acudido ayer a Cibeles después del partido del Barça hubiera influido en el entrenamiento de este domingo, planeado para las 11 de la mañana. Ni cena de equipo ni celebración con la afición. El staff lo descartó, aunque muchos jugadores tenían la ilusión de acudir por primera vez a la famosa plaza.

La situación, entonces, dejó una imagen curiosa. Dentro del Bernabéu, los jugadores y el cuerpo técnico se unieron para ver el Girona-Barça en el palco junto a sus familiares y amigos más cercanos. Ni siquiera hubo zona mixta. Nadie quería hablar sin saber lo que pasaba en Montilivi. Y fuera les aguardaban unos 200 aficionados que seguían el encuentro por el móvil.

"¡Campeones! ¡Campeones!"

A las 20.30, el título. La victoria del Girona desató los gritos por toda Concha Espina y retumbó en Sagrados Corazones. Dentro del estadio, tímida fiesta. Jugadores y cuerpo técnico, con Ancelotti a la cabeza, lo festejaron entre abrazos, gritos y muchas collejas, algo que es tradición desde que llegara Rüdiger al club. Sonó el clásico "¡Campeones! ¡Campeones!" y las cabezas comenzaron a pensar en el Bayern.

A las 20:45, sólo 15 minutos después del final en Girona, Toni Kroos apareció por la puerta del estadio iniciando el camino de vuelta a casa. Los aficionados habían acudido en masa tras el final del Barça y rozaban el millar. Fue todo un poco descontrol, con la gente cruzando de un lado a otro de la plaza mientras los coches de los jugadores pasaban por ella.

Modric abandonó el recinto en taxi y los nuevos, como Brahim o Güler, se pararon durante más tiempo con los aficionados, igual que Rodrygo y Vinicius, que tenían ganas de celebrar con la gente y detuvieron su coche para sacarse fotos. "La nueva era", tuiteó Vini, compartiendo una publicación que recordaba el número de títulos de los jugadores jóvenes del Madrid. Esa misma frase es la que mencionó Araujo cuando el Barça le ganó la Supercopa de España al Madrid en 2023...

A las 21:20, 35 minutos después de Kroos, salió el último: Jude Bellingham. Sacando la cabeza y el brazo por la ventanilla mientras su madre conducía el coche, el inglés gritó a los aficionados y se paró durante unos segundos con ellos. Es su primera Liga. Será su gran recuerdo.

Sin cena oficial, los futbolistas se desperdigaron por la capital. Alguno compartió cena con otros compañeros, pero "a las 11, a entrenar" como les recordó Carletto.

Nacho, capitán, explicaba la decisión de no celebrar: "Lo primero, felicitar a todo el madridismo. Gracias por el apoyo que hemos tenido durante toda la temporada, que ha sido fundamental. Y lo segundo, un mensaje de tranquilidad, que esto se va a celebrar como se merece el fin de semana que viene. Ellos saben lo competitivos que somos y las ganas que tenemos del partido contra el Bayern. Entiendo que tienen muchas ganas de celebrarlo, pero hay que esperar una semana, que lo vamos a celebrar a lo grande". Hasta el domingo, agua.

El tercer Madrid de Ancelotti que nació en el Rose Bowl: un sistema para Bellingham y un vestuario "sin egos"

El tercer Madrid de Ancelotti que nació en el Rose Bowl: un sistema para Bellingham y un vestuario “sin egos”

Todo comenzó en el Rose Bowl de Pasadena, monumento histórico nacional en Estados Unidos. Allí donde Baggio mandó a las nubes las esperanzas italianas en el Mundial del 94 nació el nuevo Real Madrid de Carlo Ancelotti, el tercero de su vida. Porque aunque el italiano se ha sentado en el banquillo del Bernabéu en dos épocas diferentes, son tres los tipos de equipos que ha entrenado. El primero, el de la BBC, entre 2013 y 2015, con la Champions de Lisboa como guinda; el segundo, el del 4-3-3 con Vinicius, Benzema y Valverde (y Rodrygo), héroes de la 14ª en París; y el tercero, este Madrid de Jude Bellingham, convertido en campeón de Liga con un sistema creado a la medida del inglés, Pichichi madridista a partir de un rombo que ha potenciado sus virtudes.

En el Rose Bowl debutó Bellingham como futbolista blanco. Fue un amistoso contra el Milán que el Madrid remontó, cómo no, con un tanto de Vinicius en los últimos minutos. El inglés estrenó ahí su nuevo puesto: punta del rombo del centro del campo, papel de histórico '10' por detrás de los dos delanteros.

Los resultados no fueron del todo perfectos en Estados Unidos, pero el cuerpo técnico de Carlo Ancelotti estaba convencido de la idea, especialmente Davide, segundo e hijo de Carlo, y Francesco Mauri, 'capos' del staff tras el entrenador y grandes culpables del buen ambiente entre el cuerpo técnico y el vestuario: «Davide, Francesco, Mino... El cuerpo técnico es muy joven y me aporta mucho entusiasmo, lo que yo no siempre soy capaz de tener porque empiezo a ser un poco mayor, aunque no mucho», bromeó este sábado ante la prensa.

Pruebas en pretemporada

En la pretemporada, Bellingham fue titular en los cuatro encuentros disputados en Estados Unidos y acumuló 270 minutos, sólo superado por Vinicius (280). Los técnicos valoraron otras opciones tras la salida de Benzema y la llegada del inglés, como colocar a Rodrygo de falso nueve, mantener a Valverde en la derecha y situar a Bellingham en el tridente del centro delc ampo, pero a base de analizar las acciones del jugador en el Borussia Dortmund observaron que era un excelente llegador. Los resultados de las primeras semanas de Liga hablan por sí solos.

Bellingham marcó 5 goles en las primeras 4 jornadas y 13 en las primeras 17, empujando al Madrid a un liderato que ya no soltaría, ni siquiera con las lesiones graves de Courtois, Militao o Alaba ni con los problemas físicos que tuvieron Tchouaméni, Camavinga o Vinicius.

El fondo de armario

Otra de las claves la merece un fondo de armario que respondió cuando Ancelotti necesitó de sus servicios. Brahim (6 goles y 4 asistencias), Joselu (9 y 2) o Lucas (2 y 4) han servido a la causa más allá de la columna vertebral, manteniendo un vestuario que sigue sorprendiendo a aquellos que lo viven día a día: «El mejor en el que he estado», repite Ancelotti. Curiosamente, ante el Cádiz, Brahim sumó un gol y una asistencia y Joselu anotó el tercero.

En esa comunión también tiene mucho que ver Bellingham. «Que aterrizara con humildad y profesionalidad ayudó», cuentan desde Valdebebas, donde sitúan como clave las primeras semanas en Estados Unidos. Ahí se fraguó la amistad entre Camavinga, Tchouaméni, Bellingham, Vinicius, Rodrygo y Valverde, núcleo duro de los jóvenes, que han compartido cenas y viajes durante estos meses. Han olvidado el coste de sus fichajes y los focos mediáticos y han buscado la amistad y el fútbol. Eso, unido a la buena predisposición de veteranos como Kroos, Modric, Rüdiger, Carvajal y Lucas a actuar como maestros en algunos momentos, han terminado de construir un vestuario «sin egos», admiten desde el club. «Son un ejemplo».

«Lo hemos hecho tan bien que no hay muchos 'peros'. Bueno, hemos marcado solo 100 goles, no jugamos muy bien... Entonces, repito: háblame del mar, marinero», vaciló Ancelotti en sala de prensa.

En pleno proceso de reconstrucción de la plantilla, con salidas tan importantes como las de Marcelo, Casemiro o Benzema, el italiano ha conseguido seguir ganando mientras potencia la evolución de los jóvenes fichajes del club. «A mí me piden ganar partidos, no dar minutos a los jóvenes», recuerda él. Pero hace ambas gracias a su gran labor táctica y de gestión: «Ha salido bien porque los jóvenes progresan y los veteranos mantienen el nivel».

El Madrid, campeón de Liga por 36ª vez tras ganar al Cádiz y perder el Barça ante el Girona

El Madrid, campeón de Liga por 36ª vez tras ganar al Cádiz y perder el Barça ante el Girona

El Real Madrid ya es campeón de Liga. Los blancos, de menos a más pensando en las semis de Champions contra el Bayern, vencieron con comodidad al Cádiz (3-0) y confirmaron el título tras la derrota del Barça ante el Girona. Es el 36º campeonato liguero para los blancos, el tercero en las últimas cinco temporadas y el segundo deCarlo Ancelotti desde que regresó en 2021 para iniciar su segunda etapa en el banquillo. Desde entonces, en tres cursos, acumula dos Ligas, una Champions, una Copa y dos semifinales continentales más.

Brahim, con un golazo extraordinario y una asistencia a Bellingham en el 2-0, fue el mejor de un equipo que disfrutó de la vuelta de Courtois, clave en un mano a mano frente a Chris Ramos previo al primer gol.

En la mente de todo ser humano presente este sábado en el Bernabéu estaba el partido del miércoles ante el Bayern. Así lo demostró el público, tranquilo a pesar del 0-0 de la primera parte, y así lo demostró Ancelotti, con una unidad 'B' en su once inicial. Carvajal, Modric, Nacho y Camavinga fueron los futbolistas más titulares, debutó Courtois en Liga y Militao, Ceballos y Arda Güler jugaron por primera vez de inicio en Chamartín en este campeonato doméstico. A su lado, miembros del fondo de armario como Fran García, Ceballos, Brahim y Joselu.

Enfrente, un Cádiz antepenúltimo, necesitado de puntos para acercarse al Celta, al Mallorca y a la salvación. Los de Pellegrino montaron un muro delante de la portería de Ledesma y se aprovecharon de la extrema relajación del Madrid durante la primera hora de partido.

Alguna arrancada de Fran García, algún detalle de Arda y varios regates de Brahim aceleraron el ritmo de los blancos, pero los de Ancelotti estuvieron espesos con balón y fueron demasiado horizontales en la mayoría de los intentos. El Bernabéu, en horario de siesta, apenas se inquietó.

En el 10, Militao probó a Ledesma desde lejos. Fue la ocasión más clara del Madrid en la primera parte. Con el paso de los minutos, el Cádiz se vio capaz de enlazar alguna posesión y puso en peligro a Courtois con las carreras de sus hombres de banda. En el 21, Zaldua alcanzó la línea de fondo y puso un balón atrás que Chris Ramos, de primeras, no acertó a enviar a gol.

En el 32, Sobrino le ganó un duelo cuerpo a cuerpo a Militao y llegó hasta el área, donde en vez de ceder a un compañero buscó el uno contra uno ante Nacho, que respondió a la acción y desvió el balón a córner cuando el delantero cadista se preparaba para definir ante Courtois.

Tras el descanso, el Madrid mantuvo las mismas bajas revoluciones del inicio y sólo despertó cuando Courtois se vistió de nuevo de héroe, 335 días después de su último partido oficial, para evitar el gol de Chris Ramos. Militao, todavía lento a la espera de recuperar ritmo tras la lesión, tardó demasiado en entregar un pase a Nacho y el delantero del Cádiz lo interceptó. Aceleró sobre la carrera del defensa español, que no quiso derribarle para no ver la roja directa, y se plantó ante Courtois. El belga aguantó los amagos y sacó el remate con el cuerpo, plantando el mismo muro que en la final de París ante el Liverpool.

Despierta el Madrid

La acción, que hará debatir al cuerpo técnico para las próximas semanas, desató al Bernabéu y a sus compañeros. Al minuto, en el 51, Brahim conectó un disparo extraordinario con la derecha hacia la escuadra izquierda de Ledesma y anotó el gol que acercaba la Liga al Madrid. Del 0-1 al 1-0. Es el talento de un equipo campeón.

El tanto encogió al Cádiz, deseoso de puntos pero sin el fútbol necesario para hacer daño a su rival. El Madrid, a los pies de Camavinga, que dio un recital en el centro del campo, creció con el paso de los minutos y con el cansancio de los andaluces. Ancelotti empezó a pensar en cambios y en el ritmo necesario para el miércoles, y dio entrada a Bellingham para que jugara 25 minutos.

En su segundo toque al balón, el inglés entregó rápido a Modric y buscó el área pequeña para empujar a gol una asistencia perfecta de Brahim desde la zona derecha del área. Su 18º tanto en Liga.

El gol sentenció del todo al Cádiz dejó visto para sentencia el título para el Madrid, con la cabeza, ahora sí al 100%, en el Bayern. No habrá celebración ni visita a Cibeles. El tanto de Joselu tras un gran esfuerzo y un generoso pase de Nacho puso la guinda a una tarde histórica para los blancos.

Los 335 días de Courtois: mucho gimnasio y "fuerza mental" para superar un doble 'crac' y acortar los tiempos de sus lesiones

Los 335 días de Courtois: mucho gimnasio y “fuerza mental” para superar un doble ‘crac’ y acortar los tiempos de sus lesiones

Once meses después, el hombre que levantó el muro de París para que el Real Madrid ganara su decimocuarta Copa de Europa volverá a jugar un partido oficial con el conjunto blanco. Parece mentira y conviene recordarlo: el equipo de Carlo Ancelotti, en la orilla del título de Liga y peleando por una nueva final continental, lleva 335 días sin contar en su alineación con el mejor portero del mundo. Este sábado, en la tarde que puede convertir al Madrid en campeón de Liga si gana y el Barça no lo hace, Courtois volverá a ser titular.

La última vez que el nombre del belga se anunció de inicio fue el 4 de junio de 2023 ante el Athletic, hace once meses. Después llegarían las vacaciones, la pretemporada y el pasado 10 de agosto, fecha terrible para el guardameta. Ese día, en el césped de Valdebebas, mientras preparaba la primera jornada de Liga, notó un crac en su rodilla izquierda, se fue al suelo y los resultados fueron contundentes: rotura del cruzado.

A sus 31 años, la lesión le dejaba prácticamente fuera de la temporada, situando su regreso ocho meses más tarde, en abril, siempre dependiendo de la rehabilitación, los problemas que pueden surgir en el proceso y el nivel que mostrara en su vuelta a los entrenamientos. En ese momento, nadie en el Madrid contaba con él para la temporada. No por no desearlo, sino por no presionarle. Le dieron calma física y mental y se fichó a Kepa para sustituirle.

Días eternos en Valdebebas

Pero Courtois, en silencio, comenzó a acortar plazos en su recuperación. «Es normal que la gente te olvide cuando estás lesionado», admitió en enero. Comenzó a andar sin muletas unas semanas antes de lo esperado y empezó con los entrenamientos de movilidad y fuerza, siempre aconsejado por los servicios médicos del Madrid y casi siempre en Valdebebas, donde pasó mucho más tiempo que cuando estaba sano. Por las tardes, en casa, hacía ejercicios adicionales para exprimir la rehabilitación. Ni un día de descanso.

En el móvil, mensajes de Asensio o Falcao, compañeros que también habían sufrido lesiones en el cruzado. «Todos me dicen que se necesitan de 9 a 10 meses para volver a tu mejor nivel», explicó en una entrevista para el medio belga Sporza. En su cabeza tampoco estaba volver esta temporada. «Si no juego más partidos esta temporada, está bien», declaró. No había prisas.

En febrero, dos meses antes de su objetivo, ya estaba realizando algunos ejercicios con el resto de sus compañeros, y a finales de marzo se le esperaba para completar al 100% las sesiones con la plantilla. Sin embargo, el 19 de marzo llegó otro crac, esta vez en la rodilla derecha, durante un ejercicio en Valdebebas. Alarma total, porque otra lesión de cruzado en la otra rodilla era terrible para su físico, su carrera y mente. Por suerte, las pruebas fueron amables dentro de la dificultad del momento: rotura del menisco. Ocho semanas de baja. Otra vez muletas.

Después del Bayern... "Veremos"

Los plazos volvían a dejar a Courtois fuera de la temporada del Madrid. Esas ocho semanas marcaban su alta a finales de mayo, ya con toda la competición liguera terminada y con la hipotética final de Champions como único evento disponible, toda vez que el belga ya había descartado su presencia en la Euro.

Y de nuevo, «la fuerza mental y física» de Courtois, reconocen en el club, le han devuelto a los entrenamientos, a la convocatoria y a la titularidad antes de tiempo. El 21 de abril, un mes después de la lesión y cuatro semanas después de dejar las muletas, volvió a entrenar con el grupo. Entró en la lista para la ida ante el Bayern y hoy ante el Cádiz será titular. «Puede aportar, tiene ilusión y es una gran noticia para nosotros», admitió Ancelotti, que anunció a Lunin como titular contra el Bayern pero no descartó a Courtois si pasan a la final: «La primera final es el miércoles. Después veremos».