Este histórico del baloncesto malagueño sufrió hace dos semanas una angina de pecho y se sintió indispuesto en el primer cuarto del encuentro
José María Martín Urbano, un histórico del baloncesto malagueño.UNICAJA
José María Martín Urbano, ex entrenador del Caja de Ronda -actual Unicaja- en la década de los 70 y una figura histórica del baloncesto malagueño, ha fallecido este miércoles al sufrir un infarto mientras presenciaba el partido de la segunda jornada de la Euroliga que enfrenta al Unicaja y al JDA Dijon en el Martín Carpena, informó el Diario Sur, medio en el que colaboraba.
Martín Urbano, que sufrió hace dos semanas una angina de pecho, se sintió indispuesto en el primer cuarto del encuentro y los servicios médicos de la instalación y del Unicaja intentaron reanimarle fuera de las gradas durante varios minutos, pero finalmente falleció.
El técnico malagueño tenía 72 años y fue unos de los fundadores del antiguo Caja de Ronda, junto con otro de los históricos del baloncesto provincial, Alfonso Queipo de Llano, y Francisco Moreno Portales, ya fallecidos.
Martín Urbano dirigió al Caja de Ronda en Primera División y ACB, además de director de la cantera durante varios años.
Cuando todos sus compañeros ya caminaban hacia su campo, él se paró ante la grada del Allianz Arena, observó a los 4.000 aficionados del Madrid que poblaban el último anfiteatro, se dio la vuelta y se levantó la camiseta, haciendo más grande todavía su nombre y número. "Vini Jr.", "7". Fue la guinda a un partido colosal por parte del delantero, uno más. Un doblete que le mete de lleno en la historia del fútbol europeo.
Brasil, con todo el fútbol que ha criado y exportado a Europa, no tiene en sus libros un futbolista con más goles y asistencias en eliminatorias de la Liga de Campeones que Vinicius Júnior. Ni Ronaldo Nazario, ni Ronaldinho, ni Kaká, ni Neymar, ni otras leyendas como Romario o Rivaldo. Nadie supera los 10 goles y 12 asistencias del jugador del Madrid.
Ante el Bayern, Vinicius añadió Múnich a esa lista de ciudades que son historia de la Copa de Europa y en las que ya ha dejado su sello. A sus 23 años, ha marcado o asistido en el Etihad, en Anfield o en Stamford Bridge, además de sumar el tanto de la final de la Champions de 2022 ante el Liverpool.
En total, 2 goles al Bayern, 5 goles y 2 asistencias al Liverpool, 2 goles y 3 asistencias al City, 1 gol y 5 asistencias al Chelsea y 1 gol y 1 asistencia al PSG. Además de pases de gol ante Ajax y Atalanta y un gol al Leipzig. Siempre en eliminatorias. Siempre decisivo.
Anoche definió a la red el extraordinario pase de Kroos y tuvo la valentía de asumir la responsabilidad del penalti que metía de lleno al Madrid en la eliminatoria. Una pena máxima que transformó con contundencia, como hacía Cristiano Ronaldo, el último madridista en lograr un doblete en el Allianz Arena, en abril de 2017. "Bravo, CR7/Vini7", le escribió Lucas Vázquez en redes sociales. "Creo que puede jugar de nueve. Ha aprendido a moverse bien sin balón, a atacar la espalda. Es muy frío de cara a la portería rival", le elogió Ancelotti en los pasillos del estadio.
"Toni siempre hace todo muy fácil y me ha regalado un gol. Entrenamos mucho juntos y nos conocemos muy bien. Me alegro mucho de poder marcar dos goles. Ahora toca una noche mágica en casa", valoró el delantero, que dio con una de las claves para llegar lejos en el torneo: "En esta competición es importante no perder. Por eso estamos aquí. Estamos para hacer grandes cosas y queremos ir a la final".
Vini podría haberse guardarse la camiseta de una noche tan especial, pero accedió a la petición de un viejo conocido de LaLiga: Bryan Zaragoza. El andaluz, fichado por el Bayern en el mercado de invierno, se acercó al brasileño nada más terminar el duelo y le solicitó la prenda.
La actuación de Vinicius mantiene el invicto del Madrid en esta Champions. Los de Ancelotti no han perdido ninguno de los 11 encuentros que han disputado en esta edición: 7 victorias y 4 empates. Las cuatro tablas, eso sí, de manera consecutiva. La vuelta ante el Leipzig, los dos encuentros contra el City y el de Múnich. "El resultado es bueno", admitió Ancelotti. "Pero se podía hacer mejor. El mejor momento nuestro fue el principio de la segunda parte y nos marcaron dos... Mostró su mejor versión y nosotros no. Tenemos tiempo para mejorar el miércoles".
El italiano admitió que Bellingham sufrió calambres en la segunda parte y le obligó a hacer el cambio. "Creo que va a recuperar su mejor versión. Ha tenido una lesión que le ha afectado, volverá muy pronto y para el miércoles estará al cien por cien", avisó. "Estoy bien", declaró el centrocampista a su paso por zona mixta.
El inglés tuvo un momento interesante con su compatriota Harry Kane antes de que éste lanzase el penalti del 2-1. Se acercó al delantero y le molestó durante unos segundos. Ya en zona mixta, Kane resumía la situación a este periódico: "Me dijo que iba a lanzar a la izquierda y que se lo iba a decir al portero. Por suerte vi a Lunin lanzarse un poco antes a la derecha y lancé a la izquierda" .
"¿Por qué no? Quizá algún día los españoles puedan ver a su equipo ganando a los All Blacks". Corría marzo de 2023 y Bill Beaumont, entonces presidente de World Rugby (la Federación internacional), respondía a los periodistas sobre las razones para que Madrid fuera una sede de las Series Mundiales de rugby a siete. Dos años después la selección masculina no sólo ha vencido varias veces a Nueva Zelanda sino que se ha proclamado subcampeona, por detrás de Sudáfrica.
Hace ahora un año, precisamente en esa serie final en Madrid, el equipo trataba de evitar el descenso. Se salvó con solvencia. Al inicio de esta temporada, el seleccionador Paco Hernández se planteaba meterse entre los ocho primeros para garantizar la permanencia. En el primer torneo España fue plata; en el segundo, cuarta. Al término del tercero, en el que hizo bronce, era colíder. "Ahí nos dimos cuenta de que podíamos mirar objetivos más grandes", contaba Hernández a EL MUNDO tras la final de este domingo.
La explosión de 'los hombres de Paco', como se les ha llamado en las redes sociales de la Federación, se ha producido en los últimos meses pero se debe a un trabajo de años en un contexto favorable. El seven es olímpico desde 2016. En paralelo, constituye la apuesta de World Rugby para atraer nuevos públicos. Estadios grandes, con sucesión de partidos (14 minutos cada uno) sobre el césped, juego siempre en movimiento y ambiente festivo. La espectacularidad como principio y las redes sociales, en los últimos años, como escaparate.
En el rugby a siete han dominado las grandes potencias del rugby tradicional. Pero abre una ventana a los países emergentes: no hace falta una plantilla de cuarenta jugadores y quince personas de staff. Con la mitad se puede competir en la élite. Es más barato y permite la entrada de fondos adicionales vinculados al olimpismo.
Para saber más
"Desde que terminó el covid este equipo lleva años junto", recordaba el jueves pasado Manu Moreno, incluido junto a Pol Pla en el equipo ideal de la competición. Es otra clave del despegue español. A las órdenes de Paco Hernández y del preparador físico Manuel García Sillero -también decisivo en la subida de nivel-, desde hace dos temporadas una veintena de jugadores pagados por la Federación están concentrados todo el año en Málaga -la selección femenina, en Madrid- y dedican al rugby su jornada laboral. Su rendimiento se ha multiplicado. "Se han convertido en mucho más profesionales de lo que eran, son compañeros de trabajo que funcionan muy bien", explica el seleccionador. A la vez, tratan de evitar la sobrecarga. Con el dinero que recibe cada uno se organiza para vivir, ya sea con compañeros o con personas ajenas al deporte.
Al éxito ha contribuido cierta continuidad. Hace más de una década la selección masculina, dirigida por Tiki Inchausti, ya estuvo en la élite. Pero sobre ella pesaron siempre las estrecheces presupuestarias. Pese a la clasificación para los Juegos de Río 2016, el plan no continuó. Volvió a coger impulso con Pablo Feijóo y ahora Paco Hernández ha llegado al vértigo de firmar seis semifinales en siete torneos. Incide también la especialización. Los seleccionadores detectan jugadores con capacidades para esta modalidad explosiva y les ofrecen probar. Excepto en algunos casos, eso supone la renuncia al rugby de quince, pero otorga la posibilidad de ingresar en un entorno muy competitivo con viajes por todo el planeta.
Hace unos años, además, que a las selecciones de rugby llegan jugadores con muchos años de bagaje porque se iniciaron de niños. España disfruta ahora de un conjunto con enorme competencia interna. Tiene un gran veterano, Pol Pla, 110 ensayos en Series Mundiales. Otros compañeros con mucha calidad, aún jóvenes pero con mucha experiencia en el circuito. Y jóvenes capaces de desatascar los partidos con descaro y velocidad.
Por último, la química interna del grupo humano funciona. Deportistas que lo pasan bien, que transmiten optimismo cuando se arrancan a cantar 'La Morocha', el altavoz siempre a mano. "Somos un equipo muy joven, muy alegre, tenemos muchas ganas de estar aquí, eso también es importante, porque es un deporte que quema bastante", cuenta Moreno. Una prueba de su aceptación popular es que en los contratos con la Federación se han incluido cláusulas para regular las acciones publicitarias.
Selfie de Tobías Sainz-Trápaga con el equipo y el staff
Este excelente momento de la selección masculina se ha consolidado días después de que World Rugby, que se financia sobre todo con los mundiales de rugby a quince, redujera los equipos de seven en las Series Mundiales para la próxima temporada en un intento de limitar gastos. A los Leones, subidos al podio, no les afecta. Las Leonas, duodécimas en la temporada regular, han quedado fuera. Al circuito le hace falta dinero privado. A nivel nacional, lo señalaba Pla con la plata colgada al cuello. "Ojalá tengamos más apoyo económico de empresas que apuesten por nosotros, y seguimiento, que vean que jugamos contra los mejores y se diviertan con nosotros".
En conversación con EL MUNDO, el seleccionador Paco Hernández manifestaba sus deseos para llegar aún más lejos. "Intentar generar un campeonato de España de rugby a siete, seguir trayendo chavales, que los jugadores y jugadoras quieran estar en este entorno". Hace unas semanas, en el entrenamiento abierto que el equipo hizo en Madrid, él deslizaba en privado que en Los Ángeles miraban al podio. En el torneo que decidía el título han dado otro paso más. Del tercer puesto de la temporada regular han avanzado hasta el subcampeonato.
De Los Ángeles a Los Ángeles, "volver a los Juegos Olímpicos" es la meta que a medio plazo se marca el seleccionador. Significan reconocimiento, dinero, visibilidad. Pero después de una temporada deslumbrante que les sitúa bajo los focos de la élite internacional, los jugadores españoles, cuando se plantean objetivos antes utópicos, coinciden sin saberlo con aquella reflexión que entonces sonó a cumplido algo sorprendente. "¿Por qué no?"