GP de Las Vegas
Dos días después de que una alcantarilla frustrase sus opciones, el piloto de Ferrari se topó con otro problema logístico camino de la primera curva.
Todo se debió a las averías en los coches desde los que Lewis Hamilton, Oscar Piastri y Charles Leclerc saludaban a los especatadores durante el tradicional Drivers Parade. Varias fugas de aceite ensuciaron la parte izquierda de la parrilla y los operarios de Las Vegas debieron armarse de cepillos y palas para evitar otro bochorno como el del jueves. Las tareas de acondicionamiento, con la rudimientaria sepiolita, no terminaron de surtir efecto. Y Carlos Sainz sufrió las consecuencias.
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El mal fario del madrileño, que ya había destrozado su monoplaza por culpa de una tapa de alcantarilla durante la primera sesión de entrenamiento, se prolongó en la salida, pasando por encima de ese punto tan delicado. “No es justo que todo el aceite se encontrara por la zona interior. Además de que la pista ya estaba sucia, una hora antes de la salida sacan coches que pierden aceite. Esto, de nuevo, es algo inaceptable”, explicó el piloto de Ferrari, duodécimo en la parrilla y sexto en la meta.
“Pasar por zonas de aceite que han dejado coches una hora antes de la carrera es algo que hay que mejorar para el futuro”, incidió Sainz, visiblemente molesto por estos problemas logísticos. “Este problema, seguramente, provocó el trompo en la primera curva”, desarrolló el español, que terminaría chocando con Hamilton y despeñándose hasta la antepenúltima plaza, sólo por delante de Fernando Alonso y Valtteri Bottas.
“Ni siquiera pisé el freno”
Aunque su aproximación a la curva estuvo plagada de cuatelas, encontró menos agarre del esperado. “Sólo toqué el freno, ni siquiera lo pisé y los neumáticos se bloquearon. Fue 100 metros antes de la curva, pero iba 100 km/h más lento que en una vuelta de clasificación. Puede que los neumáticos fríos también influyeran, pero fue algo absolutamente impactante”, detalló Sainz.
Al menos, su consistencia y aplomo le permitieron alcanzar la meta en sexta posición, justo por delante de los Mercedes. “Hice todo lo que pude y ha sido una buena remontada, porque también sufrí graining siguiendo a otros coches. No podíamos adelantar porque intentábamos proteger el motor y también tenía que cuidar los neumáticos para que no se abrieran más”, valoró.
No obstante, Sainz también quiso enviar un mensaje a las Flechas de Plata. “Estoy muy feliz de terminar por delante de quienes querían verme sancionado”, lanzó en referencia a las quejas de Hamilton y George Russell. Y es que la lucha por la segunda plaza del Mundial de Constructores se ha tomado muy en serio en el seno de la Scuderia. A falta de la última cita del calendario, el próximo domingo en Abu Dhabi, el equipo de Maranello cuenta con 388 puntos, sólo cuatro menos que los hombres dirigidos por Toto Wolff.