GP de Japón
El líder del Mundial, castigado con una simple reprimenda tras un peligroso error ante Norris en la Q3, aventajó en 10 milésimas a Leclerc y 57 a Sainz, con Alonso séptimo.
No pudo evitar el coletazo de su Red Bull cuando calentaba los neumáticos en la mítica 130R y su error envió a Lando Norris a la hierba. Los comisarios anotaron el incidente para investigarlo a conciencia, aunque a modo de redención Max Verstappen marcó un crono (1:29.304) inabordable para Ferrari: 10 milésimas ante Charles Leclerc y 57 frente a Carlos Sainz. Una clasificación apretadísima en Suzuka, donde el vigente campeón puede mañana revalidar su título. Le basta una victoria con vuelta rápida.
A diferencia de Singapur, con aquella exasperante espera para confirmar la victoria de Sergio Pérez, los comisarios no se demoraron hoy en exceso. Zanjaron la maniobra de Verstappen con una simple reprimenda y la siguiente argumentación: “Fue consciente de que Norris se acercaba por detrás y decidió acelerar precisamente en el momento en que le decidió adelantar. Desgraciadamente, debido a los neumáticos fríos, Verstappen perdió el control del coche haciendo que éste se “rompiera” en sentido contrario a las agujas del reloj”.
En ese crítico momento, el McLaren adelantaba a 240 km/h a un Red Bull que no sobrepasaba los 100 km/h. Además, según la versión de Christian Horner, team principal de Red Bull, el joven británico se saltó el “acuerdo de caballeros” que rige en esa parte del trazado. “Cuando se llega allí todos mantienen la posición y pasan por la chicane de uno en uno. Así que Lando simplemente quiso saltarse la cola”, explicó el británico. Menos de una hora después, Garry Connelly, Felix Holter, Mika Salo y Kazuhiro Tsuge exculparon a Verstappen de casi cualquier responsabilidad.
Alonso: “Tuvimos que improvisar”
A la espera de lo que suceda con la lluvia, que el viernes ya alteró por completo los planes, el vigente campeón cuenta con argumentos para echar la persiana al Mundial. Si la carrera se disputa en seco, con las previsibles dos paradas, llega con dos juegos nuevos de neumáticos blandos y otro de medios. Los mismos que Ferrari, que también pudo reservar los suyos en la Q2. Si hay que navegar entre los charcos, Mad Max debería hacer frente a más incertidumbres ante unos rivales que nada tienen que perder.
Sainz, por ejemplo, viene avisando desde el jueves de su apetito por la victoria y hoy se batió con fiereza. “Ya son muchos sábados quedando a media décima de Charles y Max. Ojalá que de aquí al final de año esto cambie”, analizó el madrileño. Mientras, Leclerc hacía cuento estaba en su mano, puliendo cada detalle en la primera y última curva, donde se localizaba su déficit frente al líder. Desde 2011, cuando Sebastian Vettel firmó la pole por nueve milésimas ante Mark Webber, no asistíamos a un sábado tan apretado en Suzuka.
Entretanto, Sergio Pérez, desde la cuarta plaza, deberá lidiar con los Ferrari, mientras Esteban Ocon, quinto, comandará las operaciones en Alpine. Por séptima vez en la temporada, el francés aventajó a Fernando Alonso, que partirá séptimo. “Apenas pudimos probar durante la sesión libre de la mañana, así que hemos tenido que improvisar con los reglajes”, señaló el asturiano, que había marchado por delante de su compañero durante todo el fin de semana. Incluido el primer intento de la Q3, con neumáticos usados, a un segundo de la cabeza. Lástima que finalmente terminase incrustado entre Lewis Hamilton y George Russell. Del rendimiento de Mercedes ya no se pueden extraer conclusiones definitivas.
Tampoco hay quien entienda los argumentos de Otmar Szafnauer, jefe de Alpine, que en las horas previas había enviado un mordaz mensaje cuando le preguntaron por Pierre Gasly, que venía sonando muy fuerta para subirse a su coche a partir de 2023. “Es joven, experimentado y rápido. Unos requisitos que no podían reunir Alonso y Oscar Piastri“, lanzó el team principal. Sólo unas horas más tarde, el piloto francés cayó eliminado en la Q1.
AlphaTauri arrastraba entonces unos problemas de frenos, aunque Yuki Tsunoda pudo dar una alegría a la afición local, entrando en la siguiente criba. Mick Schumacher, tras su absurdo error del viernes que tanto sacaría de quicio a la gente de Haas, también dio un pasito al frente en compañía de Vettel. Y aún supo el tetracampeón avanzar hasta la Q3, con apenas tres milésimas ante Daniel Ricciardo. “Estoy extasiado por esa vuelta”, admitió en la radio de Aston Martin.