La portería del Madrid es como la cueva de los cíclopes. Lunin no es uno de ellos, no es Courtois ni Casillas. Pero el destino le llevó a ese lugar para darse un banquete de paradas, como hizo Odiseo hasta que apareció la sombra de uno de los cíclopes, la sombra de Polifemo. Es la misma que ahora amenaza la balada del joven ucraniano, de 25 años, que perdió en Villarreal el pulso con Sorloth, con cuatro goles encajados en el empate del Madrid. Tu
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