La crisis sistémica del Barça: sin títulos, sin dinero, lejos en la Liga y perseguido por Negreira

La crisis sistémica del Barça: sin títulos, sin dinero, lejos en la Liga y perseguido por Negreira

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Hace doce meses, el Barcelona había guardado en su vitrina el título de la Supercopa, seguía vivo en la Copa del Rey y comandaba la clasificación de Primera División, con ocho puntos de ventaja sobre el Real Madrid. Había ganado 17 partidos, sólo sumaba una derrota, acumulaba 42 goles a favor y únicamente siete en contra. La única mancha en su inmaculado expediente era su enésimo desastre en la Champions, que le obligó a buscarse la vida en la Europa League.

Un año después, ni la situación deportiva sirve de consuelo para el profundo bache institucional que atraviesa el conjunto catalán, sumido en una encrucijada que, por ahora, tiene un futuro poco alentador. Se ha despedido ya de la Supercopa y de la Copa del Rey, recibiendo 4 goles en la final de Riad y en los cuartos de San Mamés contra Real Madrid y Athletic Club, está a ocho puntos de liderato en la Liga y el gran salvavidas parece ser una Champions envuelta en incógnitas. Más que por la entidad del rival en octavos, el Nápoles, por la fragilidad que presenta el equipo de Xavi.

A nivel institucional, poco o nada ha cambiado con respecto al año pasado. Las autoridades siguen investigando en profundidad el Caso Negreira y la economía está lejos de poder permitir grandes alegrías en forma de fichajes. La directiva culé sólo puede hacer frente a firmas que lleguen con la carta de libertad bajo el brazo o en forma de cesión.

Negreira, imputado

A nivel judicial, el juez Joaquín Aguirre, encargado de la instrucción del Caso Negreira, ha pedido que se extienda la investigación incluso a los mandos intermedios que formaron parte de la estructura del club desde el año 2003 y ha decidido finalmente imputar directamente a José María Enríquez Negreira, ex número dos del Comité Técnico de Árbitros, por mucho que alegara que el Alzheimer le impedía participar en cualquier tipo de proceso.

En cuanto a lo económico, la entidad que preside Joan Laporta está inmersa en las obras de remodelación del Camp Nou, algo que obliga a jugar durante un tiempo como local en Montjuïc, y pendiente aún de sanear del todo sus maltrechas cuentas. Hasta tal punto que el propio Xavi ya ha dado por imposible el fichaje de algún jugador más además de Vitor Roque. La derrota en la Copa también puede tener importantes consecuencias a nivel económico. Ahora mismo, el conjunto barcelonista está fuera de la próxima edición de la Supercopa. Si el equipo no logra ser por lo menos segundo en la Liga, el año que viene no percibirá los cinco millones por participar en el torneo.

Xavi, en una rueda de prensa.Q. G.EFE

Y esa misión, remontar posiciones, parece ahora como mínimo muy complicada. El Barça es un equipo frágil en defensa. En Bilbao, el Athletic no tardó ni un minuto en adelantarse, algo que los azulgrana han sufrido ya demasiadas veces este año. El análisis de los números, además, es tremendamente significativo. A estas alturas de la Liga, en el curso pasado los barcelonistas sólo habían concedido siete goles. En la presente, ya suman 24, cuatro más que los que encajaron en la totalidad de la pasada edición. Y esa es la gran clave de su pobre rendimiento. En cuanto a goles a favor, sólo suman dos menos (40) que el curso pasado (42).

Las dos caras que ha mostrado el equipo han contribuido a exacerbar la intensidad con la que Xavi vive los partidos, por mucho que esté haciendo propósito de enmienda. Tanto, que las amonestaciones de los árbitros están al orden del día. Al técnico se le nota desesperado. También, cómo no, ha marcado el tono de algunas de sus últimas intervenciones ante los medios, en las que por mucho que asegure que se esfuerza por esquivar cualquier polémica, no duda lo más mínimo en entrar al trapo. Por ahora, su puesto al frente del equipo no ha sido puesto bajo sospecha por parte de la Junta, pero porque la economía tampoco permite inventar demasiado. La Champions dictará sentencia.

kpd