Una falta en la primera parte y 26 balones perdidos de Vinicius: “Salimos dormidos y sin agresividad”

Una falta en la primera parte y 26 balones perdidos de Vinicius: "Salimos dormidos y sin agresividad"

3-2 en Leipzig

Actualizado

El Red Bull Leipzig castigó a los blancos con su vertiginoso fútbol, pero Ancelotti no se inmuta: “De esta derrota se puede aprender más que de las 10 victorias seguidas”.

Hazard y Asensio, cabizbajos tras la derrota en el Red Bull Arena.EFE

Tuvieron que pasar casi seis meses, desde aquel 1-0 ante el Atlético en LaLiga, para que el Real Madrid probase de nuevo la hiel de la derrota. De aquel irrelevante 5 de mayo en el Metropolitano, a este decepcionante, aunque rectificable, tropiezo en Leipzig. El poderío del campeón de Europa, en cuya inercia ganadora nadie encontraba una rendija, se desmoronó en el Red Bull Arena. Valga la atronadora galopada de Mohamed Simakan, autor de la asistencia del 3-1, para explicar la superioridad del equipo de Marko Rose.

Tras recoger el balón de la red en el 2-0, Thibaut Courtois enfureció contra la abulia de su defensa. “No puede ser que nos metan dos goles en dos saques de esquina. Y que después del 1-0 defendamos igual de mal en el segundo. Hubo falta de intensidad y eso no nos puede faltar. Hay que dar el 100% en cada segundo. Hay que despertar”, lamentó el guardameta belga, muy crítico con el tono de su equipo.

Desde su posición, Courtois fue el primero en percatarse de la superioridad del Leipzig, plasmada a través de un dato revelador. Al descanso, los locales dominaban en las disputas (18-11) ante un rival que sólo había parado el juego con una triste falta. “A veces nos pasa que salimos dormidos y sin agresividad. El míster nos había dicho que habían metido muchos goles en los últimos cinco partidos. Aun así, salimos mal”, añadió Courtois, autor de tres fabulosas intervenciones cuando más arreciaba la ventisca.

Cuarto de hora para Hazard

Otro dato casi tan desolador afectó a Vinicius, que erraría un par de clamorosos acercamientos ante Janis Blaswich, recién llegado a la elite desde el Heracles Armelo. El extremo brasileño, pese a su sorprendente tino cabeceador en el 2-1, terminó la noche con 26 balones perdidos, dejando demasiado solo en ataque a Rodrygo Goes.

Claro que pesaron las ausencias de Karim Benzema, Luka Modric y Fede Valverde, pero eso no debe servir de excusa para Carlo Ancelotti. La inyección de energía, uno de los argumentos favoritos del técnico para las segundas partes, sí incluyó esta vez a Eden Hazard. El belga, lejos del ambiente hostil del Bernabéu, dispuso de ese cuarto de hora final para al menos intentarlo. Pero ni por esas.

Carletto, lejos de frustrarse ante este primer revés, se mostró tan pausado como en las noches épicas del pasado curso. “De esta derrota se puede aprender más que de las 10 victorias seguidas”, apuntó el técnico blanco, consciente de que “antes o después, una derrota tenía que llegar”. “Siempre duele, pero afortunadamente menos que otras, porque tenemos otra oportunidad para acabar primeros”. El 2 de noviembre, el liderato del Grupo F pasa por una victoria en el Bernabéu a un Celtic ya sin opciones de Europa League.

El zurdazo de Nkunku para el 2-0 en Leipzig.AFP

La última decepción madridista en suelo germano databa de 2014, en la vuelta de cuartos ante el Borussia Dortmund, la noche en que Ancelotti debió echar mano de Casemiro, en el minuto 73 y ya con 2-0, para evitar el desastre. Así que los 45.228 espectadores que colmaban las gradas disfrutaron desde el minuto de homenaje a Dietrich Mateschitz, fundador de Red Bull fallecido el pasado sábado, hasta más allá del pitido final de Daniele Orsato.

Puede que Leipzig no sea la ciudad más apasionada por el fútbol en Europa, pero el vértigo de este equipo, asumiendo cualquier riesgo como hace seis semanas en el Bernabéu, puede incluso zarandear a todo un campeón de Europa.

kpd