Un Sevilla desquiciante se queda a medias ante el PSV

Un Sevilla desquiciante se queda a medias ante el PSV

2-2 en Eindhoven

Actualizado

Un gol de Teze en el cuarto minuto del añadido castiga a los de Mendilibar, donde Ramos provocó un penalti (2-2).

Teze y Ocampos, en pugna por un balón aéreo en Eindhoven.AFP

No tiene remedio el Sevilla, ni encuentra alivio en la Champions, donde no gana a domicilio desde el 8 de diciembre de 2020. En Eindhoven, cuando tenía al PSV en la lona, dejó escapar dos puntos por una desatención en el balón parado, aprovechada por Teze en el cuarto minuto del añadido. Tras la decepción del debut ante el Lens, este paso en falso aleja un poco más el pase a octavos. [Narración y estadísticas (2-2)]

Se quedó a medias el equipo de Mendilibar, que aún pudo ganar con un balón postrero de En-Nesyri, a centímetros del pie de Saw en el segundo palo. Pudo ser la noche de la redención para el marroquí, autor del 1-2, casi definitivo ante un PSV con arrestos para igualar tras un penalti provocado por Ramos. No obstante, después del saque de centro, el líder de la Eredivisie ni siquiera pudo oler el balón y Juanlu, recién ingresado, envió casi con un beso justo donde la esperaba el marroquí.

No hubo tregua para Ramos en el PSV Stadion, donde completó uno de esos partidos tan desconcertantes que parecen anticipar su adiós al fútbol. Casi inexpugnable por arriba, erró en exceso cuando más se le exigía. Igual que este atormentado Sevilla. Al paisaje plomizo colaboraba la figura de Ocampos, en perpetua discusión consigo mismo, o la inconsistencia de Rakitic, demasiado lento en la salida y el repliegue. No se trataba únicamente de que Mendilibar alinease a cuatro titulares por encima de los 35 años –Navas (37), Ramos (37), Fernando (36), Rakitic (35)- sino de la impericia en la distribución y de los sofocos de la línea de medios para contener las transiciones locales.

Orsato frustra a Pedrosa

En ellas, por encima del resto, destacó Lang, que antes del descanso forzó la amarilla de Navas. Sólo con ver pasar el tren no iba a bastar al Sevilla, zarandeado por vez primera por un cabezazo de Ramalho a la red. Por fortuna, en posición ligeramente adelantada. Entre tanta aridez ofensiva sólo un zurdazo de Lukebakio, a centímetros del travesaño.

Nada más regersar de la pausa, Lang puso a prueba las manoplas de Nyland, constatando que al PSV le sobraba entusiasmo, pero le fallaba la capacidad. Ramalho, otra vez en el sitio equivocado, dejó el 0-1 en la zurda de Pedrosa, pero el árbitro invalidó el gol por mano previa del ex lateral del Espanyol. Aún andaba Ramos protestando al quite cuando se incorporó a por un balón parado. Ese saque de esquina, botado en corto, lo puso Navas en el área hacia la cabeza de Ramos, poderosísimo en el salto. La llegada de Gudelj, cual bulldozer, se antojaba crucial para el Sevilla. Pero ni por esas.

kpd