El pie de Valverde y el fútbol de Bellingham conquistan el Maradona ante un pasional Nápoles

El pie de Valverde y el fútbol de Bellingham conquistan el Maradona ante un pasional Nápoles

Nápoles – Real Madrid (2-3)

Actualizado

Un error de Kepa provocó el 1-0 y un penalti de Nacho el 2-2, pero Fede apareció a tiempo para culminar la remontada y afianzar el liderato. Bellingham, gol y asistencia a Vinicius.

Valverde y Bellingham celebran el gol.CIRO FUSCOEFE

Debajo de las decadentes piedras que levantan el Estadio Diego Armando Maradona ruge ahora tímidamente el Campi Flegrei, el supervolcán que duerme enfrente del Vesubio, imperial al otro lado del Golfo de Nápoles, y que parece haber despertado con la muerte del Pelusa, como si éste se estuviera revolviendo en la tumba al ver a sus napolitanos levantar el Scudetto y a su país la Copa del Mundo. El Campi Flegrei, cuyo nombre viene del griego antiguo y significa «ardiente», está bajo el agua y ha provocado en los últimos días los dos mayores terremotos en la región en los últimos 40 años. Sobre su rugido reinó el Real Madrid de Jude Bellingham, que ha hecho suyo el escudo madridista. Así de rotunda ha sido su adaptación. En el antiguo San Paolo, el inglés dio un tanto y anotó otro casi maradoniano para entregar al conjunto blanco un triunfo sellado por el empeine de Fede Valverde. [Narración y estadísticas (2-3)]

Carlo Ancelotti parece haber encontrado su once titular, aunque no concuerde con algunos de los planes maestros de la agenda de Chamartín. En Nápoles volvió a apostar por Camavinga en el lateral izquierdo, dejando un rombo formado por Tchouaméni, Kroos, Valverde y Bellingham. Misma columna vertebral que en el 0-3 de Gerona. El Madrid se encuentra cómodo con el galo en el carril izquierdo, especialmente en salida de balón, sin sufrir demasiado ante un equipo que enfocaba su ataque por el lado contrario con el georgiano Kvaratskhelia. Camavinga es centrocampista en ataque, permite mantener a Kroos y Tchouaméni en la base y libera espacios para Bellingham y Valverde. Es todo más ordenado. Arriba, Vinicius y Rodrygo empezaron a entenderse como dupla atacante. Se necesitan.

Error de Kepa y remontada

El Madrid se activó como el Campi Flegrei cuando Ostigard anotó el 1-0 para los locales, para delirio del aficionado napolitano. Kepa midió mal en la salida de un centro, Natan se alzó más que él, su cabezazo acabó en el larguero y Ostigard, aprovechando el rechace, repitió remate con la testa para adelantar a los suyos.

Era el minuto 19 y aunque los blancos no habían empezado mal, con una arrancada de Rodrygo que terminó rematando al cuerpo de Meret y algún acercamiento de Bellingham, pero se vio por debajo en el marcador demasiado pronto. Una constante esta temporada.

El Maradona apretaba más que nunca y el Madrid parecía sufrir con el golpe, pero Bellingham se echó el equipo a sus hombros. En el 26 adivinó las intenciones de Di Lorenzo en salida de balón, capturó su pase, se internó en el área y cedió para Vinicius, que definió en diagonal sobre Meter. Primer gol del brasileño en Champions esta temporada, segundo en el curso tras el anotado en Almería y 16º en la competición en su carrera. No había visto puerta desde su lesión así que agradecerá el tanto en Italia.

En el34, Bellingham volvió a aparecer. Recibió en el centro del campo e inició una carrera con Anguissa a su sombra. El napolitano no llegó nunca a su altura y el inglés se plantó en la zona de peligro italiana, sentó a Ostigard con un recorte y definió al palo izquierdo de Meret. Un golazo que levantó algún «ohhhh» en la pasional grada del Maradona y que rebajó las alarmas en el banquillo del Madrid. Brazos abiertos y mirada a la grada. El mundo y el Madrid es de este inglés de 20 años que ya lleva ocho goles y tres asistencias en nueve partidos e iguala a Cristiano al anotar en sus dos primeros encuentros de Liga y Champions con el conjunto blanco.

El penalti, revisado por el VAR

Tras el descanso, la tranquilidad madridista quedó silenciada por la presión y pasión napolitana para desgracia de Nacho, protagonista negativo otra vez sobre el césped. El defensa, que estaba realizando un partido sensacional, se lanzó al suelo para evitar un disparo de Osimhen, despejó el balón con los pies pero el rechace le dio en el brazo, que no estaba en posición natural. Turpin lo revisó en el VAR, señaló el penalti y Zielinski anotó desde los once metros.

Las tablas noquearon al Madrid y Ancelotti dio entrada a Mendy y Modric para intentar imponer su fútbol ante el corazón napolitano. Le costó, pero en el tramo final los blancos respiraron gracias a la pausa del croata y pisaron más veces al área local. En el 78, el rechace de un centro de Modric cayó en los pies de Valverde. «Tiene que chutar más», le insiste Ancelotti. Así que el uruguayo no se lo pensó. Controló y le pegó al balón con un empeine extraordinario que dio en el larguero y en Meret para colarse en la portería del Nápoles. El Madrid sobrevivió e hizo suyo el Maradona.

kpd