Durante la séptima etapa de la Vuelta al Mundo por equipos, los animales chocaron y empujaron al Team JAJO y el Mirpuri Trifok Racing.
Un grupo de orcas ha ‘atacado’ a dos embarcaciones de la flota de The Ocean Race -Vuelta al Mundo por Equipos- durante la séptima etapa que se disputa entre La Haya y Génova, aunque no hubo heridos ni daños materiales.
Dos de los VO65, el Team JAJO y el Mirpuri Trifok Racing, informaron, según la organización, de que las orcas se les acercaron en el Océano Atlántico al oeste de Gibraltar e incluso llegaron a chocar contra las embarcaciones y empujaron o mordieron los timones.
“Hace 20 minutos nos golpearon unas orcas”, anunció el patrón del Team JAJO, Jelmer van Beek, después del incidente.
“Tres orcas vinieron directamente hacia nosotros y comenzaron a golpear los timones. Es impresionante ver a las orcas, unos animales muy hermosos, pero también ha sido un momento peligroso para nosotros como equipo. Quitamos las velas y redujimos la velocidad del barco lo más rápido posible y, afortunadamente, después de algunos ataques, se fueron… Fue un momento aterrador“, admitió Van Beek..
“Afortunadamente para los barcos de The Ocean Race, los encuentros con orcas han sido breves y relativamente benignos, aunque sin duda aterradores”, añadió la organización.
La imagen fue histórica. Una bandera gigante de la Comunidad Valenciana bajó por el lateral oeste del Santiago Bernabéu y el estadio se sumó a una emocionante ovación a las víctimas de la tragedia provocada por la DANA la semana pasada. Un homenaje sentido que continuó con un minuto de silencio en el que sonó el himno regional valenciano mientras los aficionados del Real Madrid y el AC Milán respetaban y compartían el dolor.
«Todos somos Valencia» y «Siamo tutti Valencia» rezaban las camisetas con las que los futbolistas saltaron al campo. En la grada, muchas bufandas del equipo ché, varias banderas de la comunidad autónoma y de España y mucha emoción. El fútbol, como había pedido Lucas Vázquez en la rueda de prensa previa, pasaba a un segundo plano durante unos instantes.
Antes, Chamartín le había dedicado una monumental pitada al himno de la Champions, ese que otras veces tanto ha disfrutado. La afición mostró así su rechazo a la UEFA y a la decisión de no otorgar el Balón de Oro a Vinicius, apoyando la ausencia del conjunto blanco en la gala de París.
Carlo Ancelotti había mostrado su rechazo a la disputa de partidos durante estos días, asegurando que «el fútbol tiene que parar» para quedarse pendiente de los afectados por las inundaciones, pero el encuentro llegó y el transalpino se encontró con una noche muy complicada en lo futbolístico.
Apostó por Tchouaméni, cuestionado en el inicio de la temporada, y sentó a Camavinga, uno de los favoritos de la grada y de la dirección técnica. Todo después del doloroso 0-4 encajado ante el Barcelona y después de diez días de descanso. La afición esperaba cambios en la alineación, en el estilo de juego y en el ritmo del equipo en un partido clave en el devenir de la liguilla continental, pero se encontró otra pesadilla.
"La noche va a ser larga"
"Tenemos que estar preocupados", admitió Ancelotti tras el duelo. El Madrid repitió los defectos del día del Dortmund. Encajó pronto, fue inferior a su rival y se fue al descanso con dos goles en contra, abucheado por su propio público. Valverde y Bellingham sufren en las bandas y Tchouaméni ha bajado su nivel estrepitosamente. "Nos falta algo. La noche va a ser larga... Las próximas noches van a ser largas. El equipo no está compacto, no está bien ordenado en el campo y tenemos que trabajar en esto", manifestó el técnico, "muy preocupado".
El Madrid repitió los defectos del día del Dortmund. Encajó pronto, fue inferior a su rival y se fue al descanso con dos goles en contra. El gol a lo Panenka de Vinicius le acercó en el marcador, pero no evitó los abucheos del público camino de los vestuarios. Ancelotti volvió a confiar en un 4-4-2 impotente, con Vinicius y Mbappé en punta y Bellingham y Valverde pegados a las bandas. Y el Madrid sufrió en ataque y en defensa, especialmente en una presión que no tuvo efecto. El Madrid volvió a correr menos que el rival (105 kilómetros, por los 110 del rival), una constante en los últimos meses.
"Tenemos que trabajar más"
"El año pasado tampoco fuimos los primeros en esa estadística y ganamos la Champions. Pero cuando no hay solidez, tienes que trabajar más. No puedo decir que mis jugadores están vagos, pero ahora mismo no somos capaces de realizar un trabajo colectivo eficaz", reflexionó el entrenador.
Tras el intermedio, Ancelotti sentó a Tchouaméni y a Valverde y dio entrada a Camavinga y a Brahim. Más tarde sería Ceballos por Modric, solución de emergencia a la falta de ideas en el centro del campo. Tampoco sirvió.
Los tres goles del Milán hacen daño al Madrid más allá de los tres puntos. Los blancos suman dos derrotas consecutivas en las que Ancelotti no ha contado ni un minuto con Arda Güler, una de las revelaciones de la Eurocopa, ni Endrick, llamado a ser el delantero del futuro. Decisiones y resultados que dejan al Madrid en crisis.
"Anímicamente no es un problema individual, es colectivo, no lo estamos haciendo bien y no estamos bien, hay que intentar ganar el próximo partido y centrarnos. Así es complicado llegar al final de la temporada. Somos un equipo que no está dando su mejor versión. Tenemos que defender mejor, ahí está la clave. Tengo que buscar soluciones sin volverme loco", finalizó Ancelotti.
El saltador de altura Gianmarco Tamberi ha compartido este sábado una sentida petición de perdón a su esposa después de que su anillo de boda se deslizara de su dedo mientras actuaba como abanderado de Italia en un barco en el río Sena durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París.
"Demasiada agua, demasiados kilos perdidos en los últimos meses o tal vez el entusiasmo irrefrenable de lo que estábamos haciendo", ha escrito Tamberi, que ganó el oro en los Juegos de Tokio. Lo ha hecho en un post en Instagram dirigido a su esposa, Chiara Bontempi Tamberi.
"Probablemente las tres cosas, el hecho es que lo sentí (mi anillo) deslizarse, lo vi volar..... Lo seguí con la mirada hasta que lo vi rebotar dentro del barco". Tamberi ha añadido que el anillo de boda cayó entonces a las aguas del Sena en lo que describió como "unos momentos que duraron para siempre".
"Pero si realmente tuvo que ocurrir, si realmente tuve que perderlo, no podría imaginar un lugar mejor", añade Tamberi, explicando que "permanecerá para siempre en el río de la Ciudad del Amor".
El atleta asegura que el percance le servirá para renovar sus votos y casarse de nuevo, y quizás como impulso para ganar otro metal: "¡Ojalá sea un buen augurio para volver a casa con un oro aún mayor!".