LaLiga Santander
Sevilla -Real Madrid (1-2)
El brasileño explota ante el Sevilla con dos goles, suma 9 y se queda a uno de Vinicius en Liga.
Rodrygo Goes es feliz en Sevilla. Hace doce meses, el brasileño fue vital en la remontada del Real Madrid en el Sánchez Pizjuán para consolidar el liderato de LaLiga. Y este sábado, el ex del Santos se inventó dos goles para superar el inicial de Rafa Mir y llevarse un triunfo de Nervión. Son ya 19 goles y 11 asistencias esta temporada, la de su teórica explosión.
El Madrid aterrizó en la capital hispalense con la necesidad de mejorar la imagen de las últimas semanas, con las derrotas ligueras ante Girona, Real Sociedad y Valencia como principales debes de un equipo que ya sólo se juega el honor de la segunda plaza. Consciente de las necesidades profesionales, Carlo Ancelotti sacó ante el Sevilla lo mejor que tenía en el armario. Sin Benzema ni Vinicius, el italiano entregó su alineación a los centrocampistas, con Rodrygo como chispa. Tchouaméni, Kroos, Modric, Ceballos y Valverde poblaron un terreno de juego en el que el Madrid dominó sin diente.
Mendilibar, pensando más en la final de la Europa League contra la Roma, rotó a su plantilla y se dejó en el banquillo a En-Nesyri y Ocampos. Buscó morder en la presión y correr a la contra, y lo consiguió. Sin apenas respiro, Mir adelantó a los locales en el minuto 3 aprovechando varios rechaces en el área madridista. Acuña le ganó la espalda con demasiada facilidad a Lucas Vázquez y encontró a Bryan Gil. El ex del Tottenham disparó, pero su disparo encontró a Militao. El balón cayó a los pies de Mir que de primeras y con el interior envió la pelota a la escuadra derecha de Courtois.
El gol asentó la idea sevillista y plasmó la falta de profundidad del Madrid, que asumió la posesión pero no encontró ni las bandas ni los espacios en tres cuartos del campo rival. Tocó, tocó y tocó, pero sin peligro. Enfrente, el Sevilla mordió con Gil, Lamela y el Papu, generosos en el esfuerzo y deseosos de minutos en la final del próximo miércoles. En el medio, el canterano Bueno se exhibió ante el talento y la experiencia del Madrid.
Sin huecos, al Madrid sólo le quedaba la genialidad individual, y ahí apareció Rodrygo. En el minuto 28, el brasileño hizo suya una falta en la frontal del área y sorprendió a Bono lanzando al mismo palo del portero, que esperaba un disparo por encima de la barrera.
El empate no cambió el signo del partido, enroscado en la guerra del centro del campo. El Sevilla pudo adelantarse de nuevo con dos arreones de los argentinos Acuña, Montiel y Lamela, pero el delantero no estuvo acertado ante Courtois. Primero envió una volea al palo izquierdo del belga y después lanzó el balón arriba a dos metros de la línea de gol. Los de Mendilibar parecían desear más el partido.
Tras el descanso, los blancos encontraron oxígeno en la entrada de Camavinga y Álvaro Rodríguez en lugar de Valverde, lesionado, y Mendy, que todavía no está para 90 minutos. El francés se adueñó del lateral izquierdo y el uruguayo se situó como ‘9’ de referencia, liberando más a un Rodrygo que disfruta cuando puede moverse por donde quiera.
El brasileño empezó a aparecer en la izquierda y detrás del punta y el Madrid mejoró. En una contra, Kroos visionó un pase teledirigido a la carrera de Rodrygo, que se plantó en el área, mareó a Montiel con un zigzag imprevisible y definió con tranquilidad a la izquierda de Bono. Una maravilla para decidir el choque de Nervión. Fue su 19º gol del curso, el 9º en Liga, donde se queda a sólo uno de Vinicius. Ya suma más tantos este año que entre sus tres primeras campañas en el Madrid (7, 2 y 9).
El tramo final se centró más en el barro que en el fútbol, con entradas a destiempo y peligrosas, como la que provocó la expulsión de Acuña. El argentino entró con la plancha al tobillo de Ceballos y vio la roja directa mientras el Pizjuán la tomaba con el ex del Betis. Una entrada de Jordan, acalorado, al propio Ceballos fue el amago de otra tangana, pero el duelo murió sin más incidentes. El Madrid asienta el segundo puesto y sólo le quedan 90 minutos ante el Athletic para finalizar esta Liga irregular.