Rienda suelta para Rafael Leao, verdugo del PSG en San Siro

Rienda suelta para Rafael Leao, verdugo del PSG en San Siro

2-2 en San Siro

Actualizado

El portugués, autor de un gol y un sinfín de arrancadas, se exhibe en un partido muy abierto, con 32 remates por bando (2-1).

El acrobático remate de Leao que valió el 1-1 en San Siro.AP

La colosal actuación de Rafael Leao, autor de un sinfín de estampidas y finos detalles, llenó de gozo a San Siro, que pudo celebrar un gran triunfo ante el PSG. En un desenfrenado duelo, con 16 remates por bando, el Milan se sobrepuso a un madrugador 0-1 hasta imponerse con autoridad. Malas noticias para Luis Enrique, privado de la mejor versión de Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé, e incapaz de poner algo de cordura en su línea de medios. [Narración y estadísticas (2-1)]

El 2-0 previo del Dortmund, muy superior toda la tarde al Newcastle, obligaba aún más a los rossoneri, que en la primera jornada habían dejado escapar dos puntos vitales frente a los ingleses. Stefano Pioli dejó en el banquillo a Rade Krunic y colocó a Tijjani Reijnders en la cabina de mando. Asimismo, el regreso de Ruben Loftus-Cheek a la titularidad resultó un factor determinante. Para bien y para mal.

El ex atacante del Chelsea, recién salido de una lesión, dispuso de muchos espacios para desplegar su velocidad, en compañía de Theo Hernández. Ya de inicio desperdició una buena ocasión ante Gianluigi Donnarumma y en el minuto nueve, tras un saque de esquina, su despiste en el segundo palo dejó en bandeja el 0-1 para Milan Skriniar, un ex interista de regreso a San Siro.

Ugarte, superado

El golpe no desanimó a los locales, cuya intensidad empezó a causar estragos. Luis Enrique, una semana más, no renunció a los riesgos y en ese contexto de campo abierto, su PSG empezó a partirse por la mitad. Sin el ancla de Manuel Ugarte, el mediocentro sobre el que había construido su esquema desde el arranque del curso, el campeón francés se vio desbordado sin remedio.

En el intercambio de golpes, sin equilibrio defensivo en ambos bandos, el partido resultó un regalo para el espectador neutral. Por encima del resto se alzó la imponente figura de Leao. Antes del cuarto de hora, el portugués arrancó con una potencia arrebatadora, cedió para Olivier Giroud y aún tuvo fuerzas para mandar a la red el disparo rechazado del francés. Su remate de tijera llevó al delirio a San Siro.

Con tantos espacios en la medular, sin inteligencia para al menos acabar sus acercamientos, el PSG perdía fuelle de un modo preocupante. No había noticias de Kylian Mbappé y el buen inicio de Ousmane Dembélé se iba deshilachando. Cierto que pudo haber más goles antes del descanso, con 22 remates por ambos bandos, aunque la inercia era milanista.

Mbappé, abatido, tras el 2-1 de Giroud.EFE

Al poco de volver de la pausa, esa sensación iba a concretarse gracias a Giroud, un ariete de 37 años que se entrega con el entusiasmo de un juvenil. El francés supo anticiparse a todo un coloso como Skriniar para consumar con una violencia extraordinaria un centro de Theo. En cualquier caso, los focos seguían apuntando a Leao, autor de un excepcional partido, destrozando a quien osara salirle al paso.

Su despligue físico, aguantando de espaldas o recibiendo en campo rival, acabó por pasarle factura y en el minuto 84 Pioli decidió dar paso a Noah Okafor. De inmediato, el internacional suizo pudo cargar la pierna derecha para un gran remate cruzado, neutralizado por Donnarumma en la mejor parada de la noche.

Por entonces, los hombres de refresco del PSG –Kang-in Lee, Fabián Ruiz, Gonçalo Ramos– apenas habían dejado rastro en el partido. No obstante, la calidad que se les presupone surgió, como un chispazo, en las botas del coreano. Su preciosa maniobra en el área, ante la oposición de Giroud, la culminó con un remate escupido por el palo. Aún restaban siete minutos de añadido, pero el PSG no complicó más a Mike Maignan. Con cinco puntos, a uno del PSG, y a dos del Dortmund, el grupo de Pioli aún cuenta con legítimas aspiraciones de alcanzar los octavos.

kpd