GP de Abu Dhabi
Ferrari y Mercedes, separados por sólo cuatro puntos, dilucidarán sus recientes diferencias en la batalla por el segundo puesto del Mundial.
La curva 3, la más rápida de Yas Marina, que se aborda sin demasiados problemas con el acelerador a fondo, escondía una desagradable sorpresa para Carlos Sainz. “Por algún motivo, la pista ha sufrido algunos cambios y hay dos baches en esa zona”, explicó el piloto de Ferrari tras su accidente durante la segunda sesión de entrenamientos libres del GP de Abu Dhabi. El choque contra las protecciones de Techpro provocó severos daños en el costado izquierdo del SF-23, incluyendo el alerón delantero, el fondo plano y la suspensión trasera. Por segunda semana consecutiva, el fin de semana de Sainz se veía comprometido por una causa externa, ajena por completo a su jurisdicción.
“Fue un error costoso. Siento haber dado trabajo extra hoy a los mecánicos”, añadió el madrileño, víctima hace sólo siete días de una tapa de alcantarilla en Las Vegas. El viernes, el motivo de su desgracia debió atribuirse al mal estado del asfalto y al bottoming. Este anglicisimo describe una situación en la que el coche golpea el asfalto cuando sus suspensiones llegan al límite. “Cualquier bache pequeño te puede provocar un golpe bastante fuerte”, describió Sainz, sin capacidad para controlar un monoplaza afectado por el aire sucio de un AlphaTauri que salía del pit-lane. Al menos, a diferencia de aquella injusta penalización de 10 puestos en la parrilla de Las Vegas, Ferrari no recibirá castigo alguno. Porque, tal y como admite Sainz, todo va a estar “muy apretado” en Yas Marina. Especialmente entre Ferrari y Mercedes.
La lucha por el segundo puesto en el Mundial de constructores se va a dilucidar por un margen de cuatro puntos, la diferencia más estrecha entre ambos desde el comienzo de curso. “Si tenemos en cuenta que hace un par de carreras estábamos a 60, vamos por el buen camino. En cualquier caso, cuatro puntos no son nada o pueden ser mucho”, vaticinó Fred Vasseur, jefe de la Scuderia, antes de viajar a Abu Dhabi. Para ser precisos, la máxima ventaja desventaja para la gente de Maranello se cifró en 56 puntos tras el GP de Bélgica, el último antes de las vacaciones. Desde entonces, el rendimiento del SF-23 fue mucho más consistente, logrando mitigar los problemas de degradación en los neumáticos que habían frustado su arranque de Mundial.
Un W14 sin optimizar
La victoria en Singapur, la única que ha dejado escapar Red Bull tras 21 carreras, sirvió de trampolín para Ferrari, que ha descontado 41 puntos al equipo dirigido por Toto Wolff durante las siete últimas citas. El síntoma más alentador para Vasseur fue la velocidad del coche en las sesiones de clasificación. De hecho, en 2023 Ferrari suma siete poles, por tan sólo una de Mercedes. Asimismo, las características de Yas Marina, con una combinación de largas rectas y curvas muy lentas, parece privilegiar al monoplaza rojo, como ya quedó en evidencia el pasado domingo en Las Vegas, cuando Charles Leclerc incluso pudo codearse con los Red Bull.
Por contra, las Flechas de Plata, tras un año demasiado irregular, no encuentran certezas. Tras la mejora en el fondo plano, introducida en Austin y pulida en México, Lewis Hamilton y George Russell siguen sin maximizar el potencial del W14, un monoplaza que fue concebido casi sin pontones y cuyas constantes actualizaciones nunca dieron fruto en sazón.
El honor entre españoles
A este mano a mano habrá que sumar otras batallas de menor índole, aunque de indudable peso simbólico. La más reñida la entablarán Fernando Alonso y Sainz, empatados a 200 puntos, por el honor de acabar como mejor español. A estas alturas es indudable que el Mundial se hizo demasiado largo para el líder de Aston Martin, que ahora ha de defender su cuarto puesto ante el asedio de Lando Norris (195 puntos). Tras enlazar seis podios en las siete primeras carreras, el asturiano parte hoy en desventaja ante Sainz, autor de tres podios, dos poles y el mencionado triunfo en Marina Bay.
El otro punto caliente del fin de semana se resolverá entre Sainz y Leclerc, que se juegan la supremacía en el garaje de Ferrari. El monegasco, perseguido por infortunios de toda índole, podría acabar de nuevo por detrás de su compañero, como en 2021. Parte con 12 puntos de déficit, por lo que precisaría al menos un podio y un cero de Carlos para revertir la situación. De poco le han servido, otro año más, sus inspirados sábados, donde domina con autoridad al madrileño (14-7).