Durante los últimos días, Carlos Sainz se ha dejado crecer el bigote por una buena causa. Le ha convencido Pierluigi della Bona, su fisioterapeuta, natural de un localidad cercana a Roma. Ese mismo adorno capilar también forma parte del look de Roberto Merhi, piloto de la Super GT japonesa y miembro del círculo más cercano de la familia Sainz desplazada hasta Imola. Sin embargo, Carlos no ha dado plazos concretos a Della Bona, el preparador que el pasado invierno sustituyó a Rupert Manwaring. Tampoco a los equipos que en las últimas semanas intentan seducirle con sus proyectos. Audi, Mercedes y Red Bull son los mejor colocados, pero él maneja los tiempos y pone sus condiciones.
A las puertas del hospitality de Ferrari, entre el enjambre de invitados VIP y el paso apresurado de Charles Leclerc, algunos veteranos del staff seguían ayer asombrados con la valentía de Sainz a la hora de llevar las negociaciones. “Hay que tener mucho temple para buscar la mejor opción, renunciando a lo fácil, que sería haber firmado ya con Audi”, comentaban. Entre la primera y segunda sesión libre, Fernando Alonso se pasó por allí para saludar a viejos amigos, mientras Mattia Binotto, ex team principal, atraía la atención de las cámaras incluso vestido de calle. En la primera carrera europea del Mundial, todos revoloteaban en torno a los Sainz, con Carlos padre al frente del operativo.
Las reuniones para cerrar el acuerdo, con la obligada discreción, se vienen sucediendo en los últimos días. “Vamos perfilando detalles, aunque hasta que no tengamos el sí o el no definitivo de las partes no anunciaremos nada”, apuntan desde su entorno. “No nos hemos puesto ninguna fecha límite, aunque lo más probable es que todo se resuelva antes del verano”.
“Todo sigue abierto”
En realidad, los habituales plazos del mercado estallaron por los aires cuando Lewis Hamilton anunció en febrero su fichaje por Ferrari. Ahora, el resto de la parrilla aguarda la decisión de Sainz, la pieza más cotizada. La que moverá al resto. “Todo sigue abierto. No es ningún secreto que las mejores opciones son Red Bull y Mercedes, aunque no queremos un contrato sólo para 2025”.
Christian Horner y Toto Wolff, los jefes de los equipos que han dominado la última década de la F1, guardan algunas cartas bajo la manga. En Red Bull se valora el carácter gregario de Sergio Pérez, que en las últimas carreras ha elevado el listón de su pilotaje. En las Flechas de Plata, por su parte, juegan la baza de Andrea Kimi Antonelli, un chico de 17 años que anda fogueándose, con más dificultades de las previstas, en la F2. “Si Red Bull decide quedarse finalmente con Checo no será por su rendimiento del último mes, porque le conocen de sobra desde 2021. Tampoco creemos que Antonelli sea un simple farol, porque Mercedes ya ha invertido en él muchísimo dinero”.
La cuestión económica, por cierto, no marcará la diferencia, aunque Audi, con su proyecto a largo plazo, ofrezca mejores condiciones que el resto. En primer lugar, porque necesita un buque insignia con más gancho que Nico Hulkenberg, su reciente fichaje. Además, porque la figura de Carlos atraería, a su vez, mejores ingenieros y mécanicos. A partir de 2025, la marca alemana tomará el control del 75% de Sauber. Sin embargo, Sainz sabe de sobra que, con ellos, el Mundial sería algo parecido al purgatorio. Y que las dos únicas opciones de luchar por los triunfos pasan por Red Bull y Mercedes.
Stroll no se mueve
Tras numerosos tiras y aflojas a comienzos de primavera, Audi decidió esperar a Sainz, aunque sin llegar a la amenaza del últimátum. Red Bull, por su parte, se sumó a la puja, aun sabiendo que el último vencedor del GP de Australia fue el único compañero que osó desafiar a Max Verstappen durante aquel curso en Toro Rosso. Mercedes sabe que formaría una dupla fabulosa con George Russell, por experiencia y compatibilidad de caracteres.
Por debajo en el orden jerárquico también cabe mencionar a Williams, Alpine y Haas, las tres escuderías más débiles del momento, con disponibilidad de asiento para la próxima temporada. Quien queda totalmente descartada es Aston Martin, no sólo por la renovación de Alonso, sino porque Lawrence Stroll sigue empeñado en dar otra oportunidad a su hijo. La enésima muestra de los vaivenes de la silly season, dado que el equipo de Silverstone se perfilaba, hace tres meses, como uno de los mejor colocados para su fichaje.
A dos meses de cumplir 30 años, Sainz luce una madurez sobre el asfalto a la altura de los elegidos. Por eso, entre otras razones, dispone de tantas opciones. Ahora sólo queda la llave de la puerta. Y esa opción de elegir se la ha ganado a pulso.