Final de la maldición y nuevo integrante en la fiesta de los sprinters. El belga Jasper Philipsen, por fin, pudo anotarse su primera victoria de etapa en esta ronda y terminar con su permanente frustración. El velocista del Alpecin superó al eritreo Biniam Girmay (el más eficaz en esta edición, con dos triunfos) y se olvidó de sus desagradables momentos: en la sexta etapa fue descalificado por cerrar a Van Aert y fue segundo en la quinta y octava.
El compañero de Van der Poel fue el más afortunado en un día de charleta, de intercambio de confidencias. Jornada sin apenas historia, la primera etapa plácida de este Tour.
La cita posterior a la jornada de descanso suele ser peligrosa por la dificultad de algunos para adaptarse al cambio de biorritmos. Un entrenamiento inadecuado o un exceso de inactividad han acarreado dolorosas facturas en otras ocasiones. Este martes, el pelotón alertado por esos precedentes y pensando en los próximos desafíos, con entrada en el Macizo Central y luego visita a los Pirineos, se tomó la etapa con tranquilidad hasta el tramo final.
Ayuso, Aranburu y Lazkano
Ni siquiera, los aventureros de turno se lanzaron a ganar cuota de pantalla. Un ejercicio de transición para Tadej Pogacar, que mantiene su puesto de privilegio en la clasificación general, y Jonas Vingegaard, muy satisfecho tras haber superado el primer tercio de la carrera con sólo 75 segundos de desventaja respecto al esloveno.
La llegada a la meta de St. Amand Montrond también fue la clausura de un encuentro sin sobresaltos para Juan Ayuso, Alex Aranburu y Oier Lazkano, que celebraron su elección para los Juegos de París. El compañero de Pogacar doblará, al afrontar la prueba en línea y la contrarreloj.
A por el Macizo Central
Eso sí, fue un día muy señalado por el noruego Jonas Abrahamsen (Uno-X) que igualó el récord del belga Ludo Peeters, datado de 1984, al portar el maillot de líder de la clasificación de la Montaña durante las 10 primeras etapas del Tour.
Este miércoles, una etapa complicadísima, con desgaste permanente. Única excursión en el temido Macizo Central. Serán 4.350 metros de desnivel en 187 tortuosos kilómetros. La parte más dura se concentra en los últimos 50 km, con los ascensos al Col de Néronne (3,8 kilómetros al 9,1%), el Puy Mary Pas de Peyrol (5,4 km al 8%) y el encadenado final al Col de Pertus (4,4 km. al 7,9%) y el Col de Font de Cere (3,3 al 5,8%) previos a la meta en Le Lioran. Nueva criba en el top ten de la carrera.