Real Madrid
El belga, sin minutos en los cuatro últimos partidos, se ha visto superado por Rodrygo, pese a que enlaza tres meses sin lesiones.
A falta de minutos de juego, Eden Hazard dejó el miércoles dos imágenes que compendian su actual estatus en el Real Madrid. Minutos antes del comienzo del partido ante el Shakhtar, el belga fue sorprendido sorteando con Antonio Rudiger -a piedra, papel o tijera- su asiento en el banquillo. Dos horas más tarde, ambos desfilaron con paso apresurado ante las cámaras, mientras el defensa devoraba una porción de pizza. Hazard, que había saltado a calentar en el minuto 64, tampoco contó en la Champions con una oportunidad. Por cuarto partido consecutivo, Carlo Ancelotti le había dejado fuera de sus planes.
Hazard se ejercitó en la banda a las órdenes del preparador físico, Antonio Pintus, pero Carletto sólo dio entrada a Marco Asensio y Eduardo Camavinga. Durante ese tramo final, Rodrygo Goes arrastraba ya calambres en un gemelo. Suyos habían sido el 1-0 y el pase para el gol de Vinicius ante el campeón ucraniano, así que el estadio le despidió con una rotunda ovación. El joven brasileño, distinguido por la UEFA como el mejor de la noche, había vuelto a mostrar su acoplamiento a la posición de segundo punta. Precisamente donde más se ha venido esperando a Hazard.
Hace justo un mes, Karim Benzema cayó lesionado en Glasgow y Hazard ocupó su lugar, aportando un gol y una asistencia. “No le voy a pedir que marque, sino que juegue como contra el Celtic y mantenga una buena actitud ofensiva”, anunció Ancelotti en la previa del duelo ante el Mallorca. Aquella titularidad queda hoy muy lejos. Mientras el zurdo no ha vuelto a disputar un solo minuto, Rodrygo ha aprovechado sus oportunidades en LaLiga, siendo decisivo, por ejemplo, en el Metropolitano frente al Atlético.
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La irrelevancia de Hazard, por contra, quedaría aún más patente el pasado domingo frente a Osasuna, cuando Ancelotti prefirió dar paso a Mariano, esgrimiendo que durante ese tramo final necesitaba juego aéreo. “No ha hablado conmigo porque él conoce la situación, que es la misma que la de otros compañeros. Hay mucha competencia y unos juegan menos”, sentenció Carletto, con su habitual flema. En cualquier caso, el hartazgo con el bajo rendimiento de Hazard ha traspasado los muros de Valdebebas hasta filtrarse en la zona noble del Bernabéu. La paciencia con el fichaje más caro en la historia del Real Madrid parece haberse agotado.
Y eso que, a diferencia de lo que sucedía con Gareth Bale, no existe malestar con la actitud del belga, que al fin ha logrado reconducir el rumbo en el apartado físico. Aunque suene extravagante, por primera vez desde su aterrizaje, en julio de 2019, Hazard enlaza tres meses sin lesión alguna. El pasado marzo, los médicos le retiraron la placa de titanio que protegía su maltrecho tobillo derecho. Desde entonces no ha causado baja. Atrás quedan los 16 problemas físicos, desde el Covid a un rosario de pinchazos musculares, que le habían impedido cualquier amago de continuidad. Sin embargo, ni siquiera cuando la salud le respeta, el nivel del extremo alcanza para el Real Madrid.
23 millones de euros brutos
A estas evidencias hay que añadir la cuestión económica, ya que Hazard, con contrato hasta 2024, es el mejor pagado de la plantilla, con casi 23 millones de euros brutos por temporada. El doble que Vinicius y casi el triple que Rodrygo, por citar sólo dos ejemplos. Desde hace tiempo, la contención del gasto salarial ha sido un pilar incuestionable para Florentino Pérez. Y las salidas de Bale, Isco, Jovic y Marcelo el pasado verano confirmaron que el club no va a permitir más sueldos astronómicos.
Ahora mismo, la única esperanza para Hazard radica en el Mundial de Qatar, dado que allí podría potenciar su devaluado caché, que hoy no supera los 12 millones, según la estimación de Transfermarkt. Mientras tanto, en Bélgica también se debate sobre la titularidad de su capitán. Y sobre la fiesta, en un club nocturno de Bruselas, previa a la última derrota ante Países Bajos en la Nations League. Eden, padre de cinco hijos, ni siquiera ha querdio salir al paso de los rumores. Bastante tiene con su interminable mala racha en Madrid.