El centrocampista del Barcelona Fermín López estará de baja dos semanas por una lesión en el gemelo derecho, según ha anunciado el club azulgrana este jueves.
“Fermín López tiene una pequeña lesión en el sóleo de la pierna derecha y el tiempo de recuperación aproximado será de dos semanas”, asegura la nota del equipo.
El jugador de 22 años, campeón de Europa y olímpico con España en 2024, se perderá así los tres próximos encuentros contra Alavés, Atlético de Madrid y Betis en LaLiga. También es duda para la recepción del Eintracht Fráncfort en la Liga de Campeones el 9 de diciembre.
Lesionado en la ingle a finales de septiembre, Fermín había recuperado su puesto como titular en el mediocampo por delante de su compatriota Dani Olmo.
El Barcelona recuerda en su comunicado que Fermín se ha convertido esta temporada en centenario con el primer equipo, gracias a los 15 partidos que ha disputado esta temporada, nueve de ellos como titular.
Tras la derrota el martes frente al Chelsea en la Champions (3-0), el Barcelona, segundo en la Liga buscará recuperarse el sábado contra el Alavés para mantener la presión sobre el Real Madrid.
Tenía que ser en Champions. Esa competición en la que Antoine Griezmann hizo su primer gol con el Atlético de Madrid un 16 de septiembre de 2014 ante el Olympiakos y se puso a 200 un 30 de septiembre de 2025 ante el Eintracht.
Éste último se lo debe a Julián Álvarez. Quiso el argentino darle el regalo al francés tras una diagonal en la que sentó a un central germano. Y pudo hacer el 201 si un mal rebote no le golpea en la mano, pero quizás era mejor redondear la cifra en un partido. "Muy feliz, me ha costado un poco pero no soy un delantero de tirar cincuenta mil veces por partido", ha explicado el protagonista.
Es una barbaridad. En su retrovisor hay nombres como Luis Aragonés (172), Adrián Escudero (169) o Paco Campos (154). Nombres de los que, hace apenas un mes, parecía que no se alejaría más. Y es que, desde febrero, si no es por el tanto que hizo en el Mundial de Clubes al Botafogo, no había conseguido marcar con el Atlético de Madrid. Ocho meses, con ese paréntesis, sin hacer un tanto. "Yo juego para el equipo y no se me ha quitado ningún peso", ha expresado.
"un agradecido a Antoine"
Simeone nunca dejó de confiar en el talento del francés, pese a esa mala racha. Fue consciente el argentino que quizás exprimió demasiado sus 34 años la primera parte del curso pasado, cuando el siete del Atlético era el jugador de campo más utilizado de la plantilla. Y el río, claro, sonaba. "No tengo nada que reivindicar sino trabajar, estar tranquilo, jugar y dar lo máximo, en el fútbol siempre se habla", ha respondido.
Quien sí puede hablar es su técnico. Nunca se cansó de defenderle en las malas y hoy, con dos goles en dos partidos, en las buenas. Y, tras la victoria cómoda ante el Eintracht, la segunda manita consecutiva, no iba a ser menos. "Soy un agradecido a Antoine y su tiempo en el Atlético, ni que hablar a sus 200 goles", ha comenzado con una sonrisa su entrenador.
Luego ha querido reivindicar el cambio táctico que comenzaron ellos en el Atlético y que llevó al galo a la mediapunta desde el extremo izquierdo donde terminó de explotar como jugador tanto en su equipo como en la selección. "Le invitamos a aprovechar sus características para ser mediapunta y fue campeón del mundo en esa posición", ha recordado el técnico.
Estreno dulce
"Siempre fue un referente en todo con su esfuerzo, trabajo y lo que genera con su alegría al grupo. Merecimiento a todo lo que nos da. El talento no tiene edad", ha concluido el argentino sin mencionar que, a sus 34 años, Griezmann aún tiene mucho fútbol en sus botas.
A esa goleada contribuyó casi en el amanecer del duelo, Giacomo Raspadori con su primer tanto con la zamarra rojiblanca. El que abría el partido, el complicado. "He soñado este momento, pero nunca imaginé que fuera así de increíble", ha apuntado el italiano.
El Atlético sigue de manita en manita y ya son 13 tantos en los últimos tres partidos, además de contarlos todos por victorias. Tras la derrota inicial en Liverpool, los rojiblancos enderezan su camino en Champions a la espera de visitar Londres para enfrentarse al Arsenal en la próxima jornada.
"Del uno al diez, mi ilusión por ganar es mil". Son palabras del delantero brasileño del Real Madrid Rodrygo Goes en un reportaje publicado en la revista GQ Hype a tan sólo dos días de la final de la Champions League.
Un largo artículo en el que el jugador desliza una afirmación llamativa. Se refiere a la clasificación del Real Madrid, en cuartos de final, ante el Manchester City. "Siendo sincero, sabíamos que ellos eran mejores", asegura sobre el equipo liderado por Pep Guardiola. "Para mí es el mejor equipo del mundo, el que juega el mejor fútbol", recalca.
Con esa perspectiva, Rodrygo encara el partido del sábado. "Creo que el rival más difícil ya se fue", explica, "pero eso no quiere decir que vaya a ser fácil ahora ganar la final. Con el Bayern fue muy difícil y con el Borussia va a ser muy difícil también".
Rodrygo, en la portada de GQ HypeJesús Leonardo
Pese a lo anterior, Rodrygo mezcla prudencia y confianza al hablar sobre las posibilidades del equipo de Ancelotti. "Siempre he visto al Madrid ganar todas las finales y espero que siga así. Yo siempre digo una final es al 50-50. Claro que por ser el Madrid siempre nos ponen como favoritos, pero para mí sigue estando al 50-50".
En el reportaje, ilustrado con fotos del futbolista `vistiendo ropa de marca, el jugador elogia la actitud de sus compañeros más veteranos. "Nacho, Modric, Carvajal... llevan muchísimos años y siguen queriendo ganar como el primer día", afirma.
Elogia además Rodrygo el liderazgo de Carlo Ancelotti. "Creo que ha sacado lo mejor de mí. Siempre me intenta ayudar, habla conmigo, me dice lo que tengo que mejorar. Y eso me viene muy bien. Desde que llegó, creo que soy otro jugador", asegura sobre el entrenador italiano.
El brasileño muestra además su cariño por el alemán Toni Kroos, que ha anunciado su retirada. "Estamos todos muy tristes en el vestuario. Tristes porque va a dejar el fútbol y no lo vamos a ver jugar más. Es una noticia triste, pero también alegre, por todo lo que hemos disfrutado con él. Yo todavía más, porque he jugado con él y hemos ganado una Champions juntos", añade Rodrygo sobre el centrocampista alemán.
En el minuto 92, segundos antes del desastre, ningún aficionado del Barcelona hubiera creído que en sus desvelos aparecería el león Álex, la hipopótamo Gloria o el rey lémur Julien y mucho menos el jefe de los pingüinos chiflados, los culpables del todo. A esas alturas de la vuelta de las semifinales de Champions ante el Inter, con 2-3 en el marcador, la afición azulgrana ya no quería marcha, marcha. Pero el defensa italiano Francesco Acerbi apareció en el área pequeña, se anticipó a Ronald Araujo, marcó el gol que llevaba el partido a la prórroga y celebró con sus tatuajes al aire. Unas alas en la espalda, un millón de frases por todos los lados y, entre la amalgama de tinta en su cuerpo, los personajes de Madagascar, la película de animación de DreamWorks que triunfó en 2005. Delirios de juventud.
A Acerbi le apodaban ‘Leone’, en algún momento quiso tatuarse varios leones famosos, de Mufasa a Álex, y un personaje llevó a otro, nadie sabe muy bien por qué. Tampoco se conocen los motivos de las ausencias de la cebra Marty y la jirafa Melman, como tantas otras cosas de Acerbi.
DANIEL DAL ZENNAROEFE
Un futbolista tan peculiar como controvertido, tan ejemplificante como criticable. Que este martes, a sus 37 años, marcara su primer gol en Europa, un gol para la historia, sólo es un episodio de una vida muy vivida.
La muerte de su padre y el cáncer
Formado en el Brescia y el Pavía, Acerbi pasó su juventud al borde del amateurismo en Italia, jugando incluso en la Serie D y no debutó en la Serie A hasta los 23 años. Puro central ‘azzurri’, duro y bueno en el juego aéreo, su carácter y su zurda le llevaron del Chievo al Milan, pero la élite le vino a buscar en el peor momento. Cuatro meses antes de convertirse en ‘rossoneri’ en 2012 había muerto su padre y, con la pérdida, cayó en el alcoholismo.
"No me respetaba, no respetaba mi trabajo, ni a quienes me pagaban. A menudo llegaba al entrenamiento 'achispado', sin haberme recuperado de los efectos del alcohol. Físicamente me encontraba bien porque siempre he sido fuerte. Me valía con dormir un poco para rendir", confesó sobre aquella época en una entrevista con la revista 'L'Ultimo Uomo'. Por suerte lo rescató la medicina, aunque no fue un tratamiento de desintoxicación, si no una quimioterapia.
Después de fracasar en el Milan fue traspasado al Sassuolo y en el reconocimiento médico le detectaron un cáncer testicular. Fue operado y llegó a jugar pocas semanas después, pero una recaída le obligó a parar durante meses y, entonces sí, a replantarse su carrera, sus adicciones, su vida.
"El cáncer fue mi suerte. Doy gracias a Dios por tenerlo. Descubrí que estaba enfermo en julio de 2013, nada más llegar al Sassuolo. Me operaron y seguía comportándome como un no profesional fuera del campo. Por fortuna alguien de ahí arriba me amaba y me envió de nuevo la enfermedad. Sin ella hubiera terminado muy mal. Nadie me hubiera salvado. Sin la enfermedad habría acabado jugando en la Serie 'B' o, tal vez, me habría retirado. Estoy satisfecho de la persona en la que me he convertido a pesar de todas mis deficiencias", afirmaba al mismo medio quien, tras su regreso a los campos de fútbol, ya empezó un ascenso lineal.
Fuera de la selección
Titular en el Sassuolo hasta llegar a debutar como internacional por Italia, en 2018 le fichó la Lazio de Simone Inzaghi, celebró su primer título -la Coppa de aquella temporada- y en 2022 se fue con Inzaghi al Inter. Ya habitual en la Italia que ganó la Eurocopa de 2021, aunque suplente de Bonucci y Chiellini, el año pasado protagonizó una polémica que le apartó temporalmente de las convocatorias.
Luca BrunoAP
El defensa del Nápoles Juan Jesus aseguró que había recibido insultos racistas de él ("me dijo vete negro, solo eres un negro"), aunque semanas después Acerbi no fue sancionado por falta de pruebas. Este martes, en la vuelta de las semifinales ante el Barcelona, después de frenar varios ataques azulgranas, encararse con Iñigo Martínez y con quien se le pusiera delante durante más de 90 minutos, marcó el gol de su vida. Para siempre, entre la afición culé, quedará el recuerdo de su físico ideal.